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miércoles, 1 de octubre de 2008

La historia se olvidará de Zapatero

Todavía hay algún ingenuo que piensa en la bondad del Presidente de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Nada que ver con la realidad. Ese gesto humano que le caracteriza es una singular máscara construida por el excelente equipo de asesores propagandísticos que se ha buscado.

Rajoy podrá tener todos los epítetos que ustedes quieran, pero respeta al contrincante, no le tira a mierda como hace Zapatero con quien no le baila el agua cada vez que tiene oportunidad. Ayer mismo, cuando le dijo a Rajoy que estaban esperando en Wall Street a escucharle para ver que tenían que hacer, o algo así, demostró la falta de respeto que tiene por sus contrincantes, propio del malestar de las alturas de todos los líderes mesiánicos.

Bien podría responderle Rajoy que París bien vale una misa, aunque se sea laicista y anticlerical. Hoy, nuestro Presidente se ha ido a arreglar el problema del Cáucaso a San Petesburgo, con el presidente ruso. Y tiene a la comunidad mundial expectante, porque posiblemente Rusia sería un gran aliado para su proyecto de Alianza de las Civilizaciones, si Turquía no quisiera ser europea.

En fin, que cada día vamos conociendo mejor a este personaje que nos ha tocado en suerte, primero mintiendo a los españoles para triunfar en las elecciones, para negociar con ETA, para hacer lo que le dé la gana, y después para mostrarnos la cara ocultada de la tiranía, a la que desea someter a todos los españoles.

Zapatero no pasará a la historia, más bien la historia pasará de él porque no da la talla, no la ha dado nunca. El PSOE le ha permitido ser su líder por qué a la fuerza ahorcan, y no tenía otra oportunidad, pero en las agrupaciones más recónditas se afilan los alfanjes.

Un grupo de frikis, con una bandera progre, poco tiene que ver con el socialismo español. Los votantes saben que el mundo de Zapatero se acaba con él, y la historia se tragará todos sus errores.

A España le sobra Zapatero y todos los parásitos que le rodean, posiblemente también le sobre Rajoy, pero Zapatero seguro. El día después de su caída ni los suyos querrán hablar de él, pasarán página deprisa, como ocurrió con Franco. Un socialista no puede ser soberbio, es incompatible, y a este personaje se le sale por el cuello de la camisa la osadía de los petimetres.



Erasmo de Salinas

1 comentario:

Anónimo dijo...

es un sicópata asesino el tal ZP

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