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domingo, 28 de febrero de 2010

Civilizar el poder político en España III


El necesario cambio de sistema

Por supuesto, todas estas “molestias” que podamos causarles a nuestros representantes públicos tienen que ser compensadas de alguna forma, y con lo que les gusta el dinero a todos ellos, propongo que nuestros representantes públicos cobren en este nuevo sistema exactamente el doble que la media de los funcionarios del mayor grado de la escala administrativa pública, si son representantes autonómicos el doble que la media del segundo grado de la administración pública y si son representantes municipales el doble de la media de los funcionario del tercer grado máximo de la administración pública.

En cuanto a los políticos que estén en labores gubernamentales, cobrarán de la misma forma que nuestros representantes públicos, pero en esta ocasión no el doble si no el triple. Es justo que quien se dedique a velar por el bienestar de los ciudadanos reciba un sueldo elevado, siempre que lo haga bien, pero nada más que eso, todo lo demás que reciban será considerado corrupción y obligará a abandonar el cargo que ocupen de forma inmediata por ley.

Les aseguro que nos ahorraremos miles de millones de euros con este sistema y este país se convertirá en una de las primeras potencias mundiales.

Tengan bien seguro que hoy hemos alcanzado en España un rango suficiente para que los ciudadanos podamos resolver nuestros problemas con los políticos, otra cosa es que los políticos nos lo permitan, pero de una vez por todas debemos dar un paso adelante y convertirnos en una democracia civilizada, o estaremos condenados para siempre al más estrepitoso de los fracasos.

Estoy harto de escuchar que nuestros problemas no se pueden resolver, evidentemente que pueden resolverse, pero para ello hay que realizar una Revolución Cívica que convierta a los políticos en servidores públicos y dejen de comportarse como si fueran nuestros amos en un régimen feudal.

Cuando se den cuenta la mayoría de los españoles de que esta -u otra similar- es la única salida definitiva para nuestros problemas con los políticos y la política, las cosas comenzarán a cambiar definitivamente.

Como les había advertido previamente, la solución de nuestros problemas pasa inexcusablemente por un cambio del paradigma que rija la vida pública, en el que los ciudadanos recobren el poder que les han arrebatado de forma arpía los políticos, y unos mecanismos de control y prevención de riesgos bien establecidos, organizados y eficaces. La alternativa ya la conocen ustedes que Zapatero le diga a Rajoy que no colabora y Rajoy le responda a Zapatero que no gobierna, y así hasta el juicio final por la tarde. Ustedes eligen si quieren más de lo mismo, o prefieren que las cosas cambien definitivamente de una puñetera vez.

Revolución 2012

Por supuesto, aunque parezca increíble, todo esto de lo que les he hablado también es política, y no tiene nada que ver con el yo digo y el tu dijiste, ni con el pacto, el consenso o el acuerdo, ni con la crispación, la tensión o la confrontación. Es otra forma de hacer las cosas.

¿A qué parece mentira?, pues no lo es, sencillamente es ciudadanía responsable. Por cierto, si alguien se atreve con el proyecto, que se ponga en contacto con nosotros

esrevolución2012@gmail.com

cuando recibamos el compromiso de cinco mil de ciudadanos responsables y serios (es decir, aproximadamente 1 de cada 10.000 españoles) que se ofrezcan para trabajar de forma altruista una hora o dos a la semana por cambiar las cosas en este país, empezamos con la organización del asunto. Se crea un grupo de Facebook con el nombre Revolución 2012 para que todo el mundo que quiera participar pueda hacerlo.

Si comenzamos en un par de meses -que dedicaremos al debate de cómo poner en marcha el proyecto, ante los ojos de todo el mundo-, estoy seguro que para el 2012 podremos presentar candidaturas en todas las comunidades españolas y obtener representación parlamentaria. El objetivo del proyecto no es crear un nuevo partido político, sino una organización política contra todos los partidos políticos y su forma de hacer política, que exija de forma permanente e inexcusable su regeneración democrática, y que esté compuesta exclusivamente por ciudadanos.

Lo llamaremos Revolución 2012, nace ahora mismo, todo está por hacer, así que quien se anime ahora participará en su fundación, no nos conocemos de nada, así que lo único que puede prevalecer es el proyecto. Nadie tendrá otra autoridad que la que le concedan y le reconozcan los demás, todo será transparente todo el tiempo, para ello los que lo pongan o pongamos en marcha nos comprometeremos a quedar descartados de antemano de cualquier proceso electoral, cargo político o público en el futuro, sencillamente colaboraremos con el proyecto y nada más.

Eso nos distinguirá de todas las demás organizaciones con finalidad política, porque sus creadores o fundadores no podrán ser representantes de los demás, ni ocupar cargos en el partido o públicos, sin embargo serán miembros por un periodo de cuatro años renovables del consejo de garantías -el órgano jurídico interno de la organización- que velará por el cumplimiento normativo que se establezca en sus estatutos. Quienes formen la organización inicial no participarán en su representación.

Ahora tenemos que elegir a los creadores, así que todo el que quiera ser miembro fundador que vaya presentando su candidatura en los foros del grupo de facebook. Los creadores o fundadores - entre 25 y 100 ciudadanos- serán elegidos entre los que se presenten y sean aceptados por todos los demás, para que no haya ninguna ventaja inicial para nadie. La elección del grupo fundador se hará por los cinco mil primeros ciudadanos que se inscriban de forma absolutamente democrática y transparente, no se aceptará la formación de facciones, ni listas, ni nada que distraiga la elección directa de cada uno de los fundadores, que ya se verá cuantos son.

Por favor, que se abstengan de acudir a la convocatoria todos aquellos que hayan tenido algún cargo político o público a lo largo de su vida, porque su colaboración será rechazada. La renovación de la vida política en España, lamentablemente, ya no se puede hacer con políticos, para eso tienen ustedes todas las formaciones políticas actuales a las que pueden pertenecer y apoyar. Políticos no, gracias.

Enrique Suárez Retuerta
Un ciudadano español que no renuncia a su soberanía

Civilizar el poder político en España II


Ayer lo habíamos dejado en lo del cambio de paradigma político en España y los mecanismos de control y previsión de imponderables que siempre acaban ocurriendo. Los previsibles imponderables siempre tienen que ver algo con el dinero público y su desvío de los propósitos anunciados en los carteles electorales y cacareados programas. La caridad con el prójimo en la política es como la castidad en la iglesia católica, habitualmente la mayoría de los que reparten nuestro dinero como bien les parece, no se quedan con nada más que con los privilegios que les concede repartir dinero, que no son pocos, pero hay una minoría que consienten que nos roba. Con la castidad de los clérigos ocurre lo mismo, son pocos los pecadores, pero resultan notorios y notables los pecados que se descubren. Bien, no pasa nada, errar es humano, aunque perseverar es diabólico. ¿Qué levante el dedo un justo?.

A lo que vamos, con la cuestión de la honestidad estamos equivocados los españoles por la educación que hemos recibido, más bien fundamentada en la propaganda que en la razón, el conocimiento y la experiencia. A los políticos no se les puede aplicar la presunción de inocencia, si no la de culpabilidad, claro. Verán ustedes, un político no es honesto hasta que se demuestra lo contrario, lo que vale para los ciudadanos no vale para los políticos. ¿Por qué razón debe hacerse esta desvirtuación de la equidad?, pues muy sencillo, un ciudadano si es deshonesto lo hace con su dinero, pero un político lo hace con el dinero de todos los ciudadanos, no con el suyo, eso exige un rigor diferente a la hora de establecer su presunción.

El sistema de redistribución en el que vivimos es injusto, porque recauda con avaricia y de forma exhaustiva lo que luego derrocha sin sentido y con frivolidad. Si supiéramos en realidad como se han dilapidado los recursos de los españoles desde que Rodríguez Zapatero está en el Gobierno, posiblemente la mayoría emigráramos a un país más serio.

La auténtica violencia de género en este país es la que ejercen los políticos -que más que un género son una especie- sobre los ciudadanos, eso si que son malos tratos y no los que se anuncian en el teletexto, porque además de dejarnos molidos y explotados, encima se regodean de que lo hacen por nuestro bien. Un Instituto del Ciudadano Maltratado es lo que más necesita este país, si queremos ser coherentes.

La cuestión del dinero

Aquí les dejo otra aportación para cambiar realmente las cosas, Hacienda debe fiscalizar el gasto público (no sólo los ingresos), pero de forma diferente a como lo hace, por ejemplo, si un Gobierno es de un color, Hacienda debe estar dirigida y gobernada por la Oposición y una comisión paritaria independiente de ciudadanos elegidos al azar entre todos los españoles, con sueldo de consejero y liberación de sus funciones habituales, renovados cada seis meses, con pleno acceso a todas las cuentas del Estado, acompañados de una legión de asesores igualmente renovados semestralmente elegidos entre los expertos del país, a poder ser del mundo de la Universidad, aunque también de entidades privadas o de otros países. Ya verían como se acababan los problemas de corrupción en este país en menos que canta un gallo.

