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viernes, 15 de febrero de 2008

El programa laicista de UPD no favorece “lo que nos une”

Di NO al Partido Único, vota EN BLANCO (6)


UPD defiende en su programa una separación “estricta” entre el Estado y las Iglesias, y define, de forma absolutamente errónea, el modelo español actual como el de un régimen de “semiconfesionalidad”. Resumiendo, propone el partido de Rosa Díez la supresión del concordato, caracterizado de “anacronismo”, a beneficio de acuerdos de cooperación; la supresión de financiación del Estado a cualquier tipo de actividades religiosas; la eliminación de la materia de Religión en el currículum escolar; la eliminación de símbolos religiosos en edificios públicos y que los representantes públicos no participen como tales a ceremonias religiosas.

Es un planteamiento radical, bastante similar al de Izquierda Unida y al del ala más izquierdista del Psoe. Entra en contradicción flagrante con el eslogan de UPD en esta campaña –“Lo que nos une”-, como intentaré demostrar recordando algunos conceptos y refiriéndome a lo existente en nuestro entorno europeo:

En primer lugar, no sobra señalar que “laicidad” designa generalmente el principio de separación de los poderes político-administrativo del estado y del poder religioso. La palabra “laico” viene del latín laicus, y a su vez del griego laikos, que significa « perteneciente al pueblo », en el sentido de « no religioso, no eclesiástico”. En resumidas cuentas y en su significado más neutral, un régimen laico garantiza la separación entre Estado e Iglesia. En ese sentido, y frente a la absurda cualificación de “semiconfesionalidad” atribuida por UPD a la situación española actual, nuestro país, “aconfesional” según la Constitución, entra en la órbita de los países laicos en su interpretación más amplia.

Y aquí radica el problema: UPD parte de un concepto de laicidad extremadamente militante, cercano a la sensibilidad política de los laicistas del principio del Siglo 20 en Francia, que nos remonta a una situación política muy diferente a la nuestra, en clave de anticlericalismo enfrentado a una institución religiosa poderosa, como era el catolicismo francés en aquella época.
Algunos estudiosos consideran que países laicos en el sentido más “laicista” y voluntarista de la palabra hay muy pocos en el mundo. Entre los democráticos del primer mundo, uno solo: Francia; entre los muy discutiblemente democráticos, Turquía.

Es interesante dar un repaso a la Unión Europea, y ver cómo, en países con una tradición democrática muy superior a la nuestra, no se ha optado por un régimen laicista maximalista como el que pregona UPD, sin que deje de garantizarse la libertad de conciencia y la separación de competencias, en lo fundamental, entre el Estado y las Iglesias:

Empecemos por Francia, único país laico del continente, si nos atenemos al sentido que parece darle UPD a ese término: su ley de 1.905 dividió profundamente el país entre católicos por una parte y seguidores del Partido Radical (ése era su nombre), cuya ideología era republicana y libre pensadora, con influencias de la Ilustración, pero también del positivismo comtiano y de la masonería. Sin embargo y felizmente, la laicidad francesa no impide hoy que se financien colegios religiosos concertados ni que se imparta Religión en dichos colegios (aunque de forma optativa y sin que sea contabilizada la asignatura en el currículum de los alumnos). Tampoco les impide a los representantes del Estado acudir como tales a ceremonias religiosas. Por ejemplo, el presidente de la República es “Canónigo honorífico de Saint-Jean de Latran”. Francia también tiene un concordato con el Vaticano para dos regiones, Alsacia y Mosela, con un sistema de enseñanza de tipo confesional.

La ley de 1.905 fue traumática, dividió el país, y cien años después existe un debate para, sin modificar la letra ni el espíritu del texto, concebir la relación entre el estado y lo religioso de otra forma. De hecho, los representantes de los grandes cultos monoteístas son asociados regularmente a los grandes debates éticos y se prevé financiación del estado para la construcción de lugares de culto. Entre otras cosas, se considera un peligro aplicar estrictamente la separación Estado-Iglesia en lo que atañe al Islam, pues es bien sabido que Arabia Saudí y otros grupos de presión intentan controlar el culto musulmán con fines políticos. Por ese motivo, se ha creado un Consejo del Islam francés, con elecciones democráticas de sus representantes y supervisado por el ministro de Interior, quien también ostenta el título de ministro del Culto.

