¡¡Váyase, Sr. Hernández!!

Y AHORA, ¿QUÉ?, SR. ÁNGEL HERNÁNDEZ GUARDIA

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· El sábado pasado, 3 de octubre de 2009, tuvo lugar la elección de los delegados por Barcelona para el Primer Congreso de UPyD. El resultado ha sido nítido y contundente: mayoría absoluta por unanimidad (el pleno al 12) y cualificada (por la forma en que se consiguió) para los “críticos” de la Coordinadora de Cataluña y de sus valedores en Madrid (Rosa Díez, C.M. Gorriarán y otras hierbas). Estos hechos invalidan, al menos por una vez, la afirmación según la cual “los políticos son profesionales que hacen lo que les viene en gana porque los votantes son aficionados”. En efecto, los críticos han sido profesionales, al menos por una vez, y no se han preguntado qué iba a pasar en el Congreso, sino qué podían e iban a hacer para cambiar las cosas en y desde el congreso. Y pasó lo que pasó el sábado. La base de la militancia votó y dijo que el rey estaba desnudo, en el más simple aparejo, solo, sin apoyos.

· Ante estos resultados, no son de recibo los eufemismos ni los paños calientes, propios del “lenguaje político (que) sirve para encubrir la verdad, para hacer lo claro oscuro, para hacer respetable el asesinato” (G. Orwell). Se ha producido una DE-RRO-TA SIN PA-LIA-TIVOS Y EN TO-DA REGLA tanto de ese personaje, siniestro para UPyD-Cataluña, que he descrito (que no calificado) como “sordo, mudo, sesteante, rokero, okupa, autoritario, sectario, capador,...”, y que responde a la filiación de Sr. Ángel Hernández Guardia, como de sus peones de brega, que han querido“péter plus haut que leur cul”, y de sus valedores en Madrid (Rosa Díez, Gorriarán & Cia).

· Este varapalo se lo tenía muy merecido el Sr. Ángel Hernández Guardia por su autoritarismo; por su sectarismo; por su afición testicular a capar ideas e iniciativas, que él es incapaz de concebir, gestar y parir; por la utilización obsesiva de la guillotina para decapitar a todo aquel que podía hacerle sombra en la Coordinadora; por su seguidismo ciego e irracional de los dictados de los machos & “machas” alfa de la cúpula madrileña; por su chabacanería, en la reunión del sábado, al distribuir, personalmente, a los que él creía sus fieles seguidores, la lista de candidatos “oficialistas” a los que había que votar como delegados;... El Sr. Ángel Hernández Guardia ha demostrado que tiene pocas luces y que está cegato. Se olvidó de que no hay enemigo pequeño, de que David hizo morder el polvo a Goliat y de que, como escribió Cicerón, “el que sufre o ha sufrido tiene memoria”.

· Las urnas han hablado, en Barcelona, el sábado pasado. Como subrayó más de un candidato a delegado, en su presentación, fue el primer acto democrático, el primer acto de libertad en UPyD. A esto asentía el Sr. Ángel Hernández Guardia con lenguaje no verbal (movimiento afirmativo de su cabeza). Esto denota que, durante dos años, los militantes han estado sometidos a la discrecionalidad autoritaria, dictatorial y sectaria de unos pocos, que han hecho y deshecho a su antojo, fuera de todo control democrático, como si UPyD fuera su cortijo particular. Ahora bien, las urnas han dado la voz y el voto a los militantes y éstos han dicho nítida y masivamente: “¡¡¡Basta ya!!!, ¡¡¡Váyase, Sr. Hernández !!!”. Se podría haber dicho más alto, pero no más claro (12 contra CERO). Como yo pronosticaba en un texto reciente, al Sr. Ángel Hernández Guardia le ha salido el tiro por la culata, se le ha roto el cántaro de sus cálculos de lechera.

· Y ahora, ¿qué?, Sr. Ángel Hernández Guardia. Ante el resultado de la votación del sábado (12 delegados críticos contra CERO de la “lista oficialista”), si el Sr. Ángel Hernández Guardia se rigiese por principios éticos, por valores democráticos o simplemente por las reglas tradicionales del honor y del amor propio, sólo le quedaría una salida digna: dimitir , y mejor ayer que hoy o mañana. No tengo noticias de que lo haya hecho. Esto degrada aún más su triste figura y enfanga aún más UPyD-Cataluña en sus miserias personales. Por este motivo, al Sr. Ángel Hernández Guardia no se le puede aplicar aquello que escribió Jacinto Benavente sobre los actores en este tipo de situaciones: “en la pelea se conoce al soldado; sólo en la victoria o la derrota se conoce al caballero, al señor, al hidalgo”. Por eso, le quito el título de Señor y le recuerdo, gratis total, a él y a sus valedores madrileños, aquellas palabras lapidarias del D. Antonio Machado: “En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el viento; jamás quien pretende que sople el viento donde pone la vela”.

Manuel I. Cabezas

Seguidor y practicante de la doctrina de la “honestidad radical”

(4.10.2009)