Y como colofón, para animarles un poco, quiero mostrarles la Tierra Prometida, porque ustedes son buenos y nobles ciudadanos, y además muy creyentes, sólo queda decir que de la democracia restringida solo puede derivarse la apropiación (debida, indebida, compensatoria, restitutoria, o “diezmal”).
Hagan el favor de no seguir mirando el dedo que les está señalando la luna, que ya son ustedes mayores para seguir haciendo el idiota y vean la realidad por sí mismos: los problemas que provienen de la apropiación, sea del tipo que sea, sólo se pueden resolver eliminando las restricciones de la democracia, porque una democracia restringida asesina la libertad, y sin libertad no hay vida, sólo una existencia mugrienta. Así que si queremos que no nos sigan robando, tendremos que hacer real la democracia sin restricción alguna y en toda circunstancia, situación y momento, y eso implica exigir respeto a nuestra Constitución, y a nuestra inteligencia, no esperando a que se nos conceda el día de mañana.
En el partido de Rosa Díez se han hecho auténticas manipulaciones de la democracia urdidas desde su dirección, contra los derechos fundamentales de sus militantes. Han sido denunciadas públicamente, en los medios de comunicación, ante los juzgados; si esto ocurre con un partido que tiene un solo diputado, y no se puede hacer nada por evitar la extorsión de la democracia, imagínense lo que puede ocurrir en partidos grandes con más de cien diputados.
En España hay una trama de corrupción política insólita, todos están implicados, los catalanistas en el Palau, la presidenta del parlamento balear está imputada por corrupción, los socialistas en todo el Estado, y los populares en los territorios autonómicos que gobiernan. Al mismo tiempo hay más de 4,1 millones de trabajadores en el paro y la crisis económica en nuestro país no comenzará a resolverse por lo menos hasta 2012. ¿Y los ciudadanos?, ¿qué hacemos los ciudadanos?.
Decía Proudhon, (un utópico también “apropiado”, que en realidad consideraba a Marx un miserable y su doctrina un tremendo engaño), que “la propiedad es un robo” (en resumen socialista), cuando en realidad a lo que se estaba refiriendo era a la “apropiación debida o indebida”, fuese de tirios o troyanos, pero que los socialistas, tan buenos y nobles, han sabido traducir a su idioma para incrustarnos la idea de que el capitalismo es nocivo, hay que quejarse de él como de Franco, aunque nada se haga por cambiarlo cuando alcanzan el poder, porque es más rentable y provechoso no hacerlo, pero todos ellos representan una magnífica obra teatral revolucionaria de que van a abrirse los cielos y los infiernos.
Dice un viejo refrán español que: “el que no llora no mama”, pero a los mamones de la política española, que se cuentan por cientos de miles, tal vez millones -, sólo se les llenan los ojos de lágrimas cuando alcanzan una poltrona, de lo que piensan mamar lo que no está escrito a partir de entonces, superando a todos sus antecesores en el cargo.
Es hora de que hagamos los deberes entre todos los españoles no abducidos, que somos muchos, diversos y dispersos, -como además ha de ser-, porque de otra forma vamos a seguir suspendiendo la asignatura de soberanía hasta que alcancen la jubilación nuestros nietos, mientras los políticos velan por “nuestro bienestar”, y de paso, por el suyo.
Sin más demora urge la acción, la democracia es el gobierno del pueblo para el pueblo, pero con el pueblo, no contra él, porque eso es demagogia, no democracia, y la demagogia es el origen de todas las tiranías.
Enrique Suárez Retuerta
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