Por otra parte, como sabemos que los políticos tienen esa afición por nuestro dinero que tan bien les caracteriza, a partir de una determinada fecha tendrán sus cuentas públicas y privadas fiscalizadas permanentemente y también las de sus afines y familiares, y no podrán tocar dinero público más que por medio de una tarjeta de crédito absolutamente controlada, que sirva lo mismo para pagar un puente que un refresco. Evidentemente, las cuentas públicas serán permanentemente transparentes y cada seis meses serán publicadas -una página web es sencilla de hacer- , para que todos los ciudadanos sepamos como se gastan nuestro dinero.

Es imprescindible una justicia independiente

Verán ustedes, mientras en este país no haya una justicia despolitizada no podremos considerarnos civilizados. Pero mientras pensamos como lo hacemos para que sea más justo el sistema de elección, podemos evitar problemas mayores, de forma provisional, haciendo que el Fiscal General del Estado será elegido directamente por los parlamentarios de la Oposición, sin participación de los que hayan apoyado al Gobierno. El Consejo General del Poder Judicial también será elegido por la Oposición, con participación minoritaria del Gobierno en su composición.

Los jueces y magistrados de este país tendrán un nuevo reglamento más estricto y riguroso, por el que la más mínima falta será prioritariamente juzgada por la Audiencia de forma urgente, juicios rápidos para la justicia, y si se observan irregularidades relevantes en los procedimientos judiciales los jueces serán apartados provisionalmente de la carrera judicial, primero durante un mes, si reinciden durante seis meses y si vuelven a hacerlo durante dos años, pero si lo hacen por cuarta vez serán apartados de la carrera judicial, porque habrán demostrado que no están capacitados para la función que pretenden ejercer. Un sistema parecido al carné por puntos para ejercer la carrera jurídica, posiblemente fuera de gran ayuda.

Trascender la ideología

La ideología es el opio del pueblo, un auténtico anacronismo que se fundamenta en el mundo de las creencias y no en el de la realidad, que determina el curso vital de las personas renunciando a los hechos. En numerosas ocasiones me he preguntado por qué discutimos tanto por la ideología, cuando lo que realmente importa es que se hace con el dinero público.

Creo que a estas alturas de la historia hay una ideología compartida por los demócratas responsables, siempre he considerado una estupidez polarizar de forma maniquea la realidad, porque eso es un engaño y una artimaña deshonesta. Quien promueve la igualdad también quiere libertad, y viceversa. No me imagino un mundo sin igualdad pero con libertad, ni un mundo sin libertad pero con igualdad. Porque la inmensa mayoría queremos un mundo con libertad e igualdad, las dos alternativas me parecen importantes y no excluyentes. Y también quiero un mundo justo, en el que la ley esté por encima de todo y de todos, siendo creada, respetada y compartida por todos.

En España vivimos en confrontación ideológica permanente, con el único objetivo de que lo que se dice en política y lo que se hace en política no tengan nada que ver. No es progresista quien cambia lo que está bien, no es conservador quien mantiene lo que está mal. Hay cosas que es necesario cambiar, pero hay cosas que es necesario mantener, y la mayoría seguro que estamos de acuerdo en que cosas debemos mantener y que cosas debemos cambiar, si la democracia funcionara normalmente todos compartiríamos llevar a la práctica ese objetivo compartido, porque lo que nos une es mucho más de lo que nos separa, lo que nos hace semejantes mucho más de lo que nos diferencia. Los partidos políticos que conocemos en España se comportan de forma maniquea y excluyente en sus acciones políticas, mientras no cambiemos esa forma de hacer las cosas, no lograremos convertirnos en un país civilizado, políticamente hablando.

Una ideología transversal y dinámica, fundamentalmente honesta y transparente, que se establezca sobre la razón, el conocimiento y la experiencia y un exquisito respeto de nuestra Constitución, determina un criterio ideológico que puede ser compartido por la inmensa mayoría de los ciudadanos superando los modelos anacrónicos que nos ofrecen los partidos políticos actuales. Evidentemente, las minorías racionales deben ser respetadas, pero no pueden esperar ser más respetadas que las mayorías, no estaría bien, ni sería justo, ni tampoco democrático.

Menor representación indirecta

Gracias a las nuevas tecnologías y a la formación creciente de la cultura de los españoles -como no se haga algo pronto será decreciente- resulta anacrónico que la participación de los ciudadanos en la política se reduzca a acudir a las urnas cada cuatro años para votar por un candidato que ha elegido el señor que dirige un partido político, los únicos ciudadanos que eligen directamente a los candidatos, porque el resto lo que hacemos es decir que sí o que no a quien ellos han elegido, o no decir nada. Si se dan cuenta esto nada tiene que ver con la democracia -y sí mucho con la demagogia- pues es una perversión de la elección de representantes públicos de forma directa por los ciudadanos, que garantiza nuestra Constitución. Es necesario añadir una cláusula o enmienda a nuestra Constitución para corregir este artificio de forma inmediata.

Por otra parte va siendo imprescindible que los ciudadanos sean consultados periódicamente sobre las políticas desarrolladas por el Gobierno, en lo que se refiere a los grandes temas que afectan a nuestra vida privada. Por ejemplo, leyes que afecten a los derechos fundamentales como la de Género, la del Aborto, o las que favorecen a determinados organismos como la SGAE , las relacionadas con la justicia, la educación, la sanidad y el bienestar social, o con decisiones que afecten a nuestra participación en conflictos bélicos o en foros internacionales, deben ser consultadas directamente a los ciudadanos por vía de referendum, al igual que la creación de instituciones nuevas, y toda la política de subvenciones debe pasar por la criba pública de todos los españoles reunidos en referendum.

Hacer un referendum, que no tiene que ser en un mismo día, sino por ejemplo durante un mes, para informarse en profundidad del tema tratado, mientras se observa quienes están a favor o en contra, debe ser tan fácil como obtener dinero en un cajero automático si lo tienes en la cuenta. Durante una legislatura se pueden hacer 20 o 30 referenda, o los que sean precisos, a sugerencia de un millón de españoles o bien de 1/3 de diputados.

Por otra parte, y esta es una de las ideas que más les sorprenderán es imprescindible para el futuro que se regule el derecho de veto por parte de los ciudadanos. Se acabó lo de entregar un cheque en blanco cada cuatro años a los políticos que elegimos. ¡Quía!, viendo lo que hemos visto es demasiada confianza, no se la merecen, porque nos han defraudado a la inmensa mayoría. Así que cuando acudamos a votar, nos quedaremos con el resguardo de nuestro voto al candidato que hayamos elegido -en forma de código de barras- y durante los cuatro años que dura una legislatura, podremos revocarle nuestra confianza en cualquier momento acudiendo al oportuno “cajero automático” que estará instalado en todos los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes.

Enrique Suárez Retuerta
Un ciudadano español que no renuncia a su soberanía

sábado, 27 de febrero de 2010

Civilizar el poder político en España I



Ha terminado ocurriendo, como era de esperar. La situación actual de nuestro país es escabrosa, así no podemos continuar.

El Presidente del Gobierno que consideró a los etarras hombres de paz y criminalizó a las víctimas del terrorismo, para desviar la atención sobre lo acontecido en el 11-M ha perdido toda credibilidad; el optimista que consideró que la crisis económica más grave de la historia de España era una pequeña desaceleración, con el único objetivo de estafar y mentir a los electores, para triunfar en las últimas Elecciones Generales, no va a cambiar. Si en Baleares su presidente no dimite avergonzado tras descubrir una trama de corrupción sin precedentes y si en Cataluña, el presidente evita que sus propias hijas soporten la dictadura idiomática que él mismo ha impuesto a todos los demás, ¿qué esperan ustedes del PSOE?. ¿Cómo esperan ustedes que ahora reconozca Rodríguez Zapatero que España atraviesa la mayor crisis política y económica de nuestra reciente historia democrática, que además es una crisis cultural que está apartándonos de Europa y la civilización avanzada para aproximarnos a los regímenes bolivarianos revolucionarios y qué él es el principal responsable de su materialización por negarla, no saber contenerla, ni resolverla?. Dentro de unos años, en España se dirá: “si supimos superar lo que nos dejó Zapatero, podemos con todo”.

Pero siendo consecuentes, deberíamos reflexionar antes de guillotinar a Zapatero todos los días para quedarnos con la conciencia tranquila y poder dormir a gusto: echarle la culpa a un pobre hombre no resolverá nuestros problemas. Ciertamente, yo mismo lo he hecho hasta ahora, porque lo primero que se debe hacer para resolver un problema es saber en qué consiste, realizar un buen diagnóstico es el camino imprescindible para aplicar un tratamiento correcto; pero el Presidente del Gobierno de España es un tarugo sobrealzado por el destino, nada más. No es la única causa de todos nuestros problemas, si no la consecuencia inevitable de todos ellos.

Vamos a hablar claro, españoles

Si Zapatero se fuese mañana mismo, seguiríamos teniendo los mismos problemas. ¿No lo han pensado?, pues piénsenlo, porque va siendo hora de que abandonemos la estupidez definitivamente, la Fiesta Nacional de ver al torero y al toro batirse a muerte en la plaza – que gran simbolismo cultural el de la tauromaquia- es un epifenómeno de nuestro carácter, pero como no dejemos el circo por una temporada estamos perdidos.

