El instituto, el jardín de infancia, el RSA
Es, para mí, una ocasión para deciros que me preocupa la reforma escolar que se prepara, a saber, la semestralización de la escuela secundaria, la fragmentación en módulos, en unidades de valores, en opciones que podrán abandonarse tras unos pocos meses. Hay una frivolidad en la educación efímera: la escuela secundaria a la carta, la elección.
Conozco la frivolidad, conozco la realidad y conozco sus consecuencias. Su objetivo es, la obligación de ahorrar horas, de economizar, y de disminuir el número de horas reales desarrolladas efectivamente ante los alumnos. Pero su consecuencia –y es lo que más me interesa- es que el conocimiento ya no será visto como un proceso continuo, una construcción que se desarrolla a lo largo del tiempo, y sabemos que todo lo que se desarrolla con perseverancia, de la misma forma que nos ha resultado molesto en su momento, se percibe años más tarde de haberlo hecho, como una cosa que permitirá aprender otras cosas.
Este camino de adquisición de la cultura, es de hecho una sedimentación, un camino de comprensión progresiva del mundo.
Esto se basa para mí en dos preocupaciones. La primera es cultural, y se define simplemente: el zapping es lo contrario de la cultura.
La segunda es el riesgo social, porque sabemos de antemano que empecinarse en el “amplio menú”, apoyado por su familia, con estrategias desarrolladas por la escuela, a las que se va a renunciar enseguida, alegando su “menú” rápidamente, mientras que las familias no podrán revocar estas opciones a las que las hemos abandonado.
Siento haber hecho esta observación de pasada, pero creo que el debate sobre esta reforma escolar no se ha desarrollado, que no es un debate, según mi criterio, puede ser un perímetro corporativo, pero no un debate sobre lo esencial que queremos transmitirles a nuestros hijos.
Conozco bien la cultura del zapping. Es el modelo de escuela americano, con sus escenificaciones, lo peor de todo el mundo occidental. Tras la asimilación, los americanos tienen una institución denominada el “college”, que permite acceder a las universidades de alto nivel, pagándolas.
No quiero enviar al abandono a la escuela secundaria, que considero que por ahora no es lo que peor ha funcionado en el sistema educativo francés.
Querría regresar a la base, al momento en que los conocimientos fundamentales se reciben y adquieren, lo que me conduce a decirles que no entiendo los ataques contra los jardines de infancia, porque si queremos ser una sociedad eficaz, deberíamos concentrar nuestro esfuerzo en el jardín de infancia.
Habrán comprendido, tras haber escuchado a los distinguidos oradores esta mañana, que el segundo pilar del proyecto humanista, es que lo que se puede comerciar debe obedecer a un cierto número de normas, es decir, eludir la ley del máximo beneficio, y los intereses de los más débiles deben estar protegidos de los demás.
Esta es la famosa frase de nuestro compañero Lacordaire: “Entre la fuerza y la debilidad, entre la riqueza y la pobreza, es la libertad la que oprime y la ley la que libera”, de ahí la necesidad de normas, y de instituciones para hacer cumplir esas normas.
El tercer pilar es la justicia, y esto, naturalmente, me lleva a recordar lo siguiente: decidir que la financiación de una empresa de solidaridad, como la RSA (Renta de Solidaridad Activa), se levantará sobre los hombres solidarios de todos los franceses, menos los más ricos, es una injusticia que ninguno de nosotros debería aceptar bajo esta fórmula.
Justicia también significa equidad en las propuestas laborales, en la multiplicación del trabajo.
Mis queridos amigos, en el periodo de paro en el que vamos a entrar, permítanme recordarles la propuesta de dedicar los márgenes de maniobra de nuestro país a la oferta de dos puestos de trabajo por cada uno, sin cargas para las empresas. Es probable que alguno se arrepienta de no haber adquirido experiencia en esta cuestión, ahora que regresa el ciclo de paro a nuestro país.
Esto me lleva, naturalmente, a la última cuestión, que comprenderán que está estrechamente relacionada con las demás.
