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sábado, 7 de febrero de 2015

Necesitamos una izquierda que defienda la libertad y no sus privilegios






Cada vez que escucho a algún comunista arcaico hablar del “neoliberalismo” me pregunto de que siglo proviene, si del XIX o del XX, porque los hay de ambos.  El "neoliberalismo" que algunos pregonan es un espantapájaros que han inventado interesadamente los propagandistas de la izquierda, un muñeco de paja, que a modo de chivo expiatorio pueda acoger todos los males de este mundo, todo para ocultar en una finta psicoanalítica el fracaso económico de todas las políticas planificadas de los quinquenios de la URSS,  la incapacidad de los colectivismos de crear riqueza (al tiempo que mantienen a la gente en la pobreza) y su deriva segura hacia la erradicación de la libertad en los lugares en los que ha logrado triunfar, como Cuba, Venezuela o Corea del Norte. Se puede comprobar fácilmente el fracaso del comunismo en los países que fueron comunistas en el Telón de Acero y luego se abrieron al capitalismo, han crecido más en los últimos diez años que en los cien años anteriores y las condiciones de vida de sus habitantes han mejorado considerablemente.


Por alguna rara especie de algunos descerebrados, la izquierda se ha convertido en los últimos años en enemiga acérrima de la libertad, el capitalismo y la economía de mercado. Los profetas de la cosa consideran que la crisis económica que atraviesan los países occidentales se debe al fracaso del “neoliberalismo”, sin tener en cuenta otros fenómenos mucho más relevantes: la llegada de las nuevas tecnologías, la entrada en los mercados globales de 3.000 millones de nuevos productores dispuestos a trabajar por la décima parte de lo que lo hace un occidental y muchas más horas y la globalización. Evidentemente, para algunos todo esto es una consecuencia del “neoliberalismo” y los movimientos económicos promovidos por las élites financieras mundiales, que al fin y al cabo, vendrían a ser idiotas de libro, porque precisamente son las que más dinero han perdido con la crisis.


Su fanatismo les impide ver que el mundo ha cambiado, por eso tratan de imponer su visión deformada de la realidad a cualquier precio, porque son incapaces de adaptarse, como hacen los demás, al mundo que actualmente existe. 

Si nos detenemos en nuestro país, alguien tendría que explicarnos como en la época de Zapatero se crearon un 25 % más de empleos públicos (ojo, no funcionarios, que estamos los cuartos por la cola en Europa), mientras se perdían un 25 % en todos los demás sectores económicos.

¿Cómo pudo crecer en España el empleo público más que en ningún país de Europa desde el año 2004 al 2011 es uno de los enigmas más insólitos, digno de formar parte del programa Cuarto Milenio, cuando al mismo tiempo este país era en el que se reducía más el empleo, en todos los demás sectores?, eso en una época en que las nuevas tecnologías en información y comunicaciones han reducido el número de trabajadores en todas las empresas privadas, en España ha ocurrido lo contrario en todas las públicas, algo que no ha ocurrido en otros países europeos, sino más bien al contrario. Esto es un anatema para todos los que defienden la izquierda en España, que son los que prefieren echar la culpa al “neoliberalismo” de nuestros males.


Vamos a dejarnos de entelequias, alguien tendría que descubrir alguna vez lo que pasa a los españoles, la causa de la crisis económica que vivimos en España se debe a la sobredimensión de las instituciones políticas, la duplicación y triplicación de instancias administrativas y la escasa productividad, cualificación y eficacia de los empleados públicos españoles que han sido colocados, especialmente los que están en los cargos directivos de entidades públicas, que son lo más nefasto de Europa y que han accedido a su vida plácida por la bendición de un dedo que ha señalado su carnet en la boca. Y esto no es una cuestión que distinga partidos, porque todos los que están en el poder han hecho lo mismo. Y si les resulta increible, pregunten ustedes a cualquier funcionario por oposición de su confianza, como funciona el entramado político como pesebre en las institciones públicas


Los españoles desconocen que cada 100.000 empleados públicos que no necesitamos, nos cuestan alrededor de 6.000 millones de euros al año,  si contamos empleados públicos y empleados de empresas públicas o que viven mayoritariamente de lo público, en este país sobran más de un millón de empleados innecesarios, lo que supone al año 60.000 millones de euros, que es un poco menos de la cifra en lo que crece la deuda pública española.  Pero además, un ejército innecesario crea más problemas que soluciones, así tenemos que para hacerse imprescindibles cada día cargan más la vida de los ciudadanos con toda suerte de iniciativas dispuesta a deteriorar su bienestar y calidad de vida. Cuando alguien tiene que trabajar de verdad y al servicio de los ciudadanos, se deja de averiguar porque el impreso 324 no tiene validez para el asunto 428, ni apabulla al ciudadano con su cetro imperial inmerecido cuando le hace una pregunta.


