desde 2.006 en Internet

jueves, 27 de noviembre de 2014

Los cien del poder




Se nos está llenando el país de caínes y abeles,  era algo de esperar  desde que el dios de las urnas hizo que Zapatero se convirtiera en Adán, para que de su costilla saliera Rajoy; creo que en la alegoría del Paraíso que se han montado los de la casta, Pujol debía ser la serpiente y el árbol del bien y del mal, la corrupción. 

Mirando atrás, que bien estaba este país, limpito de roña y mugre sin todos ellos; pero que se le va a hacer, la dicha de los ilusos puede ser inagotable, por eso ahora tenemos la segunda generación de castosos, con sus Iglesias, Sánchez, y garzones por la izquierda y sus a ver quién se lo dice a Rajoy, al otro lado. Los catalanes jugando a su Juego de Tronos para ocultar la corrupción y los demás de comparsa

Con este elenco a lo máximo que podemos aspirar es a hacer el ridículo más espantoso, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. La degradación de la casta no da para más, se ha producido una selección invertida en la que los mejores han sido desplazados por los peores hasta formar una magnífica kakistocracia, que viene a ser los peores gobiernos, con las peores oposiciones y las más pésimas políticas, en las peores circunstancias.

Pero creo que lo más importante es que este país que vive en un sinvivir por una coleta, entre los defensores, los atacantes, los detractores y los aplaudidores de Podemos y nadie se ha dado cuenta de que si hace poco hemos sabido que 20 fortunas  acumulan más riqueza que 14 millones de españoles, nadie se ha dado cuenta que otros 20 españoles deciden desde el poder político todo lo que le ocurre a 46 millones de españoles, porque los demás que dicen nos representan van de comparsa de la casta;  20 españoles deciden lo que se puede juzgar, aplazar o sobreseer; otros 20 españoles lo que puede salir en los medios de comunicación o no y otros 20 españoles deciden la economía de este país, con austeridades, paros y deudas públicas.  Esos cien españoles son los que cuentan y los demás contamos una mierda soberana.

Es decir, todo el poder de este país está en manos de 100 personas y se atreven a llamarlo democracia, menos mal que nos hemos salvado de vivir en una oligarquía desde que nos concedieron el derecho a votar, para que siempre sigan los mismos arriba del todo y los mismos sosteniéndolos. 

Lamentablemente, Pablo Iglesias se ha convertido en uno más de esas cien personas que deciden por todos los demás sobre su vida, obra y miserias, algo que por otra parte era esperado, desde que decidió convertirse en el mesías coyuntural para que el poder siga en las mismas manos de los cien despojadores que viven a costa de los 46 millones que los sostienen en su inocencia e ingenuidad, en este simulacro de democracia. Para las próximas elecciones se recomienda votar por Santa Rita, que es la única demócrata que se presenta.

Enrique Suárez

domingo, 16 de noviembre de 2014

Pablo Iglesias erradica la democracia en Podemos



Recientemente Pablo Iglesias ha sido elegido Secretario General del partido Podemos en una candidatura cerrada, formada por 62 miembros, seleccionados por él. No ha tenido la deferencia de hacerlo en una lista abierta, donde sus acólitos pudieran elegir a los que mejor creyeran que pudieran representarles, o pegarse el baño democrático e igualitario, de formar su candidatura con una lista de miembros elegidos al azar dentro de su partido. No ha sido así, se ha eliminado la isocracia de un hachazo, antes de que se eliminen la isegoria  y la isonomia, que son los pilares imprescindibles de una democracia, junto a la separación real de poderes.



Pablo Iglesias ha elegido los viejos métodos de la casta para crear una oligarquía dentro de su partido, permitiéndose elegir a quienes le acompañarán de aquí al futuro, sin ninguna discrepancia, como en los mejores momentos del estalinismo soviético.



Un amigo mío me ha dicho que en los círculos se vive intensamente la democracia, por supuesto, en los círculos se puede vivir la democracia igual que en los grupos de facebook, pero en la realidad se acabó tal cosa, en Podemos ya no puede haber democracia, hagan lo que hagan en los círculos, porque se ha impuesto de la forma más despiadada y depravada el despotismo de su líder, exactamente lo mismo que acontece en todos los partidos políticos españoles.



