"Los Origenes del Totalitarismo" (1951), por Hannah Arendt (004)
Comentario
No quiero ser imparcial al referirme a Hannah Arendt, una pensadora liberal que vivió expuesta a las inclemencias del totalitarismo nazi por su condición de judía, pero que también supo apreciar la simetría totalitaria de los regímenes adscritos al socialismo real. No quiero ser imparcial, porque la historia le ha dado la razón a la escritora alemana, y le sigue dando la razón cada día.
El totalitarismo ha cambiado, ha evolucionado, se ha hecho más discreto, pero más pernicioso para las sociedades democráticas occidentales, pero también para los sistemas políticos no occidentales. Hoy el totalitarismo fundamentalista de los países con gobiernos islamistas, compite con el totalitarismo chino, y los regímenes bolivarianos. Pero el totalitarismo también tiene formas de expresión menor como la que sufrimos en nuestro país, donde las libertades de consumo, frivolidad y protesta, disfrazan la extinción de derechos fundamentales que cada día el Gobierno de Rodríguez Zapatero va arrebatando a los ciudadanos, sea en forma política, económica o cultural, incluso reescribiendo la historia y la geografía.
El pensamiento políticamente correcto, los dividendos de la SGAE, las partidas para sindicatos, colectivos y entidades afines; las campañas de intervención en la vida privada de los ciudadanos desde el Estado, los cordones sanitarios, la imposición de la renuncia a nuestro idioma, la negación a cumplir la Constitución en territorios nacionalistas, la escuadra mediática subvencionada, las mentiras urdidas como estafa y la desviación de la atención de los ciudadanos a temas intrascendentes cuando está en juego su futuro, el de sus hijos y sus nietos, son, entre otras muchas, formas menores de totalitarismo.
Todos los poderes tienden de forma natural hacia el totalitarismo, que consigan su aplicación o no sólo depende de la resistencia de la sociedad civil a su opresión y mordaza. Por eso el discurso de Hannah Arendt cobra hoy especial vigencia y requiere su minuciosa lectura, para protegernos del poder.
La libertad sólo puede ser individual, nada de libertades sociales, ni colectivas, que solo sirven para arrebatar su identidad al ciudadano de forma enmascarada, al disolverlo en su agrupación; las discriminaciones positivas fomentan nuevas injusticias y no resuelven ninguna desigualdad, lo único que consiguen es crear nuevas desigualdades de forma legal, aunque tremendamente injusta. Si la justicia fuera independiente del poder político podría corregir los errores de los parlamentos, pero como no lo es, por mor de la democracia se conculca la Constitución, y además se hace de forma legal, aunque por supuesto ilegítima, agravando aún más los errores de los políticos.
Política, Justicia, Economía, Cultura, Medios de Comunicación, todos los poderes unidos con un único objetivo: desposeer al ciudadano de su soberanía y libertad.
Les dejo con esta obra imprescindible en nuestros días, para comprender que en este maltrecho país que es España es urgente un renacimiento democrático antes de que los políticos acaben con sus recursos financieros, culturales y humanos. Antes de que la libertad no sea posible.
Referencias
Sobre la autora
Vida y obra de Hannah Arendt
Hannah Arendt. La comprensión y lo inexplicable. Marcelo Birjamer.
Wikipedia
Sobre el libro
Lecturas sobre los orígenes del totalitarismo, Emilio Figueredo
Los orígenes del totalitarismo, Oscar Elías (GEES)
El libro en la Red
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Cien Libros para el Siglo XXI (títulos anteriores)
1) La Rebelión de las Masas, José Ortega y Gasset
2) El Individuo contra el Estado, Herbert Spencer
3) El Pensamiento Cautivo, Czeslaw Milosz
No quiero ser imparcial al referirme a Hannah Arendt, una pensadora liberal que vivió expuesta a las inclemencias del totalitarismo nazi por su condición de judía, pero que también supo apreciar la simetría totalitaria de los regímenes adscritos al socialismo real. No quiero ser imparcial, porque la historia le ha dado la razón a la escritora alemana, y le sigue dando la razón cada día.
El totalitarismo ha cambiado, ha evolucionado, se ha hecho más discreto, pero más pernicioso para las sociedades democráticas occidentales, pero también para los sistemas políticos no occidentales. Hoy el totalitarismo fundamentalista de los países con gobiernos islamistas, compite con el totalitarismo chino, y los regímenes bolivarianos. Pero el totalitarismo también tiene formas de expresión menor como la que sufrimos en nuestro país, donde las libertades de consumo, frivolidad y protesta, disfrazan la extinción de derechos fundamentales que cada día el Gobierno de Rodríguez Zapatero va arrebatando a los ciudadanos, sea en forma política, económica o cultural, incluso reescribiendo la historia y la geografía.
