Catalunya, proximo origen de la humanidad

"Una nación es un resultado, antes que un propósito". Max Weber

A pesar de los estudios de paleoantropólogos reconocidos como la familia Leakey o Donald Johanson, las últimas investigaciones promovidas por la Generalitat Catalana, están dejando absortos a los investigadores que se dedican a estudiar la evolución humana; los indicios son sugerentes, porque cada día está más claro que el auténtico origen de la humanidad se pudo producir en un espacio comprendido entre el Lago de Bañolas y el yacimiento de Els Hostalets, próximo a Terrassa y no en el lago Turkana, ni en las laderas de Olduvai.

Los hallazgos de nuevas especies de primate del mioceno, por parte del equipo dirigido por el geólogo, Salvador Moyà Solà, investigador del instituto Miquel Crusafont de Sabadell, tienen como objetivo desplazar al ardipithecus rámidus o el sahelantropus chadensis como eslabones cruciales entre los primates y los seres humanos. El Oreopithecus bambolii, hallado en algunas islas italianas, entre las que se encuentra Cerdeña, lugar en el casualmente se habla catalán en el enclave de L´Alguer, nos indica que la primera bipedestación de un primate se pudo producir en esta especie (aunque los estudios de la máxima autoridad en bipedestación evolutiva, Owen Lovejoy, hayan considerado que no se ha demostrado), pero sin embargo, Salvador Moyà Solà insiste en la cuestión: “El Mediterráneo podría ser el crisol donde se cocinó el diseño moderno de orangutanes, chimpancés, gorilas y humanos”, también podría no serlo.

Entre los ejemplares distintivos de la paleoantropología catalana tenemos el Pierolapithecus catalaunicus y el Anoiapithecus brevirostris, que han sido bautizados familiarmente con nombres catalanes como Jordi, Pau y Lluc. En el caso de Pau (Pierolapithecus catalaunicus), según su descubridor, es el primer fósil que conserva todos los rasgos claves que definen a los grandes simios, aunque son muchos otros investigadores los que discrepan de la cuestión.

No es el primer caso de paleoantropólogos catalanes cuya profesión original era la geología, que invitan a la controversia. Recientemente fallecido, Josep Gibert i Clols descubridor del “Hombre de Orce” en Granada, es otro ejemplo, pues el mismo consideraba que este fósil era posiblemente el primer homínido europeo, aunque la comunidad internacional estableció que en realidad los restos eran de un équido. Sin embargo, el propio Gibert confirmó los hechos el hallazgo de un esqueleto de una niña en Tarragona, con las mismas características del “centauro” de Orce.

Sin embargo, no todos los catalanes tienen la pretensión de convertir a Cataluña en el origen de la humanidad, el más prestigioso Eduald Carbonell i Roura (también geólogo) es uno de los descubridores del Homo Antecesor en Atapuerca (Burgos), dirigiendo las excavaciones junto con Arsuaga y Bermúdez de Castro, los tres recibieron en 1997 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación por sus hallazgos en la sierra burgalesa. Eduald Carbonell i Roura, no tiene reparo en reconocer que: “Los mitos, las creencias, siguen siendo la argamasa de los conflictos económicos y sociales” (?). Este investigador catalán, más que en el nacimiento de una nueva nación, está ocupado en el nacimiento de una nueva conciencia interplanetaria, posiblemente influenciado por los estudios del filósofo de la complejidad Edgar Morin (sin mencionarlo siquiera). Aboga por un pensamiento crítico, pero sin embargo no tiene reparo en apoyar los referenda independentistas de Cataluña, fundamentándose en la disolución de España, para luego unir sus comunidades autónomas con otras europeas.

Una de las boutades más simpáticas del famoso investigador fue la ocurrida en El Mundo con motivo de una entrevista que le realizaron, a la que acudió vestido de Livingstone o Stanley con salakov, chaleco de campaña y pantalón corto de explorador, para abogar por el derecho a decidir del pueblo catalán con un referéndum vinculante.

No es la única, pues el famoso arqueólogo-geólogo-dicharachero, recientemente ha hecho nuevamente el ridículo, como denuncia Noemí de la Calle en su artículo "Homo Ridiculensis" cuando el pasado junio, en un programa de investigación sobre la Batalla del Ebro, aseveró que en una cueva de Corbera del Ebro, había una inscripción de un brigadista internacional que había acudido a España durante la guerra civil para luchar por la democracia, y que había dejado escrito, Owen y Yanik, en la pared de la cueva, para dramatizar aún más el asunto, hicieron que el hijo del supuesto brigadista acudiera desde los Estados Unidos para mostrarle la inscripción de su padre. Todo hubiera quedado magnífico, si el dueño de la cueva y los terrenos próximos, Daniel Tallón, no hubiera aparecido para decir que la pintada no era de un brigadista, si no de sus sobrinos Owen y Yanik, de 7 y 10 años, hijos de su hermano y una ciudadana de origen dominicano, que eran los que habían limpiado la cueva y no el equipo de Carbonell. Daniel Tallón ha denunciado a todos por excavar y filmar sin su permiso en su propiedad, a lo que TV3 todavía no ha dicho ni esta boca es mía, y Eduald Carbonell tampoco.

No creo que sea necesario tantos desvelos para descubrir que el eslabón perdido entre los monos y los hombres es de origen catalán, con contemplar las caras de los políticos que representan la deriva nacionalista de Cataluña y los estudios de los paleoantropólogos catalanes de prestigio internacional (que en realidad son geólogos con cara de granito), está suficientemente claro que algo de cierto hay en la afirmación.

Catalunya está destinada a ser el próximo origen de la humanidad, cueste lo que cueste a los españoles, incluidos los catalanes. Es mi predicción científica, fundamentada en los hechos y no en las pretensiones. Va a tener razón José Luis Domenech, (que a pesar de su apellido es asturiano) cuando considera que los primates derivan de los humanos y no al revés

Biante de Priena

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