Por fin hay consenso entre Psoe, PP y alrededores, el primero en esta legislatura. Todos dicen estar encantados con el viaje de los reyes a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, desde el estalinista Garrido hasta la ex-socialista Rosa Díez, pasando por Rajoy y su cuadrilla electoral. En los medios también, desde las pravdas de Prisa y Vocento hasta los diarios más liberales y de oposición. Con excepción de los nacionalistas, extrañamente callados en lugar de denunciar, como era de esperar, la conducta "colonial" de España, todos sin excepción celebran la ocurrencia.
Es curioso, tratándose de un viaje inesperado e incomprensible.
Curioso porque ni siquiera Franco, siendo jefe de estado, había viajado a Ceuta y Melilla. El borbón que nos ha tocado tampoco, desde su coronación en 1975. De hecho, empezó su reinado con Franco moribundo y él de jefe militar en funciones, entregando el Sáhara sin pegar un tiro.
Inesperado porque se anunció tarde y de forma sorpresiva, sin venir a cuento. Se organiza un viaje de los reyes a las dos plazas reclamadas por Marruecos sabiendo que se iba a realizar unos días después del fallo sobre el 11M y coincidiendo con la celebración en Marruecos de la conquista pacífica del ex-Sahara español. Con el acuerdo (o a iniciativa) del gobierno, como no podría ser de otra forma; un gobierno que ha basado su política exterior en la alianza de civilizaciones, en la deserción precipitada de Iraq (antes, incluso, de la fecha anunciada por los socialistas durante la última campaña electoral) y en el acercamiento fraternal a Marruecos.
Incomprensible porque nada en la agenda a medio plazo de la inexistente política exterior de Moratinos y Rodríguez dejaba presagiar una iniciativa tan atrevida. Y que no me vengan con cuentos de soberanía y orgullo español los patriotas de pacotilla, tan dados a repetir que Ceuta y Melilla son españolas y que no hay que darle explicaciones a nadie. ¡Pero si siempre se ha manejado esta cuestión en clave de política exterior y de relación bilateral con Marruecos, incluso durante el franquismo!
El problema no es dicutir acerca de la legitimidad de este viaje. Es legítimo, pero si nunca se había organizado es porque siempre ha sido un tema de máxima sensibilidad. ¿Qué ha cambiado en estas semanas para poner al rey en primera fila, visitando dos ciudades-frontera disputadas por un vecino que invadió la isla del Perejil hace poco tiempo y que se dispone a organizar concentraciones (o marchas) en frente de nuestro territorio nacional? ¿Qué ha pasado para que un gobierno tan PAZífico, tan respetuoso con Marruecos y con los hermanos árabes, meta al rey en la crisis internacional más grave desde la vergonzosa salida de las tropas españolas de Iraq? ¿Cómo se explica que un rey tan dado al diálogo porque "hablando se entiende la gente", tan pasivo y silencioso ante los atropellos nacionalistas y socialistas contra la unidad constitucional de España, haya aceptado exponerse de esta manera, en el ocaso de su reinado y de su vida?
Todo esto ocurre, por añadidura, en un contexto hábilmente mediatizado de polémica en torno a la corona y a la figura del monarca, en una especie de comedia barata donde quienes desean volver al guerracivilismo, inventando una nueva transición basada en la recuperación de la filiación republicana, son precisamente aquellos que se presentan como adalides de la monarquía frente a las amenazas de "la radio de los obispos" y sus peligrosos extremistas conspiranoicos y bóricos.
Curioso, inesperado, incomprensible.
Dante Pombo de Alvear
Es curioso, tratándose de un viaje inesperado e incomprensible.
Curioso porque ni siquiera Franco, siendo jefe de estado, había viajado a Ceuta y Melilla. El borbón que nos ha tocado tampoco, desde su coronación en 1975. De hecho, empezó su reinado con Franco moribundo y él de jefe militar en funciones, entregando el Sáhara sin pegar un tiro.
Inesperado porque se anunció tarde y de forma sorpresiva, sin venir a cuento. Se organiza un viaje de los reyes a las dos plazas reclamadas por Marruecos sabiendo que se iba a realizar unos días después del fallo sobre el 11M y coincidiendo con la celebración en Marruecos de la conquista pacífica del ex-Sahara español. Con el acuerdo (o a iniciativa) del gobierno, como no podría ser de otra forma; un gobierno que ha basado su política exterior en la alianza de civilizaciones, en la deserción precipitada de Iraq (antes, incluso, de la fecha anunciada por los socialistas durante la última campaña electoral) y en el acercamiento fraternal a Marruecos.