Así que, queridos compatriotas, ahora hay que ponerse las pilas en el cerebro, evidentemente que Zapatero tiene que marcharse por su demostrada incompetencia –por muchos menos errores hay cuatro millones de españoles buscando trabajo-, pero eso no resolverá nuestros graves problemas. Ni tampoco la solución provendrá de la regeneración de una democracia formal y elástica, ni la despolitización absoluta e imprescindible de la justicia, ni del control exhaustivo del dinero público, ni de la desparasitación de las instituciones, ni siquiera la devolución del rigor informativo a los medios de comunicación, ni tampoco, para desgracia de todos, un cambio de Gobierno, bien desde el PSOE o desde el PP, nos salvará de nosotros mismos, ni por supuesto un Gobierno de concentración de todos los partidos políticos, porque no se puede acabar con la peste sin eliminar el bicho que la produce, y el bicho de esta peste son los políticos que nos representan.

Ahora que la situación nacional ha traspasado todas las alarmas, económicas, políticas, jurídicas, sociales y culturales, es hora de reflexionar para no seguir cometiendo errores. Hace varios años leí un libro muy interesante, su autor era Charles Tilly, se titulaba “Las revoluciones europeas. 1492-1992”, el autor venía a decirnos que para que un país pueda vivir en democracia lo primero que se necesita es que el poder sea civilizado, eso explicaba el paso de las dictaduras militares a las democracias políticas. Si Unamuno viviera hoy, seguro que nos decía que es más fácil politizar a un pueblo que civilizar a un político, y realmente lo que está ocurriendo en España tiene algo que ver con ambas cosas, porque de una dictadura militar siempre se sale a través de una dictadura política, aunque se denomine formalmente democracia.

Tras una dictadura militar se produce un periodo de transición o liberación de los ciudadanos, más o menos prolongado dependiendo de los actores. Lo que ha ocurrido en España es precisamente que salvo las excepciones de Adolfo Suárez durante casi todo su mandato, del primer Felipe González y del primer Aznar, que cambiaron formalmente la realidad política de este país, todos los demás movimientos ejercidos desde la política han sido para que los políticos recuperarán poder, tratando de convertir a ciudadanos libres nuevamente en súbditos. Con Rodríguez Zapatero, el menos dotado para la política, el menos ilustrado y el más acomplejado de los presidentes españoles, el sectarismo más depravado ha alcanzado su apogeo, porque donde Zapatero no ha sido autoridad competente, se ha impuesto la locura facinerosa de intentar cambiar la razón por la ocurrencia ideológica.

Así hemos visto a algunos conserjes de ministros, así hemos visto las mayores patochadas políticas de los últimos treinta años, así estamos viendo el desastre de unos garrulos, que viendo que necesitan un arquitecto para levantar la cúpula de la catedral porque no saben cómo hacerlo, amenazan a los demás con que se lo hacen y les siguen dejando en el poder o la catedral no se construye. Pero el problema es que si no se hace la cúpula pronto, lo construido se vendrá abajo antes de lo que pensamos.

Un país que se ha pasado cuarenta años venerando el poder de un tirano no se acostumbra tan fácilmente a ser dueño de su destino, los ciudadanos estamos condenados a contemplar el poder político como si tuviera su origen de los dioses, los políticos no han hecho nada para resolver esta dependencia anacrónica de sus votantes, porque les convenía mantener el engaño, pues se dirige y roba mejor a un inocente que a un resabiado.

El cinturón reaccionario del poder

Tras las dictaduras siempre hay un periodo de transición o liberación de los ciudadanos, más o menos prolongado, dependiendo de los actores. Lo que está ocurriendo en nuestro país es precisamente una transición muy prolongada gracias a dos razones: la baja capacidad de los ciudadanos para comprender la política, acostumbrados a ser mandados y no gobernados y la baja calaña de los políticos, acostumbrados a mandar y no a gobernar.

El único problema que tenemos en España no se arregla entre todos, porque los políticos son los primeros que evitarán cualquier arreglo, pues defienden el poder como si fuera su coto particular, y los ciudadanos no tenemos las agallas, ni la formación, ni la voluntad, ni los mecanismos para apartarlos del poder. La política es una peste que lo invade todo, la justicia está politizada, los medios de comunicación están politizados, las instituciones están politizadas, la vida en España está politizada.

En España, actualmente, hay una tasa fija de corrupción del 20 % que es lo que se llevan los políticos con cada gestión pública del dinero público que se hace. Lo de Munar y Unión Mallorquina no ha sido una cuestión circunstancial es un ejemplo de la norma, de los hábitos implantados en las actividades políticas en España.

La única forma de resolver lo que está ocurriendo es civilizar el poder, ¿y cómo se hace tal cosa?. Pues no es fácil, esa es la verdad. El Partido Popular que si hizo su propia renovación política al apartar de su partido las tentaciones de regresar al pasado no puede hacerlo solo, en el PSOE no han hecho ninguna regeneración, los que robaban con Felipe González siguen robando ahora.

El PSOE está condenado a regenerarse o pasar a la historia, evidentemente, por la altanería, la soberbia y el culto a la memez que se transpira desde sus filas, no tiene ninguna voluntad ni posibilidad de hacerlo. De los nacionalistas poco se puede esperar, porque ni siquiera comparten con los demás españoles si lo que le conviene a España les conviene a ellos y su ideología secesionista. Luego están los afianzados en el pesebre público –sindicatos, colectivos, numerosos funcionarios- que son las fuerzas reaccionarias que no cederán un ápice en su acomodada situación, que tras un cambio racional sin duda se pondría en peligro. Conforman el cinturón reaccionario del poder que impedirá cualquier solución, porque una solución para los españoles sería un grave problema para todos ellos. Este es el resumen de nuestra patética situación.

Cambio de Paradigma y Mecanismos de Control

Podría haber terminado aquí el artículo y dejarles con el mal sabor en la boca de que no hay ninguna solución a nuestros problemas, pero como dije al principio, hay que dejarse ya de tonterías porque los inútiles que nos gobiernan la están liando parda. Es hora de ser responsables e inteligentes.

El poder político no se civilizará por sí mismo, si hasta ahora no lo ha hecho, no lo hará. Para que el poder político se civilice los ciudadanos tenemos que establecer un acuerdo con nosotros mismos, debemos juramentarnos en que se acabó lo de tomarnos el pelo y denunciar –aunque de poco sirva- cada situación irregular a la que asistamos. Porque antes de civilizar a los políticos, debemos civilizarnos nosotros, es decir, dejar de ser súbditos de un poder omnímodo para convertirnos en ciudadanos responsables que exigen a sus políticos responsabilidad, es decir, debemos despolitizarnos y desideologizarnos para comprender que lo compartido es mucho más que lo que nos separa, porque si un político del PSOE roba no es bueno para el PP y si un político del PP roba no es bueno para el PSOE, es malo para todos, para los del PP y para los del PSOE, y para los que no somos ni del PP, ni del PSOE.

Si un político malgasta el presupuesto público es malo para todos, independientemente del partido del que sea el político y del partido que sean los despojados. Esta cohesión interna sólo puede provenir de nuestra condición suprapartidista de españoles y del respeto estricto a nuestra Constitución, que si se dan cuenta, han sido dos de los elementos contra los que el PSOE ha ejercido su violencia en los últimos años, para implantar su ideología social a todo el mundo de forma totalitaria, para recibir los apoyos que necesita de los nacionalismos para desgobernar este país.

Más que el cambio del PSOE por el PP, o el cambio dentro del PSOE, lo que este país necesita es un cambio de paradigma político porque el que impera actualmente está completamente agotado. No se puede dejar el gobierno exclusivamente en manos de los políticos, los ciudadanos españoles no podemos hacer anuencia de nuestras responsabilidades, no podemos renunciar al control exhaustivo de la cosa pública, en los periodos interelectorales.

Los políticos son necesarios, pero no todo el mundo puede ser político, es algo de lo que tenemos que concienciarnos todos. Hay gente que está en la política utilizando millones de euros que no tiene criterio alguno para hacerlo, exclusivamente un carnet y una larga trayectoria de trepar en su partido, no son méritos suficientes para representar públicamente a los ciudadanos. Los políticos están condenados a examinarse de su gestión cada día, no exclusivamente cada cuatro años. Los políticos están obligados a no mentir, si mienten y se descubre su mentira deben de abandonar el poder. Los políticos no pueden ser inmunes a las leyes que rigen para los ciudadanos –recordar al señor Montilla enviando a sus hijas a un colegio elitista mientras estampa su firma para obligar a todos los demás a hacer lo que le exigen los nacionalistas para apoyarle en su gobierno-. Los políticos deberían ser los mejores entre los ciudadanos, no una clase feudal que hace lo que le da la gana, incluso perjudicando a los que les damos de comer y les alzamos a una vida que no se merecen.

Pero que a nadie se le olvide que si tenemos políticos que no nos agradan es precisamente porque los que nos equivocamos somos nosotros, los ciudadanos. Que los políticos traten de hacerse con el poder es algo inherente a su profesión, que lo consigan , es un problema de los ciudadanos, porque con cada político que ejerce el poder de forma inapropiada hay miles de ciudadanos irresponsables que le han apoyado y que no le exigen que se vaya a su casa cuando les ha defraudado. Por mi parte soy coherente, en las últimas elecciones generales logró engañarme Rosa Díez y desde entonces no he parado para desenmascarar su tinglado.

