¡Levantemos Asturias!
Discurso pronunciado por Francisco Álvarez Cascos en la presentación de candidatos autonómicos de FORO. Oviedo, 18 de febrero de 2012
Mis primeras palabras tienen que ser de gratitud por la confianza que me renováis como candidato de FORO a la Presidencia del Principado de Asturias, y por el honroso privilegio de pertenecer a este equipo de 45 personas aspirantes a ocupar los escaños de la Junta General del Principado en este nuevo reto que los asturianos afrontamos dentro de poco más de un mes, el próximo 25 de marzo.
Si hace un año, cuando iniciábamos la andadura de FORO en vísperas de la campaña electoral que concluyó con nuestra victoria, estábamos convencidos de que una mejor Asturias era posible y necesaria, hoy estoy aún más persuadido, por haber metido la mano en la llaga, de que nuestra tierra necesita más que ninguna otra Comunidad Autónoma, un cambio radical que la libere de la vieja política representada por la alianza PPSOE de los últimos años, calculada y tenaz operación de asfixia que ha hecho imprescindible esta nueva convocatoria a las urnas. Ese entendimiento PPSOE se ha hecho crónico hasta el punto de producir una parálisis, contra la que desde el Gobierno hemos luchado a brazo partido, y que condujo a los asturianos a sufrir las tasas de paro más altas de nuestra historia; a convertirnos en la única Comunidad Autónoma española con la población estancada en la última década; a presentar el segundo peor crecimiento del PIB/hab. en esta última década; y a padecer la tasa de población activa más baja de España. Y añadamos a este panorama que Asturias es la región que presenta más deficiencias de comunicaciones con el resto del territorio peninsular, por el Este hacia Cantabria, por el Oeste hacia Galicia, y por el Sur hacia Castilla y León.
Esta relación de agravios que publican los boletines del INE o esta crónica de nuestro calvario no nos conduce al victimismo ni al pesimismo ni al desaliento, y mucho menos a la resignación de vernos algún día a los asturianos divididos contra nosotros mismos. Muy por el contrario, desde que nació FORO, y es algo que forma parte del ADN de nuestra formación, propusimos a todos los asturianos inconformistas un doble cambio en la política regional y en la política nacional para superar la decadencia de Asturias e iniciar la recuperación. ¿Qué ocurrió en los últimos meses? En primer lugar, que constatamos que nuestros cálculos y nuestro diagnóstico no estaban equivocados. Y en segundo, que algunos de aquellos a quienes convocamos a la ilusionante tarea de sacar a Asturias del abismo no aceptaron el veredicto de los asturianos e hicieron todo lo contrario de lo que exigían la responsabilidad política y el buen sentido cívico. En lugar de arrimarse a tirar por el carro todos juntos, se afianzaron en la pereza remunerada de sus poltronas y avivaron, como autodefensa nada presentable, el fuego de la anómala alianza PPSOE, reforzando los lazos de una táctica de supervivencia a base de hundir aún más a Asturias, según la recomendación principal del “manual de náufragos” por el que se guían, instalados en la complacencia de garantizarse un lugar en los primeros botes del “Titanic”. Con esas actitudes y con esas artimañas, es difícil entenderse y es imposible que Asturias sea aquello con lo que, desde FORO, soñamos, y a lo que venimos dedicando nuestros mejores esfuerzos.
La situación que os describo, y que todos conocemos de primera mano y hasta la padecemos en propia carne, tuvo su prólogo -que fue toda una advertencia y una declaración de intenciones que después se confirmarían- el mismo día del comienzo de la legislatura, cuando nuestra oferta de diálogo y acuerdo en la mesa del parlamento fue contestada por el PPSOE con la rocambolesca elección del Presidente de la Junta General del Principado. Quisimos tomar aquella aberración más como una pataleta que como una declaración de guerra pero, por desgracia para Asturias, esa actitud, que tenía algo de cacería sin los reglamentos honorables por los que se rigen los rituales cinegéticos, se fue ampliando en el día a día, y alcanzó su cima insuperable con el acuerdo para rechazar de plano el proyecto presupuestario de FORO para este año 2012, e imponernos el del Gobierno de Areces; es decir, el programa continuista del Gobierno anterior y que en su día había tenido el rechazo frontal del PP, pero sin ingresos para ejecutarlo. Todo esto, desde el ejercicio de socorrismo de hacerle el “boca a boca” a un documento que era ya un cadáver, hasta el “hara-kiri” ideológico del PP asturiano alineándose con lo que hace un año consideraban el programa de un Gobierno fracasado de socialistas y de comunistas, nos confirmó que, en la política regional, aquí y ahora, sólo hay dos opciones: el continuismo del PPSOE para que todo siga igual, o el cambio que FORO ofrece para sacar Asturias de la crisis.
Jamás antes en la política asturiana ni en la española se conoció una pinza PPSOE contra nadie tan innoble e irresponsable como la alianza no sé si decidida pero sí respaldada por Zapatero y por Rajoy en Asturias. Jamás antes ni, como en el caso de FORO, contra los partidos que ganaron unas elecciones, sea el PNV o CiU, ni contra los partidos que nunca las ganaron como el BNG, ERC, CC, el PAR o el PRC. Hemos sufrido en Asturias un innoble acoso político sin precedentes en España, articulado a través de la insólita pinza del PPSOE, siendo como somos una fuerza política que tiene como lema “Más Asturias, mejor España”, lo cual deja en evidencia los móviles poco dignos de la alianza. Pero la gran factura se la está endosando PPSOE a todos los asturianos con el irresponsable presupuesto prorrogado que tanto daño hace a nuestra economía, un mes después de que FORO votara, sin contrapartidas, la investidura de Rajoy. El sentido de Estado se demuestra con hechos, y nosotros en FORO somos gente responsable que estamos en la política para demostrar con hechos nuestra voluntad de servir a los asturianos sin sectarismo ni vendettas.
