En su primer amago de "apertura", Rajoy adelantó este fin de semana que coincide en muchas cosas con gente de izquierdas y que lo importante es regenerar la democracia con gente capacitada y de buena voluntad, llamando al consenso nacional.
Antes de optar por una estratégica basada en el éxito electoral de Sarkozy y su "ouverture", el líder popular debería estudiar de cerca la trayectoria del nuevo presidente francés:
-Sarkozy ha preparado su acceso a la presidencia desde... el año 1975, cuando a los veinte años se hace con las Juventudes gaullistas y empieza a tejer su red de influencias políticas, económicas (a través de su actividad de abogado de negocios) y de la farándula (actores y cantantes de éxito).
-Tuvo su momento de gloria y heroísmo al arriesgar su vida, siendo un joven alcalde de Neuilly, cuando entró a dialogar con un secuestrador de niños en una escuela maternal, y salió con dos niñitas en brazos, consiguiendo una foto que penetró en la memoria subliminal de los electores a veinte años vista. Horas después, el psicópata sucumbía de dos disparos en la frente en una operación del GIGN (Geos locales), con su méntor Pasqua de ministro de Interior y su máxima preferida: "Vamos a aterrorizar a los terroristas".
-Sufrió una derrota que provocó su marginación durante años, cuando decidió apoyar a Balladur en la enésima guerra fratricida de la derecha, en 1.995. Aguantó en silencio, se recompuso, reorganizó sus huestes y volvió como Bonaparte, pero no para quedarse cien días, sino diez años y lo que le queda.
-Entendió que sin un partido fuerte, no podría ganar, así que accedió a la jefatura de la UMP, nuevo partido de unión de las derechas, arrebatándoselo al presidente Chirac (quien lo había creado para su beneficio) y eliminando cualquier tipo de pluralismo político o de democracia interna en la cúpula de ese movimiento, convertido en ejército para la conquista del Elíseo. Al mismo tiempo, favoreció los mecanismos de expresión directa de sus militantes, en una especie de despotismo ilustrado y de diálogo directo entre los afiliados y él. Multiplicó por tres las adhesiones, particularmente de gente joven de clase media sin antecedentes políticos. Empezó por eliminar a los rivales de su partido antes de enfrentar a los adversarios ideológicos, pues entendió y aplicó a la perfección la máxima de Churchill: "están los amigos, luego los adversarios, luego los enemigos, luego los enemigos mortales y por fin los compañeros de partido".
-Ocupó durante años el ministerio de Interior, reorganizando y controlando los servicios más confidenciales y operativos del Estado, rodeándose de mandos policiales fieles y ambiciosos.
-Organizó su estrategia política de acceso al poder en torno a una célula de comunicación dirigida por los mejores publicistas del país, cuya experiencia en el medio no era propiamente política, sino en el ámbito de los "famosos" del pop, del cine taquillero y de las empresas.
-Frente a una izquierda mediática y culturalmente dominante y frente a una derecha extrema populista y popular, hizo campaña en torno a los valores y preocupaciones de la derecha sociológica asumiendo que son compartidos por una amplia mayoría natural de los ciudadanos: orden y seguridad, control de la inmigración, patriotismo republicano, orgullo nacional, apología del trabajo y del esfuerzo, rehabilitación del mérito.
-Modificó constantemente su estrategia electoral, no en función de los sondeos de intención de voto, sino mediante un seguimiento cuidadoso y continuo de sondeos de opinión general sobre las preocupaciones supuestamente apolíticas de la gente. Se rodeó, no de sociólogos formados en La Sorbona 1968, sino de lexicólogos y especialistas de semiótica social.
-Jamás rechazó en diez años un debate en televisión o en la radio, más bien los reclamó, contra los adversarios más combativos y habilidosos, desde Le Pen hasta la extrema izquierda, convirtiéndose así en la bestia negra de cualquier político y forjándose una imagen de hombre público correoso, vehemente, con ideas claras, rapidez y ocurrencia dialéctica.
-Visitó los lugares más inhóspitos, siempre acompañado por cámaras de televisión, enfrentándose desde su metro sesenta y ocho y en diálogos a pie de calle con sindicalistas furibundos, hijos frustrados y rencorosos de la inmigración o representantes de la farándula progresista (versión francesa de la pandilla Bardem).