Y por hoy es suficiente, otro día seguimos, la cuestión no es elegir entre que te muerda un bóxer o un pastor alemán, la cuestión es que no te pueda morder ningún perro porque tenga un bozal puesto y la correa de seguridad bien aferrada a la mano de su dueño, respetando las normas de seguridad impuestas por la ley. Los mecanismos de control y previsión de excesos y negligencias en la política son indispensables. Tras la mordedura, no valen lamentaciones, hay que prevenir antes de tener que curar. Si no corregimos definitivamente la trayectoria política de este país -y no sólamente los protagonistas del momento- volveremos a estrellarnos sin duda alguna.

Enrique Suárez Retuerta
Un ciudadano español que no renuncia a su soberanía

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viernes, 26 de febrero de 2010

Confianza, con Z de Zapatero


La osadía de un régimen ha quedado plasmada para la historia en la campaña iniciada, según dicen, por las Cámaras de Comercio, organizada por la Fundación Confianza de reciente creación, con la finalidad de lavar y peinar el cerebro de los españoles. La propaganda positiva, un alegato al buen talante, que obvia el origen de la crisis y su autoría, entre otras muchas cosas, tan solo costará 4 millones de euros según dicen, que han aportado las 20 principales empresas del Ibex, las mismas que recibieron, directa o indirectamente, alrededor de 30.000 millones de euros de todos los españoles donados por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, a las cajas de ahorros y las principales entidades financieras –menos algunas- en créditos para que el sistema financiero no se hundiese con la crisis económica que no existía cuando el PSOE obtuvo mayoría simple en las pasadas Elecciones Generales. Un pequeño contratiempo exagerado por la derecha, según Solbes; según Zapatero, era una pequeña desaceleración.

Verán ustedes, he visto el vídeo de la campaña, y me fascina la elipsis de haber obviado que los españoles son los sujetos de referencia de la propaganda, ni se menciona España, ni que los españoles somos los que necesitamos confianza, ni se menciona que el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha sido el autor de la debacle por su mala gestión de la crisis que negó en su día. El resultado de los errores del Gobierno se resume fácilmente, estamos en recesión, con un déficit público que supera el 12 %, cuatro millones y medio de parados, una bolsa de valores que se hunde, y una valoración externa de los principales analistas internacionales que es para no abandonar el temor y el temblor por lo menos en unos cuantos años.

Pero llegan estos altruistas empresarios, que nos han subido la luz, que nos han subido las comisiones, que nos han subido el combustible, que nos han subido todo, gracias al Gobierno que iba a ser la envidia de Occidente y nos ofrecen propaganda positiva y buen talante para resolver la crisis, la crisis es un estado de ánimo vienen a decir, pero obvian decir que es consecuencia de la dilapidación económica de un Gobierno de inútiles consagrados, que han mostrado su incapacidad, no ya de resolverla, sino de contenerla, como por ejemplo han hecho ya en Alemania o Francia.

Y luego están los famosos, que a golpe de talonario, brindan su imagen para participar en el engaño a los españoles, y los tiburones de la comunicación contratados para organizar la estrategia, y los bondadosos ciudadanos que prefieren seguir creyendo en que el Gobierno que inventó la Alianza de las Civilizaciones no tendrá ninguna dificultad para resolver la crisis económica y política que vivimos en España.

Queridos compatriotas, la lectura que se debe hacer de la campaña es muy diferente. Los empresarios del IBEX, las Cámaras de Comercio, los propietarios de los grandes negocios de este país, ven las cosas tan mal, que se han propuesto hacer un esfuerzo singular para salvar al Gobierno, presentándose como interlocutores sociales, una vez que los sindicatos tienen secuestrado al mindundi de La Moncloa, sin posibilidad de movimiento, porque saben que el cejado es capaz de hundir el país antes de dar su brazo a torcer, si lo sabrán los del PP, que llevan seis años excluidos de la política, tras la campaña totalitaria de marginación más cruel de los últimos treinta años.

Saben que el Presidente del Gobierno que llegó a La Moncloa empujado por el 11-M, el No a la Guerra de Irak (lo de Afganistán es una operación de paz), y la inanidad de sus votantes es bien capaz de esperar a que este país entre en quiebra y rebelión ciudadana antes de irse. No salvan a Zapatero, más bien se están salvando a sí mismos, porque todos conocen bien como está la realidad y lo que están haciendo es fumigar a la población con consignas de buen talante y positivismo para reducir el clamor nacional que exige la cabeza de Zapatero, porque saben que quien apoyó el Estatut de Catalunya y consideró que España es un concepto discutido y discutible, es de los que hunden el barco que pilotan antes de abandonarlo, con todos dentro.

No desconocen que antes de que Zapatero dé su brazo a torcer, pidiendo disculpas a los españoles por lo que les ha hecho y yéndose después para su casa, se empeñará en demostrarnos a todos que él tiene razón y es la realidad la que vuelve a equivocarse, porque que él se equivoque es inconcebible, el Papa del nuevo socialismo sostenible también es infalible.

Verdaderamente, no sé de quien habrá sido la idea, pero a mí me pone los pelos de punta, pensar que hemos llegado a una situación tal que los principales empresarios de este país han decidido unirse para intervenir los cerebros de los españoles, antes que exigir la destitución de Rodríguez Zapatero. No pueden ser tan idiotas, de hecho no lo son. Saben perfectamente lo que está pasando y lo ocultan porque si los españoles supiéramos la situación real, estaríamos en la calle con una guillotina móvil.

Saben, como no van a saber, que no se puede acabar con la peste sin eliminar al bicho que la ha causado, ni con las vacunas que sobraron de la gripe A, ni con el milagro de los panes y los peces. ¿Y si lo saben y hacen una campaña de propaganda, no será porque ya no hay nada que hacer, porque todo está perdido?.

Seamos pesimistas y nos quedaremos cortos. Esta campaña urdida por los empresarios es la antesala del estallido social que acontecerá en los próximos meses, porque esto sólo tiene solución con un cambio del régimen totalitario en el que estamos viviendo y una recuperación de la democracia, derrocando el régimen feudal encubierto en que ha degenerado la política de este país, gracias a la oligarquía de indeseables que lo han permitido.

Queremos arreglar esto, dicen. ¿Pero qué es esto?. ¿El país, la cabeza de Zapatero, España, el régimen de latrocinio público en el que vivimos, la opresión del poder, la invisibilización de la realidad, la incapacidad de los políticos?. A mí "esto" me suena a desprecio, y a tomadura de pelo de los españoles, por cierto, que en ninguna ocasión en el manifiesto se mencionan ni el nombre de nuestra nación, España, ni nuestra condición nacional y soberana, de españoles. Vamos a arreglar esto. Verán ustedes como que no, porque yo no arreglo esto, que luego igual resulta que esto es volver a poner el país bien para que los mismos se sigan aprovechando de todos los demás. Las cosas claras y el chocolate espeso, basta de indefiniciones, que las indefiniciones de un iluminado nos han traído hasta aquí. A mí me aclaran lo de esto y si no arréglenlo entre ustedes, los del Gobierno, los del PSOE que para eso cobran y bien que se han aprovechado estos seis años hasta dejarnos en la ruina; pueden pedir ayuda a los once millones de irresponsables que votaron a Rodríguez Zapatero y a las listas del PSOE, para que pudieran hacer "esto".

Yo no voté por Zapatero, voté contra Zapatero, así que ahora no voy a rectificar yo, cuando los que se equivocaron fueron otros, después de soportar durante seis años todas las aventuras de un inepto que destrozaba el país y tener que aguantar a los sectarios llamándome facha por decir lo que pensaba libremente. Vamos, como que no, a otro perro con ese hueso podrido. Que llamen a los que promocionaron la defensa de la alegría, yo soy de los cenizos que tuve que soportarlos.

Esto no lo arreglamos entre todos, esto lo terminaremos arreglando los de siempre, los que pagamos por nuestra esclavitud, a unos sinvergüenzas que se han gastado el dinero de todos en las chorradas que se les han ocurrido para dejarnos en la más catastrófica ruina y miseria. No lo negaré, estoy indignado, me irrita ver tanto imbécil dando lecciones de moral solidaria a los ciudadanos, cuando todos se han aprovechado de la égida del cejado. Hay que tener poca vergüenza y mucho descaro, para encima venir ahora diciendo que vamos a arreglar "esto" entre todos.

Ya va siendo hora de que los que pagamos la fiesta, que solo los poderosos y adyacentes disfrutan y los demás sufrimos, exijamos que se acabe, ya está bien de que unos negados incompetentes nos sigan vendiendo crecepelo después de dejarnos calvos.

¿Por qué Zapatero tiene que ser el único español que hace fracasar su empresa hasta arruinarla y no pierde su trabajo cuando cuatro millones por mucho menos están en el paro?.

¿Es acaso el nuevo Mesías que está libre de las reglas de despido que rigen para los demás españoles?. Que miserable hazaña contemplar al paladín de la igualdad proclamada, aprovechándose de los privilegios elitistas de la inmunidad a la razón y el no reconocimiento público de sus errores.