El pensamiento políticamente correcto, los dividendos de la SGAE, las partidas para sindicatos, colectivos y entidades afines; las campañas de intervención en la vida privada de los ciudadanos desde el Estado, los cordones sanitarios, la imposición de la renuncia a nuestro idioma, la negación a cumplir la Constitución en territorios nacionalistas, la escuadra mediática subvencionada, las mentiras urdidas como estafa y la desviación de la atención de los ciudadanos a temas intrascendentes cuando está en juego su futuro, el de sus hijos y sus nietos, son, entre otras muchas, formas menores de totalitarismo.
Todos los poderes tienden de forma natural hacia el totalitarismo, que consigan su aplicación o no sólo depende de la resistencia de la sociedad civil a su opresión y mordaza. Por eso el discurso de Hannah Arendt cobra hoy especial vigencia y requiere su minuciosa lectura, para protegernos del poder.
La libertad sólo puede ser individual, nada de libertades sociales, ni colectivas, que solo sirven para arrebatar su identidad al ciudadano de forma enmascarada, al disolverlo en su agrupación; las discriminaciones positivas fomentan nuevas injusticias y no resuelven ninguna desigualdad, lo único que consiguen es crear nuevas desigualdades de forma legal, aunque tremendamente injusta. Si la justicia fuera independiente del poder político podría corregir los errores de los parlamentos, pero como no lo es, por mor de la democracia se conculca la Constitución, y además se hace de forma legal, aunque por supuesto ilegítima, agravando aún más los errores de los políticos.
Política, Justicia, Economía, Cultura, Medios de Comunicación, todos los poderes unidos con un único objetivo: desposeer al ciudadano de su soberanía y libertad.
Les dejo con esta obra imprescindible en nuestros días, para comprender que en este maltrecho país que es España es urgente un renacimiento democrático antes de que los políticos acaben con sus recursos financieros, culturales y humanos. Antes de que la libertad no sea posible.
Referencias
Sobre la autora
Vida y obra de Hannah Arendt
Hannah Arendt. La comprensión y lo inexplicable. Marcelo Birjamer.
Wikipedia
Sobre el libro
Lecturas sobre los orígenes del totalitarismo, Emilio Figueredo
Los orígenes del totalitarismo, Oscar Elías (GEES)
El libro en la Red
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El libro en papel
Alianza Editorial 35€
Taurus (La Central) 31,4 €
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¿Qué queda?. Queda la lengua materna
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Cien Libros para el Siglo XXI (títulos anteriores)
1) La Rebelión de las Masas, José Ortega y Gasset
2) El Individuo contra el Estado, Herbert Spencer
3) El Pensamiento Cautivo, Czeslaw Milosz
5 comentarios:
El PP presenta un recurso de inconstitucionalidad contra la Llei d'Educació
Considera que discrimina el castellano en favor del catalán y se dirige también contra aspectos relacionados con el cuerpo docente y el currículum
http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20091016/53805436048/el-pp-presenta-un-recurso-de-inconstitucionalidad-contra-la-llei-deducacio.html
muy majo. arendt es una de mis favoritas y todo.
pero antes os hubiera venido bien desdeciros de esa idea que describia a hitler como alguien decente, inventada (no hay mejor expresion) por erasmo.
berenger
jejeje, si hiciera eso, berenger, que usted me atribuye según su interpretación de una expresión fuera de su contexto, ¿qué tendría que hacer usted?, ¿no haber nacido?
Saludos Liberales
Erasmo
oh, el recurso "fuera de contexto". hay algun contexto en el que se puede atribuir decencia a hitler?
no. perdedor.
berenger
Hannah Arendt comenzó siendo sionista pero cuando comprobó como se formó el Estado de Israel se distanció del proyecto. Como consecuencia me pregunto: si Alemania hubiera vencido la Segunda Guerra Mundial ¿qué hubiera hecho en la Rusia ocupada?
Respuesta: lo mismo que hace Israel en la actualidad con los palestinos o con quien se les opone desde arrasar Beirut, crear el mayor gueto de la historia como es Gaza o aniquilar y expulsar de sus tierras a los semitas, es decir, a los palestinos. No hay sociedad más racial que la judía.
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