Pablo Iglesias no ha cometido un error juvenil, sino un despojo con sus seguidores, a los que ha privado de ser demócratas, ofreciendo como única alternativa la que a él le ha parecido bien. Sus guardianes dirán que el líder necesita rodearse de su gente para sacar el proyecto adelante, exactamente igual que hizo Rajoy o ha hecho Pedro Sánchez. 

En realidad la cuestión no es baladí, pues forma parte de una de las estrategias más arteras de la política, la representación la ha concedido Pablo Iglesias a los que le acompañan, los que han votado sólo han ratificado esta imposición. Es lo mismo que acontece cuando se hacen listas electorales en los partidos o dentro de los partidos, porque es el Poder el que elige a sus representantes, no la gente la que elige, porque la gente sólo puede decidir dar su apoyo o no, a lo que otros han elegido.



Lamentablemente Podemos ya forma parte de la casta, por mucho que se empeñen en decirnos que en los círculos existe la democracia o que esto es provisional para sacar el partido adelante. Cuando lleguen las listas electorales que promuevan los círculos, unas pasarán y otras no, según su perfil sea del agrado del supremo líder y sus edecanes o no lo sea. Cuando lleguen las propuestas, ocurrirá lo mismo. Cuando alguien proteste, será expulsado. Cuando alguien cuestione, será condenado al ostracismo. Podemos ha comenzado su proceso de degradación, el siguiente paso será aburrir a los demócratas para que se larguen del partido y se lo dejen a Pablo Iglesias bien nutrido de totalitarios que defiendan exclusivamente la voz de su amo, la que les puede conceder favores como cualquier cacique andaluz del siglo XIX.



Que forma de perder el tiempo con semejante simulacro ¿y esta degeneración de la democracia es la que se ofrece para resolver la degeneración de la democracia que tenemos con la casta?. Hay tantas posibilidades de que Podemos no sea casta, como de que haya vida en la luna, pero la gente seguirá mirando al dedo que señala los males ajenos  y no al que impera y decide los males propios. Que hermosa melodía interpreta el flautista de Hamelin que vino a llevarse las ratas de la casta y se terminó llevando a los más desesperados que anhelaban democracia, para cambiar las cosas y les dieron por el saco. La casta ya tiene un nuevo miembro.



Enrique Suárez

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Diálogo bajo una farola de luz de gas




-          Pues verá usted, Don Pascual, cada día tengo más dificultades para comprender como tarugos semejantes como los que dicen representar a los españoles pueden seguir haciéndolo, sin que los cuelguen en plaza pública. No ya por la corrupción, que es de meritoria notoria, sino por la ignorancia que desprenden.

-          Que me va a contar usted, Don Segismundo, jamás se ha visto tal procacidad retórica en ese escenario paupérrimo en que se ha convertido el Parlamento español. La degradación es tan descomunal que más que una cámara de representantes parece un agujero negro, ahí toda materia o energía desaparece de inmediato. Por lo que cobran, por los beneficios, privilegios y aforamientos que se brindan a sí mismos, podían esmerarse un poco más.

-          Sin duda que tiene usted razón, querido amigo, fíjese sin ir más lejos en lo acontecido en Cataluña el pasado fin de semana, los catalanistas se montan un simulacro electoral sin mínimas garantías democráticas, votan los que quieren por lo que les mandan, porque las opciones eran SÍ, Sí o Sí o Sí y Sí, hacen el recuento ellos mismos, cuentan las papeletas los que lo convocan, sacan los resultados a su buen entender y propalan por el mundo la idea de que en Cataluña ha triunfado la opción independentista, cuando sólo acudieron a votar un 35 %, de los que menos del 30 % siguieron las consignas de Junqueras y Mas.

-          Bueno, lo mismo ocurrió con el Estatut y ahí los tiene usted, imponiendo su voluntad a la mayoría, desobedeciendo las cautelares del Tribunal Constitucional e invitando al Gobierno a dialogar sobre el bodrio electoral que se han organizado. El ausente Rajoy, que es como el amigo invisible del Gobierno, se va a Australia a dialogar con los canguros a ver si acaba de comprenderlo cuando vuelva.

