Es lo que queda del país, aquel que se llamó España durante quinientos años y hoy no se llama porque está mal visto, unas cuantas instituciones maltrechas, una desvencijada historia forzada y violentada con la ganzúa de la memoria electoralista, una geografía inquietante e indefinida, unos ciudadanos desiguales y diversamente oprimidos, unas arcas del Estado vacías, el recuerdo de una Constitución que pudo haber sido y ya no es, de una democracia transida por el arrebato de la ambición y mucha propaganda, demasiada, al servicio de la soberana estupidez de unos políticos que han destruido más en cinco años de lo que se había construido en veinticinco.
Y lo más extraño es que de todo lo acontecido no hay responsables. Han soltado los elefantes en la sala de vajillas de la dinastía Ming, y ahora quieren que nos acostumbremos a los platos de plástico, mucho más funcionales y prácticos. De ser un país que políticamente podía competir en libertades con cualquiera de los más avanzados, hemos pasado a ser un país en el que los derechos se han convertido en torcidos para beneficiar a los poderosos y perjudicar a los demás.
Y todo esto ha ocurrido por varias razones que se exponen a continuación:
La intempestiva política del PSOE
Cuando un partido en el Gobierno, se dedica a regular los problemas de sus clientelas particulares, en lugar de los intereses generales de los ciudadanos, mal vamos. La política del PSOE se ha caracterizado por varios frentes peculiares, todos ellos caracterizados por el apoyo a los sectores más radicales de la sociedad en diversos ámbitos, sustituyendo la historia por la histeria, y la memoria por la memez.
Al PSOE, como organización socialista, le gusta clasificar a la gente, porque abomina de los seres humanos individuales, le molestan las particularidades que no se puedan hacer colectivas, y prefiere hablar con las personas si se acomodan a las etiquetas correspondientes. De esta forma, la política de apoyo a las mujeres se convierte en feminismo, la política de apoyo a los homosexuales en homosexualismo, la política de apoyo al poder absoluto del estado en opresión, laicismo, alineación, y alienación. Al PSOE le gusta desposeer con avaricia a los ciudadanos de su identidad, sus valores, sus principios, sus creencias, y su pluralidad, para convertirlos en blancos o negros. Blancos son los que nos siguen y negros los fachas, es decir, todos los demás, los que no ven a Zapatero como el único salvador posible de los problemas de los ciudadanos de este país.
Al PSOE, como partido totalitario, le interesa el control del poder en todos los ámbitos de la política, la sociedad, la cultura, la justicia y los medios de comunicación. Quien discrepa de sus intervenciones es condenado al ostracismo, porque todo lo que se aparta de lograr su objetivo de creación de una sociedad deshumanizada, es un escollo a superar y aplastar desde el poder.
¿Han visto ustedes alguna vez a un socialista discrepar del socialismo?, es algo extraordinario, pero aunque parezca que es por cohesión, en realidad es por temor a diferenciarse, a ser alguien que tenga ideas propias en un mundo en el que sólo caben ideas comunes y compartidas. En realidad son fanáticos, que en vez de servir a la democracia, la secuestran para servirse de ella y lograr sus objetivos particulares, que perjudican a una inmensa mayoría, pero benefician a sus clientes, afines, y simpatizantes. El socialismo es un cáncer para la libertad, sin tratamiento alguno, más que su extirpación absoluta. Nadie puede sentirse libre bajo un gobierno socialista, porque el socialismo es una cárcel en la que sólo cabe el pensamiento único y clonado.
La ausencia-muerte del Partido Popular
De los errores cometidos por el partido conservador español desde que Aznar dejó de ser presidente, se podrían escribir varias enciclopedias. Sin duda, el mayor error de todos ha sido mantener a Rajoy de presidente del partido, demostrada su ineficacia persistente en reducir el avance del socialismo en España. Tantas veces se han equivocado en el Partido Popular, que por cálculo de probabilidades deberían comenzar a acertar en alguna ocasión pero no, no ocurrirá, porque el partido de la derecha, ha seguido paso a paso la hoja de ruta que le ha ido programando el PSOE desde hace cinco años, ha mantenido en sus poltronas a líderes políticamente fofos, y con la excepción de los lugares donde se ha mantenido arriba (Madrid, Valencia, Murcia, Castilla León), ha ido perdiendo cuota de representatividad. Nadie puede comprender como Arenas sigue rigiendo el PP en Andalucía después de haber perdido su partido seis elecciones consecutivas, lo mismo ocurre en Castilla La Mancha, Extremadura, Aragón o Asturias. De Navarra mejor no hablar. De La Rioja, Cantabria, Baleares, Galicia, y Canarias habría que pedir responsabilidades todos los días por los errores cometidos.