Por otra parte, hay países que reconocen simultánea y oficialmente la laicidad y la identidad religiosa en el modelo de Estado:

En Bélgica y en los Países Bajos, la sociedad se organiza en “pilares” (corrientes “de identidad ideológica” reconocidas como tales, a modo de marcas identitarias) a los que pertenecen los individuos. En Bélgica, el pilar más importante es el católico, pero también está el “liberal” y el “socialista”; el estado paga los sueldos de los ministros de los cultos, y también retribuye el "Consejo central laico”; en los colegios, se imparte Religión y/o “moral laica”.
Los tres pilares holandeses son el protestante y el católico, por una parte (con sus redes de escuelas) y el “general” o “humanista”; no hay religión oficial, ni subvención de las iglesias, pero las instituciones religiosas son de hecho, servicio público, administrando buena parte de la sanidad y un 70 % de los colegios.

Otro grupo lo constituyen, de cierta forma, España, Portugal e Italia, países en los que el catolicismo fue antaño religión de estado; en los tres tiene la religión católica un estatus particular. En España, recordémoslo, existe separación entre Iglesia y Estado desde 1.978 ; los matrimonios religiosos no tienen valor civil ; hay concordato que garantiza la enseñanza optativa de Religión en los colegios públicos y existe financiación de la enseñanza católica y de la Iglesia a través del IRPF voluntario. Varias de esas medidas se extienden a la Iglesia reformada (cultos protestantes), a la confesión Judía y al Islam.

En Portugal, el régimen es formalmente laico, pero hay concordato con el Vaticano. No hay financiación pública de la Iglesia, pero la institución eclesiástica dispone de un patrimonio inmobiliario extraordinario, lo que garantiza su subsistencia y sus actividades sociales y educativas.

En Italia, existe el concordato actual desde 1.984 (adaptado de los acuerdos de Latran), muy alejado del concepto tradicional de laicidad. El Estado ya no retribuye a los clérigos, pero se reconoce oficialmente el catolicismo como "patrimonio histórico"; el matrimonio religioso tiene validez civil; se enseña Religión en los colegios públicos.

Otros países también conceden a la Iglesia católica una importancia especial: por ejemplo, Irlanda, Malta y Polonia, donde se reconoce oficialmente como “religión de la mayoría de los ciudadanos”: en Irlanda, aunque oficialmente el Estado es neutral y no subvenciona a ninguna institución religiosa desde la separación Iglesia católica – Estado de 1.972, la moral católica impregna profundamente las leyes y la Iglesia es servicio público en materia educativa (de hecho, el estado como tal no asume casi ninguna competencia educativa).

Grecia es el país del “heleno-cristianismo”: la Iglesia ortodoxa está integrada en el Estado, es de derecho público, emite actas administrativas y los sacerdotes son funcionarios. Hasta que la Comisión Europea se lo impidiera, figuraba la religión en el pasaporte de los ciudadanos griegos. Ni siquiera el PASOK, partido socialista griego, separó Iglesia y Estado durante los años en los que gobernó.

Interesémonos ahora por el norte de Europa:

En Suecia, la Iglesia luterana, aunque con menos competencias que antes, sigue siendo religión de Estado. En Dinamarca también es religión de Estado el Luteranismo, integrado como servicio público. Los pastores son funcionarios y los impuestos para la Iglesia los recauda el Estado. La identidad religiosa de los ciudadanos es de derecho común (salvo declaración explícita de no pertenencia a una religión). Esta seña de identidad religiosa determina el estado civil, los matrimonios y los entierros. La blasfemia es un delito. Sin embargo, la educación la administra el estado.

El caso de Alemania es extraordinariamente interesante : hay separación formal, pero también existe el reconocimiento jurídico de las Iglesias.
La ley fundamental de 1.949 (Constitución) proclama la neutralidad del Estado, pero con referencias a las “responsabilidades ante Dios" del pueblo alemán. Las iglesias son “corporaciones de derecho público" gracias a varios protocolos: concordato con el Estado federal para los católicos y acuerdo con los Länder, con excepción de Hamburgo, para las iglesias reformadas.
Las Iglesias cobran un 10% de los impuestos de sus fieles, puesto que la pertenencia religiosa es pública y conocida por la Administración (salvo deseo contrario y explícito). Desde la anexión de Alemania oriental, los protestantes son mayoría, y sólo el 25% de los alemanes no paga el impuesto eclesiástico. Las Iglesias desarrollan labores de servicio público: educación, sanidad, guardería preescolar. En la educación llamada pública, las escuelas interconfesionales son mayoría. La asignatura de Religión es obligatoria salvo petición de dispensa. Las Iglesias también están representadas en las entidades de control de la televisión y en la formación de los… policías.

