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domingo, 4 de marzo de 2012

Hablar mal de Cascos, no resuelve los problemas de Asturias


Se merece un análisis pormenorizado, la falacia “ad hominem” permanente que se han organizado entre los partidos que compiten en Asturias por la representación electoral para los comicios del 25-M. Si tenemos en cuenta que Francisco Álvarez Cascos ha tratado de gobernar Asturias durante siete meses, algo que han impedido en coalición de intereses el PSOE+IU y el PP, resulta extraña su cerrilidad manifiesta, prodigio de contumacia, al empeñarse en seguir insistiendo que el único problema que les preocupa a todos ellos es Cascos...y no Asturias.

No creo que logren entenderlo, pero cualquier asturiano sabe que hablar mal de Cascos no resuelve los problemas de Asturias y hacerlo sin interrupción, indica miedo, obsesión y paranoia, al mismo tiempo, además de una notoria ausencia de inteligencia.

Sin embargo, es evidente que si los candidatos del PSOE y el PP, y en menor grado los de IU y UPyD, siguen insistiendo en la cuestión, es por que Asturias les importa muy poco y Cascos mucho, de lo que se deduce que lo que les preocupa realmente es denigrar a Cascos como sea, para desplazarlo de las preferencias de los asturianos y asturianas, pero no ofreciendo alternativas a las propuestas de Cascos, sino tratando de amordazarlo, vituperarlo y soslayarlo. La misma política que se sigue habitualmente desde La Nueva España, La Voz de Asturias y la RTPA, en menor grado desde El Comercio, y por supuesto desde los sindicatos y los empresarios, desde los chiringuitos y los pesebres, y desde esa "sociedad cubil" que se ha creado en Asturias alrededor del duerno público.

En Asturias, hay actualmente una división entre aquellos que hablan mal de Cascos y aquellos que hablan de que Asturias tiene severos problemas, que precisamente han creado los que hablan mal de Cascos, unos desde el Gobierno (PSOE+IU) y otros desde la ausente oposición del PP, que ha vivido de rentas hasta que Cascos decidió presentarse como candidato a la Presidencia de Asturias y tener la desfachatez de ganar las elecciones, con su partido, Foro, creado hace tan sólo un año.

Pero también, no le pasará desadvertido al lector que piense por si mismo, que mientras los adversarios de Cascos hablan mal de él, omiten dar explicaciones sobre sus responsabilidades y las de sus partidos, de la penosa situación que atraviesa Asturias.

Javier Fernández, hablando mal de Cascos, no tiene que dar explicaciones del “Caso Marea” (el Gürtel del PSOE), ni de los jamones, ni de los chiringuitos, ni de los sobrecostes, ni de la demografía asturiana, ni de la tasa de actividad laboral, ni de los 89.000 parados que dejó Areces, ni de las cuentas ocultas, ni de como puede explicarse que Asturias sea la comunidad española con más riesgo de empobrecimiento, la que tiene más posibilidades de consunción, la que tiene mayor tasa de emigración juvenil, o la que ha perdido más posibilidades de resolver su precaria situación en el futuro. Evidentemente, hablar de Cascos le ahorra darnos explicaciones sobre las responsabilidades de su partido en la debacle que se ha organizado durante los últimos doce años de Gobierno, con el deterioro general que ha organizado en el Principado, el PSOE y el Presidente Areces.

En el caso de Mercedes Fernández, la candidata del PP que ayer aplaudía a Cascos y hoy lo abomina, prefiriendo las siglas que le dan de comer a la persona que le brindó un porvenir en las siglas, también se puede comprender que hablar de Cascos le evita explicar a los asturianos por que su partido ahora le da la razón en lo que Cascos decía hace tan solo un año, por que han apartado a los que han impedido que Cascos gobierne, por que han rectificado y han decidido vender la burra, poniéndola en la cabeza de cartel para tratar de embaucar a los asturianos presentando “lo más parecido a Cascos que tienen”. Cierto que así tampoco nos explica por que su partido se ha pasado los últimos siete meses pactando con el PSOE contra FORO, impidiendo el Gobierno en Asturias, por que han preferido promover los presupuestos de Areces, que tan solo hace un año habían rechazado. También le resulta rentable a Mercedes Fernández seguir hablando de Cascos, así no tiene que dar explicaciones del comportamiento infame que el partido de la gaviota ha tenido con los asturianos, impidiendo que el partido de Alvarez Cascos haya podido gobernar en condiciones.

Pero al mismo tiempo, y esto es válido tanto para el PP como para el PSOE, hablar mal de Cascos también les conviene por que así no nos hablan de su proyecto para Asturias, de sus propuestas, de qué piensan hacer –distinto de Cascos- para resolver los problemas de Asturias. Lo que demuestra, en cierta forma, que eso no les importa lo más mínimo, no lo han tenido en cuenta, porque su obsesión es acabar con Cascos como sea, no resolver los problemas de Asturias y los asturianos.

Como decía con anterioridad, en Asturias se han formado dos grupos bien diferenciados: los reaccionarios (PSOE+PP+IU, más La Nueva España, La Voz de Asturias, la RTPA, los sindicatos, etc) que hablan mal de Cascos y no ofrecen soluciones para Asturias, y todos los demás, es decir los de FORO y los asturianos que van a decidir en las urnas que si su interés es que Asturias salga adelante, no pueden apoyar a aquellos que les hablan de Cascos, que al fin y al cabo, es su problema, no el de los asturianos que seguramente pensarán que más solucionará quien ha logrado reunir a todos los incompetentes que han tenido el poder en Asturias y la han arruinado, en un bando tan definido, que ni muestran la más mínima discrepancia entre ellos y que tiene como único objetivo tumbar a Cascos como sea.

Me parece que lo único que se está mostrando con esta campaña de difamación permanente contra Cascos, es realmente el miedo que tienen a que vuelva a triunfar en las elecciones del 25-M, y cuando el PSOE y el PP actúan al alimón, sabiendo que tienen encuestas semanales en sus respectivos partidos, es que han comprobado que Cascos y Foro tienen muchas posibilidades de volver a repetir la hazaña del 22-M del año pasado, e incluso, de mejorar ostensiblemente sus resultados.

Que sigan hablando de Cascos, aunque sea mal, que Asturias sabrá que quienes lo han hecho mal están señalando a quien puede hacerlo bien. A veces, es triste contemplar como los políticos del PSOE y el PP se piensan que los asturianos somos idiotas de libro, que vamos a creernos, ahora, lo que nos dicen cuando llevan doce años engañándonos sin vergüenza alguna.

Cada día podemos comprobar que Asturias le preocupa a Cascos, mientras que a sus adversarios les importa mucho más Cascos, que Asturias.

Enrique Suárez

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