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viernes, 25 de abril de 2014

El empleo en España y otras mitologías



En términos efectivos, el empleo de un país, más que por su tasa de paro, o su población activa, se mide por un dato que no aparece habitualmente en los medios: LA TASA DE ACTIVIDAD, que es la población laboral que puede absorber el país. Esta población es la que crea el PIB del Estado, la mano de obra efectiva y real para las condiciones de ese país (Datos INE).

Actualmente la tasa de actividad en España es del 59,43 %, que se ha mantenido constante a lo largo de toda la crisis desde el año 2008; durante ese periodo el rango entre la cifra más baja y la más elevada ha sido de: 59,35-60,15, quiere esto decir que en España durante toda la crisis ha trabajado aproximadamente  un 60 % de la población.

El 60 % de la población activa es lo que puede emplear nuestro país y a pesar de los cambios económicos que han creado una cifra que ronda los 6 millones de parados, la cifra de actividad laboral se ha mantenido constante. 

En realidad, esta cifra oculta un dato importante, y es el crecimiento de la proporción de empleados públicos sobre empleados totales. Si en los últimos diez años se ha producido un desempleo que ha llegado hasta el 26 % de la población activa, esto no ha ocurrido en la población correspondiente a los empleados públicos, que han ido creciendo en proporción, hasta una cifra próxima al 18 % de todos los trabajadores de este país, creciendo durante los últimos diez años un 25 %, mientras los empleos generales se reducían en un 25 %.

Actualmente tenemos en España alrededor de 3 millones de empleados públicos y una población activa según EPA de 17,1 millones. Si en España siguiéramos la misma ratio de empleados públicos por población activa que en la UE 27, que es de un 8,5 %, para la población activa total que hay en España nos corresponderían aproximadamente 1,5 millones de empleados públicos (la mitad de los que tenemos actualmente), y si el empleo público hubiera seguid la misma tendencia que el empleo general en los últimos diez años, es decir, reducirse un 25 % y no aumentar un 25 %, tendría que quitarse un 50 % a los 3 millones actuales, con lo que tendríamos también 1,5 millones si el empleo público siguiera la misma tendencia que el empleo general. De ahí el corolario que se extrae de esta condición: en España necesitamos dos trabajadores públicos para hacer lo mismo que en Alemania hace uno solo.

El desequilibro laboral en España proviene precisamente del exceso de empleados públicos que no nos corresponden a la población activa que tenemos, aproximadamente 1,5 millones, con en una estimación del gasto que suponen este se elevaría a 75.000 millones de euros, que prácticamente es el déficit del Estado, que no ha bajado de esa cantidad durante los últimos siete años. El déficit del Estado nos lleva al endeudamiento de unos 100.000 millones de euros por año, que no ha cesado tampoco durante los últimos siete años. 

Pero también con el agravante de que ese dinero dedicado a la creación de riqueza y la inversión pública, en vez de al mantenimiento de una desmesurada burocracia, permitiría que nuestro país saliera más deprisa de la crisis, y por tanto, se resolvería mucho más deprisa el problema del paro. En realidad, la política mantenida por los gobiernos de Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy no sólo no se ocupa de resolver el problema de los parados de este páis, sino que los condena a permanecer eternamente en el paro, porque la economía española, con el lastre innecesario de empleados públicos, difícilmente podra crecer en las dos próximas décadas.

Como la recaudación ha disminuido a pesar de que en España pagamos una da las cuotas más elevadas de impuestos de Europa, resulta que mientras tengamos el excedente de empleados públicos en relación a lo que nos correspondería en términos europeos por nuestra población activa real, el déficit seguirá creciendo cada año al igual que la deuda, y posiblemente los impuestos.

La solución sería incrementar la población activa ¿y cuánto tendría que incrementarse para poder permitirnos en este país los 3 millones de empleados públicos que tenemos?, pues es fácil de calcular por una simple regla de tres, tendríamos que tener en proporción a otros países europeos un 8,5 % (cuando tenemos cerca del 18 %, el doble), es decir necesitaríamos tener una población activa de 35,3 millones de trabajadores (Alemania tiene 42 millones con más del doble de población).

La burbuja de empleo público tendrá que estallar más pronto que tarde en España, porque no puede mantenerse asfixiado un país con los impuestos más elevados de Europa para concedernos un número de empleados públicos que no nos podemos permitir y cuanto más tarde en estallar, más problemas de endeudamiento tendremos y más puestos de trabajo se seguirán destruyendo en el sector no público, además de arriesgarnos a entrar en una espiral de deflación que puede durar 25 años, como la que vive actualmente Japón.

No es cierto que los problemas de la crisis no tengan solución, la crisis se está manteniendo con conocimiento de causa por parte del Gobierno, asfixiando cada día más a los españoles, a todos los españoles, también a los empleados públicos, con tal de mantener una estructura burocrática del Estado con un excedente que en su mayoría proviene de las autonomías y en un número importante, han sido colocados por motivos políticos, más que por motivos necesarios. Aunque la administración central del Estado y las entidades municipales, también contribuyen al excedente, lo hacen en menor proporción. 

Es el excedente laboral autonómico el que nos está arruinando a todos.


Enrique Suárez

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