No salgo de mi asombro ante la última genialidad del aspirante a Presidente de Gobierno por el PSOE, no se le ha ocurrido otra cosa que condicionar el futuro de la sanidad pública española al gravamen en un 10 % del tabaco y el alcohol. Lo que nos demuestra la capacidad que tienen los aspirantes para resolver nuestros problemas.
¿Se puede ser más descerebrado? La cosa tiene bemoles, por el grado de incoherencia e incongruencia que supone, porque para que la sanidad pública funcione, en la hoja de ruta del señor Rubalcaba, los españoles tenemos que fumar y beber, pagar más por ello y destrozarnos la vida, para que les salgan las cuentas a los gestores socialistas.
Como recuerda la filosofía socialista al cristalero descrito por Frederic Bastiat, que por las noches se dedicaba a romper los cristales de sus clientes para tener trabajo suficiente a la mañana siguiente. Con esta medida, acaban de descubrirse, porque sólo si a los españoles nos va mal o peor, a ellos les irá bien. Con esta memez acaban de demostrar que son un auténtico peligro público para este país.
Así que si queremos una buena sanidad pública, tenemos que incrementar los fumadores y los bebedores en este país, para que luego tengamos que pagar los gastos suplementarios que supongan, las enfermedades que se deriven del hábito tabáquico y del alcoholismo. Evidentemente, con esta filosofía, es fácil comprender porque el PSOE está encantado con la adicción al alcohol que está generando en nuestro país la política de botellón con los más jóvenes, porque por una parte así no se enteran de nada y por otra pagan más impuestos, aunque se vayan destrozando la vida poco a poco.
Realmente los socialistas han perdido la cabeza, no tienen sentido alguno y se van a estrellar contra la realidad, aún más de lo que ya lo han hecho. ¿Pero cómo se puede condicionar el bienestar general a la inducción del malestar de un sector de la población? ¿Cómo se puede ser tan malvado e ignorante?
Pero lo peor de todo no es eso, sino que si ésta es una propuesta estrella del PSOE, es que carecen de otras alternativas para resolver los problemas que tenemos los españoles. Aunque reflexionando sobre su política, en la misma dirección y sentido, podremos descubrir cuál es la filosofía que subyace a su política.
Para hacer carreteras y arreglar las cada día más deterioradas, incrementarán el precio de la gasolina; para resolver los problemas de la educación incrementarán el precio del material escolar y le podrán una tasa a los que suspendan; para resolver los problemas administrativos que produce la administración crearán un impuesto para aquellos que protesten. Para resolver los problemas que nos producen los políticos nefastos, habrá que incrementar su sueldo. Para que nos vaya bien, tendrá que irnos previamente mal y pagar más por ello. Esto ya no es demagogia, es una falta de respeto y una tomadura de pelo.
Acabamos de descubrir que tras el socialismo no hay nada, absolutamente nada, más que una legión de usurpadores paletos, dispuestos a abrasarnos con impuestos, tasas y pagos al Estado, con tal de que nuestro país se convierta a su ideología como sea. Todo está muy claro, cuando el PSOE pretende fastidiar a los españoles, lo que sobra es el PSOE que nos fastidia, no los españoles fastidiados.
¡Están acabaos!... y además lo saben.
Enrique Suárez
2 comentarios:
Yo subiría también el precio de los comestibles altos en grasas y azúcares y lo destinaría a sanidad. Obesidad, tabaquismo y alcohol son los grandes responsables de la mala salud
La mediocridad inunda el PSOE conquense. Las Pajín, Aido, Pepiños tienen garantizado el relevo generacional.
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