Termino con Gran Bretaña, donde es nacional e institucional (“Establishment”) la Iglesia Anglicana en Inglaterra y la Presbiteriana en Escocia. La Reina es jefe de la Iglesia y defensora de la Ley. La Iglesia desempeña un papel en la organización de los poderes públicos (26 lords son obispos, las asambleas eclesiásticas son órganos legislativos, los pastores son magistrados). Pero el Estado controla la doctrina, el culto y el nombramiento de los responsables eclesiáticos.
Desde el Educational Act de 1988, se han extendido estas competencias al conjunto de las Iglesias cristianas. Las Iglesias son autónomas económicamente, sus pastores no cobran del Estado y no hay privilegios en materia educativa, aunque los colegios religiosos son numerosos y está reglamentada la posibilidad de oración de la mañana en las escuelas públicas total o principalmente cristianas.

Estoy seguro de que este repaso a la situación y a las relaciones entre el Estado y las Iglesias en varios países de Europa, entre ellos los más importantes, han podido sorprender a muchos lectores.
¿Cuál era mi intención al invitarles a pasear conmigo por la geografía religioso-estatal de nuestra Europa? Acabar con algunos lugares comunes:

El primero, muy extendido entre la gente menos informada, es creer que la laicidad estricta es lo habitual entre nuestros vecinos, cuando es una excepción; el segundo, señalar que hay una extrema variedad de situaciones en países indiscutiblemente democráticos, y que dicha variedad es producto de la historia y de la concertación; el tercero, subrayar que no hay un modelo idóneo y perfecto que pueda regir la relación entre el Estado y las Iglesias.

Me preocupa que UPD, con una seguridad pasmosa, en un tema tan complejo, se permita en su programa optar por un concepto maximalista del laicismo de estado, alineado con los programas más radicales del espectro político español, cuando lo que pretende por otra parte es ser transversal y concentrarse en lo que nos une.

El modelo "aconfesional" del Estado Español plasmado en la Constitución (siendo ésta tan criticable en otros aspectos) se sitúa en un término razonablemente medio en el panorama europeo. No debería ser una prioridad intentar cambiarlo, salvo que los prejuicios anticlericales de algunos pensadores de UPD sean más poderosos que la vocación de unión y regeneración democrática que afirma querer defender este nuevo proyecto político.

Di NO al Partico Único, vota EN BLANCO y resiste.

Dante Pombo de Alvear

16 comentarios:

Anónimo dijo...

La Iglesia ahora no es el problema, son los nazis gubernamentales practicantes de sus siniestras ideas y políticas.

Desde el mismísimo principio se ha visto y se sabe que la dirección de UPD pretende engañar a los españoles con todo tipo de cortinas de humo eludiendo el principal problema que tiene España: echar a ZP, denunciarlo por traidor, quitarle el poder del Estado, meterlo en la cárcel o expulsarlo del país.

Esa cosa tan elemental, justa, sencilla, legal y constitucional, ni el PP ni los jefes de UPD se atreverán a mentarla, porque no están en la política para arreglar los problemas de los ciudadanos, están para conseguir escaños y poder, sin importarles absolutamente nada la opresión lingüística diaria, la violación de las leyes españolas, el cachondeo de las instituciones judiciales y de jueces comprados por kilogramos, y todo aquello que sabemos, que vemos cada día y que estos farsantes pretenden ocultar para lograr sus puestitos en un Congreso de pacotilla.

Todo lo reducen a una cuestión electoral como si los votos fuesen el milagro de la regeneración democrática, como si esa regeneración no empezara por proclamar a los cuatro vientos la grotesca y cenagosa realidad española, como si hubiera que poner los ojos exclusivamente en cantidades de papeles o en ilusos cambios de textos legales, como si los españoles estuviéramos sordos, ciegos o vayamos a permanecer
mudos ante tanta podredumbre, degeneración, robo de recursos públicos y grandiosa estafa nacional.

Pero no van a conseguir engañar más por mucho tiempo; ya pueden tener todos los votos del mundo que la situación de España pasa por juzgar inmediatamente a los nazis que ocupan el poder político; y eso, ni el PP un partido crecientemente traidor a la Nación española, ni la dirección de UPD ocupada por progres irredentos, van a decirlo jamás si no se ven espoleados por los españoles.