La enormidad del despropósito creado por el PSOE de Zapatero es indecente, pero la han puesto en práctica todos los partidos con poder, el PP por supuesto y los nacionalistas no digamos, y sus barbaridades se pueden contemplar hoy en las autonomías que llevan gobernadas por el PSOE durante los últimos 30 años. Ayer, en este blog, se dejó un artículo en el que se demostraba que cualquier trabajador de este país recibe al final menos dinero del que produce para el Estado en forma de impuestos.  La proporción viene a ser de 10 para el trabajador, por 17 que recibe el Estado de su trabajo, eso sin incluir los impuestos que extrae de su producción en bienes o servicios.


Si en el gobierno del PP hubiera gente inteligente, se podría resolver la crisis de una forma muy sencilla, limitando el número de cargos directivos en todas las empresas relacionadas con lo público por decreto. No se puede permitir, porque es indecente, en un país con 4,5 millones de parados en el que hay un millón de licenciados jóvenes bloqueados por un millón de colocados con carnet, que en los últimos veinte años se hayan multiplicado por veinte los puestos de mando en las administraciones públicas. Donde hace veinte años había 3 cargos directivos, hoy hay 30 directivos, por supuesto afines al partido político que detente el poder en la autonomía correspondiente, difundiendo las responsabilidades de tal forma que al final no hay nadie responsable de los despropósitos que acontecen. Esa administración parasitaria que ha creado una burocracia innecesaria de cargos políticos designados debe desaparecer si queremos abandonar algún día la crisis.


Definitivamente este país necesita una izquierda que defienda la libertad y no que trate de crear enemigos de la libertad porque les puede joder el pesebre a los colocados, es hora de que la gente sepa lo que está ocurriendo en lo público, bajo la bandera de lo social, que para eso lo paga con su pérdida de bienestar.

Que unos cuantos miles de sinvergüenzas cobren todos los meses por hacer brindis al sol a costa de que 4,5 millones de parados estén en la calle porque no pueden acceder en las mismas condiciones que los enchufados por los partidos, sindicatos y empresas de pesebre a un puesto de trabajo, no es de recibo. Mientras haya unos indeseables que se encargan de crear problemas, pero nunca soluciones, para hacerse necesarios y seguir cobrando su sueldo, a pesar de que sea a costa de crear la mayor desigualdad que se ha visto en este país, la que distingue a los privilegiados que tienen padrino de los desheredados que no tienen enchufe para alcanzar un trabajo en lo público. Este tercermundismo debe desaparecer si queremos ser un país normal algún día.


Así que la crisis económica que vivimos en España no se debe al “neoliberalismo” se debe al expolio de aquellos que braman contra el capitalismo, pero viven magníficamente de explotar a sus semejantes en nombre de la igualdad. No se debe a la crisis de los bancos, sino al expolio de 200.000 millones de euros cometido en las Cajas de Ahorros por los miembros de los partidos, sindicatos y empresarios que estuvieron sentados en sus consejos de administración. Y no, no se debe a la voracidad de los desalmados que dejan a los niños sin comida en los comedores escolares, a los pensionistas sin pensión y a los jóvenes sin trabajo por defender la economía de mercado, sino a los que utilizan todas estos mantras para mantener sus privilegios en nombre de la igualdad, la defensa de lo social y lo público, con más avaricia que cualquier capitalista, que al fin y al cabo defiende que la gente viva de lo que produce y no a costa de los demás. Va siendo hora de cambiar la propaganda interesada, por información correcta sobre la realidad. 

La justicia social no consiste en que los socios de un club se hagan con todos los privilegios a costa de crear perjuicios en todos los demás, porque son más listos o están mejor organizados como secta en el arte de trincar para si mismos, mientras representan que luchan por los demás y en realidad, les están machacando. Lamentablemente si la izquierda abandona la humildad y la autocrítica, como ha ocurrido en este país, se convierte en otra derecha, es decir, en casta.


Enrique Suárez.


16 comentarios:

fractalio dijo...

