"Del mismo modo que no sería un esclavo, tampoco sería un amo. Esto expresa mi idea de la democracia" - Abraham Lincoln.
Dentro de unos años, cuando se analice en profundidad lo acontecido en Asturias con la creación de un nuevo partido, en tan solo cinco meses, para apoyar la presencia de Francisco Álvarez Cascos como candidato a la Presidencia del Principado, podrá descubrirse que el modelo de organización y expansión de Foro Asturias, emula al surgido de forma espontánea en 1808, cuando el pueblo español se rebeló contra el secuestro por Napoleón de la familia real española en Bayona (que representaba el orden perdido), su abdicación forzada en José I, la invasión francesa encubierta con el alegato de ocupar Portugal, las felonías del “deseado” Fernando VII y el nacimiento de la nación española en 1812, con la primera Constitución que dotaba de soberanía, libertades y derechos al pueblo, sometiendo todo poder en España desde entonces al imperio de la Ley, gracias a la voluntad y el coraje de los padres de nuestra patria.
Sin duda el modelo del Juntismo, explica mejor que otro cualquiera, la organización inicial de Foro Asturias. Una situación de emergencia, crisis y prisas no permite otra evolución que la espontánea fundamentada en la convocatoria general de los asturianos, con el objetivo de desplazar del poder a aquellos que lo han ocupado durante los últimos 35 años. Sin rebelión no hay futuro para Asturias, ni para los asturianos, por eso precisamente, en los nefastos tiempos políticos que vivimos, la leva de conciencias y voluntades, con un propósito de cambio, es, sin duda, la mejor estrategia de las posibles, para triunfar en las próximas elecciones de mayo.
Foro Asturias es un agregado plural, una facción que se opone al poder existente fosilizado en el maniqueísmo, la connivencia y la inercia. La campaña buhonera de candidato ineludible así lo indica, actualmente ha recorrido más de la mitad de los concejos asturianos, con un discurso orientado a la recuperación de la civilidad política y el orgullo de ser asturianos.
Agregado de personas en los concejos que se reúnen en una congregación diversa pero homogénea que eleva la bandera común para alcanzar los mejores resultados posibles. Los programas serán específicos y concretos, y se establecerá un criterio externo de seguimiento de su cumplimiento. Recientemente se ha aprobado un código de ética de los representantes del partido, que supera los existentes en los partidos rivales. El programa autonómico buscará los caminos de la posibilidad para sacar al Principado de la extraordinaria crisis económica, social y política que atraviesa. Los intereses que unen a todos los asturianos, son mucho mayores que aquellos que les separan ideológicamente, por eso el mensaje político de Foro Asturias es convergente, de amplio rango, no excluyente, compartido por la inmensa mayoría de los ciudadanos de la comunidad. Francisco Álvarez Cascos antes que de izquierdas o derechas es eficaz, tiene las cosas claras y sabe que necesita Asturias para salir de la crisis.
El Conde de Toreno, nos recuerda el funcionamiento de las juntas populares que se establecieron ante la invasión napoleónica de España, su aroma recuerda a lo que acontece actualmente en Foro Asturias, según nos describe el tomo XII de la Historia de España de Tuñón de Lara, en las páginas 109-111:
"Agregado incoherente y sobrado numeroso de individuos en que se confundía el hombre del pueblo con el noble, el clérigo con el militar, estaban aquellas autoridades animadas del patriotismo más puro, sin que a veces le adornase la conveniente ilustración. Muchas de ellas pusieron todo su conato en ahogar el espíritu popular, que les había dado el ser, y no le sustituyeron la acertada dirección con que hubieran podido manejar los negocios hombres prácticos y de estado. Así fue que bien pronto se vieron privadas de los inagotables recursos que en todo trastorno social suministra el entusiasmo y facilita el mismo desembarazo de las antiguas trabas; no pudiendo en su lugar introducir orden ni regla fija, ya porque las circunstancias lo impedían, y ya también porque pocos de sus individuos estaban dotados de las prendas que se requieren para ello. Hombres tales, escasos en todos los países, era natural que fuesen más raros en España, en donde la opresiva humillación del gobierno había en parte ahogado las bellas disposiciones de los habitantes. […] No obstante, justo es decir que los esfuerzos de las juntas no fueron tan cortos ni limitados como algunos han pretendido… […] Acompañó al sentimiento unánime de resistir al extranjero otro no menos importante de mejora y reforma. Cierto que éste no se dejó ver ni tan clara ni tan universalmente como el primero.”
