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jueves, 18 de marzo de 2010

Igualitarismo no es igualdad


El mito de la igualdad social es idéntico en su categoría ontológica al misterio de la Santísima Trinidad. El igualitarismo es una ideología extraordianariamente perniciosa en la que se sostiene el socialismo de José Luis, porque la búsqueda de la igualdad que pregona es una de las patrañas ideológicas mejor urdidas de la historia occidental.

Verán ustedes, un liberado sindical y un parado son iguales, porque ninguno de los dos trabaja (aunque uno cobre por someter en el paro a su fraterno semejante y otro las pasa putas viendo como se lo lleva calentito). Una feminista que trabaja en el instituto de la mujer y un ama de casa con cuatro hijos que no sabe que inventar para darles de comer, son iguales, son mujeres, la feminista dice que defiende los derechos del ama de casa –por lo que cobra todos los meses- pero el ama de casa, sigue sin saber que darle de comer a su familia todos los meses.

El igualitarismo es una utopía social, que promociona la falsa idea de que los ciudadanos deben ser iguales, mientras que para lo único que sirve es para procurar injustos privilegios a los afines, por pregonar su altruismo de boquilla. La fe mueve cuentas como montañas.

Los conservadores pretenden la igualdad diacrónica, que pase lo que pase, los de arriba permanezcan arriba y los de abajo, sigan abajo. Los nacionalismos buscan la igualdad sectaria, de repartir privilegios exclusivamente entre los nacionalistas, privando a todos los demás de su bienestar.

La igualdad social absoluta sólo puede obtenerse en una sociedad totalitaria, bien de corte comunista o fascista, pero lo que si logra es colocar a todos los que la pregonan como hace doscientos años se colocaban los clérigos en los monasterios para comer mejor que los demás en la defensa de la fe del cristianismo.

El igualitarismo pretende que si un ciudadano tiene cuatro que ha conseguido con su esfuerzo, mérito y trabajo, debe tener dos para que otro ciudadano que no ha pegado palo al agua en su vida también tenga dos. ¿Es eso justicia?. No, eso es un robo.

El igualitarimo pretende que si una comunidad tiene diferencias entre hombres y mujeres, si se invierte en las causas de las mujeres (fundamentalmente en los sectores que defienden al Gobierno), al final se logrará igualdad. Nada más lejos de la realidad, porque lo que se obtendrá es una nueva desigualdad de signo contrario, en este caso favorecida por el Gobierno correspondiente que ha decidido la estupidez.

Sólo hay una posibilidad de igualdad para los ciudadanos, la fundamentada en la Ley, porque las leyes justas deben ser ecuánimes y reducir los privilegios de los poderosos. Nuestra Constitución deja bien claras las cosas al respecto: "todos los españoles son iguales ante la Ley". ¿Como se puede permitir que un gobierno haya sacado una Ley como la de Violencia de Género que sea inconstitucional de iure y de facto, y los órganos de representación de la justicia no digan ni esta boca es mía?.

La igualdad nunca puede ser una causa, siempre es una consecuencia, un resultado de la justicia, del buen hacer del poder, no de las banderas que enarbola para perpetuarse.

Biante de Priena

Revolución Liberal en marcha



Es hora de hablar claro sobre el futuro, queridos compatriotas, la política de José Luis está vista para sentencia y condena. Si lográramos que Rajoy se fuera con él, estaríamos definitivamente en el buen camino. El escenario en el que nos encontramos es el peor de los posibles, con un gobierno absolutamente noqueado y una oposición zombi. ¿Nos merecemos los ciudadanos españoles tanta mezquindad e incompetencia?.

Recordarán que hace tres o cuatro años cuando surgía una noticia de corrupción política los mentideros bullían durante semanas, hoy estamos presenciando noticias de corrupción política cada día y lo único que hacemos es mirarnos perplejos esperando que alguien haga algo. Nadie va a hacer nada, si no lo hacemos nosotros, cada uno de todos nosotros.

Dejemos de perder el tiempo

Pero no se trata de maquillar la realidad, ni de mirar a otro lado como pretenden los de la campaña “estosololoarreglamosentretodos.org”, sin reconocer quienes han sido los responsables del desaguisado en el que vivimos, ni siquiera de reunirnos en una protesta colectiva como la iniciada con la campaña “Dimite ya!” –y que apoyamos desde esta página-. Todo esto está muy bien para entretenernos, para ver que todavía queda gente en este país dispuesta a comprometerse por el bienestar común, pero no es suficiente.

Ahora que la política es el tercer problema de este país según la última encuesta de opinión del INE (tras el paro y la crisis económica), no debemos conformarnos con la alternancia del poder, primero el PSOE con los nacionalista, después el PP con los nacionalistas y de nuevo el PSOE con los nacionalistas. Mientras la pobreza que afecta a 1 de cada 5 españoles permanece inamovible con todos los gobiernos y la riqueza cada día se relaciona más con el poder político.

El movimiento social que se está desarrollando en estos momentos en las redes sociales es expresión directa de lo que ocurre en la calle. Las cosas están muy mal y peor que se van a poner. Los medios de comunicación –todos subvencionados, todos sometidos a la presión de la red- omiten relatarnos la verdadera situación en la que estamos viviendo.