¿Pero no habíamos quedado en que Zapatero era socialista?. ¿Es esta la actitud de un socialista honesto o la de un depravado sinvergüenza?.


Biante de Priena

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jueves, 25 de febrero de 2010

¿Cómo vamos a eliminar la peste sin acabar con el bicho que la produce?



El problema es de todos, la solución no es de todos, una mierda, la solución pasa porque quien ha creado el problema SE VAYA CUANTO ANTES.

¿Cómo vamos a eliminar la peste sin acabar con el bicho que la produce?

Nos crean un problema por su despilfarro y soberbia y ahora quieren que les ayudemos en la solución, ¿no habíamos quedado que España era discutida y discutible?, aquí el único que hay discutido y discutible es Zapatero.

QUE SE VAYA YA YA YA YA.

ESTOS SE PIENSAN QUE SOMOS IDIOTAS

ME QUEDO CON ESPAÑA, FUERA ZAPATERO

Última Hora: 20 grandes empresas "anónimas" para el ciudadano -No para Hacienda, por supuesto- han puesto entre 150.000 y 1 millón de euros (desfiscalizados) para el LAVADO Y PEINADO DE CEREBRO de los españoles.

¿Cuánto habrán cobrado los famosos que salen en el vídeo por su intervención

LIBERTAD O MUERTE



Lo que no nos contaron de Davos



España es el país europeo que más retrocede de Europa en su competitividad, en el periodo que abarcan los gobiernos de Rodríguez Zapatero, nada menos que 10 posiciones entre 2004 y 2010.

El World Economic Forum es una agencia internacional que se reúne en el Foro de Davos. Su función fundamental es la evaluación independiente de características económicas, sociales, políticas y culturales de los países que conforman la comunidad mundial.

Consultando la evolución de los datos revelados se pueden comprobar los nefastos resultados de las distintas políticas establecidas por los gobiernos de Rodríguez Zapatero desde su llegada al poder. A continuación les ofrecemos algunos de los resultados más relevantes.

Índice Global de Competitividad: en los años 2003 y 2004, España ocupaba la posición 23 mundial con un GCI de 5,0, en la evaluación de los años 2009-2010, nuestro país ocupa la posición 33 mundial, con un GCI de 4,59. Siendo el país de la OCDE y europeo que más puestos ha retrocedido en su competitividad económica. Este es el índice más importante porque nos refiere que España es el país que más posiciones ha perdido en competitividad de Europa más de 10 posiciones.

En el índice de competitividad turística del año 2009, España ocupa el lugar número 6 del mundo, con una tasa de 5,29 habiendo perdido una posición con respecto al 2008, sin embargo en el año 2007 estábamos en la posición número 15, con 5,18 de tasa. Es en el único indicador en el que hemos mejorado posiciones relativas.

En el índice de avance tecnológico del año 2009, España ocupa el lugar número 34 de la lista de países, con una tasa de 4,50, siendo superado por países como Chipre, Portugal, Eslovenia, República Checa, Malasia, Qatar, o Malta.

En el indice de negocios del año 2009, España ocupa el lugar número 27 de la lista de países, con una tasa de 4,72. Siendo superado por países como Estonia

En el Índice de igualdad de oportunidades por género del año 2009, España ocupa la posición 17, la misma que en los años 2008, pero habiendo empeorado desde el año 2007 en que llegamos a ocupar la posición 10 y en el año 2006 la posición 11. Llama la atención poderosamente que una de las políticas estelares de los gobiernos de Rodríguez Zapatero haya sufrido un retroceso semejante, manteniéndose en una tasa estabilizada de 0,73 a lo largo de los últimos años, a pesar de las inversiones crecientes y la creación de un Ministerio de Igualdad en la actual legislatura. Algo está fallando en la política real de género en España.

Por último, el Índice de Desarrollo Financiero de 2009, nos indica que España se encuentra en la posición 15, habiendo retrocedido 3 posiciones en el último año.

Podemos estar orgullosos los españoles de haber sido el país europeo que más ha retrocedido en los principales indicadores económicos de toda Europa, gracias a Rodríguez Zapatero.

Ciudadanos en la Red

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miércoles, 24 de febrero de 2010

Aznar no le gusta al Partido Comunista Asturiano

Habría que saber quien organizó el boicot a Aznar, lo que sabemos es que en una página del Partido Comunista de Asturias presentan el vergonzoso vídeo como un trofeo, con todos los cortes en los que los “héroes boicoteadores” salen interrumpiendo la conferencia del ex Presidente del Gobierno en la Sala de Grados de la Facultad de Económicas de Oviedo. Contemplándolo se sabe mejor lo que hizo que Aznar levantara el dedo. ¿No lo habrían hecho ustedes?

¿Cuántos de los boicoteadores pertenecen al Partido Comunista de Asturias?. ¿Cuántos no estudian en la Facultad de Económicas?. ¿Cuántos no pertenecen a la Universidad?. Seamos consecuentes, algunos miembros o exmiembros del Partido Comunista Asturiano estaban entre los boicoteadores, incluso alguno que ocupó cargo público. Creo que es de justicia reconocer que no han sido solo estudiantes –aunque los medios de comunicación lo han repetido hasta la saciedad- los que boicotearon el acto de Aznar.

¿Con qué derecho pueden increpar, insultar e injuriar a un conferenciante, sea quien sea, los representantes de una ideología totalitaria que quiere asfixiar la libertad de expresión?. Los mismos, a los que la vicepresidenta De la Vega ha apoyado, los mismos que han sido apoyados desde El País o Público, la Cuatro o la Sexta.

Evidentemente no podemos esperar desde un partido que preconiza el totalitarismo que respete la democracia, pero nadie lo ha dicho, la agresión sufrida por José María Aznar y todos los asistentes a la conferencia que dictó en Oviedo, no fue a Aznar sino a la Democracia, la Libertad de Expresión y la Constitución de todos los españoles. Los boicoteadores, no los estudiantes, nos han dado una hostia a todos los demócratas en la cara de Aznar. Les ha llegado la hora de promocionarse políticamente, ahora que el PSOE se desinfla, y vuelven a probar suerte con el discurso de "No a la guerra", pero sin decir nada de Afganistán, ni de Zapatero que es quien la sigue promocionando y va contando discretamente víctimas mortales, musulmanas y españolas, en su agenda. HIPÓCRITAS.

Vendrán cosas peores, ya lo verán ustedes, los totalitarios son así y están de campaña.

Erasmo de Salinas

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Cuando la solución es un problema


Todavía hay gente en este país que no comprende al Presidente del Gobierno, va a concluir su mandato y todavía no se habrán enterado de los ejes fundamentales de su política. Con lo fácil que es entender su forma de actuar. José Luis es un liberal que abjura de la libertad, un socialdemócrata que abomina del capitalismo, un progresista que considera que progreso es acabar con todo lo existente para crear un mundo nuevo y más justo, en fin, un antifascista que considera la autoridad como algo deleznable y depravado. ¿No lo han entendido?, pues no se lo puedo exponer de forma más sencilla. Más atentos a partir de ahora.

José Luis Rodríguez Zapatero es lo contrario exactamente de aquel refrán que hacía al muerto tocar las campanas, es un “nini”, ni piensa, ni falta que le hace, ya piensan todos los demás gracias a él como van a llegar a fin de mes, como van a encontrar trabajo, como van a pagar la hipoteca, como van a sobrevivir. El actúa de acicate social, de estímulo propulsor. Es el Génesis del Apocalipsis y al mismo tiempo, el Apocalipsis del Génesis. Es todo eso y al mismo tiempo no lo es. ¿Está claro, no?.

Es hueco, pero no vacío. Representa la plenitud de la evolución humana en sí mismo, los medios que justifican el fin. Es un padre que respeta la identidad gótica de sus hijas, los trinos de su mujer estoicamente y que el país se vaya a la mierda: la mejor intervención en política es ninguna. La cuestión es reunir palabras interesantes y muy actuales, de plena vigencia, por ejemplo, puede comenzar un discurso diciendo: la economía sostenible es social, pero también puede decir la economía social es sostenible, o incluso la sostenible economía es social, esto son las propiedades conmutativas del discurso. ¿Lo entienden, verdad?.

Luego con añadir que la derecha es irresponsable porque no acepta la existencia de la crisis que legó a su gobierno Aznar, mientras concluye con el agradecimiento a los sindicatos por su buen hacer y un recuerdo a los hombres de paz, ya tenemos un gran discurso. Si ya se quiere que el discurso pase a inmortal, sólo tiene que añadir con efusión: mi Gobierno nunca jamás se olvidará de los parados, cada parado, cada uno, es preocupación prioritaria para este Gobierno, Maria Teresa ya ni duerme y sólo es ojeras de lo que trabaja. Mientras tanto la directora del Instituto de la Mujer ha cobrado 750 euros al mes de kilometraje y no tiene ni carnet, ni coche. ¿Verdad que está claro?.

