En el contexto de la campaña del NO al estafatut andaluz, Ciudadanos en la Red publica hoy, como firma invitada, un texto de análisis y reflexión sobre la necesidad de materializar una alternativa política en España, no sólo en Cataluña, sino en el conjunto de la Nación. Apuesta decididamente por una presencia activa del partido Ciudadanos en todo el país, superando temores, desconfianzas y percepciones provincianas de la realidad.
Hace unos diez años, los que nos hemos preocupado de estas cosas, de averiguar la deriva que en nuestro país se ha dado, nos fijamos principalmente en los acontecimientos catalanes. Y pensamos que era una peculiaridad de la región lo que allí se ha venido manifestando. Pero desde hace unos tres años, nuestra perspectiva ha cambiado y nuestro análisis comprende hoy a toda España viendo como Cataluña es un caso particular de una deriva conflictiva general en la nación.
Esta situación la explicamos como efectos de la presión de fuerzas internacionales y nacionales en ese sentido, donde las exógenas mueven hacia la privatización con la llamada globalización y hacia el desmantelamiento de los controles sociales de todo tipo que el estado tradicional ejercía con su política. No abundaremos en el análisis de esas fuerzas y nos dedicaremos a las internas, a las caseras, a las nacionales.
Es posible que la Constitución española -pacto al salir de la dictadura-, dejara resquicios para que desde el punto de vista institucional el desarrollo del Estado cobrara las dimensiones que hoy conocemos, pero está claro que eso sólo no explica y en todo caso “permite”, un desenvolvimiento político e institucional como el que se está produciendo en un proceso demoledor de la estructura del Estado de largo recorrido y cuyos perjudiciales consecuencias es ahora cuando más se están evidenciando. Los agentes de esta trayectoria han sido los poderes autonómicos y la permisividad del Estado.
El proceso está llegando al paroxismo, es ahora cuando la Justicia está mostrando con fulgor su clara división interna, su “toma”, por diferentes tendencias políticas, sus conflictos interiores, su disposición a servir a intereses del ejecutivo, la ausencia de su independencia, e incluso la sospecha prevaricadora de algunos jueces o departamentos enteros.
Otro tanto ocurre con el legislativo, la división profunda y persistente en numerosos asuntos de Estado, señalan una división de intereses por encima de las necesidades de la nación, al margen de ellos e incluso en contra de ella. En este caso la división se expresa entre el PP y los demás partidos, con más o menos matices. Esta confrontación llega también a las instituciones, donde la policía está mostrando divisiones en su seno o al menos hay casos de claro cariz conflictivo, policías registran a policías, policías detienen a policías, policías denuncian a policías y sindicatos recaudan dinero para liberar a sus miembros detenidos por mor de estas cosas.
Los conflictos institucionales de todo tipo están a la orden del día “in crescendo”, los nuevos estatutos son denunciados al TC, las autonomías se enfrentan entre ellas por cosas como el agua, el blindaje de los ríos o diferencias competenciales y al mismo tiempo se enfrentan al Estado por las posibles injerencias en sus competencias. Los mecanismos reguladores autonómicos como el Consejo de Política Fiscal o las reuniones intersanitarias, están próximos al caos si no han llegado aún, por la cantidad de interferencias interautonómicas y con el Estado. Otro tanto ocurre con las asignaciones de recursos nacionales a través del Estado, dado que los nuevos estatutos modifican sustancialmente la asignación de esos recursos e impiden la aplicación de preceptos constitucionales a la vez que dejan sin sentido los presupuestos generales y su decisión democrática en las Cortes. Y no hablemos de la profusión de neoestructuras estatales.
En resumen, la independencia de los poderes brilla por su ausencia y la desorganización estructural española es ya una evidencia cegadora.
Podíamos seguir dando noticias de la realidad política e institucional, pero al objeto de este escrito basta lo señalado para indicar la grave crisis política e histórica en la que está inmersa nuestro país. Curiosamente está situación no afecta de momento y en directa proporción a la sociedad, que demuestra ser mucho más sensata que sus partidos políticos e instituciones, pero sin lugar a dudas se verá sometida a las consecuencias de toda índole que esta marcha contrae; sirva como ejemplo que los médicos españoles tienen una diferencia de salario, en función de su lugar de trabajo, de hasta un 25 %. Esta diferencia, se produce por doquier en multitud de actividades y servicios sociales, siendo un gráfico señalamiento de que la división social es un objetivo, si no calculado de hecho, de las políticas que se aplican.
