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miércoles, 25 de agosto de 2010

Cómo llegué a ser Director General


Carta remitida a Ciudadanos en la Red por Pedro Martínez, al parecer enviada a su correo de forma errónea.

Querido Juan:

El otro día me preguntabas, mientras cenábamos en ese magnífico restaurante de la Costa Brava, que cómo había ascendido hasta el puesto que hoy ocupo, a lo que quiero responderte que con esfuerzo, mucho esfuerzo, te cuento.

Recordarás que en el instituto, cuando estudiábamos juntos, yo no era de los mejores alumnos, sabes que me costó mucho aprobar las últimas asignaturas del bachiller, pero con esfuerzo, tras repetir varios años tocándome los cojones, logré concluir en el nocturno, que era más facil, a los 23 años. Por ese tiempo decidí afiliarme a UGT y el PSOE, porque vi que en la lucha social estaba mi futuro, no porque me importara demasiado el porvenir de los demás, pero sí el mío, sabía que era más fácil destacar entre los ignorantes en un ámbito cerrado, que entre los demás en un ámbito abierto. También tuve que hacer un esfuerzo, para convivir con unos tarugos que no saben hacer la o con un canuto, mucho más burros que yo, pero eso sí, cuando se unen con el propósito de buscarse la vida no hay nadie como ellos.

Comencé a estudiar Derecho en la Universidad, no pasé de primero, en realidad no aprobé ninguna asignatura, y eso que estudié, pero no era mi fuerte. Sin embargo me dediqué a organizar todas las huelgas de estudiantes, que son como niños, en solidaridad con todos los temas que me decían en el partido. Gracias a mí labor, me siento orgulloso, se perdieron más de dos meses de clase. Además lo de ser lider universitario se me daba bien, sobretodo por las chicas, ya sabes que las compañeras son solidarias, sobretodo las feministas, anda que no follé a costa de la igualdad. Decidí dejarlo a los 27 años.

Entonces me buscaron un trabajillo en el sindicato, de agente volante, no era un gran sueldo pero tenía comisiones por cada lío en el que participaba, hoy aquí, mañana allá, siempre luchando por los derechos de los trabajadores, haciendo pintadas, repartiendo octavillas, agitando a las masas, amenazando empresarios, formando piquetes. Me fui cogiendo cierto prestigio entre los compañeros y las compañeras, la verdad que no había que trabajar mucho, la mayoría de las veces hacía presencia por la sede, para ver si había algún encargo, pero como no lo había me dedicaba a ratos libres a ir por la sede del PSOE, que allí si había más cosas que hacer, y fue donde conocí a Rosa, que era la hija del delegado comarcal (hoy ya sabes que es diputado), con mi futuro suegro aprendí muchas cosas de la política. Todo consiste en que te vean, sobretodo los que lo pasan mal, vas y les dices que estás con ellos, les dejas el teléfono y no lo olvidan nunca da igual que sean jóvenes, parados, amas de casa, o jubilatas, tu les dices que estás con lo suyo, aunque no sepas ni de que va y ellos, que en el fondo necesitan creer, no se olvidan de ti. Por supuesto siempre hay que hablar mal de la derecha, porque los de la derecha son unos pijos que nunca bajan a tierra y se creen la hostia, piensan que porque han estudiado, la gente les tiene que hacer la ola, pero bueno, ese es su problema. Hay que mezclarse con la gente Juan, que es la que vota, dejarse ver en los conflictos, decir que comprendes todo lo que pasa aunque no tengas ni puta idea, así te vas haciendo una fama de buen compañero. En realidad se vive bien, porque siempre estás en todos los saraos y de paso te corres muchas juergas por el morro, es divertido.