En este país hay aproximadamente 4 millones de personas que viven bien gracias a que el PSOE está en el Gobierno, exactamente el mismo número de personas que no trabajan gracias a que el PSOE está en el Gobierno. Los cuatro millones de personas que viven bien gracias a que el PSOE está en el Gobierno, están convencidos de que el PSOE en el Gobierno es lo mejor que les había podido ocurrir en la vida, y saben que sin el PSOE en el Gobierno, muchos de ellos, gracias a su indemostrable capacidad estarían en las colas del INEM, mientras que muchos de los que están en las colas del INEM, piensan que sólo conseguirán trabajo si el PSOE está en el Gobierno, y no piensan que los que tienen trabajo gracias al PSOE, se lo están quitando a ellos, gracias al PSOE ¿Ahora lo comprenden, no?.

Es lo de siempre, unos viven bien, para que otros vivan mal, cuando los que viven bien están en los puestos de trabajo que se merecen por sus recursos propios, no pasa nada, el problema es cuando los que viven bien, están en sus puestos de trabajo, por la explotación de los recursos ajenos, es decir, gracias a que los que se merecerían ocupar los puestos que ellos ocupan, están haciendo cola en el INEM.

El socialismo es el sistema que permite que esto pueda ocurrir, fíjense ustedes a Don José Blanco de Ministro de Fomento y Obras Públicas sin tener ni pajolera idea, mientras que hay miles de ingenieros, arquitectos, aparejadores y economistas en el paro, pero no sólo eso, dentro del ministerio hay aproximadamente dos mil personas más capacitadas que él para ocupar su puesto, que asumen que si está donde está por algo será, total, ellos cobran igual con un ministro que con otro, pues si no sabe, mejor, que así menos podrá exigir. ¿Lo han entendido ya?.

Luego dicen en Europa que España tiene problemas de productividad, que en realidad es una entelequia que viene a decir que para que algo funcione se necesita aprovechar los recursos existentes al máximo y obtener resultados proporcionados al esfuerzo realizado. Estos europeos no entienden nada, ¿les parece productividad escasa que un personaje como José Blanco, sin estudios, sin conocimientos, ni generales, ni específicos sobre la tarea que gestiona haya llegado a ministro?. ¿En qué otro país del mundo podría ocurrir algo así?.

Y luego, esos desaprensivos de la derecha se atreven a decir, en unión a los principales analistas económicos mundiales que España necesita una reforma laboral, sin consultar a los agentes sociales, ni nada. Hay que tener poco sentido del ridículo. ¿Una reforma laboral para qué?. ¿Para qué los 300.000 liberados sindicales tengan que regresar a su trabajo y dejar de cobrar por no hacer nada?. ¿Dónde quedaría la lucha social entonces, para qué habría servido?. Los que trabajan deben ser solidarios con quienes les explotan, perdón, quise decir con quien les representa. ¿Acaso les parece mal a los europeos que por cada trabajador que se quede sin empleo en un ERE los sindicatos se lleven 1000 merecidos euros?.

No me extraña que Zapatero hable de conspiración internacional de los mercados contra España –seguro que organizada por Aznar y Rajoy juntos- y les exija responsabilidad. ¿Pero qué es lo que quieren los gurús económicos que en España haya un estallido social?. Pues lo tienen crudo, antes los españoles nos jubilaremos a los 80 años, que ceder a las presiones internacionales, en este país seguimos el ejemplo de la economía más avanzada del planeta, la de Cuba, y ese magnífico ejemplo de amor al trabajo que nos brinda Fidel Castro, en Cuba nadie pasa hambre, nadie, sólo los disidentes se mueren de hambre, porque son unos reaccionarios impostores al servicio del imperialismo yanke. ¿Está todo claro, no?. ¿Cuántos habrán asesinado los asquerosos capitalistas en Guantánamo y no nos hemos enterado de nada?. ¿Cuántos inocentes habrán muerto en la Guerra de Irak?. ¿No recuerda ya nadie los atentados del 11-M por culpa de la soberbia de Aznar, ese que responde con una higa a los pobres estudiantes que le califican de fascista, asesino y criminal?.

En el 2012 todo estará arreglado, y si no lo está, pues lo estará en el 2020, pero España seguirá siendo socialista por el bien de los españoles. Y el que no crea que eso es lo mejor para este país es un fascista. ¿Está claro?.

Resumiendo todo, ¿si hay alguien que sea capaz de tener contentos a todos los suyos, aunque sea teniendo cabreados a todos los demás?, que lo diga ahora, o mejor, que lo calle para siempre.

Biante de Priena

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lunes, 22 de febrero de 2010

La decadencia del Imperio Social de Zapatero

De las inexplicables similitudes entre Felipe II de España y Rodriguez Zapatero de anti-España, para sarcasmo y burla de la progresía que nos acontece y sufrimos

Siempre acaba ocurriendo lo mismo en esta vieja piel de toro donde los políticos nos venden los guisantes como si fuesen melones. Si el de las cejas supiera que quien no conoce la historia está condenado a repetirla no estaríamos como estamos; quien iba a decir que el paladín del progreso nos iba a conducir a una regresión sin precedentes. Es cierto que esto ya había ocurrido en España, es tan español que me da la risa cuando contemplo al de la cara de “yo no he sido” hacer torpes aspavientos para desembarazarse de lo español que es, más español que un botijo con cascos en una Conferencia Internacional.

Mira que este chico de las cejas, con su talante y buenas maneras de pijo de izquierdas, parecía que iba a modernizar este país, denostando la patria, arrojando jornaleros contra los bancos, feministas contra el sentido común, homosexuales contra la Iglesia católica, nacionalistas contra la Historia, pero nada, no se ha logrado. Hemos regresado a la Leyenda Negra de sopetón, porque todo lo que ha hecho el ínclito es más español que las mantillas de tul negro en la Semana Santa de Sevilla, que la montera de un diestro dorado sobre el albero de Las Ventas a la sombra de un Victorino. Por enésima vez volvemos a tropezar los españoles contra el pedrusco del destino, por enésima vez aterrizamos en la realidad tras levitación efímera e inconsecuente de un peregrino de sus ideas.

Y Zapatero nos salió como Felipe II

Aquí y ahora, el émulo de "el prudente" –y de Felipe González- nos ha vuelto a estrellar contra los banqueros de Flandes y la onerosa corrupción interior, otra vez la deuda nos asfixia para que abandonemos toda esperanza de imponer en el mundo del G-20 la pandereta y el fandango social de marchamo hispano. Otra vez la Armada Invencible se ha perdido ante las costas de la pérfida Albión y las borrascas del Financial Times en la City, da igual que se vuelva a casar con María Tudor, que visite a Gordon Brown, los británicos siempre nos verán como exóticos.

Otra vez, la defensa imperial de la Fe, en esta ocasión en la doctrina social universal, la ecoteología sostenible, nos ha llevado a enarbolar el pabellón de la bondad y la Alianza de Civilizaciones, y el tiro nos ha salido por la culata. Esa nueva Cruzada que se ha urdido desde La Moncloa – por ser más papistas y progresistas que el Papa Obama- , la realidad nos ha arrojado de nuevo al vertedero del porvenir. Otra vez, la riqueza que proviene de la esquilmada América, en forma de inmigración, de beneficios de las multinacionales y participaciones en cogestión con las hermanas repúblicas bolivarianas, se va por el sumidero de la derrota.

Otra vez tenemos a los tercios en lucha contra el infiel en Afganistán, Líbano y aledaños (tras el “no a la guerra” de Irak, que conste); otra vez - tras la batalla de Lepanto nos ocurrió lo mismo-, tendremos que pagar rescates por los secuestrados del Magreb. Otra vez, los piratas bajo el pabellón de la media la luna nos atrapan los galeones que van de pesca, y los corsarios financieros se hacen con la riqueza de nuestras empresas y apuestan contra nosotros en ese océano del capital atlántico que es Wall Street.

Otra vez nos advierten desde Europa de los excesos cometidos y otra vez se empeña medio país en que la razón de un iluminado es más importante que la realidad de todos los alumbradores, mientras que el otro medio se acuerda de sus antepasados. Otra vez perderemos la posición de privilegio, para convertirnos en líderes incuestionables de los países del Tercer Mundo, que es la singular penitencia de este país de conejos por nuestros pecados serviles, al concedernos dirigentes alienados por su narcisismo y soberbia.

Otra vez la misma dilapidación de lo heredado. Otra vez, Pérez Reverte vomitando El Quijote de nuestro tiempo por fascículos. Otra vez la Santa Inquisición de la SGAE campa en los páramos de la cultura hispana. Otra vez Sonsoles no está ni se la espera, y otra vez, las niñas se nos visten de desdén para visitar a los amigos importantes. Si vivieran Velázquez o Goya, habrían inmortalizado para la historia aquella inolvidable escena de Los Rodríguez en visita a la Casa Blanca, para colgar después el óleo en El Prado, entre “Las Meninas” y “La Familia de Carlos IV”.

España nunca supo mantenerse en su grandeza, la anti-España, tampoco. La misma soberbia, la misma vanidad, la misma egolatría, la misma estupidez; tras quinientos años, no hemos aprendido nada, nuestros dirigentes no pueden evitar ese orgullo acomplejado de dar lecciones a los demás de cómo se hacen las cosas, porque somos incapaces de comprender que la realidad no es la que surge de la ocurrencia tras nuestro ensueño de siesta, sino la que nos corresponde por lo que determinan los demás.

