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domingo, 19 de febrero de 2012

Primer Congreso del PP sin Don Manuel, ni Álvarez Cascos


"El hombre sensato cree en el destino; el voluble en el azar" Benjamín Disraeli

La confianza hegemónica que el decimo séptimo Congreso del PP celebrado en Sevilla, (97,56 % de los más de 2500 representantes), le ha brindado al Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, no le ha hecho olvidarse de Asturias ("Yo estaré a vuestro lado y también al lado de Asturias"), ni tampoco el reconocimiento expreso del ex presidente Aznar, ni siquiera la conciliadora posición de Esperanza Aguirre en esta ocasión. Todo se olvida: es política.

La Presidente de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que en su día se enfrentó a su predecesor y actualmente ha heredado su título: “general secretaria”, asume la pesada carga de organizar la cohesión de un partido que ocupa la inmensa mayoría del poder en España, posiblemente el partido que más poder ha tenido en este país en la historia de la democracia reciente.

El homenaje a Don Manuel ha sido, posiblemente, uno de los momentos más emocionantes del Congreso. El fundador del PP que nos ha dejado este año, ha sido recordado con todos los honores y loas, quizás excesivas, quizá para compensar la parca conmemoración de su óbito. También es la primera vez que asistimos a la presencia de Aznar en un Congreso del PP con su partido en el Gobierno, ejerciendo de asesor aúlico para mostrar que Asturias debe ser del PP para mayor gloria de la gaviota, no se sabe si de Rajoy. En esta ocasión posiblemente se digne a hacernos una visita. ¿Qué pensará Cascos al contemplar desde la distancia física y mental, las dimensiones humanas de sus antiguos compañeros?. Parece que la hemorragia de Asturias hay que restañarla con urgencia, no vaya a ser que refleje las terribles incongruencias a las que asistimos en el PP.

Pero no ha estado Francisco Álvarez Cascos, actual Presidente de Foro Asturias, y que ha dejado de ser Presidente de Asturias, gracias a la labor desarrollada por el PP regional en apoyo al PSOE asturiano de las corrupciones inexplicables, algo insólito en cualquier otro lugar de España, el contubernio establecido entre el PSOE-PP, salvo en el País Vasco para desplazar del poder al PNV y poder bendecir, al mismo tiempo, la presencia de Amaiur.

Si estaba en el Congreso la actual candidata por Asturias a las elecciones autonómicas, Mercedes Fernández –“Cherines”- que ha acudido a salvar la cara del PP en la autonomía desde su reciente triunfo electoral en las Elecciones Generales en el Principado, con una estrategia de “policía bueno” que ha consistido en darle la razón a Francisco Álvarez Cascos en lo que decía, desplazando de los cargos del PP, a todos los que habían impedido su presencia como candidato en su partido, pero sin reconocer el error que cometió el PP en su día, al impedir que el ex general secretario, fuera su candidato por Asturias. Un error de Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, pero un acierto para alcanzar su hegemonía en el partido, a pesar de ser urdido con un “pucherazo” en el Comité Electoral Nacional.

Pero que quieren que les diga, este PP ya no es el que era sin D. Manuel, sin Cascos, con ese totalitarismo sutil de poner las siglas por encima de las personas, los intereses generales del partido por encima de los principios y la dignidad de sus miembros. Con esa ideología social-liberal en la que se acantona, vergonzantemente, eludiendo los signos singulares que hasta ahora le habían definido; ese PP del cálculo y la mecánica, materialista, vacío, intrascendente y complacido (que prefirió que este país se hundiera un poco más con tal de ganar las elecciones, haciendo anuencia en su oposición); que habla de España con la boca pequeña (para no ofender a los nacionalistas) y dice que no le dará oxígeno a ETA sin homenajear sinceramente a las víctimas del terrorismo; que aspira a la paz social con talante, con concesiones a los sindicatos y los partidos de izquierda “apesebrados”, sin haber condenado la política del PSOE y el magnífico Zapatero que ha hundido el país en plena impunidad; ese PP al que Marruecos le cuela los goles por la escuadra, la Alemania de Merkel le exige pleitesía, la Francia de Sarkozy se mofa en sus narices, el Reino Unido de Cameron ni ha mirado para él y Obama no sabe que existe, no es el PP que puede sacar a España del atolladero, para desgracia de todos los españoles.

