A raíz de las primarias madrileñas hemos sabido que el PSOE tiene en Madrid 18.000 afiliados. Si se hace una extrapolación al ámbito español el PSOE contaría con una cifra, tirando por lo alto, de 150.000 afiliados a nivel nacional. Y para que ellos vivan bien hemos tenido que arruinarnos, endeudarnos y admitir la estafa pública a la que nos han sometido. Otro tanto ocurrirá cuando lleguen los del PP.
La Revolución iniciada por Zapatero, con sus mentiras y argucias, ha mostrado el lado más oscuro del socialismo, las traiciones de Rubalcaba con ETA, la ignorancia de José Blanco, la mala hostia de una sectaria como Maria Teresa Fernández de la Vega, la ambición de Trinidad Jiménez, la ineptitud de Corbacho, la imaginación infantil de Miguel Sebastian, las chorradas sin fin de Leire Pajín, el feminismo hortera de Bibiana Aido, la incultura de la ministra Sinde, la impotencia de Gabilondo, las confusiones de Elena Salgado que sustituye sin piedad el 0,50 % real de reducción del déficit, tras subida de 2 puntos porcentuales del IVA, por el 50 % imaginario, el Mercasevilla de Chaves, el estrambótico vodevil de Moratinos, la calidad de la enseñanza de Griñán reducida a su mínima expresión, el nacionalismo radical, sedicioso, e impresentable del cordobés Montilla, los devaneos de Patxi López, atrapado entre un gobierno que pacta con su opositor y sus intentos por normalizar Euskadi. Hay otros muchos ejemplos de lo que es el zapaterismo, pero esta es una magnífica foto finish de lo acontecido, ya les conocemos, sabemos lo que pueden hacer y lo que no pueden hacer.
Hace un par de años escribí un artículo en el que predije lo qu ocurriría: la crisis económica acabará con el PSOE, también escribí otro en el que decía que el PSOE acababa con Zapatero o Zapatero acabaría con el PSOE. En realidad, debo agradecerle a este presidente todo lo que ha estimulado la creatividad de miles de españoles, la facilidad con la que nos ha mostrado lo que es el poder por dentro, y la colección de inútiles que nos gobiernan.
Pero el PSOE está herido de muerte, porque ha vulnerado todos los principios del buen Gobierno, pero no menos que el PP, colección de pijos irredentos que son incapaces de mezclarse con el pueblo porque se consideran tocados por los dioses. ¡A donde vamos con unos y con otros!
¡Qué país!
Viene un cambio de sistema, las ineptitudes de Zapatero han agotado el existente, de nada sirve cambiar los collares a los perros, qué más da que esté el PSOE en el gobierno que el PP, es absolutamente igual que roben unos que roben otros. Los ciudadanos estamos hartos de que nos roben unos y otros. El mayor problema que tenemos es que los que pretenden sustituir a los que se reparten lo público son aún peores, ni UPyD, ni IU, ni los nacionalistas, aún más ambiciosos que los que están van a resolver el problema.
Si no hay solución entre lo que existe, habrá que demandar lo que no existe. Habrá que crear algo nuevo, diferente, que se aleje de lo que nos ofrecen, porque lo que nos ofrecen son más problemas, para luego brindarnos soluciones imposibles, que les permita seguir jugando con nuestro bienestar. No hay solución al problema de la desposesión a que nos someten los políticos en estos términos.
El problema fundamental de lo que está ocurriendo es que los partidos políticos convencionales no acaban de morir y las nuevas formas de representación política no acaban de nacer, porque entre otras cosas ya se encargan desde los partidos políticos convencionales de imponer palos en las ruedas de todos los proyectos que se aventuran por un cambio real en la política española, por medio de “enviados” que tienen como objetivo boicotear cualquier paso adelante.
Sin embargo estamos condenados a salir de este marasmo, a pesar de los políticos. No se trata ya de un problema de ideologías, porque todas las ideologías son creencias que sirven para dominar al pueblo, sino de rebelión, de todos y cada uno de los que nos damos cuenta de que lo que hay debe acabarse y otra cosa diferente debe acontecer. Pero eso no ocurrirá si no nos ponemos de acuerdo en no votar por los partidos convencionales, la única forma de batir esta tiranía es apoyar a opciones que nada tengan que ver con lo que existe, cada uno a la que bien le parezca, si es posible congregando los votos en algunas, las que mas destaquen o las que sean más afines a nuestros valores y principios.
Pero si realmente queremos que las cosas cambien en España, tenemos que dejar de votar a los partidos convencionales, a todos, ninguno de ellos ha mostrado que sirva para algo más que para proveer a sus seguidores de prebendas y beneficios que, de no estar en la política, jamás hubieran alcanzado.