..Y UNA POSIBLE SOLUCION
En esta situación, que tiene como mejor destino un período constituyente nacional, pues no parece suficiente su arreglo con meros cambios electorales o de gobierno, es necesaria una fuerza política que se enfrente a ella y participe públicamente para evitar un mayor deterioro. ¿Es posible que esa fuerza sea C´s?. Es teóricamente posible siempre que se aclare a si misma.
C´s ha sido un producto a la vez de reflexión teórica y de práctica política aunque lo ha hecho a través de asociaciones enfrentadas al nacionalismo catalán. Ha sido una conjunción de factores, pero es, existe y hay que sacarle todo su potencial jugo.
C´s nace en un contexto concreto frente a unos problemas concretos, pero en su desarrollo se han producido dos fenómenos determinantes, 1) la aparición de personas del “resto de” dispuestas a unirse a la lucha. 2) La constatación práctica y su expresión teórica de que esos problemas concretos, obedecen a un problema general que tiene consecuencias y peculiaridades locales.
El ideario de C´s surgido del congreso marcó ya entonces unas diferencias teóricas y su correlato orgánico. La mayoría decidió que el desarrollo orgánico y su papel político, debía comprender a toda España , mientras una minoría le daba un sesgo local a su utilidad. Estas dos posiciones permanecen en la actualidad y si bien la minoría tiene derecho a existir e incluso a intentar ganar su visión, actualmente está superepresentada en los órganos de la dirección por razones derivadas de un Congreso bisoño. Esta anomalía debe arreglarse de forma urgente, porque esa minoría puede verse tentada a mantenerse en el poder, mientras la mayoría necesita ser representada por sus miembros en la misma proporción que se han aceptado sus ideas.
La utilidad política de C´s en toda España, procede de lo comentado anteriormente, de la necesidad de participar en la realidad española como un todo coherente. Ahora bien, es evidente que en cada lugar o tipo de confrontación, se precisan los útiles adecuados al caso: afiliados y cantidad, programas y consignas, reivindicaciones y propuestas, etc. . Aquí arguyen muchos, dentro y fuera de nosotros, que C´s no tiene sentido como partido nacional porque en tal o cual sitio, no hay espacio político y sí que lo había en Cataluña. Nada más falso desde todos los puntos de vista, pues si el problema es nacional, la solución también debe serla y a los hechos anteriormente descritos nos remitimos. Una cosa es el ideario de C´s, donde están sus razones, principios y objetivos, y otra muy diferente son los programas y campañas de participación política que deben adecuar en cada momento y lugar donde se interviene, aquellos principios con estas necesidades, audiencias, posibilidades.
Como ejemplo de ello tenemos el programa electoral para las elecciones autonómicas recién celebradas. (Y tan por nosotros y por toda España “celebradas”). Ese programa trató de conciliar el ideario con el catálogo político electoral. Es decir, para esas elecciones creamos un proyecto político, una actuación discrecional (En la que participaron afiliados de toda España). Del mismo modo, Andalucía prepara el “programa electoral” para que todo el partido participe en el referéndum andaluz de febrero. Y es de suponer que si acudimos a las municipales o a otras, debamos elaborar para cada evento electoral un programa, una hoja de ruta adecuada.
Este planteamiento práctico es el que resuelve la falacia teórica de la “inutilidad” de C´s en España Y desde el punto de vista teórico, hablar de inexistencias de “huecos electorales” en cada lugar, se resuelve también en una próxima práctica, pues sólo en ella se puede mostrar la existencia o no de espacio electoral.
En coherencia con lo anterior, C´s tiene que participar allí donde vea que debe hacerlo, atendiendo a su trabajo interventor en la realidad política y social española, y aplicando su ideario a las contingencias y posibilidades en una ubicación concretamente dadas. El ideario de C´s contiene elementos fundamentales como es la defensa de la actual Constitución española, la existencia de España como Nación y todo el cortejo argumental que de ello se desprende. Estos postulados no sólo son perfectamente aplicables a cualquier rincón del país, sino que es absolutamente necesario hacerlo desde el punto de vista político y de urgencia.
