Liberales contra el independentismo catalán

No se caracterizaba, precisamente, D. Agustín Argüelles por el abandono de su circunspecta actitud ante la vida y el mundo; sin embargo, aquella estrellada noche del 19 de marzo de 1812, tras una larga sesión de votaciones, parecía poseído por las furias. Posiblemente, al otro lado del puente, donde el francés purgaba su asedio, se escucharon sus palabras, y tal vez más allá, en algún recóndito lugar desde el que Fernando VII seguía traicionando  a los españoles, llegaran también los ecos de su alegría y satisfacción, por que él sabía lo que realemente habia ocurrido y el significado para la historia de su pueblo. Muchos fueron los que se soprendieron cuando le vieron salir  del Oratorio de San Felipe, gesticulando con los brazos, sonriente, pletórico, con unas manifestaciones de ánimo inhabituales en su recia compostura, quizás ahora expresaba lo que había contenido durante mucho tiempo;  al pisar la calle, pronunció aquellas inolvidables palabras que se acuñaron para siempre en historia de este país y de sus gentes: "Españoles, ya tenéis una nación".

¡Honor a los Liberales!