Infinita España
España, no ha sido nunca consecuencia de una ideología colectiva, sino un agregado libre de ideologías determinadas, una nación indeterminada, pero definida por su larga y sinuosa historia y soportada legítimamente en nuestra Constitución y símbolos nacionales, como todas las naciones occidentales; España es una pluralidad de criterios en permanente tensión, que ofrecen inicialmente un principio abordaje tormentoso ante cualquier cuestión pero que al final siempre acaba apaciguándose la devastación anunciada en una mezcla singular y persistente como resultado. Aquí siempre lloverá más mañana, eso es porque un poco histéricos sí que somos, eso nos distingue de otras naciones, y a mí, personalmente, como a la inmensa mayoría de mis compatriotas, me encanta ser español, porque no sabría ser otra cosa, por mucho que se empeñen las inmensas e intensas minorías nacionalistas (y socialistas), en convencerme de lo contrario. Así es España, así somos los españoles, en mi criterio, por supuesto, respetando los de los demás.
A fecha actual, nuestro país no va bien, la coyuntura nos ha pillado con Rodríguez Zapatero en el Gobierno, el “espantacrisis pasmado e ineficaz”, que acelera la historia con la misma inanidad que frena la economía. Pero España no va bien, entre otras muchas cosas, porque el socialismo siempre ha pasado de España para ocuparse de los derechos de los ciudadanos, como si los ciudadanos españoles no tuvieran patria. Desde que se murió Fernando de los Ríos, un iluminado sagaz que pretendía hacer un socialismo indiscutiblemente español tras las enseñanzas que recibió a través del krausismo, de aquel ilustre pedagogo, también rondeño, que fue Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, el socialismo español no ha dejado de decaer intelectualmente, hasta quedar reducido a un progresismo amorfo e insulso, de “reality show”, estridente y zafio.
Porque aunque les parezca imposible, hace muchos años hubo un socialismo español intelectual, que no estaba secuestrado por los sindicatos de clase. Pero Fernando de los Ríos fue apartado de su obra, aunque muy loado y venerado de boquilla, por sus deudores. ¡Ay, si el pobre Fernando de los Ríos viera en que han transformado sus descendientes la Institución Libre de Enseñanza contemplando el bodrio de Educación para la Ciudadanía!, seguro que regresaba a la tumba por su propio pie.
Una nueva “apropiación debida”, la concerniente a la educación, porque a imitación de lo que han hecho los socialistas y nacionalistas catalanes, la inmersión de los jóvenes en la Nueva Fe, suponen que les asegurará a sus promotores cien años de esplendor, tras los cien años de honradez que concluyeron con Filesa, y ellos siempre miran a su futuro, sin arrepentirse de su pasado, no vayan a convertirse en estatuas de sal y colesterol.
Uno de los elementos más perniciosos de la ideología socialista es su afán por instruir a las masas en la idea de que sus propuestas son las únicas posibles en un mundo que progresa, que avanza (cuando la realidad se ha empeñado en mostrar lo contrario en todas las latitudes del planeta); los resultados los podemos ver en Cuba, los países del antiguo Telón de Acero, o China, esos auténticos paraísos del pensamiento único, en los que nadie tiene problemas políticos a condición de no participar en política, como en el franquismo, pero su vida se convierte en un infierno como se atreva a discrepar, porque nunca recibirá nada y le quitarán todo lo que le corresponde (la libertad y la vida, incluso) desde los centros de poder institucional, absolutamente controlados por la secta del puño alzado. Otra “apropiación debida”, porque según dicen los socialistas, la libertad de pensamiento es un invento del capitalismo que no sirve para dar de comer a las masas, por eso su propósito es que las masas se acostumbren a hacer dieta, e incluso que pasen algo de hambre, porque es mucho más sano, y los apóstoles de la cofradía del buen talante, velan siempre por nuestra salud. Otra “apropiación debida”, la determinación en convencer a los ciudadanos de que hagan en su vida privada lo que les conviene (a los socialistas, por supuesto), en esa representación exclusiva de la bondad social que tan bien les caracteriza.
Esta infinita España nuestra lo soporta todo, un Presidente de Gobierno que dice que el concepto de nación es algo discutido y discutible, pero que considera que el socialismo representa la última oportunidad de salvar el planeta, y al mismo tiempo, también soporta los nuevos alevines del socialismo del futuro, reunidos en el partido de Rosa Díez, que tiene tanto interés por la defensa de los derechos de los españoles, que en un lugar como Cataluña, donde cada día se ven pisoteados por los nacionalistas, su partido está tan bien representado que de todas las provincias españolas la única que no tendrá delegados en su próximo congreso, será Lérida. ¿Acaso no se habían fijado ustedes que en los territorios nacionalistas, en los que gobierna o puede gobernar el PSOE, es donde UPyD obtiene peores resultados?. ¿Se aparta Rosa Díez de la defensa de los intereses de los ciudadanos españoles más maltratados de nuestro país para no molestar electoralmente a su antiguo partido?