El alejamiento actual de políticos y sociedad, la labor partidaria en su propio beneficio y no en el social para lo que existen, el inexistente control adecuado de las actuaciones públicas, la ausencia de poderes independientes, la necesidad de elecciones distintas para cada uno de ellos e incluso la elección directa del presidente del gobierno para evitar que dependa del parlamento, la lucha contra la partición multifacética de la nación, contra la existencia de poderes por todas partes, la oposición a las castas políticas locales que extienden sus dominios con verdaderas redes clientelares completamente parásitas y a menudo de contenido mafioso, la solución a problemas concretos de los ciudadanos sin intermediaciones ideológicas y toda la secuela de razones que se desprende del ideario, pueden y deben ser aplicadas en toda su extensión y práctica por toda la nación y C´s puede y debe perfectamente asumir el protagonismo de esas intervenciones. Sólo tiene que elaborar un proyecto concreto para cada campaña o lugar y participar allí como un todo unido. Todos los partidos que en la historia han sido, han trabajado bajo ese prisma, en nuestro caso es un poco más complejo precisamente porque la nación ya no es lo que era, ya no es UNICA, sino que está fraccionada indebidamente: el “Estado” está por todas partes y eso es precisamente el problema a solucionar.
¿Quién es sujeto protagonista de la lucha contra el "régimen" actual español? ¿Quiénes son los destinados a engrosar esta oposición?. ¿Quien o quienes son los interesados en pertenecer a C´s?
Tenemos indicios y prototipos, pero no podemos identificar claramente a un solo sujeto por el momento. Son sectores y capas de la población los que se están movilizando. Dada la experiencia, los interesados en C´s son personas que han sufrido en sus carnes los daños de esta dinámica: maestros perjudicados en su ascenso laboral o social, padres que se oponen a la educación de sus hijos, funcionarios sin posibles aspiraciones, profesionales liberales que ven frenada su actividad e iniciativas, empresarios trabados en sus negocios, desplazados que sufren indeseables cambios en sus condiciones generales de vida, víctimas del terrorismo y más, todos ellos claramente conscientes de que las actuales condiciones políticas les causan dificultades y perjuicios. Y es de suponer que en la medida que se acentúen las condiciones conflictivas y se agraven los problemas, más y más ciudadanos comprenderán la necesidad de organizarse para defender unos intereses que nadie más que ellos mismos tienen "interés" en defender, están solos.
Nazarí, 24-12-2007
Hace unos diez años, los que nos hemos preocupado de estas cosas, de averiguar la deriva que en nuestro país se ha dado, nos fijamos principalmente en los acontecimientos catalanes. Y pensamos que era una peculiaridad de la región lo que allí se ha venido manifestando. Pero desde hace unos tres años, nuestra perspectiva ha cambiado y nuestro análisis comprende hoy a toda España viendo como Cataluña es un caso particular de una deriva conflictiva general en la nación.
Esta situación la explicamos como efectos de la presión de fuerzas internacionales y nacionales en ese sentido, donde las exógenas mueven hacia la privatización con la llamada globalización y hacia el desmantelamiento de los controles sociales de todo tipo que el estado tradicional ejercía con su política. No abundaremos en el análisis de esas fuerzas y nos dedicaremos a las internas, a las caseras, a las nacionales.
Es posible que la Constitución española -pacto al salir de la dictadura-, dejara resquicios para que desde el punto de vista institucional el desarrollo del Estado cobrara las dimensiones que hoy conocemos, pero está claro que eso sólo no explica y en todo caso “permite”, un desenvolvimiento político e institucional como el que se está produciendo en un proceso demoledor de la estructura del Estado de largo recorrido y cuyos perjudiciales consecuencias es ahora cuando más se están evidenciando. Los agentes de esta trayectoria han sido los poderes autonómicos y la permisividad del Estado.
El proceso está llegando al paroxismo, es ahora cuando la Justicia está mostrando con fulgor su clara división interna, su “toma”, por diferentes tendencias políticas, sus conflictos interiores, su disposición a servir a intereses del ejecutivo, la ausencia de su independencia, e incluso la sospecha prevaricadora de algunos jueces o departamentos enteros.
Otro tanto ocurre con el legislativo, la división profunda y persistente en numerosos asuntos de Estado, señalan una división de intereses por encima de las necesidades de la nación, al margen de ellos e incluso en contra de ella. En este caso la división se expresa entre el PP y los demás partidos, con más o menos matices. Esta confrontación llega también a las instituciones, donde la policía está mostrando divisiones en su seno o al menos hay casos de claro cariz conflictivo, policías registran a policías, policías detienen a policías, policías denuncian a policías y sindicatos recaudan dinero para liberar a sus miembros detenidos por mor de estas cosas.