¿Izquierda?, ¿qué es eso?, ¿dónde está, y de qué color es? No sé, a mí ni me suena. Ni está, ni se la espera. Si ZP, sus secuaces, todo el P$ó€, IU, Podemos, etc., son izquierda, yo soy Cleopatra.

Lo que necesita este mundo, no sólo este país, es ABSOLUTA HONESTIDAD en la gestión y administración de lo común, cosa que no conocen ni por el forro ninguno de los gestores y administradores que hasta hoy han desfilado por la historia de la humanidad. Sencillamente, NO EXISTE, y si la queremos, habrá que crearla. Y para crearla, no hay que ser iluso y pensar que si no se ha hecho en miles de años de ¿civilización?, se va a hacer para las próximas elecciones. O trabajamos todos en ello, a dos o tres generaciones vista, comenzando por la propia honestidad, o es IMPOSIBLE. Todavía no conozco a nadie que venga con una propuesta bajo el brazo de sustituir el actual sistema global por uno que se base justamente en todo lo contrario. En decrecer, no en crecer, en vaciar el mundo de la mierda de la que lo hemos inundado, en progresar trabajando todas las personas cada vez menos tiempo, y no trabajando cada vez menos personas durante más tiempo. En convencernos de que lo más rentable es estar al servicio de los demás, y de que sólo puedo estar bien si mi entorno está bien.

Ya sé que se me calificará de utópico, pero como he dicho ya en múltiples ocasiones, lo realmente utópico es pensar que con este sistema vaya a tardar la humanidad más de unas décadas en extinguirse. Aunque quizás sería el mejor favor que se le pueda hacer al resto de especies del planeta.

Anónimo dijo...

Si, hubo una sola persona honesta y comunista en este planeta: Jesús de Nazaret, los demás todos iguales de corruptos y en este santo país no seria menos, importando los valores de los romanos, ya sabemos como comenzó el principio del fin del imperio Romano, en aquel entonces distraían a los ciudadanos con los gladiadores, ahora la misma droga blanda: el fútbol.

Enrique Suárez dijo...

fractalio, eso que acaba de hacer usted, por ejemplo, es un discurso de izquierdas, sin ir más lejos, otra cosa es que incluya la libertad en la cuestión, que de eso ya menos, parece usted un determinista del Medievo, arengando a los infieles a ese respecto.
Creo que la humanidad siempre ha encontrado soluciones y por peores desfiladeros se ha visto.
Desde mi punto de vista, lo que sobra es propaganda, mucha estupidez y una falta de homonía que mete miedo. Ahora los griegos se reunen en la plaza del mismo nombre en Atenas y le aseguro que ni saben lo que es aquel descubrimiento que hizo el macedonio, pupilo de Aristóteles, pero en fin, ni mucho menos se habrán leído la oración fúnebre de Tucídides que le dedicó a Pericles. Que oportunidad perdida con la patulea del Syriza, pero bueno, ya escampará

Anónimo dijo...

Ya escampará o caerán chuzos de punta que es lo que parece que se avecina. Así es que a ponerse a cobijo que con los ssalvadores que están surgiendo lo llevamos claro Van directos a la toma del palacio de invierno y a repartir "muy igualitariamente" el expolio, es decir tú trabajas y yo a la dacha. Y así yo me como dos pollos y tú ninguno pero en realidad y estadísticamente y sin mentir de cara a la galería nos hemos comido un pollo cada uno. Trabajar menos horas...esa es la ambición, que trabaje otro por mí...

fractalio dijo...

Enrique, sigues empeñado en calificar y clasificar todo dentro de los clichés y parámetros actuales, que son absolutamente artificiales y a la medida de los intereses de unos cuantos, cuando resulta que lo que el mundo necesita es algo inclasificable, porque no existe, es nuevo, y hay que crearlo. Y en buena lógica, tendría que tener un poco de cada cliché actual, y quitarle un mucho de lo que tienen en común todos ellos: la especulación y las trampas. No soy determinista, y menos aún del Medievo, y no arengo a nadie, sólo doy mi opinión a los que defendéis lo que está más que demostrado que es un fracaso estrepitoso. Simplemente abro los ojos, observo la realidad, extrapolo, y saco unas conclusiones de por dónde van a ir los tiros, y da la casualidad de que hasta ahora no me he equivocado en nada, aunque desearía hacerlo. Con el sistema actual, vamos de culo, cuesta arriba y contra el viento, así de sencillo.