-          Cierto, cierto, que la suerte le acompañe, porque la razón hace tiempo que le ha abandonado, pero verá usted es que así no se puede gobernar un país, en la última encuesta del CIS hay más gente que desconfía del Gobierno que cuando estaba Zapatero, que había barrido con todos los records posibles e imposibles, un fenómeno, que dejó España, el PSOE y las conjunciones astrales que no las reconoce ni la madre que las parió.

-          Pero es que no hay sentido común, se lo digo yo, una autonomía no puede ser más que una entidad administrativa dependiente del Estado, en un país con una nación que tiene por soberano al pueblo. Consulte usted el diccionario y verá que lo de la nacionalidad no llega a nación, más bien es un sucedáneo. Pero como nadie poner orden porque no hay cultura, pues así nos va.

-          Claro que tiene usted razón, porque nunca he podido comprender como no hay un político que no sea cenutrio en este país, llevamos 35 años con la simetría nacionalista y todavía no se ha enterado nadie en el Parlamento Español de la diferencia que existe entre un patriota y un nacionalista.

-          Pues si es usted tan amable de explicármelo

-          Verá usted un patriota puede ser nacionalista o no serlo, pero un nacionalista no puede ser un patriota

-          ¿Y cuál es la diferencia?

-          Pues muy sencilla, los patriotas lo son sobre naciones constituidas, los nacionalistas sobre proyectos de naciones. Evidentemente, ser nacionalista es un sentimiento o una aspiración, ser nacional es ser soberano, el “ismo” lo convierte en un movimiento que busca algo potencial, los patriotas, en este caso, sólo pueden ser españoles, porque sólo hay una nación soberana la definida en la Constitución.

-          ¿Y los nacionalistas?

-          Pues los nacionalistas son aspirantes a patriotas, que confunden sentimientos con leyes, y las imaginaciones de sus líderes con la realidad y la historia. No hay nación en este mundo que se haya hecho por fascículos, hasta donde alcanzan mis conocimientos, ni coleccionando tapas de yogur, o votos del monopoly. No es serio, a mí me parece una falta de respeto democrático hacia los que participan y también hacia los que no lo hacen, en realidad, contra todos los que lo contemplamos, es de vergüenza ajena.

-          Por eso Rajoy no habrá dicho nada entonces

-          Más bien creo que Don Mariano está pensando cómo establecer un diálogo con Artur Mas para que no le reclame algunas partes de Baleares, Aragón y Valencia. No tiene espíritu, nunca lo tuvo. Zapatero al menos tenía las cosas claras, dijo que el Estatut de Cataluña era su Estatut, que el Parlamento Español apoyaría lo que dijera el Parlament Catalán y así lo hizo con los votos socialistas y los de pa ayudar. Luego el Tribunal Constitucional dijo que era ilegal e ilegítimo, pero no pasó nada, ni a Zapatero ni al Paralmento español por haber prevaricado, total, como los jueces los ponen desde el poder político aquí nunca hay responsables de las atrocidades, de las memeces o de las corrupciones.

-          Pues yo tengo todavía confianza en Mariano Rajoy, que quiere que le diga, está volviendo locos a los catalanistas y la mayoría de los españoles con su plan oculto para retornar a la normalidad, que al final será el pacto fiscal, para que puedan llevarse más los políticos catalanes, que desde que le han jodido el negocio al hijo del contrabandista de divisas, está el país que no levanta cabeza.

-          Corren malos tiempos para la lírica, amigo mío, esperemos que no vuelvan a quemar el Liceo, que la cosa está muy chunga, para cobrar comisiones de la reconstrucción. Que una cosa es el derecho a decidir, otra el hecho diferencial y otra muy diferente la butxaca, aunque parezcan la misma, no, no lo son. Los catalanes están tan jodidos como los demás españoles o más, pero los políticos catalanes siguen meando colonia y convencen a sus súbditos de que es cava recien salido de San Sadurni de Noya. Nos vemos en breve, y a ver en que para; que tenga usted un buen día.

-          Lo mismo le deseo y siga usted tan perspicaz.