Necesitamos que Europa exista
Si tenemos realmente un proyecto alternativo a la globalización, un proyecto que está fundamentado en nuestros valores, es un proyecto humanista, que necesita apoyo, y este apoyo solo tiene un nombre posible, que es Europa, siempre que se decida a existir.
Debemos entrar en un gran debate europeo. Me gustaría matizar algunas cuestiones de la tarea que tenemos ante nosotros. Porque estoy absolutamente convencido de que Europa está del lado de los ideales, pero es necesario tener la lucidez de constatar que la idea de Europa ha pasado demasiado deprisa por una serie de realidades que son esenciales para nuestro pueblo.
Simplemente les diré el primeo de ellos. Nuestra tarea antes de la campaña, la tarea que debemos asumir, porque nosotros somos creadores de la familia política europeas, es que tenemos que asumir la reconciliación de la acción europea y de la idea nacional.
El principal obstáculo de la idea europea es reunir consistencia en su percepción, no resuelta por los fundadores, de que Europa y la nación eran antagonistas. Pero, para mí, es importante demostrar que no es así. Europa es a la nación, lo que la familia a la persona. No hay familia si no hay reconocimiento de la persona, de la identidad de la mujer, del hombre, del niño que la forman.
Reconocer la identidad de cada uno, la diversidad de caracteres, la diversidad de vocaciones, a veces la diversidad de responsabilidades, no ayudar sino trabajar juntos, es la condición necesaria para trabajar unidos, por muy diferentes que seamos, hay cosas que sólo podemos hacer juntos.
¿Debo añadir que este reconocimiento de la diversidad de identidades, de la pluralidad, es para mí más importante que el reconocimiento de la identidad nacional?.
Siento orgullo de que seamos una familia que es capaz de reconocer la identidad nacional, la identidad regional, las diferentes culturas, la diversidad, de forma que seamos nosotros mismos, para poder estar plenamente con los demás.
En segundo lugar debemos aceptar la idea –aunque es difícil aceptarla en estos tiempos, si se juzga por lo que leo – que hay cosas que podemos hacer juntos, por ejemplo, mantener la actividad en tiempos de recesión. Pero esto es inútil si se decide en el ámbito nacional, solo es posible en el marco europeo.
De hecho, los grandes desafíos exigen que apoyemos y trabajemos juntos. Voy a mencionar algunas cosas que requieren la acción en un marco europeo.
El crecimiento ecológico
La definición de necesidades, por ejemplo en materia de transporte
Las normas para el aislamiento
La búsqueda de nuevas fuentes de energía, como el hidrógeno, si es que existe como una solución posible.
Todo esto se puede hacer en el marco europeo, no hay que negarse a ver los esfuerzos de Europa en estas zonas destruidas por la distorsión de la competencia. Dumping o dumping social escandaloso, es inconcebible que en el marco europeo.
La regulación, impuesta a los bancos, a los establecimientos de crédito, la seguridad dada a los actores económicos, a los depositarios, a los ahorradores, no puede concebirse, como se ha visto en las últimas semanas, más que en el ámbito europeo, y especialmente en la zona euro.
Si necesitamos regulación, y hay quince regulaciones en la zona euro, entonces no hay regulación posible, porque cada uno hace para sí mismo y no para todos.
Tenemos la necesidad de imponer y construir una visión, una construcción, una arquitectura que reúna a todos los europeos.
Lo mismo para la ayuda a los países más pobres, que necesitamos, aunque estamos en retrocediendo. Esto puede observarse en toda Europa.
Quiero decir, en este punto, que me preocupan las grietas aparecidas en la unidad franco-alemana. Me preocupa la forma en que nos tratemos entre socios, incluso la más amistosa, por advertencias públicas. No hay desarrollo sostenible en Europa, si no escuchamos a los demás, y no los consideramos como iguales.
No creo que sea fructífero el tratamiento de Alemania o Luxemburgo por advertencias públicas, porque ellos han estado a nuestro lado durante las décadas que acaban de pasar.
