Los relativistas han acabado imponiendo sus dogmas en la sociedad occidental, cuando anunciaban que el relativismo era la superación de todos los dogmas (menos los suyos, claro). Desde los axiomas de la comunicación de la Escuela de Palo Alto hasta nuestros días han pasado muchos años. De la verdad os hará libres han pasado muchos siglos. Hoy la verdad sólo puede ser aproximada, no existe la certeza (aunque esté contrastada), sin embargo en todo de lo que no se puede demostrar su certeza se genera un espacio de incertidumbre que permite a los que manejan los medios de comunicación influir sobre los criterios y los conocimientos de las personas, manipulando la información a su interés, que habitualmente coincide con el poder correspondiente que les paga generosamente por su trabajo, e indefectiblemente con nuestros impuestos.
Los cambios que se han producido en la comunicación en las últimas décadas provienen de una estructura compleja que se ha establecido sobre diversas adquisiciones y pérdidas de la civilización contemporánea con respecto al periodo anterior, de no consumo cibernético. Hoy la realidad virtual ha ampliado la realidad humana, fundamentalmente con varias intenciones, la primera inducirnos al consumo de todo lo que quieren vendernos y la segunda influir en la opinión pública desde el poder, para que los poderosos y sus edecanes puedan seguir adheridos al pesebre público, que detentan con la coartada de las urnas.
Noam Chomsky, uno de los líderes carismáticos del pensamiento social en Norteamérica decía que “la propaganda es en una democracia lo que la coerción en un Estado Totalitario”. Me permito modificar la frase para decir que la propaganda es la coerción del poder que convierte una democracia en un Estado Totalitario. El derecho a la información no manipulada es necesario para que un sistema democrático pueda funcionar de forma armónica y eficaz. La libertad de expresión es imprescindible para que una democracia permanezca viva, sin embargo los mecanismos de la censura se han invertido, si ayer se recortaba la información con interés político, hoy se difumina en un proceso de intoxicación permanente desde los órganos del poder que se encargan de que no sepamos lo que realmente está ocurriendo.
En el caso español la información política ha convertido en una cloaca pestilente el espacio público. Los medios de comunicación redundan sin fin las mentiras que se urden en Gobierno y oposición cada día, provocando un efecto sobre nuestra atención que termina aturdida antes siquiera de saber lo que está pasando. La propaganda ha convertido la información en un material de consumo, que se expande con las reglas de la publicidad en la opinión pública. Los seres humanos no estamos preparados para comprender lo que está ocurriendo y lo único que podemos hacer es permanecer absortos ante la campaña permanente de manipulación informativa a la que nos someten desde todas las fuentes de información.
La realidad ha cambiado, porque hoy es lo que antes era más la intoxicación correspondiente, vivimos en una realidad tóxica. Cada día resulta más difícil para la inmensa mayoría de la gente saber lo que está ocurriendo, pero sin embargo la sensación subjetiva que nos infunden es la de que jamás hemos tenido tanto acceso a la información, cuando en realidad a lo único que podemos acceder es a su manipulación con finalidad propagandista.
El cambio que acontece en el ámbito informativo y de la comunicación se ha producido, en mi criterio, por tres motivos entrelazados: la eclosión de las nuevas tecnologías, la ausencia de criterios de comprensión y la ilusión de control de las masas, la ambición de los detentadores de influir sobre la opinión pública para perpetuarse en el poder.
En primer lugar el estallido tecnológico en los medios de información y comunicación al que estamos asistiendo en las últimas décadas, es algo que no tiene parangón en la historia humana. Mucha gente disfruta con la fantasí de considerar que el accesor a un ordenador conectado a internet le permite controlar el mundo, cuando en realidad lo que ocurre es que está siendo controlado por el mundo. Al igual que los jugadores de videojuegos consideran que son héroes o villanos, con la facilidad que supone manejar un jostick.
En segundo lugar la ignorancia de las masas ha crecido en proporción correlacionada con los avances tecnológicos. Es cierto que hoy tenemos mucha más información de la que podemos consumir, pero el problema es que para digerirla se necesita disponer de un criterio que permita su comprensión. Somos náufragos en un océano en el que acabaremos muriéndonos de sed. Disponer de información sin criterio para comprenderla es igual que morirse de hambre en un supermercado por tener la boca amordazada.