Un buen día, decidieron liberarme en el sindicato por el sector del metal, aunque en mi vida había tocado una llave inglesa, pero como lo mío era lo social, daba igual el metal que las panaderías. Ahí, con un buen sueldo y todo el tiempo libre, comencé a desarrollar mi plan, ya tenía 31 años, me acaba de casar con Rosa y habían nombrado a mi suegro diputado. El plan consistía en estar siempre para lo que se me necesitara, sobretodo al lado de los que mandaban, así conocí a mucha gente a la que admiro, que todavía habían hecho menos que yo, pero estaban en buenos puestos de la administración, cobrando un gran sueldo y viviendo como marqueses. Me convertí en ese chico tan majo, el yerno de..., el de UGT del metal, que era un gran luchador. Entonces comencé a leer algún libro de política, hasta entonces no lo había hecho, y me enteré de quienes eran los más afortunados y vivales del asunto, sobretodo me interesaban los líderes de la izquierda española.

Aprendí sus frases, que repetía de memoria, mostraba a todos sus artículos en prensa, coleccioné todas las intervenciones interesantes y propuse crear una web para contarlo al mundo, me dieron diez miil euros en el partido para empezar que aseguraron anualmente, y cree la web que conoces, que cada día tiene más gente. Contraté a un pringadillo para que la llevara por dos mil euros todo el año y desde entonces me levanto ochomil euros todos los años del asunto. Como me dí cuenta de que ahí estaba el negocio, decidí crear una empresa para ofrecer al partido todo lo que necesitara, desde bolígrafos hasta carteles, desde gente hasta putas, desde ágapes hasta reuniones masivas. Es la empresa de servicios que conoces, todo por el partido.

Como me contrataban en todos los ayuntamientos en que gobernaba el PSOE, porque era el yerno de quien era, en cuatro años me forré, hoy posiblemente tenga más de diez millones de euros, y contratados a un montón de gente joven, toda de izquierdas, a los que pago mucho menos de lo que se merecen, pero les digo que las cosas están muy jodidas. Pero soy un tio honesto, ya me conoces, así que durante este año he donado al sindicato un millón de euros y al partido otro. Un buen día, alguien en las alturas dijo que yo era un tio muy inteligente (no te diré como ocurrió, porque no es muy legal) y el comité federal del partido decició proponerme para Director General, con 36 años me levanto ciento cincuenta mil euros al año de sueldo y vivo como un marajá, pero lo que realmente me da pasta es la empresa, con la que este año he facturado dos millones de euros, cuando hay elecciones la cosa se anima mucho.

Pues esta es mi vida, Juan, una vida de trabajo y esfuerzo, de presencia y lucha social intensiva, pero no me quejaré, también he vivido muy bien. Creo que mis hijos podrán estudiar, pero si no lo hacen no habrá problema, les voy a dejar un buen pellizco y además el año pasado nos fuimos a dar la vuelta al mundo, las Maldivas son preciosas, dentro de unos años me haré una casa allí, ya estuve mirando las posibilidades, bueno te dejo, que tengo una reunión de trabajo con Bibiana y Leire.

Un abrazo compañero

Ilegible.

Pedro Martínez

Apoya aquí la carta de Pedro para que la lea mucha gente. Gracias

3 comentarios:

español medio dijo...

Nada, nada, que siga usted bien, Señor Director, a sus pies

chespir dijo...

Como creación político literaria puede estar entretenido. Nada más. No me creo que sea una carta real enviada por error. Un director general podrá ser un golfo, nadie lo duda, pero de tontos tienen lo justo y ser precavidos es una norma de conducta. Escribir esto a un amigo, cuando se está metido en política, no tiene sentido. Por tanto creo que el remitente miente al decir que se la enviaron por error y si miente en esto, su falta de ética es tan grande como la de aquellos a los que pretende denunciar. El recoger y difundir este texto es colaborar en la mentira y eso me decepciona. No caigan ustedes en mentiras para denunciar otras mentiras.
Saludos.

Anónimo dijo...

Tiene razón, yo a base de sacrificio y esfuerzo he conseguido viajar a la luna sin nave ni nada, y ahora la tengo en mi casa. La vendo por trocitos a las centrales nucleares para que la analicen y gracias a eso me levanto 900.000 billones de euros al mes. Es menos de lo que merezco, pero no me quejo

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