Sin embargo, que rentable le ha resultado hablar en Madrid y en el resto de España de su “lucha sempiterna contra el nacionalismo”, en un prodigio de demagogia que pasará a los anales de la historia española de la propaganda política. Porque en Rosa Díez se puede constatar, mejor que en ningún político español de nuestra época, que una cosa es “lo que dice” para obtener votos y otra muy diferente “lo que hace” para representar a sus votantes. A poco que se fijen podrán comprobar lo que digo. Rosa Díez defiende la unidad de este país de forma tan entusiasta, que coincide con los nacionalistas en que lo que necesitamos es avanzar hacia un modelo federal (también con el PSOE, por supuesto).
El socialismo español, es una ideología naufragada, que trata de salvar su hundimiento mostrando un histérico afán mesiánico, al igual que la iglesia cristiana hizo durante muchas décadas en España, porque en realidad ser socialista hoy en este país es lo más parecido a pertenecer a una secta política, tanto si se pertenece al PSOE (socialismo plurinacionalista), como a la UPyD (socialismo no-nacionalista), que pretende llevarnos al futuro atravesando la Edad Media de nuevo.
¿Cuantos no socialistas quedan en la UPyD a fecha actual?.
Enrique Suárez Retuerta
Continuará....
España, no ha sido nunca consecuencia de una ideología colectiva, sino un agregado libre de ideologías determinadas, una nación indeterminada, pero definida por su larga y sinuosa historia y soportada legítimamente en nuestra Constitución y símbolos nacionales, como todas las naciones occidentales; España es una pluralidad de criterios en permanente tensión, que ofrecen inicialmente un principio abordaje tormentoso ante cualquier cuestión pero que al final siempre acaba apaciguándose la devastación anunciada en una mezcla singular y persistente como resultado. Aquí siempre lloverá más mañana, eso es porque un poco histéricos sí que somos, eso nos distingue de otras naciones, y a mí, personalmente, como a la inmensa mayoría de mis compatriotas, me encanta ser español, porque no sabría ser otra cosa, por mucho que se empeñen las inmensas e intensas minorías nacionalistas (y socialistas), en convencerme de lo contrario. Así es España, así somos los españoles, en mi criterio, por supuesto, respetando los de los demás.
A fecha actual, nuestro país no va bien, la coyuntura nos ha pillado con Rodríguez Zapatero en el Gobierno, el “espantacrisis pasmado e ineficaz”, que acelera la historia con la misma inanidad que frena la economía. Pero España no va bien, entre otras muchas cosas, porque el socialismo siempre ha pasado de España para ocuparse de los derechos de los ciudadanos, como si los ciudadanos españoles no tuvieran patria. Desde que se murió Fernando de los Ríos, un iluminado sagaz que pretendía hacer un socialismo indiscutiblemente español tras las enseñanzas que recibió a través del krausismo, de aquel ilustre pedagogo, también rondeño, que fue Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, el socialismo español no ha dejado de decaer intelectualmente, hasta quedar reducido a un progresismo amorfo e insulso, de “reality show”, estridente y zafio.
Porque aunque les parezca imposible, hace muchos años hubo un socialismo español intelectual, que no estaba secuestrado por los sindicatos de clase. Pero Fernando de los Ríos fue apartado de su obra, aunque muy loado y venerado de boquilla, por sus deudores. ¡Ay, si el pobre Fernando de los Ríos viera en que han transformado sus descendientes la Institución Libre de Enseñanza contemplando el bodrio de Educación para la Ciudadanía!, seguro que regresaba a la tumba por su propio pie.
Una nueva “apropiación debida”, la concerniente a la educación, porque a imitación de lo que han hecho los socialistas y nacionalistas catalanes, la inmersión de los jóvenes en la Nueva Fe, suponen que les asegurará a sus promotores cien años de esplendor, tras los cien años de honradez que concluyeron con Filesa, y ellos siempre miran a su futuro, sin arrepentirse de su pasado, no vayan a convertirse en estatuas de sal y colesterol.
Uno de los elementos más perniciosos de la ideología socialista es su afán por instruir a las masas en la idea de que sus propuestas son las únicas posibles en un mundo que progresa, que avanza (cuando la realidad se ha empeñado en mostrar lo contrario en todas las latitudes del planeta); los resultados los podemos ver en Cuba, los países del antiguo Telón de Acero, o China, esos auténticos paraísos del pensamiento único, en los que nadie tiene problemas políticos a condición de no participar en política, como en el franquismo, pero su vida se convierte en un infierno como se atreva a discrepar, porque nunca recibirá nada y le quitarán todo lo que le corresponde (la libertad y la vida, incluso) desde los centros de poder institucional, absolutamente controlados por la secta del puño alzado. Otra “apropiación debida”, porque según dicen los socialistas, la libertad de pensamiento es un invento del capitalismo que no sirve para dar de comer a las masas, por eso su propósito es que las masas se acostumbren a hacer dieta, e incluso que pasen algo de hambre, porque es mucho más sano, y los apóstoles de la cofradía del buen talante, velan siempre por nuestra salud. Otra “apropiación debida”, la determinación en convencer a los ciudadanos de que hagan en su vida privada lo que les conviene (a los socialistas, por supuesto), en esa representación exclusiva de la bondad social que tan bien les caracteriza.