-Su prioridad, más allá de las rupturas económicas y sociales, es preservar la soberanía nacional: fuerza de disuasión nuclear; independencia energética gracias a la energía nuclear; combatividad diplomática en el espacio político de la Unión Europea, oponiéndose por ejemplo al ingreso de Turquía; iniciativas internacionales con proyección de liderazgo, como el discurso sobre "Euro-África" en Tánger; compromiso personal con el dinamismo económico de las empresas francesas (regresó de Marruecos, hace unos días, con contratos de ventas y cooperación económica por 3.000 millones de euros de ingresos netos).
La apertura política sólo la hizo después de las elecciones, siendo ya Presidente de la República. Y no la ofreció a los partidos de la izquierda, sino de forma individual, por encima de las burocracias de partido, a impertinentes con alto porcentaje de aceptación en la opinión pública (Kouchner, el French Doctor, aborrecido por sus compañeros socialistas) y a símbolos atípicos de la lucha contra la discriminación y la miseria (el presidente de Emmaüs o la responsable de origen magrebí del colectivo "Ni Putes ni Soumises").
En cuanto al consenso nacional, el "Cher Nicolas" lo viene defendiendo con entusiasmo desde... la noche de su victoria y acceso al poder. Antes no tuvo tiempo, pues dedicó todas sus energías a combatir sin cuartel: a sus mejores enemigos, criticando su inmovilismo (la derecha de Chirac); a la izquierda dominante y su buenismo, que tanto ha irritado, desde hace treinta años, a la gente más humilde y más expuesta a la violencia social; a la extrema derecha, no sin antes haber recuperado sus leitmotivs (seguridad, inmigración y orgullo de ser francés), dándoles una legitimidad republicana desde la reivindación discreta pero continua de sus orígenes judíos y extranjeros y de su trayectoria impecablemente democrática.
Señor Rajoy, medite sobre el "antes" de la victoria de Sarkozy y, sólo después, decídase acerca de la oportunidad de seguir su ejemplo. Y si no, invente su propia estrategia de ofensiva hacia el poder, rompiendo moldes y buscando el respaldo de los ciudadanos indignados por la decadencia de la Nación; y si no se siente con fuerzas, regrese al registro de la propiedad, pues España necesita a hombres extraordinarios para superar nuestro estado de emergencia.
El Conciso
Antes de optar por una estratégica basada en el éxito electoral de Sarkozy y su "ouverture", el líder popular debería estudiar de cerca la trayectoria del nuevo presidente francés:
-Sarkozy ha preparado su acceso a la presidencia desde... el año 1975, cuando a los veinte años se hace con las Juventudes gaullistas y empieza a tejer su red de influencias políticas, económicas (a través de su actividad de abogado de negocios) y de la farándula (actores y cantantes de éxito).
-Tuvo su momento de gloria y heroísmo al arriesgar su vida, siendo un joven alcalde de Neuilly, cuando entró a dialogar con un secuestrador de niños en una escuela maternal, y salió con dos niñitas en brazos, consiguiendo una foto que penetró en la memoria subliminal de los electores a veinte años vista. Horas después, el psicópata sucumbía de dos disparos en la frente en una operación del GIGN (Geos locales), con su méntor Pasqua de ministro de Interior y su máxima preferida: "Vamos a aterrorizar a los terroristas".
-Sufrió una derrota que provocó su marginación durante años, cuando decidió apoyar a Balladur en la enésima guerra fratricida de la derecha, en 1.995. Aguantó en silencio, se recompuso, reorganizó sus huestes y volvió como Bonaparte, pero no para quedarse cien días, sino diez años y lo que le queda.
-Entendió que sin un partido fuerte, no podría ganar, así que accedió a la jefatura de la UMP, nuevo partido de unión de las derechas, arrebatándoselo al presidente Chirac (quien lo había creado para su beneficio) y eliminando cualquier tipo de pluralismo político o de democracia interna en la cúpula de ese movimiento, convertido en ejército para la conquista del Elíseo. Al mismo tiempo, favoreció los mecanismos de expresión directa de sus militantes, en una especie de despotismo ilustrado y de diálogo directo entre los afiliados y él. Multiplicó por tres las adhesiones, particularmente de gente joven de clase media sin antecedentes políticos. Empezó por eliminar a los rivales de su partido antes de enfrentar a los adversarios ideológicos, pues entendió y aplicó a la perfección la máxima de Churchill: "están los amigos, luego los adversarios, luego los enemigos, luego los enemigos mortales y por fin los compañeros de partido".