Enrique Suárez

lunes, 10 de noviembre de 2014

El fracaso de la Convocatoria de Artur Mas


A 10 de noviembre de 2014 se ha constatado la catástrofe del independentismo catalán, a pesar del calentamiento del clima convocante por parte de sus promotores, con un enfrentamiento al límite con el Estado de las entidades subordinadas a la Generalitat, al borde de la prevaricación, en Cataluña han acudido a votar 1.649.239 personas a favor de la independencia.

Los convocados por Artur Mas y sus acólitos para esta ocasión eran 6,23 millones de catalanes y residentes, por tanto la independencia de Cataluña es apoyada favorablemente por un 26 % de los catalanes con derecho a voto, lo que debe traducirse de forma inmediata, en que poco más de 1 de cada 4 catalanes es favorable a la independencia.

En la votación del Estatut de Catalunya del año 2006, votaron favorablemente 1.882.650 catalanes, lo que supone que en la Convocatoria Mas (ni referéndum, ni consulta, invalidadas por el TC), han votado favorablemente por la independencia, el 87 % de los que lo hicieron por el Estatut.

En las elecciones autonómicas de 2012, los partidos afines a que se realizara la Convocatoria Mas, obtuvieron aproximadamente 1.750.000 votos, por tanto en dos años de campaña ininterrumpida favorable a la independencia han perdido 100.000 votos entre todos.

En las elecciones europeas de 2014, los partidos afines a la Convocatoria Mas, que recordaremos son CIU, ERC, ICV, PSC, CUP, PODEMOS, obtuvieron en total 1.877.000 votos, lo que quiere decir que han perdido en tan sólo unos meses, más de 220.000 votos, a la hora de votar a favor de la independencia.

No concluiremos este breve recorrido sin señalar que en el año 1978, con un censo electoral de 4.421.965 catalanes con derecho a voto (recordemos que el censo electoral del 9-N era de 6.230.000 convocados), el sí a la Constitución obtuvo un respaldo de 2.701.870 catalanes.

En cifras relativas, reiteramos que la independencia de Cataluña ha sido apoyada por un 26 % de los convocados el 9-N, mientras que la Constitución Española de 1978 fue apoyada por un 61 % de los catalanes con derecho a voto.

Pueden ustedes extraer sus propias conclusiones de los resultados que se han ofrecido, pero está claro que alguien tendrá que rendir explicaciones y responsabilidades políticas, sociales, civiles, y tal vez, penales. 

La que interpreto, por mi parte, es que el 9 de noviembre de 2014, el derecho a decidir ha muerto, descanse en paz. 



Enrique Suárez 

domingo, 9 de noviembre de 2014

La minoría del derecho a decidir





La convocatoria independentista del 9-N ha concluido. Del censo estimado de 6,23 millones de convocados a urnas, han acudido a votar (según los convocantes -sin control alternativo alguno-, algo que inexplicablemente incluye a la Generalitat), alrededor de 2,2 millones de personas, lo que supone exactamente una participación del 35 % de los convocados, de los que habrá que reducir los que han votado no, los votos blancos y nulos.

Dando por buenos los resultados ofrecidos por la Generalitat, el apoyo a la independencia de Cataluña sólo puede alcanzar menos de un 35 % de los convocados, (muy lejos del 50,01 % que le concedería "supuesta legitimidad" dentro de la ilegalidad) es decir, poco más de un tercio. Los catalanes que no han acudido que son una inmensa mayoría no han querido saber nada con la parodia organizada por los partidos políticos catalanistas, para ofrecer una pantalla que oculte la desmesurada corrupción, fraude, prevaricación, malversación y actividad mafiosa de los políticos catalanistas.

Hoy, se puede decir alto y claro, que la mayoría de los catalanes no están a favor de la independencia de Cataluña. Los convocantes tendrán que rendir ahora cuentas ante la justicia de los numerosos delitos de prevaricación, malversación y sedición que han cometido.

¡Visca Catalunya Lliure!