Los conflictos institucionales de todo tipo están a la orden del día “in crescendo”, los nuevos estatutos son denunciados al TC, las autonomías se enfrentan entre ellas por cosas como el agua, el blindaje de los ríos o diferencias competenciales y al mismo tiempo se enfrentan al Estado por las posibles injerencias en sus competencias. Los mecanismos reguladores autonómicos como el Consejo de Política Fiscal o las reuniones intersanitarias, están próximos al caos si no han llegado aún, por la cantidad de interferencias interautonómicas y con el Estado. Otro tanto ocurre con las asignaciones de recursos nacionales a través del Estado, dado que los nuevos estatutos modifican sustancialmente la asignación de esos recursos e impiden la aplicación de preceptos constitucionales a la vez que dejan sin sentido los presupuestos generales y su decisión democrática en las Cortes. Y no hablemos de la profusión de neoestructuras estatales.
En resumen, la independencia de los poderes brilla por su ausencia y la desorganización estructural española es ya una evidencia cegadora.
Podíamos seguir dando noticias de la realidad política e institucional, pero al objeto de este escrito basta lo señalado para indicar la grave crisis política e histórica en la que está inmersa nuestro país. Curiosamente está situación no afecta de momento y en directa proporción a la sociedad, que demuestra ser mucho más sensata que sus partidos políticos e instituciones, pero sin lugar a dudas se verá sometida a las consecuencias de toda índole que esta marcha contrae; sirva como ejemplo que los médicos españoles tienen una diferencia de salario, en función de su lugar de trabajo, de hasta un 25 %. Esta diferencia, se produce por doquier en multitud de actividades y servicios sociales, siendo un gráfico señalamiento de que la división social es un objetivo, si no calculado de hecho, de las políticas que se aplican.
..Y UNA POSIBLE SOLUCION
En esta situación, que tiene como mejor destino un período constituyente nacional, pues no parece suficiente su arreglo con meros cambios electorales o de gobierno, es necesaria una fuerza política que se enfrente a ella y participe públicamente para evitar un mayor deterioro. ¿Es posible que esa fuerza sea C´s?. Es teóricamente posible siempre que se aclare a si misma.
C´s ha sido un producto a la vez de reflexión teórica y de práctica política aunque lo ha hecho a través de asociaciones enfrentadas al nacionalismo catalán. Ha sido una conjunción de factores, pero es, existe y hay que sacarle todo su potencial jugo.
C´s nace en un contexto concreto frente a unos problemas concretos, pero en su desarrollo se han producido dos fenómenos determinantes, 1) la aparición de personas del “resto de” dispuestas a unirse a la lucha. 2) La constatación práctica y su expresión teórica de que esos problemas concretos, obedecen a un problema general que tiene consecuencias y peculiaridades locales.
El ideario de C´s surgido del congreso marcó ya entonces unas diferencias teóricas y su correlato orgánico. La mayoría decidió que el desarrollo orgánico y su papel político, debía comprender a toda España , mientras una minoría le daba un sesgo local a su utilidad. Estas dos posiciones permanecen en la actualidad y si bien la minoría tiene derecho a existir e incluso a intentar ganar su visión, actualmente está superepresentada en los órganos de la dirección por razones derivadas de un Congreso bisoño. Esta anomalía debe arreglarse de forma urgente, porque esa minoría puede verse tentada a mantenerse en el poder, mientras la mayoría necesita ser representada por sus miembros en la misma proporción que se han aceptado sus ideas.
La utilidad política de C´s en toda España, procede de lo comentado anteriormente, de la necesidad de participar en la realidad española como un todo coherente. Ahora bien, es evidente que en cada lugar o tipo de confrontación, se precisan los útiles adecuados al caso: afiliados y cantidad, programas y consignas, reivindicaciones y propuestas, etc. . Aquí arguyen muchos, dentro y fuera de nosotros, que C´s no tiene sentido como partido nacional porque en tal o cual sitio, no hay espacio político y sí que lo había en Cataluña. Nada más falso desde todos los puntos de vista, pues si el problema es nacional, la solución también debe serla y a los hechos anteriormente descritos nos remitimos. Una cosa es el ideario de C´s, donde están sus razones, principios y objetivos, y otra muy diferente son los programas y campañas de participación política que deben adecuar en cada momento y lugar donde se interviene, aquellos principios con estas necesidades, audiencias, posibilidades.