Afiliados y votantes de UPD, no os dejéis tomar el pelo por unos embaucadores en la dirección. Que Rosa, tan luchadora y valiente ella, suelte el grito de ¡¡ZP a la cárcel!!, si no lo hace perderá prestigio y credibilidad a marchas forzadas. Así se verá por todo el mundo en las elecciones.

Anónimo dijo...

Amigo Dante

Lo que nos ha unido siempre es que la izquierda vuelve siempre al mismo sitio. Aun no parecen haberse dado cuenta de que cayó el muro y detrás no estaba el paraíso sino una inmensa cloaca.

Los problemas que generan los dogmas decimonónicos de la izquierda siempre serán "errores" de una "mala praxis".

No siendo yo creyente, no puedo por menos que reconocer la importancia económica de la aportación de la iglesia. No "A" la iglesia sino "DE" ella.

El otro día recogían mas para el tercer mundo de lo que da el Estado del Bienestar en un año. Manda buevos! Y va a lo que ha de ir, no a fiestas de oenejeteros.

Pero, dicho eso (que tenía ganas de soltar), el problema es que a la izquierda le sigue dando miedo la libertad.

Por ejemplo: deme usted el CHEQUE ESCOLAR y ya me ocupare yo de si quiero que, ademas de aprender a sumar y a leer, mis hijos aprendan religión. Eso NO ES ASUNTO SUYO, asi que DEJEN A MIS HIJOS EN PAZ.

Cosa que no harán porque necesitan crear pepiños y no pizarros. That is the question.

Anónimo dijo...

A mí también me ha sorprendido lo tajante de las proposiciones de UPD en materia de modelo laico, más bien laicista empedernido.

Desde luego, no es como para crear consenso en el país, ni como para atraer a todos los ciudadanos preocupados por la unidad y la democracia, "lo que nos une".

El posicionamiento de UPD en cuanto a laicidad es lícito en sí, no faltaría más, pero divide, por tener una marcación ideológica muy precisa. De cierto modo, si ganara UPD y aplicase esa parte de su programa, España sería el país más laicista de la Unión Europea, más que Francia, incluso.

Que países mucho más democráticos que España no hayan ido tan lejos y otorguen a las Iglesias estatus muy superiores a los que tiene la Iglesia católica en España hoy debería hacer reflexionar a UPD.

¿Es eso lo más importante hoy? ¿No queríais favorecer convergencias enter ciudadanos de distintos ámbitos y sensibilidades, interesados pro la regeneración democrática en torno a la unidad de la nación patriótica y constitucional?

Es difícil entenderos, cuando salís por peteneras dignas de Llamazares.

Anónimo dijo...

Increíble la descripción hecha por Dante de la relación Estado-Iglesias en países que nos dan mil vueltas, como Alemania o Reino Unido. Menudo repaso a los estereotipos.

Yo no sé qué nos pasa a los españoles, en vez de solucionar cuestiones democráticas clave, en las que tanto retraso llevamos, nos da por ir a la vanguardia del matrimonio homosexual, ley de género y ahora, de la mano de UPD, nada menos que un laicismo que (casi) nadie aplica.

¿Por qué no empezamos por garantizar las libertades básicas, conquistadas hace tiempo en otros países?

Anónimo dijo...

Lo curioso es que, leyendo bien el artículo, su autor no defiende un modelo de estado determinado, más o menos laico, sino que devuelve la proposición de UPD a su propia imprudencia.

En primer lugar, cuestionando la complejidad del concepto laico, laicidad o laicismo aplicado a la praxis política; segundo, dando testimonio de la ausencia absoluta de relación cualitativa entre democracia y nivel de laicidad estatal; tercero, subrayando, eso he entendido yo, que las relaciones entre el Estado y la Iglesia son muy sui generis, dependen de cada país, y ninguno las ha resuelto de la misma manera.

Aprendamos, joder, de una puñetera vez, y dejémonos de dogmas. Intuyo que hay mucho dogmático anticatólico en la cúpula de UPD.

Ya sabemos que Savater es masón, pero leches, los demás allí arriba no lo son. Eso creo, vamos...

Anónimo dijo...

!qué pesados son estos Masones!

También en C's estaban metidos, de Carreras también es masón de ahí su empeño en uno de los puntos del manifieston sobre laicidad.

Y la Teresa Giménez también lo parece por su insistencia en el tema de la laicidad.