Después de todo, si ellos quisieran hacernos advertencias públicas, tendrían muchas cosas que decirnos. Cito, por ejemplo, el ámbito de la separación de poderes, cuestiones jurídicas, el ámbito de los medios de comunicación, el ámbito de la norma democrática, el ámbito de los beneficios fiscales, como se recordaba esta mañana. Ellos también tendrían muchas lecciones para darnos.
Es como una familia y tenemos que empezar por considerar que no se llevará a la la picota a los demás si estamos destinados a vivir con ellos.
Desde este punto de vista, espero que las próximas semanas veremos correcciones de trayectorias.
He aquí, en breve, lo que, para mí, se necesita combatir desde Europa. Tenemos que asumir la plenitud del legado de quienes fundaron la formación de Europa como lo es hoy, y tenemos que superar lo hecho. Nosotros tenemos que comportarnos, no como herederos, sino como fundadores. Es decir mujeres y hombres decididos a asumir el ideal que es capaz de inspirar las fundaciones, y, al mismo tiempo, describir en la realidad, en lo concreto el ideal que debemos aportar los ciudadanos que somos todos.
Estoy muy orgulloso de que en todas las regiones, las listas de independientes del Movimiento Democrático nos permitan cumplir con los franceses, persuadirles, convencerles e instruirles. Y estoy seguro de que de en esta ocasión no vamos a vivir solamente una cita electoral, sino lo que siempre hemos querido para nuestra nación y nuestros conciudadanos, para todos los países europeos, a saber, una elección de destino.
Gracias.
Traducción: Ciudadanos en la Red
Discurso de Clausura (1/4)
Discurso de Clausura (2/4)
Discurso de Clausura (3/4)
Discurso íntegro en francés
Vídeo en francés
Es, para mí, una ocasión para deciros que me preocupa la reforma escolar que se prepara, a saber, la semestralización de la escuela secundaria, la fragmentación en módulos, en unidades de valores, en opciones que podrán abandonarse tras unos pocos meses. Hay una frivolidad en la educación efímera: la escuela secundaria a la carta, la elección.
Conozco la frivolidad, conozco la realidad y conozco sus consecuencias. Su objetivo es, la obligación de ahorrar horas, de economizar, y de disminuir el número de horas reales desarrolladas efectivamente ante los alumnos. Pero su consecuencia –y es lo que más me interesa- es que el conocimiento ya no será visto como un proceso continuo, una construcción que se desarrolla a lo largo del tiempo, y sabemos que todo lo que se desarrolla con perseverancia, de la misma forma que nos ha resultado molesto en su momento, se percibe años más tarde de haberlo hecho, como una cosa que permitirá aprender otras cosas.
Este camino de adquisición de la cultura, es de hecho una sedimentación, un camino de comprensión progresiva del mundo.
Esto se basa para mí en dos preocupaciones. La primera es cultural, y se define simplemente: el zapping es lo contrario de la cultura.
La segunda es el riesgo social, porque sabemos de antemano que empecinarse en el “amplio menú”, apoyado por su familia, con estrategias desarrolladas por la escuela, a las que se va a renunciar enseguida, alegando su “menú” rápidamente, mientras que las familias no podrán revocar estas opciones a las que las hemos abandonado.
Siento haber hecho esta observación de pasada, pero creo que el debate sobre esta reforma escolar no se ha desarrollado, que no es un debate, según mi criterio, puede ser un perímetro corporativo, pero no un debate sobre lo esencial que queremos transmitirles a nuestros hijos.
Conozco bien la cultura del zapping. Es el modelo de escuela americano, con sus escenificaciones, lo peor de todo el mundo occidental. Tras la asimilación, los americanos tienen una institución denominada el “college”, que permite acceder a las universidades de alto nivel, pagándolas.
No quiero enviar al abandono a la escuela secundaria, que considero que por ahora no es lo que peor ha funcionado en el sistema educativo francés.
