"Como siempre, el lacayo Uriarte sólo abría la boca para soltar una culebra telonera, anunciadora del regreso a escena del estelar Setién. Este obispo de Satanás, máxima encarnación del mal que corroe a la iglesia vasca, ha declarado hoy que sintió "dolor y tristeza" porque el último atentado iba "en contra del clima necesario para dialogar". Este genuino amigo de los etarras, consolador de sus familias y patrocinador de sus odios, rencores y frustraciones, ha servido nuevamente de recadista de los asesinos."
La rebelión cívica contra Eta, contra los nacionalistas y contra la complicidad del gobierno y del Psoe lleva ya varios días expuesta al fuego "amigo": la campaña de El Mundo contra Alcaraz y contra la AVT, por ejemplo. O los enésimos desaciertos de Rajoy, en Almería el 24-N y con los amigos de los amigos de Eta en la concentración fantasma de un martes de infamia.
Pero eso no es nada comparado con lo que se avecina. Para muestra, en un fin de semana discreto, sumergido en un puente-túnel en el que las noticias son el tiempo y los accidentes de carretera, vuelve Uriarte, ya saben, el obispo-lobo justamente acribillado (periodísticamente hablando) por Carlos Herrera hace ya algunos años. Se ha expresado la máxima autoridad eclesiástica de San Sebastián para lamentar que algunos comunicadores de la Cope sean demasiado agresivos con los asesinos y con quienes conversan con ellos.
Como siempre, el lacayo Uriarte sólo abría la boca para soltar una culebra telonera, anunciadora del regreso a escena del estelar Setién. Este obispo de Satanás, máxima encarnación del mal que corroe a la iglesia vasca, ha declarado hoy que sintió "dolor y tristeza" porque el último atentado iba "en contra del clima necesario para dialogar". Este genuino amigo de los etarras, consolador de sus familias y patrocinador de sus odios, rencores y frustraciones, ha servido nuevamente de recadista de los asesinos. Aunque, pensándolo bien, no es imposible que las cosas sean exactamente al revés, y que los recaderos sean los pistoleros sin sotana, al servicio de un mal envuelto en la impostura de un clero despreciable, que debería rendir cuentas ante nosotros antes de arder en el fuego eterno que le espera en el más allá.
Ya he tenido la oportunidad de expresarme sobre este asunto tan doloroso para millones de cristianos amantes de la libertad y de la justicia. Pero ahora que los cura-etarras caminan a descubierto, ha llegado también la hora de que la Conferencia Episcopal y la máxima autoridad de los creyentes católicos, desde el Vaticano, pongan orden en ese nido de víboras, de cuyos seminarios ha bajado y crecido el río de sangre que inunda las calles de España desde hace ya más de cuarenta años.
Dante Pombo de Alvear
La rebelión cívica contra Eta, contra los nacionalistas y contra la complicidad del gobierno y del Psoe lleva ya varios días expuesta al fuego "amigo": la campaña de El Mundo contra Alcaraz y contra la AVT, por ejemplo. O los enésimos desaciertos de Rajoy, en Almería el 24-N y con los amigos de los amigos de Eta en la concentración fantasma de un martes de infamia.
Pero eso no es nada comparado con lo que se avecina. Para muestra, en un fin de semana discreto, sumergido en un puente-túnel en el que las noticias son el tiempo y los accidentes de carretera, vuelve Uriarte, ya saben, el obispo-lobo justamente acribillado (periodísticamente hablando) por Carlos Herrera hace ya algunos años. Se ha expresado la máxima autoridad eclesiástica de San Sebastián para lamentar que algunos comunicadores de la Cope sean demasiado agresivos con los asesinos y con quienes conversan con ellos.
Como siempre, el lacayo Uriarte sólo abría la boca para soltar una culebra telonera, anunciadora del regreso a escena del estelar Setién. Este obispo de Satanás, máxima encarnación del mal que corroe a la iglesia vasca, ha declarado hoy que sintió "dolor y tristeza" porque el último atentado iba "en contra del clima necesario para dialogar". Este genuino amigo de los etarras, consolador de sus familias y patrocinador de sus odios, rencores y frustraciones, ha servido nuevamente de recadista de los asesinos. Aunque, pensándolo bien, no es imposible que las cosas sean exactamente al revés, y que los recaderos sean los pistoleros sin sotana, al servicio de un mal envuelto en la impostura de un clero despreciable, que debería rendir cuentas ante nosotros antes de arder en el fuego eterno que le espera en el más allá.
Ya he tenido la oportunidad de expresarme sobre este asunto tan doloroso para millones de cristianos amantes de la libertad y de la justicia. Pero ahora que los cura-etarras caminan a descubierto, ha llegado también la hora de que la Conferencia Episcopal y la máxima autoridad de los creyentes católicos, desde el Vaticano, pongan orden en ese nido de víboras, de cuyos seminarios ha bajado y crecido el río de sangre que inunda las calles de España desde hace ya más de cuarenta años.
Dante Pombo de Alvear
3 comentarios:
Magnífico cañonazo anímico, Dante, un agudo e intenso ejercicio espiritual para auténticos cristianos y ateos convencidos.
Saludos.
¡Bravo! Alto y claro
No se por qué, Dante, pero hoy he estado buscando este texto para cosas mías. Y al leerte me ha vuelto a la cabeza, así que te lo suelto tal como lo he encontrado.
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Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso.
Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a la izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver". Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos habriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?". Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo".
Luego dirá a los de la izquierda: "Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron". Estos, a su vez, le preguntarán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?". Y él les responderá: "Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo".
Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".
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Es de un tal Mateo, creo.
Es reconfortante leer a quien sabe expresar así la rabia, la vergüenza, la repugnancia y la tristeza que produce enfrentarse al mal.
Un abrazo.
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