-Ocupó durante años el ministerio de Interior, reorganizando y controlando los servicios más confidenciales y operativos del Estado, rodeándose de mandos policiales fieles y ambiciosos.
-Organizó su estrategia política de acceso al poder en torno a una célula de comunicación dirigida por los mejores publicistas del país, cuya experiencia en el medio no era propiamente política, sino en el ámbito de los "famosos" del pop, del cine taquillero y de las empresas.
-Frente a una izquierda mediática y culturalmente dominante y frente a una derecha extrema populista y popular, hizo campaña en torno a los valores y preocupaciones de la derecha sociológica asumiendo que son compartidos por una amplia mayoría natural de los ciudadanos: orden y seguridad, control de la inmigración, patriotismo republicano, orgullo nacional, apología del trabajo y del esfuerzo, rehabilitación del mérito.
-Modificó constantemente su estrategia electoral, no en función de los sondeos de intención de voto, sino mediante un seguimiento cuidadoso y continuo de sondeos de opinión general sobre las preocupaciones supuestamente apolíticas de la gente. Se rodeó, no de sociólogos formados en La Sorbona 1968, sino de lexicólogos y especialistas de semiótica social.
-Jamás rechazó en diez años un debate en televisión o en la radio, más bien los reclamó, contra los adversarios más combativos y habilidosos, desde Le Pen hasta la extrema izquierda, convirtiéndose así en la bestia negra de cualquier político y forjándose una imagen de hombre público correoso, vehemente, con ideas claras, rapidez y ocurrencia dialéctica.
-Visitó los lugares más inhóspitos, siempre acompañado por cámaras de televisión, enfrentándose desde su metro sesenta y ocho y en diálogos a pie de calle con sindicalistas furibundos, hijos frustrados y rencorosos de la inmigración o representantes de la farándula progresista (versión francesa de la pandilla Bardem).
-Su prioridad, más allá de las rupturas económicas y sociales, es preservar la soberanía nacional: fuerza de disuasión nuclear; independencia energética gracias a la energía nuclear; combatividad diplomática en el espacio político de la Unión Europea, oponiéndose por ejemplo al ingreso de Turquía; iniciativas internacionales con proyección de liderazgo, como el discurso sobre "Euro-África" en Tánger; compromiso personal con el dinamismo económico de las empresas francesas (regresó de Marruecos, hace unos días, con contratos de ventas y cooperación económica por 3.000 millones de euros de ingresos netos).
La apertura política sólo la hizo después de las elecciones, siendo ya Presidente de la República. Y no la ofreció a los partidos de la izquierda, sino de forma individual, por encima de las burocracias de partido, a impertinentes con alto porcentaje de aceptación en la opinión pública (Kouchner, el French Doctor, aborrecido por sus compañeros socialistas) y a símbolos atípicos de la lucha contra la discriminación y la miseria (el presidente de Emmaüs o la responsable de origen magrebí del colectivo "Ni Putes ni Soumises").
En cuanto al consenso nacional, el "Cher Nicolas" lo viene defendiendo con entusiasmo desde... la noche de su victoria y acceso al poder. Antes no tuvo tiempo, pues dedicó todas sus energías a combatir sin cuartel: a sus mejores enemigos, criticando su inmovilismo (la derecha de Chirac); a la izquierda dominante y su buenismo, que tanto ha irritado, desde hace treinta años, a la gente más humilde y más expuesta a la violencia social; a la extrema derecha, no sin antes haber recuperado sus leitmotivs (seguridad, inmigración y orgullo de ser francés), dándoles una legitimidad republicana desde la reivindación discreta pero continua de sus orígenes judíos y extranjeros y de su trayectoria impecablemente democrática.