Esta infinita España nuestra lo soporta todo, un Presidente de Gobierno que dice que el concepto de nación es algo discutido y discutible, pero que considera que el socialismo representa la última oportunidad de salvar el planeta, y al mismo tiempo, también soporta los nuevos alevines del socialismo del futuro, reunidos en el partido de Rosa Díez, que tiene tanto interés por la defensa de los derechos de los españoles, que en un lugar como Cataluña, donde cada día se ven pisoteados por los nacionalistas, su partido está tan bien representado que de todas las provincias españolas la única que no tendrá delegados en su próximo congreso, será Lérida. ¿Acaso no se habían fijado ustedes que en los territorios nacionalistas, en los que gobierna o puede gobernar el PSOE, es donde UPyD obtiene peores resultados?. ¿Se aparta Rosa Díez de la defensa de los intereses de los ciudadanos españoles más maltratados de nuestro país para no molestar electoralmente a su antiguo partido?
Sin embargo, que rentable le ha resultado hablar en Madrid y en el resto de España de su “lucha sempiterna contra el nacionalismo”, en un prodigio de demagogia que pasará a los anales de la historia española de la propaganda política. Porque en Rosa Díez se puede constatar, mejor que en ningún político español de nuestra época, que una cosa es “lo que dice” para obtener votos y otra muy diferente “lo que hace” para representar a sus votantes. A poco que se fijen podrán comprobar lo que digo. Rosa Díez defiende la unidad de este país de forma tan entusiasta, que coincide con los nacionalistas en que lo que necesitamos es avanzar hacia un modelo federal (también con el PSOE, por supuesto).
El socialismo español, es una ideología naufragada, que trata de salvar su hundimiento mostrando un histérico afán mesiánico, al igual que la iglesia cristiana hizo durante muchas décadas en España, porque en realidad ser socialista hoy en este país es lo más parecido a pertenecer a una secta política, tanto si se pertenece al PSOE (socialismo plurinacionalista), como a la UPyD (socialismo no-nacionalista), que pretende llevarnos al futuro atravesando la Edad Media de nuevo.
¿Cuantos no socialistas quedan en la UPyD a fecha actual?.
Enrique Suárez Retuerta
Continuará....
2 comentarios:
ahi va... oiga, no me lo tome a mal que haga del la sintaxis un pequeño tema, pero esa coma todo al principio... vera, hace muchos años tuve que traducir un texto de la generalitat que empezo por "Catalunya, és un pais entre el mediterrani i els pirineus...". tantos años y no he podido olvidar la rimbombancia de esa coma entre sujeto y predicado. hasta hoy en dia me parece sintomatico para el catalanismo institucionalizado.
cosa mayor: casi creo que usted se esta repitiendo. ¿y si miraramos mas alla de intentar cargarnos el socialismo dia tras dia? ¿no hay cosas importantes?
usted no debe estar tan desesperadamente lleno de rabia que su mayor preocupacion es descargarla por escrito.
aun asi entrando en detalle, yo creo que los yanquis son muchisimo mas histericos que los españoles; y que estan contagiando a todo el mundo.
lo que define mejor al español es su intento de hacer todas las cosas con buen rollo, y no hago un piropo. creo es es señal de falta de madurez. aunque muchas veces es un bienvenido descanso.
berenger
Macho lo tuyo ya es animadversión hacia un partido que está como quién dice naciendo. Tendrá sus fallos sin duda alguna, pero no por eso merece tanto articulo maléfico y destructivo . Estoy seguro que lo suyo es más un tema personal que otra cosa, seguramente o su afinidad política le ciega la vista o lo rechazaron de UPyD por algún motivo. Como siga así acabará con una úlcera o algo peor, debería relajarse un poquito porque de todos modos la vida es bastante corta para invertir tanto tiempo en denostar a un partido nuevo que aún no ha tenido el suficiente tiempo y empleo como para demostrar nada importante. Al menos son valientes y defienden algo que ni PP ni PSOE son capaces de defender: la reforma electoral, la recuperación de las competencias esenciales para el buen funcionamiento del estado y el desprecio hacia los partidos independentistas, los mismos con los que durante años han gobernado en coalición tanto partido popular como partido socialista obrero español.
Un saludo desde los motriles.
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