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viernes, 24 de abril de 2009

Partidarios de Antonio Robles se manifiestan en contra de su futura salida de C´s.

La rentable esquizofrenia de Ciudadanos

Algún periodista creyente -o subvencionado, que los hay-, como el que se pregunta en Minuto Digital por la posibilidad de que Albert Rivera pueda representar la transversalidad más auténtica en este país, no entiende absolutamente nada de lo que está ocurriendo.

La crónica de los hechos acontecidos es la siguiente, según se relata en los mentideros catalanes. Ciudadanos, ese partido político que se ha reído de todos nosotros haciendo a Albert Rivera representante de algo, estaba de cuerpo presente, esperando que alguien de UPyD le acabara de enterrar por pura misericordia.

Pero Albert Rivera, que es un buscavidas de la política se fue a los Estados Unidos a realizar un “curso de liderazgo” –como engañar a los ciudadanos sin que se enteren-con un miembro de una de las “siete familias” de Barcelona para aprender el “yeswecan” del Obamismo. Estos cursos se organizan por medio de “lobbys” internacionales, entre los que los rotarios se cuentan como grupo de referencia.

La cuestión es que haciendo las Américas, allí se encontró “por casualidad” con Declan Ganley, el fundador de Libertas y “alter ego” del modelo triunfador “juvenil” que Rivera supone. Las jóvenes promesas sintieron una afinidad inmediata y al parecer se reunieron con la intención de que Ciutadans, fuera la cabecera del proyecto por una Europa diferente que promociona el empresario irlandés que logró con su dinero y mucho marketing que Irlanda dijera no en referéndum al Tratado de Lisboa.

Así, por arte de magia –2,5 miilones de euros hacen auténticos milagros- Rivera se encargó de convertir definitivamente al partido Ciudadanos en un “Catch-all Party” y sacarlo del enmohecido centro izquierda no nacionalista, al que lo había empujado el consejero de Caixa Cataluña y primo de Narcis Serra, Francesc de Carreras. Evidentemente, la operación del PSC de crear un partido de bajo nivel beligerante que le haga oposición, para que no surja una alternativa que realmente se la haga, es menos rentable que la operación Libertas.

Lo de Miguel Durán, fue una aportación de Intereconomía, Julio Ariza, aquel señor al que un miembro de la ejecutiva de Ciudadanos –y posteriormente de UPyD.cat- reprobó que llevara en su visita al Parlament una insignia de una bandera de España en la solapa, por lo que fue sancionado con la expulsión de la misma, es un “viejo amigo” del círculo más conservador de Albert Rivera, desde sus andanzas por el PP catalán, en tiempos de Piqué.

Vistas las cosas, Ciudadanos sigue siendo lo mismo de siempre, un proyecto bipolar –nunca llegó a ser transversal-, en el que como nos relata Alex Salmòn, en su interesante libro "El enigma de Ciudadanos", dos grupos bien diferenciados y guiados por Arcadi Espada (José March) y Francesc De Carreras (Pepe Domingo) han logrado que el partido no haya salido adelante, para no perder las riendas de su dominio. Esa bipolaridad entre las opciones liberales y progresistas, impidió permanentemente la auténtica transversalidad en Ciudadanos, no superando el maniqueismo desquiciante en toda su historia.

La figura de Antonio Robles, es posiblemente la de la torpeza permanente, pero al contrario de los demás, él sí cree en lo que hace, y tiene entre sus grandes ideas de la izquierda liberal un grupo de seguidores sectarios donde los haya, que pretenden crear un modelo de partido como el PSC cuando no se dejaba querer por el nacionalismo catalán. Pero ha sido nefasto, siempre, por sus extraordinarios complejos y temores, para liderar una reacción contra la opresión nacionalista en Cataluña, aunque él se sigue considerando imprescindible, debería retirarse de la política, y la lucha contra el nacionalismo en Cataluña seguro que mejora sin su presencia.

Pues aquí estamos con un Rivera en alza, proyectándose a candidato de Libertas para las próximas elecciones generales, un Robles incapaz y un Domingo esperando que Rivera abandone Ciutadans para quedarse con la marca, que por cierto está registrada a nombre de uno de los intelectuales fundadores, lo que permitirá que pueda volver a utilizarse, cuando se despeje el territorio de los escombros de la voladura controlada del partido que ha hecho Albert Rivera con sus palmeros.

Ciudadanos nunca llegó a ser lo que se prometía, una red de intereses sagital siempre separó lo suficiente al partido para que pudiera unirse en un proceso de cohesión y esperanza. Los progresistas desconfiaron de los liberales, los liberales de los progresistas, y los no demasiado numerosos que realmente creímos en el proyecto, no fuimos capaces de deshacernos de los impostores.

Sin embargo, no todo está perdido, cada día está más claro que Albert Rivera utiliza el partido en su beneficio personal, para promocionarse políticamente. Hoy, posiblemente no llegue ni a los 500 militantes, pero su presencia mediática es muy importante. Fíjense ustedes, 2,5 millones de euros para una campaña electoral, 5000 euros por militante para hacer campaña, casi na.

Y como el objetivo de Ciutadans, al igual que el de UPyD, es hacerse con una porción del pastel económico de la política de este país, pues ahí tienen ustedes al listo de Rivera haciendo pelotazos en tiempos de crisis y llevando a los votantes y simpatizantes de Ciudadanos directamente a la Esquizofrenia.

Ahora van ustedes, y le votan.


Erasmo de Salinas

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