Querría regresar a la base, al momento en que los conocimientos fundamentales se reciben y adquieren, lo que me conduce a decirles que no entiendo los ataques contra los jardines de infancia, porque si queremos ser una sociedad eficaz, deberíamos concentrar nuestro esfuerzo en el jardín de infancia.
Habrán comprendido, tras haber escuchado a los distinguidos oradores esta mañana, que el segundo pilar del proyecto humanista, es que lo que se puede comerciar debe obedecer a un cierto número de normas, es decir, eludir la ley del máximo beneficio, y los intereses de los más débiles deben estar protegidos de los demás.
Esta es la famosa frase de nuestro compañero Lacordaire: “Entre la fuerza y la debilidad, entre la riqueza y la pobreza, es la libertad la que oprime y la ley la que libera”, de ahí la necesidad de normas, y de instituciones para hacer cumplir esas normas.
El tercer pilar es la justicia, y esto, naturalmente, me lleva a recordar lo siguiente: decidir que la financiación de una empresa de solidaridad, como la RSA (Renta de Solidaridad Activa), se levantará sobre los hombres solidarios de todos los franceses, menos los más ricos, es una injusticia que ninguno de nosotros debería aceptar bajo esta fórmula.
Justicia también significa equidad en las propuestas laborales, en la multiplicación del trabajo.
Mis queridos amigos, en el periodo de paro en el que vamos a entrar, permítanme recordarles la propuesta de dedicar los márgenes de maniobra de nuestro país a la oferta de dos puestos de trabajo por cada uno, sin cargas para las empresas. Es probable que alguno se arrepienta de no haber adquirido experiencia en esta cuestión, ahora que regresa el ciclo de paro a nuestro país.
Esto me lleva, naturalmente, a la última cuestión, que comprenderán que está estrechamente relacionada con las demás.
Necesitamos que Europa exista
Si tenemos realmente un proyecto alternativo a la globalización, un proyecto que está fundamentado en nuestros valores, es un proyecto humanista, que necesita apoyo, y este apoyo solo tiene un nombre posible, que es Europa, siempre que se decida a existir.
Debemos entrar en un gran debate europeo. Me gustaría matizar algunas cuestiones de la tarea que tenemos ante nosotros. Porque estoy absolutamente convencido de que Europa está del lado de los ideales, pero es necesario tener la lucidez de constatar que la idea de Europa ha pasado demasiado deprisa por una serie de realidades que son esenciales para nuestro pueblo.
Simplemente les diré el primeo de ellos. Nuestra tarea antes de la campaña, la tarea que debemos asumir, porque nosotros somos creadores de la familia política europeas, es que tenemos que asumir la reconciliación de la acción europea y de la idea nacional.
El principal obstáculo de la idea europea es reunir consistencia en su percepción, no resuelta por los fundadores, de que Europa y la nación eran antagonistas. Pero, para mí, es importante demostrar que no es así. Europa es a la nación, lo que la familia a la persona. No hay familia si no hay reconocimiento de la persona, de la identidad de la mujer, del hombre, del niño que la forman.
Reconocer la identidad de cada uno, la diversidad de caracteres, la diversidad de vocaciones, a veces la diversidad de responsabilidades, no ayudar sino trabajar juntos, es la condición necesaria para trabajar unidos, por muy diferentes que seamos, hay cosas que sólo podemos hacer juntos.
¿Debo añadir que este reconocimiento de la diversidad de identidades, de la pluralidad, es para mí más importante que el reconocimiento de la identidad nacional?.
Siento orgullo de que seamos una familia que es capaz de reconocer la identidad nacional, la identidad regional, las diferentes culturas, la diversidad, de forma que seamos nosotros mismos, para poder estar plenamente con los demás.
En segundo lugar debemos aceptar la idea –aunque es difícil aceptarla en estos tiempos, si se juzga por lo que leo – que hay cosas que podemos hacer juntos, por ejemplo, mantener la actividad en tiempos de recesión. Pero esto es inútil si se decide en el ámbito nacional, solo es posible en el marco europeo.
