Los políticos pierden credibilidad cuando cometen incoherencias. Un caso singular es el de Rosa Díez y las listas abiertas dentro de su partido.
En el vídeo grabado en Oviedo el 21 del 11 de 2007, se puede apreciar como Rosa Díez dice: "yo soy defensora de las listas abiertas", -a pesar del corte (1:10)-, lo que se confirma en otros medios como
La Nueva España y el
blog de José Sobrado.
Sin embargo, a pesar de
las manipulaciones en la prensa, no hay tal cosa en el reglamento que se propone para elegir la dirección de UPyD, la ejecutiva del partido, que será seleccionada con una lista cerrada y bloqueada por designación directa de Rosa Díez o quien corresponda, y que sólo podrá ser ratificada por los militantes (y no rectificada).
En el caso del Consejo de Dirección, el órgano de máxima autoridad y representación del partido, será por LISTAS CERRADAS de 21 miembros que podrán ser presentadas por cualquier afiliado.¿Quién se atreverá a votar contra la lista monolítica de Rosa Díez?. Así que lo que diga Rosa Díez será el partido, y no lo que diga el partido será Rosa Díez. ¿Lo pillan?.
Si la ejecutiva del partido, que es el máximo órgano de poder (algo parecido a un comité central) tiene el control absoluto del poder, y nadie puede rectificarlo entre congresos -algo similar a lo que ocurre en el seno del PSOE- aquí tenemos una fórmula de elección de listas abiertas para lo consultivo y de listas cerradas para el ejecutivo. Todos pueden opinar, pero sólo los elegidos para la gloria por el líder o la lideresa, pueden decidir.
¿Qué tiene que ver esto con la democracia participativa y la regeneración democrática que ha pregonado Rosa Díez por toda España?.
Así no se va a ninguna parte. Un caso más de la misma degeneración democrática de siempre. Malos tiempos para la lírica.
Erasmo de Salinas