Cada uno que elija a quien quiera, pero ni un voto para el PSOE, PP, IU, UPyD y partidos nacionalistas, si nos ponemos de acuerdo en no votar por lo que existe, surgirá algo nuevo, y acabaremos con este vodevil en que se ha convertido la política. Ahora sabemos cual es el problema y quienes no son la solución. No podemos seguir alimentando con nuestros votos al monstruo que nos devora cada día.
Biante de Priena
La Revolución iniciada por Zapatero, con sus mentiras y argucias, ha mostrado el lado más oscuro del socialismo, las traiciones de Rubalcaba con ETA, la ignorancia de José Blanco, la mala hostia de una sectaria como Maria Teresa Fernández de la Vega, la ambición de Trinidad Jiménez, la ineptitud de Corbacho, la imaginación infantil de Miguel Sebastian, las chorradas sin fin de Leire Pajín, el feminismo hortera de Bibiana Aido, la incultura de la ministra Sinde, la impotencia de Gabilondo, las confusiones de Elena Salgado que sustituye sin piedad el 0,50 % real de reducción del déficit, tras subida de 2 puntos porcentuales del IVA, por el 50 % imaginario, el Mercasevilla de Chaves, el estrambótico vodevil de Moratinos, la calidad de la enseñanza de Griñán reducida a su mínima expresión, el nacionalismo radical, sedicioso, e impresentable del cordobés Montilla, los devaneos de Patxi López, atrapado entre un gobierno que pacta con su opositor y sus intentos por normalizar Euskadi. Hay otros muchos ejemplos de lo que es el zapaterismo, pero esta es una magnífica foto finish de lo acontecido, ya les conocemos, sabemos lo que pueden hacer y lo que no pueden hacer.
Hace un par de años escribí un artículo en el que predije lo qu ocurriría: la crisis económica acabará con el PSOE, también escribí otro en el que decía que el PSOE acababa con Zapatero o Zapatero acabaría con el PSOE. En realidad, debo agradecerle a este presidente todo lo que ha estimulado la creatividad de miles de españoles, la facilidad con la que nos ha mostrado lo que es el poder por dentro, y la colección de inútiles que nos gobiernan.
Pero el PSOE está herido de muerte, porque ha vulnerado todos los principios del buen Gobierno, pero no menos que el PP, colección de pijos irredentos que son incapaces de mezclarse con el pueblo porque se consideran tocados por los dioses. ¡A donde vamos con unos y con otros!
¡Qué país!
Viene un cambio de sistema, las ineptitudes de Zapatero han agotado el existente, de nada sirve cambiar los collares a los perros, qué más da que esté el PSOE en el gobierno que el PP, es absolutamente igual que roben unos que roben otros. Los ciudadanos estamos hartos de que nos roben unos y otros. El mayor problema que tenemos es que los que pretenden sustituir a los que se reparten lo público son aún peores, ni UPyD, ni IU, ni los nacionalistas, aún más ambiciosos que los que están van a resolver el problema.
Si no hay solución entre lo que existe, habrá que demandar lo que no existe. Habrá que crear algo nuevo, diferente, que se aleje de lo que nos ofrecen, porque lo que nos ofrecen son más problemas, para luego brindarnos soluciones imposibles, que les permita seguir jugando con nuestro bienestar. No hay solución al problema de la desposesión a que nos someten los políticos en estos términos.
El problema fundamental de lo que está ocurriendo es que los partidos políticos convencionales no acaban de morir y las nuevas formas de representación política no acaban de nacer, porque entre otras cosas ya se encargan desde los partidos políticos convencionales de imponer palos en las ruedas de todos los proyectos que se aventuran por un cambio real en la política española, por medio de “enviados” que tienen como objetivo boicotear cualquier paso adelante.
Sin embargo estamos condenados a salir de este marasmo, a pesar de los políticos. No se trata ya de un problema de ideologías, porque todas las ideologías son creencias que sirven para dominar al pueblo, sino de rebelión, de todos y cada uno de los que nos damos cuenta de que lo que hay debe acabarse y otra cosa diferente debe acontecer. Pero eso no ocurrirá si no nos ponemos de acuerdo en no votar por los partidos convencionales, la única forma de batir esta tiranía es apoyar a opciones que nada tengan que ver con lo que existe, cada uno a la que bien le parezca, si es posible congregando los votos en algunas, las que mas destaquen o las que sean más afines a nuestros valores y principios.
Pero si realmente queremos que las cosas cambien en España, tenemos que dejar de votar a los partidos convencionales, a todos, ninguno de ellos ha mostrado que sirva para algo más que para proveer a sus seguidores de prebendas y beneficios que, de no estar en la política, jamás hubieran alcanzado.