Dante,

¿ Qué te parece la actitud de no hacer nada, por no hacer no hacen ni reuniones, de la coordinadora y del comite de Barcelona ciudad?

Tendrán morro lo integrantes, y pensar que muchos de ellos eran unos coñazos exigiendo cuentas, normas, etc ( por otra parte como debe ser) y en cambio ahora calladitos e inertes, como inexistentes.

¿Qué oipinión tienes de esta cuadrilla de Upedienses tan sumisos ahora y tan rebeldes, por lo mismo, en C's?

Anónimo dijo...

Muy interesante artículo. Pero un partido que nace en el siglo XXI no debe tener las hipotecas de partidos más veteranos.

Mejor que la Alianza de las Civilizaciones sería afrontar el integrismo musulmán no desde la supuesta superioridad cristiana descrita, sino desde una libertad de culto no financiada y completamente ajena al sistema de enseñanza pública.

Anónimo dijo...

Al anónimo anterior: es una opción válida, como otras. A mí, lo que me parece interesantísimo en el art´´iculo es precisamente eso, que hay varias opciones y que grandes países europeos han optado por vías que integran las Iglesias a la vida social, sin renunciar a la separación de poderes, pero sin ser "laicos" en el sentido francés (y upedeo) del término. La pregunta que plantea Dante es importante: Si UPD quiere insistir en "lo que nos une", inmersos como estamos en una grave crisis nacional y institucional, ¿cómo es posible que UPD ponga en su programa un credo laicista que, de aplicarse, nos convertiría en los más laicos de Europa, más que los franceses todavía? ¿No les importa la sensibilidad de millones de españoles que no piensan así?Quieren construir España contra ellos? ¿Les ciega tanto su cultura política anticlerical, en un país donde 10 millones de personas van a misa los domingos y dondela mayoría de los padres, según todaslas encuestas, desean que se imparta Religión a sus hijos?

Anónimo dijo...

Al anónimo anterior: pero vamos a ver, si en todos los países de Europa la enseñanza como "servicio público" se hace con la participación de estamentos religiosos: mira Alemania, y hasta Francia. ¿Por qué tanto sectarismo?

Cheque escolar y que cada uno matricule a sus hijos doende le dé la gana, cohones.

Anónimo dijo...

La mayoría de los padres, según todas las encuestas, desean que se imparta Religión a sus hijos.

González puso en marcha los conciertos educativos a cambio de quedarse con Rumasa y repartirla entre sus amigos. Lo negoció con Valls Taberner.

Buenos colegios religiosos y baratos. Por eso parece que los padres eligen que se dé Religión a sus hijos. Si la tuvieran que pagar de su bolsillo, veríamos.

Anónimo dijo...

Pero bueno, ¿quién paga la educación, si no son los padres? ¿El presupuesto de dónde sale? ¿del maná del cielo?

La educación es un servicio público, ofrecido por colegios públicos, privados concertados o privados sin concertación. Los padres pagan esa educación, de una forma u otra, y por eso deben decidir los padres, y no el estado ni los comecuras de turno, qué tipo de educación quieren para sus hijos.

Sobre el artículo, la pregunta sigue en pie: si en cualquier país de Europa se organiza la relación Estado-Iglesias de forma menos laicista que lo que propone UPD, ¿cómo es posible defender que UPD busca "lo que nos une"? ¿Por qué UPD presenta un programa tan marcado ideológicamente, en este aspecto, si pretende unir a los españoles en torno a la problemática de la regeneración democrática y de la patria constitucional? ¿Cómo se atreve a tachar de anacrónicas medidas practicadas por países cuya calidad democrática está a años luz de la nuestra, como Alemania, Gran Bretaña o Francia?

Que alguiemn me lo explique, no lo entiendoooooooooo

Anónimo dijo...

Con el cheque escolar, si yo quiero que mi hijo dé Religión, busco un centro que la dé. Y si no quiero, pues busco un centro donde pueda no darla. Lo que no puedo aceptar es que el Estado decida por mí si mi hijo va a dar Religión o no. ¿Quién es él para decidir? El programa de UPD sobre laicidad ubicaría a España en un espacio único en la Unión Europea, seríamos los superlaicos, ni Francia nos llegaría a los tobillos, ¿es eso unir a la gente? ¿Quién demonios coordina el programa de UPD? ¿La logia del zapatero o la logia del savater?

Anónimo dijo...

El cheque escolar es, aparentemente, la panacea liberal. Pero habría que abordar antes de su introducción la completa reestructuración de la escuela pública. Es de difícil aplicación. Ni siquiera el PP la propone.