Precisamente porque los militantes de FORO venimos a la política con voluntad de servir, no tenemos más motivación que la de representar la voluntad de los asturianos, no concebimos la política como un oficio que garantiza puestos de trabajo fijos, y por eso no nos guía ningún afán de aferrarnos al sillón. Nuestro único propósito es defender los intereses generales de Asturias y queda reflejado en nuestro modelo de partido, en el que tampoco caben las acumulaciones de cargos de alcaldes, o concejales, con los de diputados regionales, ni nos interesan los cazacargos que van con los de la feria y vuelven con los de la procesión, porque son ejemplos de interés particular o partidista por encima del servicio a los intereses generales de la sociedad.
En FORO tenemos principios que comienzan por el compromiso cívico de respeto a la dignidad de las personas, que es la base ética de nuestro programa. Por eso quiero reafirmar que si alguien de su propio partido volviera a acusar a la nueva candidata del PP, Mercedes Fernández, de estar implicada en los lamentables sucesos del 11-M para excluirla de algún cargo, volvería a calificar públicamente de indignidad política tal comportamiento, y me sentiría incapaz de convivir en una organización que consiente tales métodos. Y, como ya expliqué en muchas ocasiones y demostré con hechos, no acepto para Asturias la condición de territorio ultramarino, por lo que me sentiría incapaz de asumir la responsabilidad del “virreinato” de una organización autonómica investido por medio de un poder vicario, en una reunión tutelada por el delegado de la metrópoli, como si Asturias fuera una colonia gobernada por el aparato central. Como al resto de los candidatos que concurren a estas elecciones le aseguro el juego limpio por parte de FORO, a la candidata del PP le deseo que jamás haya de atravesar el desierto del desprecio y de las pesadillas a las que sus actuales compañeros de partida (más que de partido) nos abocaron a algunos hace dos años, o a las que ahora mismo condenan a su improvisada número uno de las pasadas elecciones y cuyo nombre, por mera cortesía, no quiero citar.
En estas nuevas elecciones autonómicas también habrá que explicar y denunciar lo que cada uno propone para resolver los problemas de Asturias, desde las responsabilidades del Gobierno de España y desde la oposición. En la campaña de las elecciones generales del pasado mes de noviembre, desde FORO advertimos que en esta legislatura estaban en juego muchos asuntos vitales para el futuro de Asturias. Nosotros los señalamos con precisión y nos comprometimos con sus soluciones, amparándonos en la defensa de una política de solidaridad interterritorial que pusiera fin a la marginación y a la discriminación que sufre Asturias desde hace ocho años, con la indiferencia cómplice del PPSOE, por el abandono al que sometió a Asturias el Gobierno socialista de Zapatero.
Mientras el drama del paro acerca a Asturias al borde de los cien mil desempleados, el nuevo Gobierno de Rajoy anuncia la eliminación de los Fondos Mineros, lo que supone dejar sin financiación obras comprometidas en las comarcas mineras asturianas por un importe cercano a los 800 millones de euros, mientras se mantiene la amenaza de cierre de nuestros pozos en 2018. Eso sí, los responsables de la eliminación olvidan que el recorte de producciones del carbón y la reducción de 12.000 empleos mineros se cumplieron, pero ahora se plantean anular las contrapartidas pactadas en nombre de la corrección de los desequilibrios territoriales. Suena a mezquindad de los portavoces asturianos y nacionales del PP que justifiquen la “eliminación” de los fondos mineros en la mala gestión del Gobierno anterior. Si el Gobierno anterior fue malo para Asturias por el retraso en la aplicación de los fondos mineros ¿Qué se podría decir del Gobierno actual que, en lugar de corregir los retrasos de los fondos mineros, simplemente los elimina? De no rectificar tan injusto castigo a los asturianos, la política con las comarcas mineras de este Gobierno puede ser aún peor que la del anterior. Para rematar este amenazador balance, el nuevo Gobierno parece que renuncia a defender el mantenimiento de las ayudas al carbón más allá del año 2018 que FORO impulsó hace dos meses ante la presidencia polaca de la UE, y dejará al Gobierno del Principado defendiéndolas en solitario. Que nadie dude en Asturias que lo haremos.
FORO también advirtió hace varios meses que la reforma estructural de las tarifas eléctricas y el sistema de incentivos a la construcción naval son dos decisiones prioritarias y urgentes para garantizar la competitividad de nuestra industria metalúrgica, de otras grandes industrias y de nuestros astilleros. Asturias es una de las capitales mundiales del acero, del aluminio y del zinc, pero ARCELOR, ALCOA o AZSA son multinacionales con sedes centrales lejos de Asturias que deciden sus inversiones allí donde sus plantas son competitivas. Por eso, no podrán mantener el empleo en Asturias y en España si sus costes energéticos siguen siendo discriminatorios con los de sus competidores europeos. Lo mismo ocurre con nuestra industria naval. Asturias tiene unas empresas magníficas y unos trabajadores altamente cualificados, pero ARMON, JULIANA o GONDAN no pueden firmar contratos para su cartera de pedidos si no disponen del sistema de ayudas equivalentes al que disfrutan los astilleros de otros países europeos, y que el nuevo Gobierno español tiene que definir con urgencia y defender ante la Unión Europea, como también hemos exigido desde el Gobierno del Principado.