Señor Rajoy, medite sobre el "antes" de la victoria de Sarkozy y, sólo después, decídase acerca de la oportunidad de seguir su ejemplo. Y si no, invente su propia estrategia de ofensiva hacia el poder, rompiendo moldes y buscando el respaldo de los ciudadanos indignados por la decadencia de la Nación; y si no se siente con fuerzas, regrese al registro de la propiedad, pues España necesita a hombres extraordinarios para superar nuestro estado de emergencia.
El Conciso
6 comentarios:
¿Leerán los señores del Partido Popular PP este blog, o se creerán autosuficientes?
Quizás habría que enviarles este texto, con otra página adjunta diciéndoles cómo tienen que actuar en Cataluña, y lo que muchos opinamos de su (intención de pactar) futuro pacto CiU.
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Políticos actuales del Partido Popular
* Manuel Fraga Iribarne, (Senador y Presidente Fundador Emeritus)
* Mariano Rajoy Brey (Presidente)
* Ángel Acebes Paniagua (Secretario General)
* José María Aznar López (Presidente de Honor)
También forman parte del PP:
* Eduardo Zaplana (Portavoz del Grupo parlamentario popular en el Congreso)
* Esperanza Aguirre (presidenta de la Comunidad de Madrid)
* Francisco Camps (Presidente de la Comunidad Valenciana)
* Juan Vicente Herrera (Presidente de la Junta de Castilla y León)
* Ramón Luis Valcárcel Siso (Presidente de la Región de Murcia)
* Alberto Ruiz Gallardón (Alcalde de Madrid)
* Rita Barberá (Alcaldesa de Valencia)
* José Ramón García Antón (Conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda de la Generalitat Valenciana)
* José Manuel Soria López (Presidente del cabildo de Gran Canaria)
* Javier Arenas (Presidente regional de Andalucía)
* Daniel Sirera (Presidente regional del Partido Popular de Cataluña)
* María San Gil (Presidenta regional del Partido Popular del País Vasco)
* Ángeles Muñoz
* Pablo Matos Mascareño
* José Luis Moreno Torres
* Rodrigo Rato (Presidente del FMI)
* Jaime Mayor Oreja (Eurodiputado)
* Antonio Sanz, Secretario General del Partido Popular de Andalucía.
Pues sí, alguien debería decirle a la gente del PP lo que no viene en los informes de Arriola y Costa.
Pero Rajoy no es Sarkozy, y si el PP no cambia de rumbo, fracasará(eso no me importa) y contribuirá a llevarnos a todos al abismo, y eso sí me importa.
Es que comparar a un político de un Estado como Dios manda: Francia, con otro de otro estado, una especie de "maricón el último", no tienen color. Es una desgraciada herencia de nuestra historia.
Rajoy es un "nenas", y por mucho que lo quiera disimular se le nota, y le dan cada día a todas horas por allí, sin que tenga pelotas de asumir su papel de "primer partido de la oposición; mucho menos eso de "discurso de un presidente" que cuenta el ABC de hoy por la trola quen colocó en VAlencia, donde volvía a pedir el "consenso" como si fuese un "padrenuestro".
Para ganarse el crédito de los españoles, el Sr. Rajoy aunque sea un gallego de provincias, tiene que decirnos que instará a la justicia para juzgar al traidor de la nación ZP, verdadero valedor de los enemigos de nuestra patria España, de nuestra Constitución, de nuestras conquistas y contratos políticos y de nuestras leyes comunes; en definitiva, de nuestro parecido a Francia en lo referente a una sociedad moderna del siglo XXI, no de la edad Media en lo que andan los fascistas perifétricos y el enemigo venenoso de la Moncloa.
Rajoy quiere ganar las elecciones, lo demás para él, es lo de menos. Pues para ser gallego es demasiado tierno, y por eso, no se comerá ni una ensaimada electoral. Tendrán que ser los ciudadnos quienes cogan en sus manos el arreglo de sus problemas, no tienen otra solución.
Si sigue así, Rajoy será tan traidor a la patria, (¡¡¡o más!!!), que el mismísimo ZP.
Sr. Rajoy, Ud. y su partido el PP, no vale, no sirve, no mola, no está "a la altura de las circunstancias". Sépalo seriamente desde ahora .