La irracionalidad de los seres humanos es portentosa. Hoy cualquiera puede acceder a la información sobre el funcionamiento de un reactor nuclear, teniendo la impresión de que puede comprender perfectamente su mecanismo, habiendo leído previamente de ingeniería el manual de instrucciones de una lavadora. Lo mismo se puede decir de temas relacionados con cualquier materia, sea en el ámbito científico o en el mundo del humanismo. La gente opina sin criterio, así se pueden observar magníficas barbaridades en los medios de comunicación o en el espacio virtual de internet. El criterio proviene del conocimiento y la experiencia prolongadas, pero hoy la gente tiene prisa para reflexionar y prefiere consumir los productos intelectuales aptos para el consumo que les proporcionan desde los manantiales de la propaganda.
En tercer lugar está la ambición del poder de perpetuarse a sí mismo, de autoreproducirse, de extinguir cualquier amenaza que pueda desplazar a los detentadores de su abuso. Los gobiernos de cualquier color destinan ingentes cantidades de recursos públicos a fomentar en la opinión pública y el imaginario colectivo que están velando por el bienestar de los ciudadanos, mucho mejor de lo que pudiera hacerlo cualquier alternativa rival. Para ello no duda en cambiar las propiedades del lenguaje si es necesario, con el objetivo de que los mensajes que emite sean aceptados como excelentes por la inmensa mayoría, especialmente por la masa desinformada, amorfa y sin criterio. Al poder no le interesa educar a los ciudadanos en la libertad, más bien lo que pretende es que su forma de opresión sea consideradad por los ciudadanos como la única libertad posible.
Decía Mac Luhan en “La Aldea Global” que el medio es el mensaje, hoy en día podemos resumirlo en que los deseos del poder son el único mensaje posible en un estado totalitario como el que nos están construyendo a modo de jaula mental. El pensamiento político correcto, el talante, la ocultación de la realidad, las mentiras urdidas con intenciones propagandistas, la negación de cualquier discurso que no sea el del poder con el aplastamiento de las opciones políticas rivales –la derecha- y su difamación permanente, son las armas que permiten a los gobernantes del PSOE continuar aferrados al poder, fundamentalmente porque el millón de “pesebristas” que mantiene han conseguido desplazar a cinco millones de españoles al paro, con la ayuda inestimable de los sindicatos. El PSOE ha adquirido las mejores técnicas de manipulación de la extinta Unión Soviética tras la caida del Muro de Berlín. Los del PP arriolano se conforman con esperar y ver como el cadaver de su enemigo pasa por delante de su puerta sin mover un dedo, con esa credulidad que caracteriza a los ineptos que se piensan superdotados por los dioses.
Lástima de país y de las generaciones que tendrán que resolver en el futuro el páramo intelectual que han creado los progresistas que nos pretenden llevar de regreso a la Edad Media, para constituir de nuevo el Antiguo Régimen de poderes absolutos, eso sí, en esta ocasión desde el más puro relativismo, con una sonrisa beatífica y la miseria de los que siempre esperan que alguien haga algo sin mover un dedo siquiera por cambiar el desastre de su propio destino.
Biante de Priena
Los cambios que se han producido en la comunicación en las últimas décadas provienen de una estructura compleja que se ha establecido sobre diversas adquisiciones y pérdidas de la civilización contemporánea con respecto al periodo anterior, de no consumo cibernético. Hoy la realidad virtual ha ampliado la realidad humana, fundamentalmente con varias intenciones, la primera inducirnos al consumo de todo lo que quieren vendernos y la segunda influir en la opinión pública desde el poder, para que los poderosos y sus edecanes puedan seguir adheridos al pesebre público, que detentan con la coartada de las urnas.
Noam Chomsky, uno de los líderes carismáticos del pensamiento social en Norteamérica decía que “la propaganda es en una democracia lo que la coerción en un Estado Totalitario”. Me permito modificar la frase para decir que la propaganda es la coerción del poder que convierte una democracia en un Estado Totalitario. El derecho a la información no manipulada es necesario para que un sistema democrático pueda funcionar de forma armónica y eficaz. La libertad de expresión es imprescindible para que una democracia permanezca viva, sin embargo los mecanismos de la censura se han invertido, si ayer se recortaba la información con interés político, hoy se difumina en un proceso de intoxicación permanente desde los órganos del poder que se encargan de que no sepamos lo que realmente está ocurriendo.