Por desgracia, el pronóstico que hicimos ya se está cumpliendo. Hace unos días fue ALCOA la que anunció la reducción de su plantilla en Avilés, y ahora es ARCELOR la que anuncia la reducción de otros trescientos empleos en Gijón y Avilés. Ofrecí por carta en tres ocasiones al ministro de Industria que aceptara una reunión para escuchar nuestros problemas y dialogar sobre las soluciones urgentes. Pero el ministro de Industria aún no ha tenido tiempo de recibir al presidente del Principado. Espero que los asturianos sean plenamente conscientes de lo que nos estamos jugando y valoren la responsabilidad de cada uno en el agravamiento de la crisis asturiana, que es la crisis de la industria española.
La nueva ministra de Fomento está obligada a resolver la situación de retrasos y paralizaciones de las grandes obras pendientes de Asturias, después de los ocho años de tomaduras de pelo del Gobierno socialista de Zapatero, porque el aislamiento con el resto de España sigue siendo un freno para nuestro desarrollo. La Autovía del Cantábrico va muy retrasada por Oriente en Llanes y por Occidente en Artedo y Otur. La Autovía del Suroccidente interior está detenida en Cornellana. En el ferrocarril, la construcción de la Variante ferroviaria de Pajares se encuentra prácticamente paralizada, no tiene vías de ancho internacional para ser de Alta Velocidad europea y carece de proyectos desde León hasta La Robla, y desde Pola de Lena hasta Oviedo-Gijón-Avilés, con los dos grandes túneles de 25 Km. perforados pero sin vías, sin señalización y sin catenaria. También la amenaza de los recortes presupuestarios amenaza con recaer desproporcionadamente sobre las infraestructuras asturianas.
En otros ministerios, nuestra ganadería está seriamente amenazada por la Política Agraria Común (PAC) con el recorte de cuotas lácteas y de las ayudas a zonas de montaña. Nuestra flota pesquera se reduce de manera imparable. No se cumplen los compromisos de aportación estatal para financiar las atenciones de las dependencias. Nuestros archivos históricos se desgajan del Archivo Nacional en Salamanca y se trasladan a Cataluña. Necesitamos un nuevo sistema de financiación de las Comunidades Autónomas, que garantice los principios de suficiencia y solidaridad entre territorios, y que proporcione los recursos suficientes adicionales para evitar que las regiones más desfavorecidas por circunstancias económicas o geográficas salgan perjudicadas, aplicando índices como la evolución del PIB, descenso de población activa o el volumen de emigración cualificada.
Todo esto justifica la invitación de FORO para que vengan en la campaña electoral a explicar sus compromisos con Asturias los Ministros de Industria, de Hacienda, de Agricultura, de Educación y Cultura y la Ministra de Fomento. Las comparecencias parlamentarias en el Congreso del Ministro de Industria y de la Ministra de Fomento ya han servido para demostrar que los parlamentarios del PPSOE guardan silencio o actúan de palmeros para echar tierra sobre los compromisos que Asturias espera para superar la actual decadencia. Solo los parlamentarios de FORO, Enrique Sostres e Isidro Oblanca, hacen oír nítidamente su voz en defensa de los intereses de nuestra tierra, lo mismo que hace desde Asturias el Gobierno del Principado.
De estos problemas tenemos que hablar para explicar a los asturianos el cambio de política que proponemos para sacar a Asturias de la decadencia, concretado en las soluciones y en los compromisos para llevarlas a cabo. Por mucho que nos presenten ahora cambios de personas en las listas del PPSOE, unos para hacer olvidar su interés por Asturias en el pasado y otros para disfrazar su falta de compromisos con Asturias en el presente, recordemos que las decisiones políticas responden siempre a las organizaciones, y estas, igual que los programas, las manejan los órganos de los partidos, que siguen dirigidos por los mismos aunque ahora se disfracen de renovadores. Unos y otros, PP y PSOE, PSOE y PP, siguen ofreciendo a los asturianos más de lo mismo, y ninguna garantía de defensa firme de los intereses de Asturias mediante respuestas concretas y urgentes en el Gobierno de España.