Un pacto por el amor de Dios

Y ahora, tras el cordón sanitario contra la razón, el Felipe II de nuestro tiempo quiere abrazarse a alguien para no derrumbarse solo, con pactos y prebendas. Y su antecesor, retirado en Yuste, tras sus azarosas alianzas y su propia cruzada contra infieles, anda con el dedo enhiesto por los telediarios, porque no hay nada como levantar algo, aunque sea el dedo, cuando todo se hunde alrededor. De no ponerse el sol en lo que abarcan los satélites, vamos a pasarnos las próximas décadas pagando el experimento y mirándonos el ombligo, porque el mundo está lleno de demonios y pecados y no deja que desde la Reserva Espiritual de Occidente se le adoctrine en “paz y amor”, ni con Avatar en las carteleras, y eso que esta vez íbamos de anticlericales –al otro extremo de Felipe II-, pero ni con esas.

Quizás sea nuestro destino y de una santísima vez tengamos que asumirlo, porque mal que le pese al cejado: “España es diferente”, parece que en un instante vamos a ser civilizados como los demás occidentales, pero de repente, algo se tuerce y volvemos a empezar de nuevo; quizás sea pánico escénico, quizás una sumisión al poder que aún consideramos depositario del designio de los cielos, quizás esa mezcla entre un carácter indómito y una desidia ante los acontecimientos que reconocemos siempre imponderables, quizás que la talla entre nosotros no tenga nada que ver con la talla entre los demás, o quizás la nacional improvisación, realmente no lo sé, pero algo hay que nos descarrila de los raíles de la historia cuando vamos a toda marcha hacia el futuro. Nos ocurre siempre cuando tratamos de salir al mundo, nos estrellamos contra nosotros mismos. A ver lo que hace La Roja en Sudáfrica, si al menos nos queda algo para recordar de esta época y contárselo a nuestros nietos, que de su triunfo nos alegraremos todos, hasta los cachorros de ETA, como se ha visto en el facebook.

La anti-España imperial y social se ha ido a la mierda, pero de esta salimos, no tengan la menor duda mis queridos compatriotas - españoles y antiespañoles-, siempre lo hemos hecho. En esta tierra del viento y los molinos, estamos acostumbrados a transitar con dignidad entre el hundimiento definitivo y el glorioso milagro, toda la vida llevamos así, a hostias hemos aprendido que lo único que se puede hacer cuando nuestros gobernantes nos tumban en el presente, es volver a levantarnos en el futuro.

España es lo que queda – ¡que va a ser discutida y discutible! -, un espacio público para debatir acaloradamente sobre el futuro, mientras somos incapaces de resolver el presente. Ese enfrentamiento eterno entre dos formas maniqueas de ver las cosas es la nación española. Entre el yunque y el martillo, se forja la espada, y esa espada es España.

Como me gustaría decirle cuatro cosas en privado al próximo Presidente del Gobierno, que cuando se les sube el poder a la cabeza a todos les ocurre lo mismo, por mostrarle al mundo el imperio de la Ley Suprema de su ideología personal– hoy yunque, mañana martillo, nunca martillo y yunque al mismo tiempo-, su singularidad histórica, su diferencia sublime, su reverenciado papanatismo, para terminar dejando siempre divididos y vencidos a los españoles, el precio de su osadía lo acabamos pagando todos.

Al final, siempre ocurre lo mismo, la ambición de gloria de los poderosos siempre se termina costeando por los sufridos súbditos. A ver si se enteran de una puñetera vez que la pólvora nunca ha sido del Rey –“el dinero público no es de nadie”-, porque es el Pueblo quien la acaba pagando siempre, hasta la que usan contra el Pueblo. Que mendaces son estos políticos de ahora.

Enrique Suárez Retuerta

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sábado, 20 de febrero de 2010

Arriando la bandera social


Ha llegado la hora de evolucionar, la bandera social ya no representa en exclusividad a los ciudadanos occidentales, ha concluido su imperio, se agota su influencia, deja de estar de moda. Con la misma perplejidad que algunos cristianos viejos contemplaron a Darwin, Nietzsche o Freud en sus argumentos, a Voltaire en su deísmo, a Marx en su socialismo, serán leídas estas palabras por la inmensa mayoría y fundamentalmente por los apóstoles de la doctrina social. ¿Cómo este hereje se atreve a ofender el fundamento de nuestra coexistencia colectiva?. Sencillamente porque la realidad no es exclusivamente lo que nos muestran los detentadores, mi obligación racional es mostrarla, demostrar mi refutación de lo social.

En las últimas décadas del siglo pasado, lo social como categoría hegemónica de juicio, como criterio supremo de valoración, invadió la realidad; en los años sesenta del pasado siglo lo social era un arma cargada de futuro, la revolución del 68 fue social, la caída del muro de Berlín fue social, la devastación del imperio soviético fue social, y social fue el nacimiento confederal de Europa. Las cosas eran buenas si eran sociales, malas en caso contrario, lo mejor era lo social.

¿Pero qué es lo social?

Acelerada la realidad en las últimas décadas del siglo pasado, gracias a la invasión del espacio público por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, las sociedades occidentales no se han detenido a reflexionar sobre sus fundamentos. Se ha aceptado que el desiderátum colectivo era sin duda lo social, se ha asumido su imperio sobre cualquier otra condición del ser humano. Pero lo social, en su exclusividad paradigmática, es tan pernicioso para nuestra civilización como lo ha sido cualquier mitología que excluya la razón de sus presupuestos. La nueva verdad revelada se ha apoderado del mundo, como lo hizo el cristianismo tras Agustín de Hipona.

Verán ustedes, lo social no es nada, o mejor dicho, es un invento que ha resultado muy rentable para los políticos que han tenido que gobernar tras la rebelión de las masas. Sin duda, lo social no es el acmé de la civilización, ni mucho menos. Más bien es una nueva alienación del ser humano, que lo ha invadido todo. La utilización de la propaganda con fines de dominación política por parte del socialismo post marxista ha encontrado en lo social su auténtico canal de expresión, proyección ideológica, y proselitismo. La propaganda ha funcionado.

Cuando un ser humano nace no es social, es hijo de su padre y de su madre, oriundo de su localidad, ciudadano de su país, pero el sistema le atrapa de inmediato para convertirlo en uno de los suyos haciéndolo social, se le hace social para conveniencia del poder, se le concede una identidad pública etiquetada y preparada para la indexación, le guía por un camino determinado a través de la educación, le convierte en un ciudadano que en reunión con los demás ciudadanos forma una sociedad, que a la larga termina siendo sierva de un Estado (cuando tendría que ser al contrario). La sociedad es el sujeto de referencia político, tras la alienación y anomia de los seres humanos en su disolución como entidades individuales y diversas. Lo social es tan importante para los occidentales como puede serlo el Islam para los musulmanes, al fin y al cabo, una creencia más, y nada más que una creencia.

Nuestra civilización padece un sociocentrismo fanático. El profesor Gustavo Bueno en su última obra (“El fundamentalismo democrático") y en todas las anteriores, nos ha advertido sobre lo pernicioso del término reiteradamente. España, es sin duda, uno de los países que más ha sufrido los efectos del adoctrinamiento colectivo y que en estos momentos se encuentra más perjudicada por su agresión, porque lo social no deja de ser una nueva alienación del ser humano, una nueva anomia de la identidad humana, una violencia ejercida desde el poder político contra los seres humanos. Parece que los españoles estamos obligados por decreto a ser exclusivamente sociales o en su defecto, unos psicópatas, que extraordinaria extravagancia.

El fanatismo del sociocentrismo

Lo social es un mito-timo urdido por los políticos para controlar de forma feudal a las masas desde el Estado. En nuestro país, lo social es una religión de obligado cumplimiento, tiene su propia jerarquía eclesiástica de sabios reconocidos –Savater, Marina, Tezanos, ...-, todo el dinero invertido en su promoción desde la Administración socialista, unos medios de comunicación que viven cómodos de las subvenciones haciendo omisión de la verdad, una legión de proselitistas aupada con dinero público a todas las instituciones y una población mantenida en unos niveles de ignorancia y opresión singulares, para que los privilegios de los nuevos profetas de la única verdad puedan seguir manteniendo sus posición aventajada sobre todos los demás. Lo social es un argumento de privación de derechos fundamentales, en aras de lo social se han cometido numerosos crímenes contra la razón, la democracia, la justicia, la igualdad y la libertad. En definitiva, enarbolando la bandera de lo social, paradójicamente, se ha perjudicado a la sociedad en su totalidad, para beneficiar a determinados sectores de la sociedad, los nuevos privilegiados.

Lo social asfixia la libertad, no hay nada parecido a una libertad social, pero ya tenemos democracia social, justicia social, bienestar social. ¿No se dan cuenta ustedes de que lo social se ha apropiado de todo lo demás?.

Lo social ha desplazado a la razón, porque también existe una razón social, para justificar la irracionalidad, por una razón exclusivamente social tenemos en La Moncloa a un personaje tan sugerente como el Presidente Rodríguez Zapatero y toda su corte de bienhechores sociales alzados a la política. ¿Y qué me dicen ustedes de los sindicatos, que aún imbuidos de su baja representatividad real, determinan el horizonte de nuestro futuro porque se autodenominan “los representantes sociales”?