La crisis económica en la que estamos en España no la resuelve el PSOE, y menos cometiendo torpezas sin descanso, tampoco el PP puede resolverla, y menos aún con la participación de los nacionalistas, que siempre miran por su interés particular antes que por el común. Del partido de Rosa Díez prefiero callarme lo que pienso.

En estas circunstancias, esto sólo se puede arreglar dejando atrás los partidos políticos convencionales y concediendo a nuevas formaciones políticas genuinamente democráticas, nuestro apoyo electoral. Las nuevas formaciones deben estar lejos del enfrentamiento maniqueo y la confrontación habitual entre partidos políticos como el PP, el PSOE y los nacionalistas, que pertenecen a la memoria histórica, definitivamente han caducado.

Ha llegado la hora de la cohesión liberal

España necesita un partido liberal, abierto, horizontal, español, honesto, radical, democrático y extraordinariamente respetuoso con la justicia. Si en España no hay un partido liberal, no es porque no haya liberales suficientes para formarlo, sino porque todos los partidos políticos convencionales se han encargado de impedir su formación de forma activa a lo largo de estos años -en los experimentos de Ciutadans y UPyD se puede comprobar-.

Desde la disolución del CDS, en España la representación de los liberales ha sido fagocitada por el PP –antes lo había sido por el PSOE-, pero la mayoría de los ciudadanos de ideología liberal no nos hemos sentido representados por los partidos mayoritarios, y mucho menos por los nacionalistas, que como el PNV y CDC, se han integrado en el grupo parlamentario liberal europeo (ALDE).

Los liberales vivimos en orfandad en el momento presente, hay varias iniciativas en marcha que pretenden reunirnos bajo la bandera de la libertad y la democracia –Movimiento Democrático, Asociación Cívica Foro de Babia, Regeneración Democrática, etc-, fundamentalmente creadas tras los intentos fallidos de organizar una formación política horizontal en el partido Ciutadans, y posteriormente en UPyD. Hay numerosas plataformas en internet –esta es una de ellas- que llevan años trabajando por la cohesión de los liberales herederos del constitucionalismo, los socialdemócratas no sectarios y los radicales racionales y en concreto todos los que pensamos que el fuero es más importante que el huevo, porque sin fuero no hay huevo para todos, reunidos en un proyecto común y transversal, en el que la homogeneidad de planteamientos sea un destino surgido del debate y no la decisión fosilizada fundamentada en los principios inamovibles de una ideología determinada.

La cohesión de los liberales (y otras ideologías realmente democráticas) bajo el pabellón de la libertad y un proyecto compartido es imprescindible para que España pueda salir de la crisis, porque los partidos políticos con representación parlamentaria han sido sobrepasados por los acontecimientos. El PSOE y el PP han tocado techo y no dan para más. En estos momentos ambos partidos forman mucho más parte del problema que de una posible solución.

España necesita un cambio radical en la forma de hacer política, y la mejor forma de conseguirlo es apartar del poder al PSOE y al PP al mismo tiempo, porque de otra forma todos los pesebres de los que se sirven y patrocinan con nuestro dinero, les mantendrán en el poder eternamente.

El PP y el PSOE se han convertido en un estorbo para que este país pueda salir adelante y no hay ninguna alternativa que les pueda arrebatar el poder. Estamos ante un momento histórico que recuerda al primer constitucionalismo de 1812. Los políticos son invasores de nuestra integridad común y nuestra forma de vivir particular, al igual que lo fue Napoleón. Los políticos son aprovechados que solo buscan el poder absoluto, como lo fue el felón de Fernando VII.

Hace 198 años unos liberales de todas las comunidades de España se levantaron contra el invasor francés y contra el tirano español, dotando a este pueblo de su primera Constitución, configurando la Nación española como organización suprema de nuestra vida común y elevando el imperio de la Ley por encima de las cabezas de todos los españoles.

Lo hicieron en muchas peores circunstancias que las que ahora tenemos, con guerra y hambre, la revolución española fue posible exclusivamente porque los españoles la hicieron real. Nadie guió a nadie, todos hicieron lo que debían hacer y nuestros antepasados se libraron de todos los que querían oprimirlos y obtener privilegios a su costa, aunque tras los años regresaron, pero desde entonces la lucha entre ciudadanos que no quieren ser oprimidos y poderosos que quieren oprimirlos no ha cesado. Los liberales nunca nos hemos rendido ante el poder.

Quedan dos años para el bicentenario de la Revolución española, van a ser dos años muy difíciles, en los que vamos a ver muchas cosas que ni nos imaginamos, pero si comenzamos hoy, estoy seguro de que los españoles seremos capaces de conseguir apartar a los nuevos usurpadores del poder, pero sólo lo lograremos si cada español ocupa el lugar que le corresponde en la realidad, al lado de todos los que compartimos que así no podemos continuar.

La unión nos dará la fuerza que necesitamos, que cada uno responda ante su conciencia de la decisión de unirse o separarse del objetivo común. España seguirá siendo España, solo si los liberales desplazan del poder a todos los demás partidos políticos y quedan sólo dos años para conseguir ese objetivo, hay que trabajar duro, con inteligencia y tesón, porque el objetivo se lo merece, ¿si no logramos el país que queremos de qué nos sirve la democracia?.

Biante de Priena

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