Desde los tiempos en que el inolvidable Rafael Fernández recompuso el socialismo asturiano y lo convirtió en fuerza estratégica para improvisar los primeros y plurales gobiernos de la autonomía, siempre se habló en Asturias del “tapado” como figura emergente, prometedora y casi mágica en la oferta electoral. Por fin, y tras los negativos años del “arecismo”, en las pasadas elecciones de mayo del 2011 se desenmascaró, como un “trasgu” o un “nuberu”, como un diosecillo de nuestra mitología, el “tapado” del socialismo asturiano, que resultó ser Javier Fernández, quien ahora repite en los cometidos que le fueron impuestos desde los dramáticos tiempos de Rodríguez Zapatero. Aunque no me corresponda en el respeto, aprecio en el candidato del PSOE su educación en las buenas formas y hasta su cortesía. Pero a Javier Fernández, secretario general desde hace doce años del partido de gobierno que nos condujo a la decadencia asturiana, todavía no le hemos escuchado algún propósito de enmienda para depurar los escándalos de corrupción con el dinero de las escuelas infantiles de su Gobierno autonómico, para corregir el despilfarro de los sobrecostes de las obras públicas, para combatir la falta de transparencia de los chiringuitos que derrochaban sin control alguno el dinero público. Todavía no le hemos escuchado una sola propuesta de rectificación ni tampoco hemos podido leer un simple folleto suyo, que continúe la tradición de los libros que acostumbraban a publicar los presidentes del Principado Pedro de Silva y Juan Luis Rodríguez Vigil para exponer sus ideas sobre Asturias y su futuro. Solo sé que le molestan mis libros, y también que no se siente responsable de la corrupción que investiga la justicia, de los sobrecostes y del despilfarro que arruinaron la economía regional, de la falta de transparencia galopante en el manejo del dinero público -por ejemplo, en la Fundación Niemeyer- que nos han conducido al estancamiento y al record histórico del paro. El líder asturiano del partido que estuvo gobernando España los últimos ocho años y Asturias otros doce años no se siente responsable de la decadencia de Asturias ni tampoco de los acuerdos y de las alianzas con el PP. Lo malo para Javier Fernández es que, contra los datos estadísticos del INE, contra los Diarios de Sesiones de la JGPA, y contra las fotografías de las obras públicas paralizadas y de las hemerotecas, no le sirven los chascarrillos de descalificación personal que le preparan sus estrategas, mientras se hunden los resultados del PSOE donde mejor lo conocen, en su pueblo, en Mieres, para que nadie se lleve a engaño.
No es frecuente que, en un acto político, haya una referencia explícita a un medio de comunicación social pero, en este caso, dada la posición insólita de “La Nueva España”, convertida en el cooperante necesario del entramado PPSOE, o en la tercera pata de esa banqueta, me tengo que referir a él puesto que, más que como un periódico, actúa como un actor interesado no en el servicio a la verdad sino en la difusión de la doctrina del penoso pacto. Si el propietario de ese medio o su delegado en Asturias se presentasen a las elecciones, uno en las filas socialistas y el otro en las populares, todos entenderíamos mejor lo que está ocurriendo. Pero prefieren moverse en las bambalinas, que les viene produciendo muchos beneficios económicos y que les hace considerarse importantes e influyentes. No sé si la asunción de esos papeles, siempre con el incensario para adular y el cepillo del sacristán para recaudar, les causa algún problema de conciencia, pero lo que sí ha producido es un hecho infrecuente que llamaría de “adhesión comercial a la verdad del que paga”. A alguno le llamará la atención que me adhiera, a pies juntillas, a la coherencia de lo que, bajo la cabecera del periódico, define a “La Nueva España”: “Diario independiente de Asturias”. No hay definición más perfecta de quien es ajeno a la realidad de su país, y de quien convirtió la costumbre en vicio porque, siempre que a esa independencia puso un precio, aparecieron poderosos clientes. Pero con el Gobierno de FORO, que no es independiente de Asturias, sino radicalmente dependiente de su realidad, han pinchado en hueso: no entendemos la política como un oficio que requiera publirreportajes como los que acostumbra a dedicar a sus patrocinadores. No sé si merece la pena recordar lo que todo el mundo sabe: que en esta campaña electoral vamos a tener a ese periódico en contra, rabiosamente en contra, con su actitud mezquina y miserable que descalifica a quien la mantiene. A nosotros aquí nos tienen: FORO, el único partido dependiente de Asturias. ¡El único!. En fín, ya hice bastante propaganda, y gratuita, a “La Nueva España”, y voy a terminar con palabras más gratas.
Asumo, amigas y amigos, al lado de los demás candidatos, la tarea de lucha por Asturias, si cabe, con más entusiasmo que nunca. Estoy profundamente agradecido por el afecto y la complicidad de mis paisanos. El gran protagonista de esta historia es el pueblo asturiano que ha emitido reiteradamente un mensaje de esperanza que en FORO hemos intentado modular y articular con las herramientas que tenemos a mano: el esfuerzo, el rigor, la dedicación, el compromiso, la imaginación y la decencia. Lucharemos todos desde FORO por una Asturias normalizada en su estructura socioeconómica, por la prosperidad de los ciudadanos, por la ilusión en el presente y en los tiempos venideros, y dejemos atrás para siempre la pesadilla de un paraíso apedreado por los jamones que vuelan en cestas de Navidad y por los pactos ocultos, y no tan ocultos, del viejo tinglado de la antigua farsa que nos condujo a la decadencia.
Uno de los más bellos discursos que recuerdo es el que pronunció en 1946 el Primer Ministro y Premio Nóbel de Literatura, Winston Churchill, en Zurich, y que podría considerarse el primer manifiesto en favor de la idea de la nueva Europa para sacar al viejo continente de su postración. Permitidme parafrasearlo para resumir y lanzar nuestro mensaje de esperanza y de confianza a la sociedad asturiana para pedir su apoyo. Los militantes de FORO tenemos que apadrinar la idea de la nueva Asturias y debemos defender el derecho de los asturianos a vivir y a brillar. Por eso os digo, en los albores de una nueva cita histórica con las urnas, ahora toca pensar, decidir y trabajar por Asturias.
¡Levantemos Asturias!
¡Trabajemos sin descanso para conseguirlo!