Como ejemplo de ello tenemos el programa electoral para las elecciones autonómicas recién celebradas. (Y tan por nosotros y por toda España “celebradas”). Ese programa trató de conciliar el ideario con el catálogo político electoral. Es decir, para esas elecciones creamos un proyecto político, una actuación discrecional (En la que participaron afiliados de toda España). Del mismo modo, Andalucía prepara el “programa electoral” para que todo el partido participe en el referéndum andaluz de febrero. Y es de suponer que si acudimos a las municipales o a otras, debamos elaborar para cada evento electoral un programa, una hoja de ruta adecuada.
Este planteamiento práctico es el que resuelve la falacia teórica de la “inutilidad” de C´s en España Y desde el punto de vista teórico, hablar de inexistencias de “huecos electorales” en cada lugar, se resuelve también en una próxima práctica, pues sólo en ella se puede mostrar la existencia o no de espacio electoral.
En coherencia con lo anterior, C´s tiene que participar allí donde vea que debe hacerlo, atendiendo a su trabajo interventor en la realidad política y social española, y aplicando su ideario a las contingencias y posibilidades en una ubicación concretamente dadas. El ideario de C´s contiene elementos fundamentales como es la defensa de la actual Constitución española, la existencia de España como Nación y todo el cortejo argumental que de ello se desprende. Estos postulados no sólo son perfectamente aplicables a cualquier rincón del país, sino que es absolutamente necesario hacerlo desde el punto de vista político y de urgencia.
El alejamiento actual de políticos y sociedad, la labor partidaria en su propio beneficio y no en el social para lo que existen, el inexistente control adecuado de las actuaciones públicas, la ausencia de poderes independientes, la necesidad de elecciones distintas para cada uno de ellos e incluso la elección directa del presidente del gobierno para evitar que dependa del parlamento, la lucha contra la partición multifacética de la nación, contra la existencia de poderes por todas partes, la oposición a las castas políticas locales que extienden sus dominios con verdaderas redes clientelares completamente parásitas y a menudo de contenido mafioso, la solución a problemas concretos de los ciudadanos sin intermediaciones ideológicas y toda la secuela de razones que se desprende del ideario, pueden y deben ser aplicadas en toda su extensión y práctica por toda la nación y C´s puede y debe perfectamente asumir el protagonismo de esas intervenciones. Sólo tiene que elaborar un proyecto concreto para cada campaña o lugar y participar allí como un todo unido. Todos los partidos que en la historia han sido, han trabajado bajo ese prisma, en nuestro caso es un poco más complejo precisamente porque la nación ya no es lo que era, ya no es UNICA, sino que está fraccionada indebidamente: el “Estado” está por todas partes y eso es precisamente el problema a solucionar.
¿Quién es sujeto protagonista de la lucha contra el "régimen" actual español? ¿Quiénes son los destinados a engrosar esta oposición?. ¿Quien o quienes son los interesados en pertenecer a C´s?
Tenemos indicios y prototipos, pero no podemos identificar claramente a un solo sujeto por el momento. Son sectores y capas de la población los que se están movilizando. Dada la experiencia, los interesados en C´s son personas que han sufrido en sus carnes los daños de esta dinámica: maestros perjudicados en su ascenso laboral o social, padres que se oponen a la educación de sus hijos, funcionarios sin posibles aspiraciones, profesionales liberales que ven frenada su actividad e iniciativas, empresarios trabados en sus negocios, desplazados que sufren indeseables cambios en sus condiciones generales de vida, víctimas del terrorismo y más, todos ellos claramente conscientes de que las actuales condiciones políticas les causan dificultades y perjuicios. Y es de suponer que en la medida que se acentúen las condiciones conflictivas y se agraven los problemas, más y más ciudadanos comprenderán la necesidad de organizarse para defender unos intereses que nadie más que ellos mismos tienen "interés" en defender, están solos.
Nazarí, 24-12-2007
2 comentarios:
Completito y acertado. Si non e ver e ben semblato.
¡Endavant Ciutadnas!
Bilingüismo!
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