Cada uno que elija a quien quiera, pero ni un voto para el PSOE, PP, IU, UPyD y partidos nacionalistas, si nos ponemos de acuerdo en no votar por lo que existe, surgirá algo nuevo, y acabaremos con este vodevil en que se ha convertido la política. Ahora sabemos cual es el problema y quienes no son la solución. No podemos seguir alimentando con nuestros votos al monstruo que nos devora cada día.
Biante de Priena
8 comentarios:
Pregunta de números. Por ejemplo, poniendo unas cifras redondas,
Si hay 100.000 votantes en el censo, van a votar 60.000, de ellos 50.000 válidos como si's.
¿Los 350 diputados estan referidos a la totalidad del censo?
¿los 350 diputados se reparten entre los 60.000 votos, aumentado el valor de diputado?
O, si votan 50.000 quedan, más o menos la mitad de diputados.
No lo tengo claro, si la cifra de 350 diputados es fija y por ende el valor de diputados depende de la gente que vaya a votarlos, o baja el numero de sus ilustrisimas en el congreso si no se va a votar.
La opción que menos tiene que ver con lo que existe es no votar. Porque mientras se vote, se les legitima, salga lo que salga. Y seamos realistas, jamás se conseguirá que la mayoría vote otras opciones, sencillamente porque no tienen cuota de pantalla.
Pero aún suponiendo que se diera el caso, no tendrían más remedio que hacer las mismas trampas que han hecho los anteriores, pues de lo contrario serían barridos de un plumazo por los que dirigen de verdad el cotarro. No seamos inocentes
Si yo aspirase a representar a los ciudadanos para organizar y administrar la cosa pública, jamás lo haría a través de las reglas que rigen hoy el juego, y por esa misma regla de tres, jamás daré mi voto a nadie que se presente con esas reglas.
Primera necesidad ineludible: desenmascarar a los amos del sistema. A partir de ahí, todo iría sobre ruedas. Es muy sencillo, porque está muy clarito si te pones las gafas de ver al derecho, pero es preciso que la mayoría quiera ponérselas. Eso es lo complicado, porque miran con las gafas que les han impuesto, que son las de ver al revés.
BRIANTE DE PRIENA,
· "¡Chapeau!, por su último artículo.
· He podido constatar que no se ha olvidado Ud. de citar, entre los partidos convencionales, esas nuevas "granjas de cerdos orwellianos" (por ejemplo, UPyD; aunque no cita a C's), que han ido surgiendo, con el señuelo de hacer política de otra forma, pero con el único objetivo de amorarse a las ubres de los presupuestos del Estado, de la Comunidada Autónoma o del Ayuntamiento.
· Ahora bien, ¿cómo articular la o las alternativa(s) a los partidos convencionales? ¿Cómo acabar con la hipcresía de lo políticamente correcto de la casta política, tanto de derecha como de izquierda?
· No votar a ninguno de los partidos convencionales es una propuesta de sana higiene política. Pero para esto pueda suceder, es necesario un nuevo mensaje y nuevos medios de comunicación (Internet, sms, etc.) en los que se practique la "HONESTIDAD RADICAL", para hacerlo llegar a los ciudadanos. En esta tarea nos encontraremos siempre.
Manuel I. Cabezas
Mis dudas me corroen, insisto me gustaría de vuestra sapiencia saber:
Si son 350 diputados a cubrir puestos 'de trabajo' en el emiciclo ¿lo serán tanto si van a votar 10.000 que 600.000?
O, ¿Se eliminan plazas como las 'oposiciones' al no llegar el nivel?
Había más periodistas en aquel antro el pasado martes de los que cubren cada viernes un consejo de ministros.
Más gente agolpada a la puerta de la que ha entrado jamás en la Biblioteca Nacional. Uno no podía evitar la carcajada cuando, mediado el documental, se aseguraba que UN PARTIDO POLITICO liderado por la homenajeada, de presentarse a las elecciones, se convertiría la TTERCERA FUERZA política de este país.
Sólo con los votos de la gente que se había desplazado hasta allí para aplaudir a su musa, lo cierto es que Belén Esteban ganaría sin problemas a Rosa Díez.
Si las encuestas son, como las han definido algunos sociólogos y estadistas, una forma de sondear la opinión pública en un momento concreto, a día de hoy, en España, una candidatura oficial de Belén Esteban a la presidencia del gobierno contaría con el apoyo del 7,9% del electorado español, por lo que se convertiría en la tercera fuerza política de la nación, sólo por detrás de PP (40%) y PSOE (37%) y muy por encima de Izquierda Unida.
La encuesta arroja varios datos sorprendentes. Sería en CATALUÑA, por ejemplo, donde la irrupción parlamentaria de Belén Esteban tendría más fuerza.
La colaboradora de Telecinco conseguiría hacerse con el 8,9% de los votos, convirtiéndose así en la tercera fuerza política también en esta comunidad, por delante del PP,
Por mi que se presente, al menos nos reiriamos TODOS los españoles, es más diverta que ZP
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