Incomprensible porque nada en la agenda a medio plazo de la inexistente política exterior de Moratinos y Rodríguez dejaba presagiar una iniciativa tan atrevida. Y que no me vengan con cuentos de soberanía y orgullo español los patriotas de pacotilla, tan dados a repetir que Ceuta y Melilla son españolas y que no hay que darle explicaciones a nadie. ¡Pero si siempre se ha manejado esta cuestión en clave de política exterior y de relación bilateral con Marruecos, incluso durante el franquismo!
El problema no es dicutir acerca de la legitimidad de este viaje. Es legítimo, pero si nunca se había organizado es porque siempre ha sido un tema de máxima sensibilidad. ¿Qué ha cambiado en estas semanas para poner al rey en primera fila, visitando dos ciudades-frontera disputadas por un vecino que invadió la isla del Perejil hace poco tiempo y que se dispone a organizar concentraciones (o marchas) en frente de nuestro territorio nacional? ¿Qué ha pasado para que un gobierno tan PAZífico, tan respetuoso con Marruecos y con los hermanos árabes, meta al rey en la crisis internacional más grave desde la vergonzosa salida de las tropas españolas de Iraq? ¿Cómo se explica que un rey tan dado al diálogo porque "hablando se entiende la gente", tan pasivo y silencioso ante los atropellos nacionalistas y socialistas contra la unidad constitucional de España, haya aceptado exponerse de esta manera, en el ocaso de su reinado y de su vida?
Todo esto ocurre, por añadidura, en un contexto hábilmente mediatizado de polémica en torno a la corona y a la figura del monarca, en una especie de comedia barata donde quienes desean volver al guerracivilismo, inventando una nueva transición basada en la recuperación de la filiación republicana, son precisamente aquellos que se presentan como adalides de la monarquía frente a las amenazas de "la radio de los obispos" y sus peligrosos extremistas conspiranoicos y bóricos.
Curioso, inesperado, incomprensible.
Dante Pombo de Alvear
5 comentarios:
¿incomprensible? dante parece haber comprendido.
tereso
No estoy de acuerdo.
El problema de esta visita lo único que refleja es la posición acomplejada de España en las relaciones internacionales.
La visita a Ceuta y Melilla, en un país como España y frente a otro país como Marruecos, no debería haber creado ningún conflicto. En otros términos: en situaciones normales, Marruecos debería ser el acomplejado. Pero no es así.
Lo hemos visto hoy también con el tema del Chad: ha tenido que ir Sarkozy a sacar de allí a las azafatas españolas.
Lo dicho: somos unos segundones, unos acomplejados. Así se explica el revuelo creado en Marruecos. Así de simple: si Ceuta fuera, es un suponer, francesa o inglesa, estoy seguro de que su presidente o reina irían allí todo lo que quisieran y más, y los marroquíes ya podían decir lo que quisieran, que ni caso les iba a hacer nadie.
Ahora, en nuestro caso no: ellos parecen tener la superioridad moral. España, en relaciones internacionales, gobierne quien gobierne, está incluso por debajo del Chad. Hoy Sarkozy ha dado la cara por España, pero ¿cuántas veces Francia ha puesto en evidencia la debilidad española?
Así nos va...
Yo sí estoy de acuerdo. No tiene sentido este viaje. Con ninguno de los gobiernos democráticos se había tomado esta iniciativa. ¿Por qué ahora, a escasos meses de las elecciones y en medio de la mayor crisis constitucional de la democracia? ?Tan importante era loq uese habñia pospuesto durante más de treinta años? ¿Por qué en fechas que inevitablemente iban a crear una crisis entre los dos países, precisamente ahora, cuando Zapatero quiere llevarse bien con Marruecos?
No se entiende, es verdad.
Justamente, es difícil explicar que un gobierno que ni siquiera hace valer sus derechos con el Chad haya permitido (o fomentado) un viaje tan conflictivo. Que lo hubiera hacho Aznar (lo que hubiera provocado manifestaciones y pancartas de un Zapatero de oposición) se entendería, pero esto no.
No Dante, no han estado callados. Aquí tienes una intervención de hoy mismo de la 3ª reencarnación de Hitler desde su temprana muerte en Berlín:
JoseLé Carod-Rovira, vicepresidente de la Generalidad de Cataluña, hoy, sobre la próxima visita de los Reyes de España a Ceuta y Melilla:
"Parece como si la monarquía utilizara este viaje, con un cierto regusto colonial, sinceramente, para reanimar un poco un sentimiento nacionalista español que, sinceramente, ya hoy en día pertenece a otra época, ¿no?".
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