En el caso español la información política ha convertido en una cloaca pestilente el espacio público. Los medios de comunicación redundan sin fin las mentiras que se urden en Gobierno y oposición cada día, provocando un efecto sobre nuestra atención que termina aturdida antes siquiera de saber lo que está pasando. La propaganda ha convertido la información en un material de consumo, que se expande con las reglas de la publicidad en la opinión pública. Los seres humanos no estamos preparados para comprender lo que está ocurriendo y lo único que podemos hacer es permanecer absortos ante la campaña permanente de manipulación informativa a la que nos someten desde todas las fuentes de información.
La realidad ha cambiado, porque hoy es lo que antes era más la intoxicación correspondiente, vivimos en una realidad tóxica. Cada día resulta más difícil para la inmensa mayoría de la gente saber lo que está ocurriendo, pero sin embargo la sensación subjetiva que nos infunden es la de que jamás hemos tenido tanto acceso a la información, cuando en realidad a lo único que podemos acceder es a su manipulación con finalidad propagandista.
El cambio que acontece en el ámbito informativo y de la comunicación se ha producido, en mi criterio, por tres motivos entrelazados: la eclosión de las nuevas tecnologías, la ausencia de criterios de comprensión y la ilusión de control de las masas, la ambición de los detentadores de influir sobre la opinión pública para perpetuarse en el poder.
En primer lugar el estallido tecnológico en los medios de información y comunicación al que estamos asistiendo en las últimas décadas, es algo que no tiene parangón en la historia humana. Mucha gente disfruta con la fantasí de considerar que el accesor a un ordenador conectado a internet le permite controlar el mundo, cuando en realidad lo que ocurre es que está siendo controlado por el mundo. Al igual que los jugadores de videojuegos consideran que son héroes o villanos, con la facilidad que supone manejar un jostick.
En segundo lugar la ignorancia de las masas ha crecido en proporción correlacionada con los avances tecnológicos. Es cierto que hoy tenemos mucha más información de la que podemos consumir, pero el problema es que para digerirla se necesita disponer de un criterio que permita su comprensión. Somos náufragos en un océano en el que acabaremos muriéndonos de sed. Disponer de información sin criterio para comprenderla es igual que morirse de hambre en un supermercado por tener la boca amordazada.
La irracionalidad de los seres humanos es portentosa. Hoy cualquiera puede acceder a la información sobre el funcionamiento de un reactor nuclear, teniendo la impresión de que puede comprender perfectamente su mecanismo, habiendo leído previamente de ingeniería el manual de instrucciones de una lavadora. Lo mismo se puede decir de temas relacionados con cualquier materia, sea en el ámbito científico o en el mundo del humanismo. La gente opina sin criterio, así se pueden observar magníficas barbaridades en los medios de comunicación o en el espacio virtual de internet. El criterio proviene del conocimiento y la experiencia prolongadas, pero hoy la gente tiene prisa para reflexionar y prefiere consumir los productos intelectuales aptos para el consumo que les proporcionan desde los manantiales de la propaganda.
En tercer lugar está la ambición del poder de perpetuarse a sí mismo, de autoreproducirse, de extinguir cualquier amenaza que pueda desplazar a los detentadores de su abuso. Los gobiernos de cualquier color destinan ingentes cantidades de recursos públicos a fomentar en la opinión pública y el imaginario colectivo que están velando por el bienestar de los ciudadanos, mucho mejor de lo que pudiera hacerlo cualquier alternativa rival. Para ello no duda en cambiar las propiedades del lenguaje si es necesario, con el objetivo de que los mensajes que emite sean aceptados como excelentes por la inmensa mayoría, especialmente por la masa desinformada, amorfa y sin criterio. Al poder no le interesa educar a los ciudadanos en la libertad, más bien lo que pretende es que su forma de opresión sea consideradad por los ciudadanos como la única libertad posible.
Decía Mac Luhan en “La Aldea Global” que el medio es el mensaje, hoy en día podemos resumirlo en que los deseos del poder son el único mensaje posible en un estado totalitario como el que nos están construyendo a modo de jaula mental. El pensamiento político correcto, el talante, la ocultación de la realidad, las mentiras urdidas con intenciones propagandistas, la negación de cualquier discurso que no sea el del poder con el aplastamiento de las opciones políticas rivales –la derecha- y su difamación permanente, son las armas que permiten a los gobernantes del PSOE continuar aferrados al poder, fundamentalmente porque el millón de “pesebristas” que mantiene han conseguido desplazar a cinco millones de españoles al paro, con la ayuda inestimable de los sindicatos. El PSOE ha adquirido las mejores técnicas de manipulación de la extinta Unión Soviética tras la caida del Muro de Berlín. Los del PP arriolano se conforman con esperar y ver como el cadaver de su enemigo pasa por delante de su puerta sin mover un dedo, con esa credulidad que caracteriza a los ineptos que se piensan superdotados por los dioses.