Por interés social, los seres humanos hemos dejado de tener nombre e identidad propia, todos somos uno más de los muchos más que forman la sociedad, todos iguales, como clones. La pluralidad realmente existente de los seres humanos se subsume y deaparece en lo social, agujero negro de todas las identidades humanas. Así nos reconocen como usuarios de los servicios, contribuyentes del estado, votantes de los partidos, consumidores y productores del mercado. Etiquetas de identidad colectiva genérica para anular las identidades individuales distintivas.

Lo social es una creencia, que aprovecha el declive religioso del cristianismo y el auge de las religiones musulmanas tras la inmigración, para terciar entre ellas y alzarse con el poder, en puro sincretismo, aboliendo cualquier otra creencia de forma totalitaria. Lo social es antídoto de la democracia, no puede existir una democracia social, y mucho menos, como ocurre en nuestro país, una democracia social que someta a la Ley y no se someta a ella. Si dos sujetos no tienen razón y no cumplen la ley, pueden prevalecer en nuestro país sobre un sujeto que cumpla la ley y tenga razón, gracias a lo social. El bienestar social será el de dos contra uno, por tanto, por pura y dura violencia de la mayoría, someterán al ciudadano racional y legal, a su irracionalidad e ilegalidad, gracias al interés social, algo que siempre es interpretado desde el poder, no emergente de los ciudadanos atrapados en lo social.

Si queremos que nuestra sociedad avance, porque la sociedad sí existe, no debemos reducirla a su exclusiva vertiente social, abstracción susceptible a todas las interpretaciones arbitrarias y acciones irracionales por parte del poder, estamos definitivamente obligados a arriar la bandera social.

El ser humano es social, pero no es exclusivamente social. Los ciudadanos somos sociales, pero no exclusivamente sociales. La sociedad existe, pero lo social es una cosificación materialista de usurpación de lo humano. Lo social se ha convertido en una facción política, en un interés partidario, en una connotación sectaria, en el argumento que permite a los opresores políticos que lo enaltecen, permanecer incrustados en el poder y disfrutar de sus privilegios.

No se puede defender lo social sobre lo humano, es una estupidez la reducción de lo humano a lo social, pero sin duda, es una operación muy rentable para los detentadores del poder. Definitivamente, lo social está superado, la plenitud de su trayectoria ha concluido con la mayor crisis económica de la historia occidental, como era de prever.

Apelar a lo social es un negocio político como otro cualquiera, y además, extravagantemente ruinoso para la inmensa mayoría. Es hora de reflexionar.

© Enrique Suárez Retuerta - Sociólogo

Un ciudadano español que no renuncia a su soberanía

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viernes, 19 de febrero de 2010

El despotismo iletrado


Hace muchos años que en España no se vivía una etapa de decadencia como la actual. En la Sexta han dicho que José Blanco es un cisne de la política. Ayer unos manifestantes trataron de boicotear una conferencia de Aznar –sin conseguirlo- interrumpiendo hasta en ocho ocasiones una reunión a la que asistieron más de 400 personas. Hoy, los periódicos del régimen han ocultado lo dicho por Aznar y han elevado a la condición de héroes a los alborotadores. España está mal y peor que se va a poner.

El despotismo iletrado ha venido para quedarse, apropiándose de todo, estableciendo un totalitarismo de intensidad media porque en este país hay mucha gente que vive del pesebre muy bien, sin otras opciones en caso de que Zapatero deje de ser presidente, ni se sabe lo que pueden llegar a hacer si llega el caso por mantenerlo en La Moncloa. Regresar a un trabajo de mierda después de haber sido director general, sin mérito alguno y destrozando todo lo que se ha tocado, cuesta un huevo y parte del otro. Dejar la concejalía, el coche oficial, las comidas y cenas, la tarjeta del ayuntamiento, el poder de conceder subvenciones y colocar a los hijos de los amigos, para regresar a un miserable puesto de trabajo sin futuro o irse directamente al paro, es algo que mueve a los socialistas a luchar por supervivencia hasta dejarse la vida en el empeño si es preciso.

Las cosas tienen mal remedio, tenemos el país secuestrado por los “sans culottes” que hasta que no lo lleven a la ruina no se detendrán. El objetivo es acabar con toda posibilidad de riqueza, menos la suya, para ello elevarán los impuestos, bajarán las pensiones, suspenderán pagos, disminuirán los sueldos a los funcionarios, y los empresarios españoles con iniciativa se irán a invertir a Polonia o Portugal, donde serán recibidos con los brazos abiertos.

En menos de un año alcanzaremos los cinco millones de parados, el déficit sobrepasará el 20 %, los impuestos subirán mucho más del 2 % de IVA anunciado, y la deuda total española se disparará hasta el 400 % (ya está en el 300 %).


Ayer lo decía Aznar, algo que no se ha escuchado suficientemente debido a la intervención de los que favorecen los intereses del Gobierno con sus agitaciones y ensalzamientos mediáticos, con tal de que no se escuche lo que el Presidente que nos metió en el euro tiene que decir, antes de que el Presidente actual nos haya sacado.

El resumen es sencillo, el consenso de la transición se ha acabado, el PP ha sido amordazado de una forma sutil –impidiendo que su discurso se escuche, para decir después que no tiene discurso-, estamos peor que en 1996 cuando Felipe González llevó este país hasta el 25 % de paro y los niveles más elevados de corrupción de su historia y por último, ni el Gobierno actual, ni su Presidente, ni su equipo reúnen condiciones, ni siquiera autoridad moral para que les permitamos que nos vuelvan a engañar con nuevos planes condenados al fracaso de antemano, porque el problema no es que puedan proponer soluciones, que eso lo hace cualquiera, sino que las soluciones deben ser eficaces, y entre todos reunidos no saben, ni sabrán resolver los problemas de este país. Esto es lo que no querían que se escuchara los insultadores -seguro que alguien les subvenciona- y los medios de comunicación afines al Gobierno, que es prácticamente lo que pensamos la mayoría de los españoles.

El despotismo iletrado va a hacer estragos, hasta que los que han votado al PSOE –once millones- no comiencen a reconocer que se han equivocado, Zapatero seguirá en el Gobierno. Pierdan cualquier esperanza de derrocar al déspota, hasta que los que le han concedido su confianza para que llegue a La Moncloa, no las empiecen a pasar putas, los mendaces seguirán ofreciendo paraísos. Cualquier polémica u oposición les da vida. Sin duda, que los votantes del PSOE las empiecen a pasar muy mal, es cuestión de tiempo, como mucho seis meses, este partido se juega a muerte, si el PSOE lo pierde, tendrá que disolverse, y lo que pretende ahora es conseguir arrastrar al PP en su caída si tal cosa ocurre.

El despotismo iletrado se resume en un gobierno que estafa al pueblo impidiéndole que conozca la realidad, diciendo que vela por su bien cuando le está destrozando el futuro, tras haberse cargado el presente y haberle condenado a mirar al pasado para corregir los errores -del pasado, que ni son suyos, ni tienen solución-, como forma de penitencia. La memoria histórica nos ha costado 16.500 millones de euros.


Si yo estuviera en el PP me comportaría con el PSOE como si tuviera la lepra, realmente los socialistas son peligrosos, pueden contagiarnos de estupidez a todos los no socialistas, mejor ni aproximarse y eludir cualquier tregua-trampa, hay que dejarles espacio para que se caigan solos, y si el país se hunde, que los votantes del socialismo les pasen la factura. Que se mantenga la sangre fría, hasta que no veamos gente pasando hambre real en las calles esto no lleva remedio. Procuren ahorrar mientras tanto, consumir lo menos posible y ni se les ocurra invertir, los precios van a bajar extraordinariamente, lo que hoy puede comprar por 100 dentro de seis meses lo podrán obtener por 50.

En septiembre, todo lo más, tras la peor campaña turística de los últimos 30 años, caerán como fruta madura. Démosle tiempo a la realidad para que realice su obra completa. Ahora ser un patriota es no mover pieza, ni compren, ni vendan, ni consuman, ni produzcan más de lo que necesiten para vivir, ni inviertan, ni traten de que las cosas no vayan a peor, porque irán, estamos en la etapa de sálvese quien pueda, se puede decir que prácticamente ya no hay Estado, las instituciones están arruinadas, política y económicamente.

No ayudemos a los déspotas, a partir de ahora hay que boicotear cualquier cosa que pueda hacerles más fácil el camino; España se merece otro Gobierno, un gobierno que no les mienta ni les arruine, cuanto más luchemos porque Zapatero no siga metiendo la pata, más tiempo estará en La Moncloa.
La economía no tiene ninguna posibilidad de mejorar sin cambios que no están dispuestos a hacer en el Gobierno, porque serían perjudiciales para el PSOE electoralmente, y lo primero es lo primero. Están atrapados y no tienen salida, que se cuezan en su propia salsa.

Lo que hay que ofrecerles es un pato, en vez de un pacto, para que juegue con el cisne Blanco antes de que emita su último canto en compañía de su amigo el Presidente, asistamos al espectáculo que nos brindan, que poco les queda.


Biante de Priena

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