Hace unos meses escribí un artículo, por ahí andará, en el que decía que la política estaba cambiando tanto que en pocos años nada sería igual, ni siquiera parecido a lo que hoy conocemos.
Los políticos no se dan cuenta de que no pueden seguir engañando a la gente, porque en la era de la comunicación que estamos viviendo, la información fluye sin interrupción.
Se decía hace unos años que la información era poder, siempre he pensado que todavía proporciona más poder la comunicación, como decía Mac Luhan: el medio es el mensaje.
El medio, hoy, es internet. Tanta información surge en un día que nadie es capaz de disponer de su totalidad, por eso la información se va canalizando por áreas determinadas, se indexa y clasifica, para que los ciudadanos podamos acceder a sus contenidos.
El poder administra los medios de comunicación escritos y audiovisuales, pero no controla internet, y ahí es donde la discrección que requiere para sus acciones se desvanece. Por supuesto que se puede intoxicar, maquillar, interpolar, o deturpar los mensajes, pero al igual que no se pude tapar el sol con la mano, es imposible que se pueda ocultar algo de interés para los ciudadanos por mucho que se intente.
Ha ocurrido con el escape nuclear de la central de Ascó, ha ocurrido con la metedura de pata de Hillary Clinton con los agricultores norteamericanos, ha ocurrido con Zapatero diciendo que le interesaba crear tensión. El caso Watergate y el caso Lewinsky, hicieron más por el cambio de un color de gobierno que todas las críticas de la oposición.
Los ciudadanos, por primera vez, tenemos acceso a la información, por eso los políticos tratan de entretenernos mostrándonos la chistera a ver si nos convencen de que en su interior hay algo que no sabemos lo que es, y nuestra curiosidad nos hace quedarnos atentos a sus movimientos.
Se están produciendo los primeros movimientos por parte de los grandes medios de comunicación para impedir que la red sea la cadena de distribución más importante, el caso de la Televisión Privada francesa contra Youtube no es el primero, ni será el último.
Hoy no es necesario acudir a los diarios, las revistas, las emisoras de radio, o las cadenas de televisión para estar informados, hay numerosos actores voluntarios que se ocupan de transmitir todas las noticias que surgen en cualquier lugar del mundo, y nadie puede impedirlo.
El mundo está cambiando tan deprisa que las riendas del poder se están escapando por primera vez de las manos de los poderosos, se está produciendo una evolución que jamás habríamos soñado con anterioridad: los mecanismos que permitieron mantener el poder en las oligarquías correspondientes se están desvaneciendo. Los jóvenes no leen un periódico, pero todos los días se sientan ante la pantalla de su ordenador.
Los partidos políticos menos transparentes serán los más afectados por la divulgación de información por fuentes alternativas. Los partidos más sectarios como IU o ERC han sido las primeras víctimas, pero no serán las últimas.
Y por otra parte, no se admitirá ninguna nueva formación que no haga de la transparencia política una norma de obligado cumplimiento.
Hace unos meses, poco antes de abandonar Ciutadans, hice una propuesta que no salió adelante, que el congreso del partido fuera abierto y cualquier ciudadano o militante pudiera asistir a él, por supuesto, los que estaban al lado de Rivera se opusieron. Hoy se puede decir que Ciutadans está muerto, porque hasta los más fieles seguidores de Rivera lo están abandonando.
Con UPyD ocurrirá lo mismo, la gente que está en la dirección del partido no sabe lo que tiene entre manos, no tienen ni idea de que su formación política no puede existir contra la transparencia y la coherencia. Se ha visto recientemente en UPyD Cataluña. Se está viendo en el Partido Popular con páginas como Esperanza2012.com, Gallardón2012.com, o DemocraciaPP.es
Se está acabando una época, los partidos políticos necesitan hacerse transparentes a la sociedad, porque si no lo hacen, serán desbancados de la política, por los movimientos ciudadanos que si lo serán. La selección natural en la política española ha comenzado, y al igual que ocurrió en el pasado, los pequeños mamíferos están dispuestos y preparados para sustituir a los dinosaurios tras su extinción.
Biante de Priena