Lástima de país y de las generaciones que tendrán que resolver en el futuro el páramo intelectual que han creado los progresistas que nos pretenden llevar de regreso a la Edad Media, para constituir de nuevo el Antiguo Régimen de poderes absolutos, eso sí, en esta ocasión desde el más puro relativismo, con una sonrisa beatífica y la miseria de los que siempre esperan que alguien haga algo sin mover un dedo siquiera por cambiar el desastre de su propio destino.
Biante de Priena
7 comentarios:
01-03-10
El Imperio de la Mentira.
La noción de la “verdad”, o de la “mentira”, es, en estos momentos de la historia humana, un asunto puramente MILITAR dentro la guerra mundial que se libra entre los ciudadanos y la casta política internacional. El acuerdo y la aceptación social de tales conceptos son en la actualidad el objeto de litigio y parte determinante en el acervo de la “ideología dominante”, del mismo modo que en las revoluciones pasadas fueron conceptos religiosos u otros los que expresaron las consignas de sus guerras civiles.
Los eternos problemas de los seres humanos (comer, beber, vestir…), vuelven a ponerse de rabiosa moda para millones de personas pobladoras de las sociedades modernas, debido a la debacle del sistema productivo planetario vigente hasta ahora, agonizando hoy y suplicando cambios radicales. El último recurso ideológico que manifiesta este sistema moribundo y ejemplar en España, consiste en negar la realidad, esconderla, transformarla en sueño o en “mentira”, pero negándose a reconocerla socialmente. De esta forma, quedan despejadas y claras las causas nominales de la vigente guerra civil española, que se limitarán a la verdadera fuerza pública como última instancia de solución. En gran parte, esta guerra está sentenciada y validada por la historia en contabilidad numérica y la suma de pertrechos y la contabilidad de fuerzas de los bandos que defienden una u otra versión “bíblica” acerca de la corriente vida política y su transcurso.
La verdad y la mentira cobran en la actualidad desde el punto de vista político-social, solamente una forma de averiguación e imposición: la violencia pública. Al quedar invalidadas otras formas de relación contradictoria, la militar se erige como único medio para la expresión y vivencia de este pulso físico que sostiene la gráfica de intereses sociales aguda y abiertamente enfrentados que se contempla en la realidad. En los presentes combates decir la “verdad” contrae infinitamente más garantía de supervivencia individual y por añadidura de España.
Al ser la mayoría social -que es decir casi toda la Nación- la mayor porción de la sociedad, la ciudadanía se levanta de antemano en parte vencedora del combate por estar en posesión de la máxima magnitud de la fuerza a ejercer, siendo esta parte la que impondrá su versión de la verdad, su rechazo a la mentira, -bandera de tiranos-, y la proclamación triunfante de la especie sapiens, hecha mayor de edad para asumir su destino conforme ha ido aprendiendo de su propia historia: una sociedad dentro de la Civilización Humana desprovista de subespecies mandarinas todas ellas porciones minúsculas e impotentes de una costra parásita e irresponsable que lesiona a la especie.
Soy de los convencidos de que el primer y más grave problema que padece la humanidad hoy día son los medios de comunicación. Y no los medios en sí, sino la utilización que de ellos hacen los que la hacen, sabiendo muy bien lo que hacen.
Y lo peor es que no veo la posibilidad de atajarlo, salvo que dejásemos masivamente de formar parte de su audiencia, algo impensable, pues es notorio su progresivo efecto anestesiante.
Son la herramienta que utilizan los políticos para llegar a los gobiernos, y éstos tienen claro que lo primero que tienen que hacer es seguir alimentándolos si no quieren pasar a la oposición.
¿Cómo destruir esta perversa simbiosis? Premio para el que dé con la receta.
Sería la condición sine qua non para detectar a los dueños de los gobiernos y de los medios (que son los mismos) además de ser los dueños del resto del sistema, que es el auténtico enemigo a batir.
Y no es posible siquiera imaginar ni un intento de estrategia para combatir a un enemigo que ni siquiera queremos saber de su existencia. En cambio, ese enemigo sí sabe perfectamente que cuanto más alimenta esa patética simbiosis, menos capacidad de resistencia tenemos. Lo tenemos jodido, desde luego.
Todo es relativo, pero si nos atenemos a los hechos y nos ponemos de acuerdo en la vara de medir, la objetividad sí que existe, y será tanto más objetiva cuanto más precisa sea la vara con la que medimos.