Anónimo, precisamente se trata de que nos comamos medio pollo cada uno, pero realmente, no estadísticamente, porque hasta ahora se los están comiendo unos pocos que yo me sé, y otros muchos, a verlas venir. Y en cuanto a lo de trabajar menos, no se trata de que trabaje otro por mí, sino de que trabajemos TODOS, pero cuanto menos, mejor. Vamos, a mí me parece lo más inteligente, mientras el trabajo no sea puramente vocacional. Progresar es restar necesidades, dependencias y esclavitudes, no sumarlas.

Dos premisas muy nítidas: en la gestión de lo público (necesidades básicas), ni un euro de beneficio para NADIE, y en la gestión de lo privado, ni un euro de financiación ni de subvención pública ni de rescates para NADIE, pura oferta y demanda, y con limitación racional de acumulación de capitales, que ya sabemos de sobra para qué sirven, a quiénes sirven y a quiénes compran.

Y ya que lo nombra el Anónimo de las 0:10:00, si aplicáramos el manual de instrucciones para la humanidad que nos dejó Jesús de Nazaret, otro gallo nos hubiera cantado. ¿Por qué será que las mejores obras hechas por las mejores personas que han desfilado por este mundo están absolutamente desprovistas de toda especulación, y sólo al servicio de los demás?

Anónimo dijo...

¿Y porqué trabajar cuanto menos mejor? ¿Y porqué conformarnos con medio pollo y no un pollo entero? Yo he dicho que uno se come dos pollos y otro ninguno. Será que con tal de no dar golpe y tirarse a la bartola se conforma uno con mal comer al tiempo que se envidia a los demás y seguimos diciendo "que inventen ellos". La représentation parfaite du feignant ou fainéant, c'st à dire du paresseux, du bon à rien

Enrique Suárez dijo...

fractalio, Alemania es un ejemplo de un país que va bien con este sistema económico, no veo grandes quejas en sus habitantes. Sin embargo si las veo en este país todos los días, ¿quiere esto decir que usted tiene razón?, el sistema va, según lo que despilfarre en dinero público que además sea innecesario, por ejemplo Grecia, va muy mal por haberlo hecho.

fractalio dijo...

Anónimo, trabajar cuanto menos mejor es para mí lo más lógico del mundo, porque el tiempo que no tenga que dedicarle al trabajo lo dedico a lo que más me guste, me entretenga y me ayude a desarrollar la mente. Entre otras cosas, a la observación. Y eso no tiene coste, o es mínimo. Lo del pollo o el medio pollo, comprenderás que es exactamente lo mismo. Por otra parte, soy un tremendo afortunado: no sé lo que es la envidia, e imagino que me moriré sin saberlo. Lo que siento es pena por mucha gente que es incapaz de trabajar para vivir en lugar de vivir para trabajar. Y claro, sin tiempo ni para pensar, no se puede ni pensar, y así vamos, nos lo dan pensado, pero a su medida.

Enrique, estamos en referencias espacio-temporales diferentes. Alemania es un país que va a ir al garete un cuarto de hora más tarde que el nuestro, como el resto de países. Es absolutamente insostenible este sistema, por muchos parchecillos que le quieran poner, ya no da para más. Es cuestión de un rato. Y si no, al tiempo. Esto reventó hace ya unas cuantas décadas, y hoy por hoy no hay ni visos de alternativa. Lo malo que estamos alrededor del punto de no retorno.

¿De verdad piensas que la corrupción no existe en todos los países exactamente lo mismo que en éste? ¿Crees que la hemos inventado aquí? Simplemente, somos más chapuzas y aireamos más la mierda, y por ahí son mucho más disciplinados para hacer piña y lavar los trapos sucios en casa. El sistema es corrupto por definición, miente en cada paso y cada dato que da, y sólo así se ha podido sostener hasta ahora, y siempre a costa de la miseria ajena, pero se terminó el recorrido. La estafa piramidal es lo que tiene, que no puede ser eterna.

Erasmo dijo...

En lo de la estafa piramidal estoy de acuerdo, tanto en el Estado como en el mercado, pero verás fractalio, es que yo soy de Dahrendorf, ya sabes, aquel liberal que recomendaba salvar a las instituciones de sus parásitos. Las instituciones son monumentos formales humanos que se han llenado de mezquinos, y hay que fumigar

Anónimo dijo...

Estupendo artículo de José Antonio Marina sobre personalidad y sus consecuencias y actuaciones

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2015-02-10/el-juego-del-poder-quienes-estan-al-mando-y-un-test-para-saber-que-lugar-ocupas_706421/

Anónimo dijo...