De hecho, los grandes desafíos exigen que apoyemos y trabajemos juntos. Voy a mencionar algunas cosas que requieren la acción en un marco europeo.
El crecimiento ecológico
La definición de necesidades, por ejemplo en materia de transporte
Las normas para el aislamiento
La búsqueda de nuevas fuentes de energía, como el hidrógeno, si es que existe como una solución posible.
Todo esto se puede hacer en el marco europeo, no hay que negarse a ver los esfuerzos de Europa en estas zonas destruidas por la distorsión de la competencia. Dumping o dumping social escandaloso, es inconcebible que en el marco europeo.
La regulación, impuesta a los bancos, a los establecimientos de crédito, la seguridad dada a los actores económicos, a los depositarios, a los ahorradores, no puede concebirse, como se ha visto en las últimas semanas, más que en el ámbito europeo, y especialmente en la zona euro.
Si necesitamos regulación, y hay quince regulaciones en la zona euro, entonces no hay regulación posible, porque cada uno hace para sí mismo y no para todos.
Tenemos la necesidad de imponer y construir una visión, una construcción, una arquitectura que reúna a todos los europeos.
Lo mismo para la ayuda a los países más pobres, que necesitamos, aunque estamos en retrocediendo. Esto puede observarse en toda Europa.
Quiero decir, en este punto, que me preocupan las grietas aparecidas en la unidad franco-alemana. Me preocupa la forma en que nos tratemos entre socios, incluso la más amistosa, por advertencias públicas. No hay desarrollo sostenible en Europa, si no escuchamos a los demás, y no los consideramos como iguales.
No creo que sea fructífero el tratamiento de Alemania o Luxemburgo por advertencias públicas, porque ellos han estado a nuestro lado durante las décadas que acaban de pasar.
Después de todo, si ellos quisieran hacernos advertencias públicas, tendrían muchas cosas que decirnos. Cito, por ejemplo, el ámbito de la separación de poderes, cuestiones jurídicas, el ámbito de los medios de comunicación, el ámbito de la norma democrática, el ámbito de los beneficios fiscales, como se recordaba esta mañana. Ellos también tendrían muchas lecciones para darnos.
Es como una familia y tenemos que empezar por considerar que no se llevará a la la picota a los demás si estamos destinados a vivir con ellos.
Desde este punto de vista, espero que las próximas semanas veremos correcciones de trayectorias.
He aquí, en breve, lo que, para mí, se necesita combatir desde Europa. Tenemos que asumir la plenitud del legado de quienes fundaron la formación de Europa como lo es hoy, y tenemos que superar lo hecho. Nosotros tenemos que comportarnos, no como herederos, sino como fundadores. Es decir mujeres y hombres decididos a asumir el ideal que es capaz de inspirar las fundaciones, y, al mismo tiempo, describir en la realidad, en lo concreto el ideal que debemos aportar los ciudadanos que somos todos.
Estoy muy orgulloso de que en todas las regiones, las listas de independientes del Movimiento Democrático nos permitan cumplir con los franceses, persuadirles, convencerles e instruirles. Y estoy seguro de que de en esta ocasión no vamos a vivir solamente una cita electoral, sino lo que siempre hemos querido para nuestra nación y nuestros conciudadanos, para todos los países europeos, a saber, una elección de destino.
Gracias.
Traducción: Ciudadanos en la Red
Discurso de Clausura (1/4)
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2 comentarios:
MoDem = Movimiento Democrático
Tu pasión por MoDem (y Bayrou) me extraña, aunque lo respeto perfectamente. Dicho sea de paso, no nos conocemos lo suficiente. Posiblemene nunca nos conozcamos lo suficiente. En fin, como tu seguimiento en torno a las tesis de Zola-Pedro J. (lo suyo no es naturalismo sino amarillismo, pero ahí está). En fin, no creo que me equivoque, ¿eres tú sólo el que rellenas este blog? Por cierto, de calidad elevada.
¿Sabías que Bayrou fue ministro de educación? ¿No se aplica la autocrítica? A qué me suena todo esto, ¡a Rosa Díez!
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