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Sí a la democracia, no a la usurpación, la impostura y el fraude







Si alguien se decide algún día a observar los resultados de las pasadas elecciones europeas con detalle, se dará cuenta de una curiosidad, salvo en Bélgica y Luxemburgo que está multado no acudir a votar, en la inmensa mayoría de los países no se ha alcanzado el 50 % de votos a todos los partidos. Es decir, la representación política está sobredimensionada en favor de los partidarios, para ocultar la realidad electoral, que no es otra que la mayoría de los europeos (57 %) no han votado por ningún partido en las pasadas elecciones continentales.

Por el arte del birle, los políticos representan a los que les apoyan y a los que no lo hacen. Verán ustedes, la cuestión no es baladí, cuando en un parlamento como el europeo con 751 miembros, tendría que haber exclusivamente 323 asientos para sus señorías ocupados, y los 438 restantes vacíos, a los que habría que sumar el 3 % más entre votos blancos y nulos, por lo que nos quedaríamos aproximadamente en 300 eurodiputados si la representación fuera real y no artefactada por el poder, en su interés.

Digo que la cuestión no es baladí, porque las tres sedes del Parlamento Europeo (Bruselas, Estrasburgo, Luxemburgo) nos cuestan 250 millones de euros al año, y cada eurodiputado nos sale por unos 30.000 euros, de los que más de 7.700 euros son el salario del representante.

Todos los meses nos gastamos los europeos  13,5 millones de euros en los 451 que no deberían estar representados si se contabilizaran exclusivamente los apoyos de los que acudieron a votar en las elecciones. Lo que supone que nos ahorraríamos 162 millones de euros cada año, por cinco de legislatura, 810 millones de euros.

Cuando un ciudadano no acude a votar por ningún partido, está ejerciendo el mismo derecho democrático que aquellos que acuden a votar por algún partido. La mayoría de los ciudadanos que no acuden a votar, posiblemente estén hartos de seguir pagando “el circo” que se han montado los de la minoría que apoya a partidos y los propios partidos.

Esta solemne barbaridad en las democracias europeas del siglo XXI sería algo así como que todos los ciudadanos tuviéramos que pagar los gastos que se ocasionan con los equipos de fútbol cuando se enfrentan en un partido, los sindicatos y partidos  que representan exclusivamente a sus seguidores, los aeropuertos y trenes de alta velocidad sin pasajeros, las Cajas de Ahorros quebradas, o las instituciones inútiles como el Tribunal de Cuentas o la Fiscalía General del Estado en España, que sólo sirven para tapar la corrupción que se comete en la política a los ojos de los ciudadanos.

No hay razón democrática que nos obligue a pagar por aquello que nos imponen, no necesitamos y además puede utilizarse en contra de los intereses generales. Creo que la política de austeridad debería comenzar por una cuestión muy sencilla: que no nos hagan pagar a los ciudadanos, y fundamentalmente a los que no acudimos a votar por ellos en las elecciones, las chorradas de los políticos en nombre de la democracia, cuando es exclusivamente en su beneficio e interés. Debería desgravar no acudir a las urnas en proporción a toda la corrupción política que se descubra en la legislatura, al fin y al cabo, no debemos pagar los que no jugamos nuestro destino en el casino electoral, por los errores que cometen los ludópatas de las papeletas, que luego traen como consecuencia los desmadres de sus elegidos. No es justo, ni equitativo. ¡Que lo paguen los que juegan a "demócratas" en esta falacia demagógica!

Si los que acuden a votar quieren tener un eurodiputado, que se lo paguen, nos cuesta cada uno 30.000 euros al mes, más unos cuantos millones de euros en correspondencia con los gastos que ocasionan las instituciones. Pues me parece fenomenal, se divide el total, por ejemplo en España los eurodiputados nos salen por 20 millones de euros cada año, votan 10 millones de españoles en las europeas, pues con cada voto que dejen 10 euros para pagar sus gastos durante la legislatura. No vamos a pagar encima los que no vamos a votar el estropicio que organizan estos mafiosos

Es hora de que las cosas cambien en Europa y en España, la representación política convencional ha muerto, el sufragio censitario de los colocados por los partidos para vivir en el Olimpo, mientras derrochan, dilapidan, se corrompen y defraudan se ha acabado. No podemos permitirnos una mafia política por encima  de nuestras posibilidades, que además sólo nos sirve para complicar cada día más las cosas.

Enrique Suárez
  

Enlaces Relacionados

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...