Hay, desde luego quien tiene la vocación o ambición de no darle un palo al agua mientras envidia a los que se molestan y prosperan. Esperan el maná sin molestarse lo más mínimo los del "que inventen ellos". De que se haga ese reparto general de riqueza, sin pensar que al día siguiente del reparto volvería a haber ricos y pobres. Bueno piensan que no porque en esos regímenes se impide a la gente moverse si no es para alabar al líder y extender la escudilla para recibir el cacillo de sopa diario. Y el que no alabe al líder lo suficiente y no le aplauda con efusión se queda sin comer y le mandan al gulag después de haberle breado a latigazos. A ese régimen se le llama NOMENKLATURA. Debe de ser el sueño de los vagos envidiosos pero en el pecado llevan la penitencia, nunca serán libres. Como decía mi abuela "que el cielo se da al trabajo y no al ocio regalón" y también "gente pobre y parada malos pensamientos"

fractalio dijo...

Erasmo, por supuesto que hay que salvar a las instituciones de sus parásitos, faltaría más, pero también hay que salvar de parásitos a los mercados, que a la postre son los que ordenan a las instituciones lo que tienen que hacer, y pagan a sus ocupantes con una suculenta comisión, que es permitirles el saqueo del ciudadano. Y cada vez los tienen que elegir más tarugos y con menos escrúpulos, para que legislen, juzguen, blinden y oculten el creciente desfalco de los mercados, lo que se convierte en un círculo vicioso del que salimos todos menos ellos cada vez más perjudicados. Echando un vistazo a la lista Falciani se intuye en qué proporción participan esos mercados de la escalada de acumulación y expolio de pasta gansa sin el más mínimo remordimiento. Sencillamente porque ellos lo valen, ¿no? Pues NO, no lo valen.

fractalio dijo...

Anónimo de las 11:25:00, creo que es imposible cumplir el patrón que indica Marina en su test, o en todo caso sería aleatorio. A mí particularmente me coinciden 3 síes de los 9 que indicarían tendencia a creer en un centro de control externo, y 5 de los síes que indicarían tendencia a creer en un centro de control interno. ¿Qué significa eso? Pues está claro, que ni un extremo ni el otro, como no puede ser de otra manera.

Lo que sí tengo claras, y esto va también por el anónimo de las 12:44.00 (si es que alude a mis comentarios), son varias cosas: Que si supiera los palos al agua que he dado, se quedaría acojonaíto. Hasta que dije que aquí habíamos llegado con la irracionalidad. Que nunca esperé ni quise la sopa boba. Que no tengo ni la más mínima queja de cómo me ha tratado la vida. Que nunca he echado la culpa a NADIE ni a NADA de mis problemas, que de tenerlos, he sido el único responsable, que mis quejas van TODAS dirigidas a los responsables -públicos y privados- de las injusticias que producen los sufrimientos que observo a lo largo y ancho del planeta. Que como dije ayer, jamás he sentido envidia de nadie, y mucho menos de los ricos, a los que compadezco, porque el colmo de la pobreza es tener sólo dinero. Pero eso sí, además de compadecerlos, les responsabilizo de cada euro que hayan conseguido con trampas, legales o no, especulaciones salvajes y avaricias desmedidas, porque sus acumulaciones son a costa de alguien. Que no todos los pobres son vagos, ni todos los ricos trabajan, que decir eso es no tener ni puta idea de lo que realmente sucede en el mundo. Y que no sé si habrá alguien por ahí que se pueda sentir más libre que yo, que nunca caí en la dictadura del consumo salvaje, absurdo y cruel que llena las arcas de esos que mandan en los otros.

Anónimo dijo...

http://actualidad.rt.com/actualidad/166099-otan-querer-guerra-francia-rusia

Anónimo dijo...

Normal lo que dice Attali. Francia y Rusia han sido siempre aliados naturales. Los europeos, no sé por qué razón la han emprendido contra la Rusia de Putin e intentan chincharle por todos los medios. pero el oso ruso no se deja amedrentar por unos cuantos mosquitos. La mayoría de Ucranianos están deeando volver a ser rusos. Quieren liar otra como lo de Sarajevo y el Archiduque Francisco Fernando. ¿No tiene otra cosa de qué ocuparse Obama?

Anónimo dijo...

Llevas razón y lo que no dicen los medios de comunicación aquí ni el resto de occidente, es los millones de ucranianos que están exiliándose en Rusia y Rusia acogiendoles como hijos

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