En cuanto a Cataluña y País Vasco, la alianza existente entre nacionalistas y socialistas, ha impedido cualquier avance del PP desde comienzos de la democracia. Nunca han logrado nada y seguirán sin lograrlo, porque no se han parado a comprender lo que ocurre. El PSOE ha convertido al PP en el coco, y no han sido capaces de sacudirse el sambenito, porque la gente piensa que votar al PP es promover el regreso del franquismo. Hay que ser torpes, para no enfrentar con una perspectiva liberal los problemas nacionalistas, pero no, erre que erre, los que se equivocan son los demás.
En fin, que seguirán perdiendo elecciones, porque son unos incapaces, y realmente han relegado en el partido a todos los que tenían las ideas claras, a los que eran coherentes, y a los que hacían más daño, para dejar el PP a la medida de los intereses de José Blanco, ese Partido Popular tardofranquista, ultracatólico, y autoritario que apoya a los imperialistas norteamericanos. Una imagen que no son capaces de quitarse porque van con corbata y traje de alpaca a la televisión, como si fueran los directivos de la empresa que pueden joder a la mayoría de los españoles.
Los nacionalistas esos
Todo el mundo culpa a los nacionalistas de los males de España, cuando en realidad no representan ni al 10 % de la población. Los nacionalistas tienen legítimo derecho a la existencia, por supuesto. Pero lo que no es normal es que dirijan la política de todos los españoles cuando son una minoría escasa, pero muy llamativa, muy mimada por los medios de comunicación, muy sobrealzada por el miedo que imponen con sus afinidades electivas y sus hechos diferenciales. En las últimas elecciones generales UPyD obtuvo más votos que el PNV, pero un solo escaño frente a seis del partido vasco.
En realidad lo que ocurre en este país no es un problema del nacionalismo, es un problema de los partidos de ámbito nacional que necesitan a los nacionalistas para gobernar el Estado, ese es el problema. El problema de este país es el enfrentamiento permanente entre el PP y el PSOE, no los problemas con los nacionalistas.
Pero la situación es extraordinariamente perversa y tiene difícil solución con la repetición de patrones políticos por parte del PP y del PSOE. En Cataluña se ha extinguido el español de las escuelas, no por el poder de los nacionalistas, sino por la falta de acuerdo de los partidos nacionales. Mientras el PSOE siga ofreciendo destruir derechos de todos los españoles a cambio del apoyo de los nacionalistas del PSC, del PSE y del PSGa, será el PSOE responsable de los desmanes del nacionalismo y no los nacionalistas.
Las opciones residuales
Izquierda Unida, UPyD, Ciutadans son partidos socialistas, pero con envoltorio diferente, tienen algunas peculiraridades, IU gobierna con el PNV y EA en el País Vasco, con ERC y el PSC en Cataluña, y con el PSA en Asturias. Con eso se conforma, parcelitas de poder y dos diputados es suficiente para mantener la supervivencia vendiendo el mismo producto que el PSOE, corregido, aumentado y radicalizado.
UPyD y Ciutadans, también son formaciones socialistas, en este caso no nacionalistas, lo que no quiere decir que defiendan la nación española, ni mucho menos. Defienden un Estado multifacético y plural en el que los ciudadanos recuperen derechos comunes, en realidad son excrecencias del PSOE, que tratan de heredar de sus errores, y aprovechar la coyuntura para ver si le pueden quitar también algún voto al Partido Popular. Son formaciones oportunistas, que proclaman un discurso homogeneizador y ecuánime, muy grato a los oídos de los que están hartos de tanta estupidez, pero que en realidad son partidos políticos en miniatura, que cometen los mismos pecados que sus hermanos mayores: falta de democracia interna, exclusión de los discrepantes, acotamiento del poder en una oligarquía férrea, y ausencia de proyecto e ideas propias, porque los que pudieran tenerlas, salen corriendo cuando ven que los mejores estarán sometidos a la tiranía de los peores, que se han apalancado en el poder.