Muchas gracias
Web de Foro
Discurso pronunciado por Francisco Álvarez Cascos en la presentación de candidatos autonómicos de FORO. Oviedo, 18 de febrero de 2012
Mis primeras palabras tienen que ser de gratitud por la confianza que me renováis como candidato de FORO a la Presidencia del Principado de Asturias, y por el honroso privilegio de pertenecer a este equipo de 45 personas aspirantes a ocupar los escaños de la Junta General del Principado en este nuevo reto que los asturianos afrontamos dentro de poco más de un mes, el próximo 25 de marzo.
Si hace un año, cuando iniciábamos la andadura de FORO en vísperas de la campaña electoral que concluyó con nuestra victoria, estábamos convencidos de que una mejor Asturias era posible y necesaria, hoy estoy aún más persuadido, por haber metido la mano en la llaga, de que nuestra tierra necesita más que ninguna otra Comunidad Autónoma, un cambio radical que la libere de la vieja política representada por la alianza PPSOE de los últimos años, calculada y tenaz operación de asfixia que ha hecho imprescindible esta nueva convocatoria a las urnas. Ese entendimiento PPSOE se ha hecho crónico hasta el punto de producir una parálisis, contra la que desde el Gobierno hemos luchado a brazo partido, y que condujo a los asturianos a sufrir las tasas de paro más altas de nuestra historia; a convertirnos en la única Comunidad Autónoma española con la población estancada en la última década; a presentar el segundo peor crecimiento del PIB/hab. en esta última década; y a padecer la tasa de población activa más baja de España. Y añadamos a este panorama que Asturias es la región que presenta más deficiencias de comunicaciones con el resto del territorio peninsular, por el Este hacia Cantabria, por el Oeste hacia Galicia, y por el Sur hacia Castilla y León.
Esta relación de agravios que publican los boletines del INE o esta crónica de nuestro calvario no nos conduce al victimismo ni al pesimismo ni al desaliento, y mucho menos a la resignación de vernos algún día a los asturianos divididos contra nosotros mismos. Muy por el contrario, desde que nació FORO, y es algo que forma parte del ADN de nuestra formación, propusimos a todos los asturianos inconformistas un doble cambio en la política regional y en la política nacional para superar la decadencia de Asturias e iniciar la recuperación. ¿Qué ocurrió en los últimos meses? En primer lugar, que constatamos que nuestros cálculos y nuestro diagnóstico no estaban equivocados. Y en segundo, que algunos de aquellos a quienes convocamos a la ilusionante tarea de sacar a Asturias del abismo no aceptaron el veredicto de los asturianos e hicieron todo lo contrario de lo que exigían la responsabilidad política y el buen sentido cívico. En lugar de arrimarse a tirar por el carro todos juntos, se afianzaron en la pereza remunerada de sus poltronas y avivaron, como autodefensa nada presentable, el fuego de la anómala alianza PPSOE, reforzando los lazos de una táctica de supervivencia a base de hundir aún más a Asturias, según la recomendación principal del “manual de náufragos” por el que se guían, instalados en la complacencia de garantizarse un lugar en los primeros botes del “Titanic”. Con esas actitudes y con esas artimañas, es difícil entenderse y es imposible que Asturias sea aquello con lo que, desde FORO, soñamos, y a lo que venimos dedicando nuestros mejores esfuerzos.
La situación que os describo, y que todos conocemos de primera mano y hasta la padecemos en propia carne, tuvo su prólogo -que fue toda una advertencia y una declaración de intenciones que después se confirmarían- el mismo día del comienzo de la legislatura, cuando nuestra oferta de diálogo y acuerdo en la mesa del parlamento fue contestada por el PPSOE con la rocambolesca elección del Presidente de la Junta General del Principado. Quisimos tomar aquella aberración más como una pataleta que como una declaración de guerra pero, por desgracia para Asturias, esa actitud, que tenía algo de cacería sin los reglamentos honorables por los que se rigen los rituales cinegéticos, se fue ampliando en el día a día, y alcanzó su cima insuperable con el acuerdo para rechazar de plano el proyecto presupuestario de FORO para este año 2012, e imponernos el del Gobierno de Areces; es decir, el programa continuista del Gobierno anterior y que en su día había tenido el rechazo frontal del PP, pero sin ingresos para ejecutarlo. Todo esto, desde el ejercicio de socorrismo de hacerle el “boca a boca” a un documento que era ya un cadáver, hasta el “hara-kiri” ideológico del PP asturiano alineándose con lo que hace un año consideraban el programa de un Gobierno fracasado de socialistas y de comunistas, nos confirmó que, en la política regional, aquí y ahora, sólo hay dos opciones: el continuismo del PPSOE para que todo siga igual, o el cambio que FORO ofrece para sacar Asturias de la crisis.
Jamás antes en la política asturiana ni en la española se conoció una pinza PPSOE contra nadie tan innoble e irresponsable como la alianza no sé si decidida pero sí respaldada por Zapatero y por Rajoy en Asturias. Jamás antes ni, como en el caso de FORO, contra los partidos que ganaron unas elecciones, sea el PNV o CiU, ni contra los partidos que nunca las ganaron como el BNG, ERC, CC, el PAR o el PRC. Hemos sufrido en Asturias un innoble acoso político sin precedentes en España, articulado a través de la insólita pinza del PPSOE, siendo como somos una fuerza política que tiene como lema “Más Asturias, mejor España”, lo cual deja en evidencia los móviles poco dignos de la alianza. Pero la gran factura se la está endosando PPSOE a todos los asturianos con el irresponsable presupuesto prorrogado que tanto daño hace a nuestra economía, un mes después de que FORO votara, sin contrapartidas, la investidura de Rajoy. El sentido de Estado se demuestra con hechos, y nosotros en FORO somos gente responsable que estamos en la política para demostrar con hechos nuestra voluntad de servir a los asturianos sin sectarismo ni vendettas.
