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Estamos en el
día después.
Ya ha sido incinerado
Raúl Centeno, 24 años, Guardia Civil asesinado por unos terroristas de Eta.
Fernando Trapero, 23 años, El Agente que le acompañaba, está en muerte cerebral.
"Eta" es una palabra que no ha pronunciado Z en su intervención oficial.
"Terroristas" es una palabra que no ha sido empleada por el gobierno vasco.
"Diálogo" sí. En cuanto a los nazis de opereta que desfilaron en Barcelona, acompañados por ex terroristas de
Terra Lliure reconvertidos en moquetas y Audis oficiales, ni siquiera se acordaron de los Guardias civiles asesinados, andaban demasiado preocupados por reclamar su parte de mordida en las obras de fomento, cubiertas por el manto putrefacto de su aspiración a
"decidir".
Rubalcaba, mientras tanto, ha repetido tres veces en unas horas que se trataba de un "tiroteo" "fortuito". Curioso "tiroteo", donde los únicos en disparar son los asesinos, y por la espalda. Extraño lo de "fortuito", tratándose de tres etarras que reconocen e identifican a dos guardias civiles de paisano, y se dan a la fuga en un coche con explosivos para preparar bombas lapa. Y rarísima la insistencia en el carácter circunstancial del encuentro, como si se quisiera exonerar de lo ocurrido a Eta, esa Eta que Z no ha nombrado ni nombrará.
El mensaje del gobierno es el siguiente: se trata, nuevamente, de un accidente. Como en la T4 de Barajas. Los interlocutores de Z no han sido. Ha sido un grupo incontrolado, probablemente. O se trata de una reacción inapropiada en condiciones imprevistas. Como en Barajas, no se trata de una ruptura voluntaria del acuerdo. Los dos ecuatorianos y los dos guardias civiles son víctimas colaterales, involuntarias, indeseadas. Una pena.
¿A qué "acuerdo" me refiero? Al acuerdo que no cesa, al trato infame entre infames, a la tregua implícita, luego explícita y luego, nuevamente, implícita entre Eta y el gobierno. Una tregua basada en una negociación que empezó antes del 14-M, al mismo tiempo que Z le reclamaba a Aznar un pacto contra el terrorismo. Una tregua basada en cesiones recíprocas. Por ejemplo: Eta deja de matar; bueno, quiero decir que deja de matar deliberadamente, pero uno o dos accidentes son posibles, y de hecho se han producido. Por ejemplo: el gobierno arrincona y margina al PP, abriendo el juego a terroristas y ex terroristas de ERC y Eta. Por ejemplo: el gobierno accede al diálogo político reclamado por PNV, y acepta el debate sobre autodeterminación en el "ámbito local de decisión". Por ejemplo: a las víctimas vivas, ni agua, que se callen de una vez, como han callado los muertos.
Nada de esto ha cambiado desde ayer. El funeral ha sido insólito, es cierto, pero no ha sido decisión de Z, sino del rey. Él ha impuesto el funeral de Estado, él ha impuesto su presencia y la del Príncipe. Él ha impuesto la presencia masiva de ministros contrariados. El semblante de Z es el mismo que después de Barajas: "vaya, otra vez han metido la pata, a ver cómo salimos de ésta", parecía pensar, falsamente compungido, el malintencionado presidente. Muchos lo entienden. Por ejemplo, quienes, al final del funeral, han llamado a Z por su nombre de guerra: "TRAIDOR", y le han invitado a irse para no volver: "FUERA".
¿Unidad para derrotar a ETA? Cuando quieran, "chiche", como dicen los franceses. ¿Con traidores? Nunca. ¿Con amigos de ETA? Jamás.
Con las víctimas, con los patriotas, con los demócratas.
Dante Pombo de Alvear