¿Qué se puede hacer como ciudadano de a pie?
Ante el panorama político que tenemos en España, creo que la única alternativa racional es emigrar o pasar inadvertido, y dedicarse a las aficiones que cada uno pueda procurarse. La política en España no existe, porque está en manos de antipolíticos, que han convertido en un negocio personal la representación pública, y harán lo que les dé la gana mientras sigan obteniendo apoyo de los ciudadanos.
Actualmente, no hay opción política en España, que sea merecedora del mínimo respeto, quien se respete a sí mismo, no puede cometer el error de votar por alguien para que le represente, que solo va a representar sus propios intereses. En España no hay democracia, hay un entramado político que ha secuestrado la democracia. En España no se respeta la Constitución, ni por los políticos, ni por los ciudadanos. Y a pesar de pagar unos impuestos excesivos para los malos servicios públicos que recibimos, absolutamente politizados, mediocres e insatisfactorios, no hay opción en la política que pueda remediarlo. En la sociedad, por ahora, tampoco.
Creo que solo nos salvaría una invasión de los musulmanes, una quiebra del Estado, el estallido de una guerra civil o una abstención tan inmensa que hiciera a los políticos actuales salir corriendo hacia el exilio antes de ser juzgados y condenados a privación de libertad, e inhabilitación para cargo público de por vida.
En las próximas convocatorias electorales quédense en casa, dejen de participar en esta escenificación democrática que enmascara una dictadura. Verán ustedes, si acuden a las urnas, se exponen a que el día que las cosas cambien, alguien les reclame daños y perjuicios por colaboración con delincuentes reconocidos. No sean comparsas, que se voten ellos mismos y que hagan el ridículo, aún más. Y si quieren divertirse voten a los legalizadores del cannabis o el partido pirata que quiere ir a Europa para protegernos de “alibabistas” de la SGAE, esa organización fiscal-policial privada que se ha inventado el PSOE para controlar a los ciudadanos en internet. O algo saldrá, mantengan la esperanza, porque es lo último que se pierde.
Biante de Priena
Y lo más extraño es que de todo lo acontecido no hay responsables. Han soltado los elefantes en la sala de vajillas de la dinastía Ming, y ahora quieren que nos acostumbremos a los platos de plástico, mucho más funcionales y prácticos. De ser un país que políticamente podía competir en libertades con cualquiera de los más avanzados, hemos pasado a ser un país en el que los derechos se han convertido en torcidos para beneficiar a los poderosos y perjudicar a los demás.
Y todo esto ha ocurrido por varias razones que se exponen a continuación:
La intempestiva política del PSOE
Cuando un partido en el Gobierno, se dedica a regular los problemas de sus clientelas particulares, en lugar de los intereses generales de los ciudadanos, mal vamos. La política del PSOE se ha caracterizado por varios frentes peculiares, todos ellos caracterizados por el apoyo a los sectores más radicales de la sociedad en diversos ámbitos, sustituyendo la historia por la histeria, y la memoria por la memez.
Al PSOE, como organización socialista, le gusta clasificar a la gente, porque abomina de los seres humanos individuales, le molestan las particularidades que no se puedan hacer colectivas, y prefiere hablar con las personas si se acomodan a las etiquetas correspondientes. De esta forma, la política de apoyo a las mujeres se convierte en feminismo, la política de apoyo a los homosexuales en homosexualismo, la política de apoyo al poder absoluto del estado en opresión, laicismo, alineación, y alienación. Al PSOE le gusta desposeer con avaricia a los ciudadanos de su identidad, sus valores, sus principios, sus creencias, y su pluralidad, para convertirlos en blancos o negros. Blancos son los que nos siguen y negros los fachas, es decir, todos los demás, los que no ven a Zapatero como el único salvador posible de los problemas de los ciudadanos de este país.
Al PSOE, como partido totalitario, le interesa el control del poder en todos los ámbitos de la política, la sociedad, la cultura, la justicia y los medios de comunicación. Quien discrepa de sus intervenciones es condenado al ostracismo, porque todo lo que se aparta de lograr su objetivo de creación de una sociedad deshumanizada, es un escollo a superar y aplastar desde el poder.