Precisamente porque los militantes de FORO venimos a la política con voluntad de servir, no tenemos más motivación que la de representar la voluntad de los asturianos, no concebimos la política como un oficio que garantiza puestos de trabajo fijos, y por eso no nos guía ningún afán de aferrarnos al sillón. Nuestro único propósito es defender los intereses generales de Asturias y queda reflejado en nuestro modelo de partido, en el que tampoco caben las acumulaciones de cargos de alcaldes, o concejales, con los de diputados regionales, ni nos interesan los cazacargos que van con los de la feria y vuelven con los de la procesión, porque son ejemplos de interés particular o partidista por encima del servicio a los intereses generales de la sociedad.
En FORO tenemos principios que comienzan por el compromiso cívico de respeto a la dignidad de las personas, que es la base ética de nuestro programa. Por eso quiero reafirmar que si alguien de su propio partido volviera a acusar a la nueva candidata del PP, Mercedes Fernández, de estar implicada en los lamentables sucesos del 11-M para excluirla de algún cargo, volvería a calificar públicamente de indignidad política tal comportamiento, y me sentiría incapaz de convivir en una organización que consiente tales métodos. Y, como ya expliqué en muchas ocasiones y demostré con hechos, no acepto para Asturias la condición de territorio ultramarino, por lo que me sentiría incapaz de asumir la responsabilidad del “virreinato” de una organización autonómica investido por medio de un poder vicario, en una reunión tutelada por el delegado de la metrópoli, como si Asturias fuera una colonia gobernada por el aparato central. Como al resto de los candidatos que concurren a estas elecciones le aseguro el juego limpio por parte de FORO, a la candidata del PP le deseo que jamás haya de atravesar el desierto del desprecio y de las pesadillas a las que sus actuales compañeros de partida (más que de partido) nos abocaron a algunos hace dos años, o a las que ahora mismo condenan a su improvisada número uno de las pasadas elecciones y cuyo nombre, por mera cortesía, no quiero citar.
En estas nuevas elecciones autonómicas también habrá que explicar y denunciar lo que cada uno propone para resolver los problemas de Asturias, desde las responsabilidades del Gobierno de España y desde la oposición. En la campaña de las elecciones generales del pasado mes de noviembre, desde FORO advertimos que en esta legislatura estaban en juego muchos asuntos vitales para el futuro de Asturias. Nosotros los señalamos con precisión y nos comprometimos con sus soluciones, amparándonos en la defensa de una política de solidaridad interterritorial que pusiera fin a la marginación y a la discriminación que sufre Asturias desde hace ocho años, con la indiferencia cómplice del PPSOE, por el abandono al que sometió a Asturias el Gobierno socialista de Zapatero.
Mientras el drama del paro acerca a Asturias al borde de los cien mil desempleados, el nuevo Gobierno de Rajoy anuncia la eliminación de los Fondos Mineros, lo que supone dejar sin financiación obras comprometidas en las comarcas mineras asturianas por un importe cercano a los 800 millones de euros, mientras se mantiene la amenaza de cierre de nuestros pozos en 2018. Eso sí, los responsables de la eliminación olvidan que el recorte de producciones del carbón y la reducción de 12.000 empleos mineros se cumplieron, pero ahora se plantean anular las contrapartidas pactadas en nombre de la corrección de los desequilibrios territoriales. Suena a mezquindad de los portavoces asturianos y nacionales del PP que justifiquen la “eliminación” de los fondos mineros en la mala gestión del Gobierno anterior. Si el Gobierno anterior fue malo para Asturias por el retraso en la aplicación de los fondos mineros ¿Qué se podría decir del Gobierno actual que, en lugar de corregir los retrasos de los fondos mineros, simplemente los elimina? De no rectificar tan injusto castigo a los asturianos, la política con las comarcas mineras de este Gobierno puede ser aún peor que la del anterior. Para rematar este amenazador balance, el nuevo Gobierno parece que renuncia a defender el mantenimiento de las ayudas al carbón más allá del año 2018 que FORO impulsó hace dos meses ante la presidencia polaca de la UE, y dejará al Gobierno del Principado defendiéndolas en solitario. Que nadie dude en Asturias que lo haremos.
FORO también advirtió hace varios meses que la reforma estructural de las tarifas eléctricas y el sistema de incentivos a la construcción naval son dos decisiones prioritarias y urgentes para garantizar la competitividad de nuestra industria metalúrgica, de otras grandes industrias y de nuestros astilleros. Asturias es una de las capitales mundiales del acero, del aluminio y del zinc, pero ARCELOR, ALCOA o AZSA son multinacionales con sedes centrales lejos de Asturias que deciden sus inversiones allí donde sus plantas son competitivas. Por eso, no podrán mantener el empleo en Asturias y en España si sus costes energéticos siguen siendo discriminatorios con los de sus competidores europeos. Lo mismo ocurre con nuestra industria naval. Asturias tiene unas empresas magníficas y unos trabajadores altamente cualificados, pero ARMON, JULIANA o GONDAN no pueden firmar contratos para su cartera de pedidos si no disponen del sistema de ayudas equivalentes al que disfrutan los astilleros de otros países europeos, y que el nuevo Gobierno español tiene que definir con urgencia y defender ante la Unión Europea, como también hemos exigido desde el Gobierno del Principado.