No puede hacerlo por que miente, de la misma forma que mentía el PSOE; dicen en Europa que ha exagerado el déficit para luego presentar unas cuentas excelentes, tal vez sea cierto; dijo en la campaña electoral que no subiría los impuestos y Mariano Rajoy fue lo primero que hizo nada más llegar al Gobierno; dijo que no ofrecería más ayudas a la banca y ya va por el próximo rescate de más de 50.000 millones de euros; dijo que haría la reforma laboral que este país necesita y lo único que ha hecho es convocar a los sindicatos para que salgan en procesión, simulando su furia, para que parezca que están en contra. Lo cierto es que desde que Mariano Rajoy ha llegado a La Moncloa, la Bolsa sigue en coma, nos han bajado la calificación de la deuda varios escalones, Alemania nos sigue mirando de reojo y los analistas nos recuerdan, que a pesar de haberlo ocultado, la perspectiva de crecimiento indica que hasta 2016 no se creará en España empleo estable, y que todavía queda la destrucción de más de medio millón de puestos de trabajo. Y lo peor vendrá tras las elecciones autonómicas en Asturias y Andalucía.

Los cerebros que ocupan las plantas más elevadas de Génova no se han dado cuenta de la estrategia del PSOE para derrumbar al PP, mientras Rubalcaba resuelve la fractura que le organizó Chacón. Dejarán subir el globo, para que se olvide lo que le hicieron a España y dentro de unos meses comenzará la reacción, mostrando la incapacidad del PP para resolver la crisis, haciéndole además, heredero de su obra de los últimos ocho años.

La animadversión acumulada que este país generó contra Zapatero, todavía no se ha eliminado, y Mariano Rajoy, cuando vengan cuatro mal dadas, y ninguna buena, es el principal candidato a heredarla. Por mucho que su partido lo eleve a los altares, Mariano Rajoy no reúne las condiciones para gobernar este país con la decisión que requiere en estos momentos, templando gaitas, ejerciendo de Don Tancredo en el poder, lo mismo que hizo en la oposición, no va a recolectar muchos apoyos, ni confianzas nacionales e internacionales, y mucho menos con una legislatura en decadencia prolongada.

Mariano Rajoy tiene un problema, no cree en sí mismo lo suficiente, para lograr que los demás crean en él, sus discursos son lugares comunes, revisitados páramos de la cadencia, desiertos de grandeza. No es el líder que este país necesita para salir adelante, lo sabe y lo sabemos.

Así que seguiremos aprendiendo de Álvarez Cascos como se hace política, porque por muchos sosias discipulares que le acomoden en el camino, por muchos cantos de sirena que le lancen desde el reservorio de guano en el que se ha convertido el partido de la gaviota, creo que durante el próximo mes en Asturias vamos a asistir al mayor espectáculo político de los últimos años, con un político genético, de carácter y oficio, que va mostrar a los asturianos y los españoles por donde deben ir las cosas, ante la errática y desnortada deriva de su anterior formación política.

Nadie duda que una mayoría absoluta de Foro en Asturias podría llegar a ser un molesto correctivo para la soberbia fátua del PP de Mariano Rajoy y el PSOE no lo desconoce, le interesa mucho más que triunfe FORO en Asturias que obtener unos buenos resultados -sabiendo que no va a poder gobernar-, porque sería la mejor forma de asestarle un golpe certero al PP de Mariano Rajoy, en cierta forma es lo que han provocado con su apoyo a la enmienda a la totalidad presentada por el PP asturiano contra los presupuestos de Cascos.

Veremos mucho teatro, con escenificaciones trágicas, pero posiblemente los candidatos del PSOE recomienden en la intimidad a sus votantes que voten a Foro, porque Álvarez Cascos con mayoría absoluta en Asturias es la pesadilla más seria que podría tener el faraón de La Moncloa, y Rubalcaba lo sabe.

Seguro que D. Manuel se está riendo desde algún sitio, porque a pesar de que los medios de comunicación divulgaron la mentira que se urdió desde Génova, (no así la Agencia Atlas), tratando de tergiversar sus palabras cuando Francisco Álvarez Cascos se fue del PP, estas no fueron: "me parece inconcebible" (como expandieron los mass media, afeando la conducta de su discípulo más leal), sino "me parece inconcebible que no sea el candidato del PP por Asturias". NO LO ENTIENDO, PERO LO COMPRENDO.

Yo tampoco entiendo a este PP de Mariano Rajoy, que parece la versión conservadora del socialismo de Zapatero, con sus mentiras continuadas a los españoles, pero comprendo perfectamente a Francisco Álvarez Cascos cada vez que dice lo que piensa. Y muchos asturianos, también. Más vale comenzar de nuevo, que seguir perteneciendo a un partido político que ha entregado la esencia de sus principios y su alma ideológica al diablo del marketing electoral, para alcanzar el poder, para hacer Presidente del Gobierno a Mariano Rajoy, por el accidente de su predecesor, y no por sus propios méritos.

Enrique Suárez

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