¿Han visto ustedes alguna vez a un socialista discrepar del socialismo?, es algo extraordinario, pero aunque parezca que es por cohesión, en realidad es por temor a diferenciarse, a ser alguien que tenga ideas propias en un mundo en el que sólo caben ideas comunes y compartidas. En realidad son fanáticos, que en vez de servir a la democracia, la secuestran para servirse de ella y lograr sus objetivos particulares, que perjudican a una inmensa mayoría, pero benefician a sus clientes, afines, y simpatizantes. El socialismo es un cáncer para la libertad, sin tratamiento alguno, más que su extirpación absoluta. Nadie puede sentirse libre bajo un gobierno socialista, porque el socialismo es una cárcel en la que sólo cabe el pensamiento único y clonado.
La ausencia-muerte del Partido Popular
De los errores cometidos por el partido conservador español desde que Aznar dejó de ser presidente, se podrían escribir varias enciclopedias. Sin duda, el mayor error de todos ha sido mantener a Rajoy de presidente del partido, demostrada su ineficacia persistente en reducir el avance del socialismo en España. Tantas veces se han equivocado en el Partido Popular, que por cálculo de probabilidades deberían comenzar a acertar en alguna ocasión pero no, no ocurrirá, porque el partido de la derecha, ha seguido paso a paso la hoja de ruta que le ha ido programando el PSOE desde hace cinco años, ha mantenido en sus poltronas a líderes políticamente fofos, y con la excepción de los lugares donde se ha mantenido arriba (Madrid, Valencia, Murcia, Castilla León), ha ido perdiendo cuota de representatividad. Nadie puede comprender como Arenas sigue rigiendo el PP en Andalucía después de haber perdido su partido seis elecciones consecutivas, lo mismo ocurre en Castilla La Mancha, Extremadura, Aragón o Asturias. De Navarra mejor no hablar. De La Rioja, Cantabria, Baleares, Galicia, y Canarias habría que pedir responsabilidades todos los días por los errores cometidos.
En cuanto a Cataluña y País Vasco, la alianza existente entre nacionalistas y socialistas, ha impedido cualquier avance del PP desde comienzos de la democracia. Nunca han logrado nada y seguirán sin lograrlo, porque no se han parado a comprender lo que ocurre. El PSOE ha convertido al PP en el coco, y no han sido capaces de sacudirse el sambenito, porque la gente piensa que votar al PP es promover el regreso del franquismo. Hay que ser torpes, para no enfrentar con una perspectiva liberal los problemas nacionalistas, pero no, erre que erre, los que se equivocan son los demás.
En fin, que seguirán perdiendo elecciones, porque son unos incapaces, y realmente han relegado en el partido a todos los que tenían las ideas claras, a los que eran coherentes, y a los que hacían más daño, para dejar el PP a la medida de los intereses de José Blanco, ese Partido Popular tardofranquista, ultracatólico, y autoritario que apoya a los imperialistas norteamericanos. Una imagen que no son capaces de quitarse porque van con corbata y traje de alpaca a la televisión, como si fueran los directivos de la empresa que pueden joder a la mayoría de los españoles.
Los nacionalistas esos
Todo el mundo culpa a los nacionalistas de los males de España, cuando en realidad no representan ni al 10 % de la población. Los nacionalistas tienen legítimo derecho a la existencia, por supuesto. Pero lo que no es normal es que dirijan la política de todos los españoles cuando son una minoría escasa, pero muy llamativa, muy mimada por los medios de comunicación, muy sobrealzada por el miedo que imponen con sus afinidades electivas y sus hechos diferenciales. En las últimas elecciones generales UPyD obtuvo más votos que el PNV, pero un solo escaño frente a seis del partido vasco.
En realidad lo que ocurre en este país no es un problema del nacionalismo, es un problema de los partidos de ámbito nacional que necesitan a los nacionalistas para gobernar el Estado, ese es el problema. El problema de este país es el enfrentamiento permanente entre el PP y el PSOE, no los problemas con los nacionalistas.
Pero la situación es extraordinariamente perversa y tiene difícil solución con la repetición de patrones políticos por parte del PP y del PSOE. En Cataluña se ha extinguido el español de las escuelas, no por el poder de los nacionalistas, sino por la falta de acuerdo de los partidos nacionales. Mientras el PSOE siga ofreciendo destruir derechos de todos los españoles a cambio del apoyo de los nacionalistas del PSC, del PSE y del PSGa, será el PSOE responsable de los desmanes del nacionalismo y no los nacionalistas.