Muchos son los que se preocupan por la calidad democrática de Foro Asturias, sin darse cuenta de que la democracia para poco sirve en un sistema político fantasmagórico como el que estamos viviendo, en el que los medios de comunicación están atrapados por el poder y el poder controla todos sus mecanismos de regulación externa. En situaciones de totalitarismo discreto, además con acuerdos y pactos infaustos entre los principales partidos, la democracia es la estrategia segura para perder las elecciones.
Las juntas de 1808-1812 más que democráticas tenían una vocación democrática, porque todavía no existía una Constitución y el poder era absoluto (algo parecido a lo que ahora ocurre en cierta forma). Eso es lo que está ocurriendo precisamente en Foro Asturias, la democracia es el destino anhelado por todos, pero un ejército electoral no se hace con democracia, sino con orden. Los mal pensados (“honi soit qui mal e pensé”) dirán que en Foro Asturias no existe suficiente democracia, evidentemente, comparado con la democracia existente en el PSOE o el PP, en el partido de Alvarez Cascos, que hasta tiene primarias norteamericanas en sus estatutos, es el paradigma de la democracia; pero la democracia es un estado, no un instrumento óptimo y dinámico para establecer una estrategia que permita un triunfo electoral.
En Foro Asturias hay una fuerte vocación reformista, más que un partido al uso es un movimiento social que se rebela contra una democracia en la que las siglas están por encima de las personas, las cúpulas deciden las bases y no las bases las cúpulas, y la corrupción es una constante. Prueba de ello es que los afiliados a foro Asturias no son simples comparsas, sino personas dispuestas a cambiar la realidad existente, para devolver a la democracia su auténtico significado, usurpado por los partidos políticos convencionales. En este sentido, más bien recuerda a las juntas decimonónicas, a las levas populares del siglo XIX que crearon la nación española y las iberoamericanas. La democracia plena en el partido será una consecuencia de la victoria de Foro Asturias, Francisco Álvarez Cascos avala con sus discursos, y él es un político de palabra, que primero hay que triunfar en las elecciones, porque para regresar a la democracia y abandonar la estridencia política en Asturias, los caminos serán los que nos permitan las circunstancias y no los que puedan partir de nuestros deseos.
Parece que el modelo es eficiente y eficaz, como nos revela el director de El Semanal Digital, Antonio Martín Beaumont, al respecto de las últimas encuestas realizadas en los aledaños del partido que rechazó a Francisco Álvarez Cascos como su candidato para Asturias, contra la voluntad expresada por muchos de sus militantes, tal vez la mayoría:
“Con todo, lo que más desasosiego crea a los de Rajoy, ¡ojo al dato!, es la bomba asturiana, donde el nuevo Foro Asturias del ex "general secretario" del PP, Francisco Álvarez Cascos, ya se habría convertido en la primera fuerza política, relegando al PP de Isabel Pérez Espinosa a la tercera plaza de la carrera –muy por debajo, además, del PSOE-, despeñándose según pasan los días hasta el farolillo rojo en pugna con IU.”
Cuando los asturianos decidan en las urnas si Francisco Álvarez Cascos será su próximo presidente el próximo 22 de mayo, será el momento de juzgar la estrategia, mientras tanto sólo hay un objetivo: la victoria de Foro Asturias y la derrota de sus rivales. A Felipe González no le importaba el color de los gatos si cazaban ratones, a Francisco Álvarez Cascos no le importa si los votos los pierde el PSOE o el PP, siempre que vayan a parar a Foro Asturias. Sin embargo, a los rivales poco les importará, que más les dará a ellos perder el 2 %.
Biante de Priena
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