Y de un conjunto de objetividades, cabe la posibilidad de extrapolar y deducir posibles hechos futuros, que si bien no son seguros, podemos afirmar que son probables, en mayor o en menor medida, dependiendo del número de objetividades precedentes y del grado de objetividad de las mismas.
Y todo esto unido al piensa mal y acertarás, y al hecho cada vez más palpable de que la realidad futura depende ni más ni menos que de la cuota de pantalla presente, me conduce a una incertidumbre sospechosa:
¿Cómo es posible que ante el gigantesco campañón mediático que está desplegando el P$O€ con el asunto de las primarias en Madrid, con la Trini, el Gómez y el Lizabesky, el PP no haya puesto el grito en el cielo?
Evidentemente, no me creo que el Mariano, la Espe y el Albertito estén tan calladitos porque no sean conscientes del valor y el poder que tiene cada segundo de aparición en televisión.
Así que no lo puedo entender, salvo que el PP quiera que gane el P$O€ en Madrid, cosa que no me extrañaría ni lo más mínimo, bien porque quieran soltarle el marrón que se les ha escapado de las manos, bien porque forme parte de un macroacuerdo resultante de intercambio de amenazas, chantajes y sobornos.
En marzo lo sabremos.
Fractalio, ¿sabes por qué el PP no abre la boca? Por que están aterrados de que dentro del PP cunda el ejemplo de Tomás Gómez. Tomás Gómez, ha sido muy astuto y ha sabido ganarle la primera mano a Zapatero con el recurso a Primarias. Las élities del PSOE, “saben muy bien” que no pueden oponerse en Madrid a un proceso electoral que es la referencia y expresión última de democracia interna intra partidos. Y Tomás Gómez, no se si de verdad es un demócrata, pero por lo menos ha demostrado hasta el momento ser más astuto que ZP.
De momento debemos de reconocer que la actitud de Zapatero y en general del PSOE madrileño, es una actitud y comportamiento exquisitamente democrático. Qué más quisiéramos los Demócratas españoles, que cundiera el ejemplo dentro del resto de partidos políticos nacionales( sobre todo dentro del PP de Madrid) y dejaran atrás el comportamiento totalitario que ejercen las élites de estos partidos contra los militantes que los sustentan.
Pues es perentorio que los partidos políticos dejen de tratar a sus bases como meros números o simples borregos, que sólo sirven para aplaudir en los mítines, y pegar carteles, cuando no para pagar la cuota mensual y que el déspota que los dirige pueda vestir trajes de 3.000,€ y vivir a cuerpo de rey a su costa.
Y haber si los cuadros intermedios de estos partidos políticos se van percatando de que su dignidad como persona tiene que estar por encima de cualquier otra consideración de tipo material y dejan de hacer seguidismo y de lamerle el culo a los déspotas que tienen como jefes en el partido, y se revelan contra ellos de la única forma que les apoyarían el resto de sus compañeros o las bases. Esto es, pidiendo democracia interna y PRIMARIAS a la hora de ocupar cualquier puesto dentro del partido o en las listas electorales.
¡¡¡ LARGA VIDA Y BUENA SUERTE A TOMÁS GÓMEZ !!! ¡¡¡ QUE CUNDA EL EJEMPLO Y ABAJO LOS TIRANOS !!!
1.LA GUERRA .
2.EL HAMBRE
3.LA PESTE
4.LA MUERTE
5.ZPARO
Ciudadanos por la Libertad, es muy posible que sea cierta su argumentación, no lo discuto, ni tampoco niego que la actitud del P$O€ respecto a las primarias sea más democrática que la del PP, como dice Diógenes de Sínope, aunque yo diría más bien que es menos antidemocrática. Y eso siempre que hablemos del partido y no de ZP, porque las declaraciones que hizo evaluando las candidaturas de Tomás Gómez y de Trinidad Jiménez, (e ignorando por completo la de Ángel Gimeno) me parecieron lo más antidemocrático, sucio, rastrero, indigno y ruin que he visto en mucho tiempo. Creo que demuestra fehacientemente que si por él fuera no habría primarias, pero claro, eso no está en su mano.
Pero en cualquier caso, lo que tengo claro es que de continuar así la cuota de pantalla, el PP pierde las elecciones en la Comunidad y en el Ayuntamiento. Y no me cabe la menor duda de que son conscientes de ello, de ahí mi extrañeza y mi sospecha.
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