Por desgracia, el pronóstico que hicimos ya se está cumpliendo. Hace unos días fue ALCOA la que anunció la reducción de su plantilla en Avilés, y ahora es ARCELOR la que anuncia la reducción de otros trescientos empleos en Gijón y Avilés. Ofrecí por carta en tres ocasiones al ministro de Industria que aceptara una reunión para escuchar nuestros problemas y dialogar sobre las soluciones urgentes. Pero el ministro de Industria aún no ha tenido tiempo de recibir al presidente del Principado. Espero que los asturianos sean plenamente conscientes de lo que nos estamos jugando y valoren la responsabilidad de cada uno en el agravamiento de la crisis asturiana, que es la crisis de la industria española.
La nueva ministra de Fomento está obligada a resolver la situación de retrasos y paralizaciones de las grandes obras pendientes de Asturias, después de los ocho años de tomaduras de pelo del Gobierno socialista de Zapatero, porque el aislamiento con el resto de España sigue siendo un freno para nuestro desarrollo. La Autovía del Cantábrico va muy retrasada por Oriente en Llanes y por Occidente en Artedo y Otur. La Autovía del Suroccidente interior está detenida en Cornellana. En el ferrocarril, la construcción de la Variante ferroviaria de Pajares se encuentra prácticamente paralizada, no tiene vías de ancho internacional para ser de Alta Velocidad europea y carece de proyectos desde León hasta La Robla, y desde Pola de Lena hasta Oviedo-Gijón-Avilés, con los dos grandes túneles de 25 Km. perforados pero sin vías, sin señalización y sin catenaria. También la amenaza de los recortes presupuestarios amenaza con recaer desproporcionadamente sobre las infraestructuras asturianas.
En otros ministerios, nuestra ganadería está seriamente amenazada por la Política Agraria Común (PAC) con el recorte de cuotas lácteas y de las ayudas a zonas de montaña. Nuestra flota pesquera se reduce de manera imparable. No se cumplen los compromisos de aportación estatal para financiar las atenciones de las dependencias. Nuestros archivos históricos se desgajan del Archivo Nacional en Salamanca y se trasladan a Cataluña. Necesitamos un nuevo sistema de financiación de las Comunidades Autónomas, que garantice los principios de suficiencia y solidaridad entre territorios, y que proporcione los recursos suficientes adicionales para evitar que las regiones más desfavorecidas por circunstancias económicas o geográficas salgan perjudicadas, aplicando índices como la evolución del PIB, descenso de población activa o el volumen de emigración cualificada.
Todo esto justifica la invitación de FORO para que vengan en la campaña electoral a explicar sus compromisos con Asturias los Ministros de Industria, de Hacienda, de Agricultura, de Educación y Cultura y la Ministra de Fomento. Las comparecencias parlamentarias en el Congreso del Ministro de Industria y de la Ministra de Fomento ya han servido para demostrar que los parlamentarios del PPSOE guardan silencio o actúan de palmeros para echar tierra sobre los compromisos que Asturias espera para superar la actual decadencia. Solo los parlamentarios de FORO, Enrique Sostres e Isidro Oblanca, hacen oír nítidamente su voz en defensa de los intereses de nuestra tierra, lo mismo que hace desde Asturias el Gobierno del Principado.
De estos problemas tenemos que hablar para explicar a los asturianos el cambio de política que proponemos para sacar a Asturias de la decadencia, concretado en las soluciones y en los compromisos para llevarlas a cabo. Por mucho que nos presenten ahora cambios de personas en las listas del PPSOE, unos para hacer olvidar su interés por Asturias en el pasado y otros para disfrazar su falta de compromisos con Asturias en el presente, recordemos que las decisiones políticas responden siempre a las organizaciones, y estas, igual que los programas, las manejan los órganos de los partidos, que siguen dirigidos por los mismos aunque ahora se disfracen de renovadores. Unos y otros, PP y PSOE, PSOE y PP, siguen ofreciendo a los asturianos más de lo mismo, y ninguna garantía de defensa firme de los intereses de Asturias mediante respuestas concretas y urgentes en el Gobierno de España.