Yo también estoy preocupado con Rajoy y el partido popular. Es a la imagen de su movimiento: no me cae mal, pero no tiene fuerza, en lugar de arrastrar a la gente y darle ánimo, somos nosotros uienes debemos estar reclamando más garra y decisión. Sarkozy, y no aprecio todo en su trayectoria, es un guerrero de la política. ¿No hay ningún tipo honrado, coherente y con cojones en la política de este país? Manda ovarios, Esperanza, o San Gil, o Don Aleix, tomad el relevo o esto se cae.
Leches, hasta Pío Moa piede el voto para UPyD, como siga la cosa así, yo, quien llevoveinte años votándole al PP, le daré mi voto a Doña Rosita:
· "El PP suspende la mejora de la Constitución y dará prioridad al "consenso con el PSOE"
Cada vez disimula menos Rajoy su carácter de satélite de Zapo. Como en los estatutos. Claro está, si hace estas cosas no es por ninguna convicción, sino solo porque espera conseguir así más votos. Espero que se equivoquen radicalmente estos futuristas.
Ninguna democracia puede funcionar si no hay un acuerdo esencial entre los partidos principales en torno a la unidad del país y la Constitución. El PSOE ha roto ese acuerdo, y el PP de Rajoy le sigue. El partido de Díez y Buesa es un intento de regenerar a la izquierda sobre la base de esos principios fundamentales. En mi opinión, es precisa un regeneración de la derecha en el mismo sentido. Si no ocurre, lo pagaremos todos. En cualquier caso está viéndose cada vez más claro a quiénes votar o, al menos, a quiénes no votar."
Con estos compañeros de viaje en Cataluña...no creo...
ELECCIONES 2008
Los Fernández Díaz
El PP en Barcelona
Rafael del Barco Carreras
En equipo con Joseph Piqué Camps, hombre políticamente creado por Pujol, y colaborador (empleado) de Javier de la Rosa. Con esos antecedentes cualquier equipo político debiera desaparecer y dedicarse a anexas empresas, o en las de Lara de Planeta, otra estrella. En Madrid, Jorge Fernández Díaz, en Barcelona Alberto Fernández Díaz, y con Enrique Lacalle Coll, financiado por De la Rosa, quizá por conocer con exactitud por sus cargos en el Ayuntamiento y Consorcio de la Zona Franca el destino, forma y maneras, del Gran Desfalco. No en vano se sentaba en las mismas asambleas que los otros financiados, los socialistas de Serra y Maragall.
Me equivoqué al escribir sobre el mayor, Jorge. Yo le tenía por abogado, él ni lo recordará, cuando visitaba el locutorio de “jueces y abogados” por los 80 en La Modelo, por el caso Seguros Sociales, y resulta que es ingeniero, y era, inspector del Ministerio de Trabajo. ¿Qué hacía allí un Inspector de Trabajo presentado como abogado en un caso donde con absoluta seguridad habían inspectores de Trabajo involucrados?. Un caso que de darle la publicidad que merece entra de lleno en la Gran Corrupción, www.lagrancorrupcion.com. Cien importantes empresarios involucrados, cuarenta detenidos, todos en libertad con fianza a los máximo cuatro meses, y Juan Piqué Vidal, defensor de la mayoría, y de uno o dos, Pascual Estevill, unos detenidos y otros, curiosamente, no, y juzgados diez años después sin ingresos en prisión. Liquidaciones falsas, no ingresadas, con sellos y registro. Cobraban en efectivo el 10 % de la deuda, y liquidada. Nunca jamás se detuvo en Barcelona a tanto empresario, ni con los cientos involucrados en algo parecido, las liquidaciones por IVA, también en manos de Piqué Vidal y Pascual Estevill (una de las operaciones de sus extorsiones). Lo viví, y lo cuenta Antoni Piñol, secretario de Juan Piqué Vidal (que entró en la Fiscalía a denunciar a su Jefe y salió como denunciado), en su escaso libro “La toga manchada de Piqué Vidal”, Ediciones de la Tempestad, 1998, con Vicens Cardellach Marsá y su gestoría, presidente casi vitalicio del Colegio de Graduados Sociales. ¡Otra víctima, Antoni Piñol!.
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