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miércoles, 31 de octubre de 2012

Es la hora de los no representados




"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo el más sagrado e indispensable de los deberes"  Maximilien Robespierre

No vivimos en un Estado de Derecho, ni Democrático, ni Social, vivimos en un Estado de Impunidad, donde los que mandan se han inventado una tiranía para vivir a costa de los que han condenado a obedecerles, en nombre de una Constitución que han mancillado para someterles, de una nación que les repudia y a la que no representan, y de una impostura inefable, fruto de su usurpación corrupta de la que piensan salir indemnes. Detentar el poder es la norma de los déspotas en estos tiempos, aquellos que no conocerán otro destino que la venganza de su pueblo por todos los crímenes que han cometido. No solo van a pagar lo que han destrozado, lo que han derrochado, lo que han robado,  también pagarán el tiempo de nuestras vidas que nos han hecho perder por su codicia y miseria. Es hora de derrocarles, los hijos por los padres, los padres por los hijos, los hermanos por los hermanos, los amigos por los amigos.

La aristocracia que conforma la casta política en España ha vulnerado todos los límites admisibles en una democracia para imponer su opresión, su molicie, su devastación. Lo han hecho arteramente, con el sigilo de los defraudadores, con la sevicia de los depravados, con la vesania de los caciques. Se han servido de una justicia ahormada a sus intereses y privilegios, nos han impuesto la censura y la intoxicación desde unos medios de comunicación domeñados y serviles. Han vulnerado todas las reglas éticas y morales, sin tener piedad por aquellos que han ido dejando como cadáveres sociales en las cunetas de la historia, sin pensar en sus hijos que pagarán las deudas de sus orgías de poder junto con los de todos. No hay contrato que pueda contener tanta inmundicia y mezquindad, tanta presunción y soberbia, tanta mendacidad e ineptitud, tanta desmesura.

No hay justicia que ampare sus actos, no hay legitimación alguna para sus decisiones, porque la democracia no puede conceder el poder a los tiranos, ni la coartada a su tiranía. No hay libertad cuando sus decisiones nos convierten en esclavos. No hay legitimidad alguna para imponer el hambre a un pueblo, ni en nombre de credos, ni en nombre de ideas, ni en nombre de nada. No hay equidad cuando ellos disfrutan de lo que otros pagamos. No hay nada que sostenga un régimen que se ha corrompido y destila putrefacción por todas partes. Es necesario amputar la gangrena de la política infame en la que nos hacen vivir, antes de que nos acabe matando.

¿Pero cómo hacerlo?, ¿cómo derrocar a los impostores?, ¿cómo acabar con tanta basura humana que jura representarnos y solo vela por sus propios intereses y prebendas? Es sencillo, convirtiéndoles a todos ellos en un único partido, una organización delincuente con distintas formas, que ha tomado la calle y el Parlamento, los medios y los fines, las instituciones y el poder, porque en realidad, lo que han hecho no es otra cosa que dar un Golpe de Estado democrático, como el de Fidel Castro o Hugo Chávez, valiéndose de las multitudes anuladas por sus limosnas, calladas en la servidumbre, atemorizadas y acobardadas por el miedo que imponen a su pueblo, en un terrorismo de Estado sin precedentes, que les hace parecer la única solución a nuestros problemas, cuando son el problema al que nos enfrentamos y cualquier solución pasa por aniquilar su tenaza maniquea. 

Todos ellos son un único partido político, el partido del poder, y los ciudadanos somos otro diferente, el partido de la democracia. Cuando el poder tirano se enfrenta a la democracia, siempre acaba derrotado, sólo es cuestión de tiempo.

Es hora de enfrentarnos a la casta, a la aristocracia oligárquica de los señores de esta democracia que nos han convertido en súbditos de su arrogancia, vasallos de su estupidez, esclavos de su avaricia. No hay banco malo, ni bueno, hay banco en los tribunales para juzgarlos a todos y cárceles para que se pudran. No es una cuestión de justicia solamente, sino de dignidad, si no les bajamos del pedestal, nos acabarán pisando la nuca en nombre de la democracia, a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros nietos.

Sin duda, es hora de rebelarse, de plantarles cara, de trabarse ante su impunidad. Es hora de conquistar la opinión pública y aunar fuerzas para derribarlos, que nadie diga que no puede hacerse, porque quien diga tal cosa es un siervo del poder y los españoles todavía somos libres y soberanos, para someter a los usurpadores a la Ley que incumplen. Que nadie diga que no se puede antes de intentarlo. Es la hora de los no representados, tu hora y la mía, la nuestra, porque todos los que mandan en impunidad forman ya parte del pasado, aunque nunca del olvido, debemos obligarles a que rindan cuentas y que se dejen de cuentos. 

Si nosotros pagamos sus errores, es justo que ellos paguen los perjuicios que nos han impuesto. Los bandos están establecidos, ciudadanos demócratas: el partido de la democracia, contra tiranos de todos los partidos políticos, sindicatos de casta, y organizaciones mafiosas afincadas en los privilegios: el partido del poder, la casta. Es hora, ya es hora.

Enrique Suárez

1 comentario:

palabras de pujol dijo...

andaluces en el pensamiento del honorable pujol

https://www.youtube.com/watch?v=SNgPQYDn1hc

el nick te lleva al youube

¿quíen levanto Cataluña en las ultimas décadas mayoritariamente?

Jose Montilla no cuenta, que esta chupando del vote con pensión y sueldo en el senado.

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