Anónimo dijo...

Si es liberal, es normal que no lo proponga el PP, jeje

Anónimo dijo...

Dante ya se ha pronunciado sobre este asunto de lo laico en varias oportunidades. Creo recordar que él defiende un modelo social laico, distinguiéndolo de un modelo "laicista". Es decir neutralidad no agresiva del estado para con las religiones, entre ellas el catolicismo, la más importante por el número de fieles y por la aportación cultural a la Nación.

Ese modelo laico no tiene por qué ser incompatible con concordatos y participación de la Iglesia a labores educativas, de sanidad, etc. De hecho, la separación Estado-Iglesia permite y hasta fomenta ese tipo de implicaciones en la mayor parte (en todos, en realidad) de los países europeos citados por el articulista.

Es ese punto el que me preocupa a mí también, leyendo el programa de UPD: más bien parece un modelo anticlerical que un modelo laico, pues excluye cualquier tipo de participación de la Iglesia en la vida social, salvo en el aspecto cultural-artístico. Y eso no es de recibo en una democracia moderna, de hecho seríamos los únicos en aplicarlo. Ya veis que en los demás países, incluyendo al laico por antonomasia, Francia, y sin que sea obligatorio para nadie, los padres PUEDEN optar por un modelo de enseñanza que suponga un espacio religioso (ya sea por la elección del centro o por la opción de Religión). Todos los países citados, también, y de una forma u otra, preven mecanismos de financiación, puesto que las Iglesias desarrollan una labor social y/o educativa. Algunos pagan a los sacerdotes, otros financian el sueldo de los docentes, otros preven una parte del impuesto destinado a las Iglesias en función de pertenencias o deseos explícitos de los contribuyentes...hay matices, por supuesto, pero ninguno aplica el criterio que anuncia UPD: nada de financiación.

¿Quién paga los impuestos? La gente. Si una parte de la población desea que la Iglesia participe en labores de educación, es decir contribuir a un SERVICIO PÚBLICO, es lógico que de sus impuestos se derive parte de la financiación de dicha labor.

Anteponer un modelo que excluye cualquier tipo de participación de estamentos religiosos a la vida social y educativa, como parece sugerir UPD, es una opción maximalista, poco compatible con la aspiración a aunar "lo que nos une".

Anónimo dijo...

La primera libertad conquistada por la burguesía en su ascenso al poder político fue la LIBERTAD RELIGIOSA, es decir, separó los vínculos políticos que tuviera la Iglesia en su etapa del dominio aristocrático.

Separación de poderes, político y religioso, fue y es, otra conquista fundamental en la actual sociedad civilizada.

La burguesía creó su propia Iglesia allí donde no pudo "convencer" a la Romana, pero aún así ésta se sometió al su poderoso dominio por todo el mundo.

Y no siquiera en la URSS fueron oficialmente lejos en este tema, como ni siquiera hoy en Cuba tienen ese problema que por lo demás siempre está por medio, pues las iglesias son las sucursales "oficiales" del cielo, es decir, delegados de las almas ante las Alturas. Ello no obsta, para que se establezcan respectivos niveles estancos en la jerarquía política o social.

El asunto de Savater & Cia. proviene del temor a perder votos, piensan que la gente preserva el viejo prejuicio de que Iglesia y poder es lo mismo, un pensamiento decimonónico por una parte, y de un atragantón de infausto socialismo momificado. No se dan cuenta de dos cosas cruciales en estos momentos y que pone a la Iglesia como Institución, de nuestra parte.

La una es que los nazis y sus ayudantes nos quieren revolver al pasado, al medievo, con ese ataque a la religión para imponer "otra" que por muy atea que la pinten es otra religión, sincrética, estupidista, buenrollista y consumista.

La otra es que hemos entrado en una fase histórica donde el problema del Estado es mil veces más importante que cualquier otra cuestión, y que todo lo que venga a oscurecerlo es profundamente reaccionario.

En cualquier caso en España hemos subido el nivel de calidad de la lucha: antes por imponer religiones, ahora por imponer políticas, sus formas, sus métodos y sus objetivos. Y en estas que nos llegan unos progres a distraernos con peleas antiguas.

¿Por qué tenemos que soportar a unos listos y sus lecciones si no tienen ni idea de lo que hablan?. En parte por complejos y en parte porque todavía no son suficientes quienes les corten el rollo bananero que se traen.

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