Desde los tiempos en que el inolvidable Rafael Fernández recompuso el socialismo asturiano y lo convirtió en fuerza estratégica para improvisar los primeros y plurales gobiernos de la autonomía, siempre se habló en Asturias del “tapado” como figura emergente, prometedora y casi mágica en la oferta electoral. Por fin, y tras los negativos años del “arecismo”, en las pasadas elecciones de mayo del 2011 se desenmascaró, como un “trasgu” o un “nuberu”, como un diosecillo de nuestra mitología, el “tapado” del socialismo asturiano, que resultó ser Javier Fernández, quien ahora repite en los cometidos que le fueron impuestos desde los dramáticos tiempos de Rodríguez Zapatero. Aunque no me corresponda en el respeto, aprecio en el candidato del PSOE su educación en las buenas formas y hasta su cortesía. Pero a Javier Fernández, secretario general desde hace doce años del partido de gobierno que nos condujo a la decadencia asturiana, todavía no le hemos escuchado algún propósito de enmienda para depurar los escándalos de corrupción con el dinero de las escuelas infantiles de su Gobierno autonómico, para corregir el despilfarro de los sobrecostes de las obras públicas, para combatir la falta de transparencia de los chiringuitos que derrochaban sin control alguno el dinero público. Todavía no le hemos escuchado una sola propuesta de rectificación ni tampoco hemos podido leer un simple folleto suyo, que continúe la tradición de los libros que acostumbraban a publicar los presidentes del Principado Pedro de Silva y Juan Luis Rodríguez Vigil para exponer sus ideas sobre Asturias y su futuro. Solo sé que le molestan mis libros, y también que no se siente responsable de la corrupción que investiga la justicia, de los sobrecostes y del despilfarro que arruinaron la economía regional, de la falta de transparencia galopante en el manejo del dinero público -por ejemplo, en la Fundación Niemeyer- que nos han conducido al estancamiento y al record histórico del paro. El líder asturiano del partido que estuvo gobernando España los últimos ocho años y Asturias otros doce años no se siente responsable de la decadencia de Asturias ni tampoco de los acuerdos y de las alianzas con el PP. Lo malo para Javier Fernández es que, contra los datos estadísticos del INE, contra los Diarios de Sesiones de la JGPA, y contra las fotografías de las obras públicas paralizadas y de las hemerotecas, no le sirven los chascarrillos de descalificación personal que le preparan sus estrategas, mientras se hunden los resultados del PSOE donde mejor lo conocen, en su pueblo, en Mieres, para que nadie se lleve a engaño.
No es frecuente que, en un acto político, haya una referencia explícita a un medio de comunicación social pero, en este caso, dada la posición insólita de “La Nueva España”, convertida en el cooperante necesario del entramado PPSOE, o en la tercera pata de esa banqueta, me tengo que referir a él puesto que, más que como un periódico, actúa como un actor interesado no en el servicio a la verdad sino en la difusión de la doctrina del penoso pacto. Si el propietario de ese medio o su delegado en Asturias se presentasen a las elecciones, uno en las filas socialistas y el otro en las populares, todos entenderíamos mejor lo que está ocurriendo. Pero prefieren moverse en las bambalinas, que les viene produciendo muchos beneficios económicos y que les hace considerarse importantes e influyentes. No sé si la asunción de esos papeles, siempre con el incensario para adular y el cepillo del sacristán para recaudar, les causa algún problema de conciencia, pero lo que sí ha producido es un hecho infrecuente que llamaría de “adhesión comercial a la verdad del que paga”. A alguno le llamará la atención que me adhiera, a pies juntillas, a la coherencia de lo que, bajo la cabecera del periódico, define a “La Nueva España”: “Diario independiente de Asturias”. No hay definición más perfecta de quien es ajeno a la realidad de su país, y de quien convirtió la costumbre en vicio porque, siempre que a esa independencia puso un precio, aparecieron poderosos clientes. Pero con el Gobierno de FORO, que no es independiente de Asturias, sino radicalmente dependiente de su realidad, han pinchado en hueso: no entendemos la política como un oficio que requiera publirreportajes como los que acostumbra a dedicar a sus patrocinadores. No sé si merece la pena recordar lo que todo el mundo sabe: que en esta campaña electoral vamos a tener a ese periódico en contra, rabiosamente en contra, con su actitud mezquina y miserable que descalifica a quien la mantiene. A nosotros aquí nos tienen: FORO, el único partido dependiente de Asturias. ¡El único!. En fín, ya hice bastante propaganda, y gratuita, a “La Nueva España”, y voy a terminar con palabras más gratas.
Asumo, amigas y amigos, al lado de los demás candidatos, la tarea de lucha por Asturias, si cabe, con más entusiasmo que nunca. Estoy profundamente agradecido por el afecto y la complicidad de mis paisanos. El gran protagonista de esta historia es el pueblo asturiano que ha emitido reiteradamente un mensaje de esperanza que en FORO hemos intentado modular y articular con las herramientas que tenemos a mano: el esfuerzo, el rigor, la dedicación, el compromiso, la imaginación y la decencia. Lucharemos todos desde FORO por una Asturias normalizada en su estructura socioeconómica, por la prosperidad de los ciudadanos, por la ilusión en el presente y en los tiempos venideros, y dejemos atrás para siempre la pesadilla de un paraíso apedreado por los jamones que vuelan en cestas de Navidad y por los pactos ocultos, y no tan ocultos, del viejo tinglado de la antigua farsa que nos condujo a la decadencia.
Uno de los más bellos discursos que recuerdo es el que pronunció en 1946 el Primer Ministro y Premio Nóbel de Literatura, Winston Churchill, en Zurich, y que podría considerarse el primer manifiesto en favor de la idea de la nueva Europa para sacar al viejo continente de su postración. Permitidme parafrasearlo para resumir y lanzar nuestro mensaje de esperanza y de confianza a la sociedad asturiana para pedir su apoyo. Los militantes de FORO tenemos que apadrinar la idea de la nueva Asturias y debemos defender el derecho de los asturianos a vivir y a brillar. Por eso os digo, en los albores de una nueva cita histórica con las urnas, ahora toca pensar, decidir y trabajar por Asturias.
¡Levantemos Asturias!
¡Trabajemos sin descanso para conseguirlo!
Muchas gracias
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