Las opciones residuales
Izquierda Unida, UPyD, Ciutadans son partidos socialistas, pero con envoltorio diferente, tienen algunas peculiraridades, IU gobierna con el PNV y EA en el País Vasco, con ERC y el PSC en Cataluña, y con el PSA en Asturias. Con eso se conforma, parcelitas de poder y dos diputados es suficiente para mantener la supervivencia vendiendo el mismo producto que el PSOE, corregido, aumentado y radicalizado.
UPyD y Ciutadans, también son formaciones socialistas, en este caso no nacionalistas, lo que no quiere decir que defiendan la nación española, ni mucho menos. Defienden un Estado multifacético y plural en el que los ciudadanos recuperen derechos comunes, en realidad son excrecencias del PSOE, que tratan de heredar de sus errores, y aprovechar la coyuntura para ver si le pueden quitar también algún voto al Partido Popular. Son formaciones oportunistas, que proclaman un discurso homogeneizador y ecuánime, muy grato a los oídos de los que están hartos de tanta estupidez, pero que en realidad son partidos políticos en miniatura, que cometen los mismos pecados que sus hermanos mayores: falta de democracia interna, exclusión de los discrepantes, acotamiento del poder en una oligarquía férrea, y ausencia de proyecto e ideas propias, porque los que pudieran tenerlas, salen corriendo cuando ven que los mejores estarán sometidos a la tiranía de los peores, que se han apalancado en el poder.
¿Qué se puede hacer como ciudadano de a pie?
Ante el panorama político que tenemos en España, creo que la única alternativa racional es emigrar o pasar inadvertido, y dedicarse a las aficiones que cada uno pueda procurarse. La política en España no existe, porque está en manos de antipolíticos, que han convertido en un negocio personal la representación pública, y harán lo que les dé la gana mientras sigan obteniendo apoyo de los ciudadanos.
Actualmente, no hay opción política en España, que sea merecedora del mínimo respeto, quien se respete a sí mismo, no puede cometer el error de votar por alguien para que le represente, que solo va a representar sus propios intereses. En España no hay democracia, hay un entramado político que ha secuestrado la democracia. En España no se respeta la Constitución, ni por los políticos, ni por los ciudadanos. Y a pesar de pagar unos impuestos excesivos para los malos servicios públicos que recibimos, absolutamente politizados, mediocres e insatisfactorios, no hay opción en la política que pueda remediarlo. En la sociedad, por ahora, tampoco.
Creo que solo nos salvaría una invasión de los musulmanes, una quiebra del Estado, el estallido de una guerra civil o una abstención tan inmensa que hiciera a los políticos actuales salir corriendo hacia el exilio antes de ser juzgados y condenados a privación de libertad, e inhabilitación para cargo público de por vida.
En las próximas convocatorias electorales quédense en casa, dejen de participar en esta escenificación democrática que enmascara una dictadura. Verán ustedes, si acuden a las urnas, se exponen a que el día que las cosas cambien, alguien les reclame daños y perjuicios por colaboración con delincuentes reconocidos. No sean comparsas, que se voten ellos mismos y que hagan el ridículo, aún más. Y si quieren divertirse voten a los legalizadores del cannabis o el partido pirata que quiere ir a Europa para protegernos de “alibabistas” de la SGAE, esa organización fiscal-policial privada que se ha inventado el PSOE para controlar a los ciudadanos en internet. O algo saldrá, mantengan la esperanza, porque es lo último que se pierde.
Biante de Priena
5 comentarios:
Realmente lo pone mal, yo creo que exageras
Yo creo que se queda corto.
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Díez es una traidora a ESPAÑA. Durante los años que estuvo al frente de su Consejería no colgó en su despacho la bandera NACIONAL, pero si la de los separatas del Nazi Sabino.
Rosa Laica es una VIVIDORA de la política y por tanto una ENEMIGA.
UPD engaña a los tontos de capirote y orejas de burro.
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NI PSOE, NI PP, NI IU, NI UPyD, NI NACIONALISTAS
VOTA NI y que les den
NI: Nación India
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