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martes, 30 de septiembre de 2008

La rebelión del Capitolio

Las comparaciones como la que voy a hacer, más que odiosas, son horrorosas. Se imaginan ustedes a un diputado español, uno, sólo uno, votando en contra del consejo de su partido político y el de la oposición que se han puesto de acuerdo para algo. Inverosímil.

La democracia norteamericana tendrá muchos errores según El País, pero hay que quitarse el sombrero por la independencia política de los representantes públicos de los ciudadanos de Estados Unidos.

Aquí los titulares de la prensa hecha con prisa serían algo así como: el congreso de los diputados se enfrenta al mercado. Y subtitularía: el presidente Bush fracasa en su propuesta de salvación de la débil economía norteamericana. Nada que ver con la propaganda.

Cualquiera que haya leído La Democracia en América de Alexis de Tocqueville, comprenderá lo que ha ocurrido, y quien no la haya leído seguirá creyendo en la bondad de Zapatero. El Dow Jones ha descendido un 6,5 %, la mayor caída de su historia y de su histeria.

En realidad, lo que han dicho en El Capitolio los congresistas es que el Estado no puede ser el hada madrina del mercado, como recomendaba Federico Jiménez Losantos el otro día en un artículo, y servidor le daba la razón en otro.

La libertad depende de la separación del poder económico y del poder político, entre otras cosas, cualquier acción conjunta es una forma de totalitarismo, que a la larga se volverá contra los ciudadanos.

Esto no quiere decir que el presidente Bush sea idiota, ni que los presidentes de los bancos centrales europeo, japonés, suizo y británico lo sean, al inyectar miles de millones de euros en una economía opulenta que se ha quedado sin liquidez, nada de eso.

Por cierto, aquí en Europa, ¿a quién ha preguntado Trichet si podía
inflar nuestra inflación alegremente?. ¿A quién han preguntado los del BENELUX si podían salvar a Fortis?. ¿A quién han preguntado los británicos si pueden nacionalizar bancos alegremente?. Un ejemplo de imbricación entre el poder político y el poder económico que habla del auge socialdemócrata en Estrasburgo.

Y algunos confundirán el culo con las témporas y dirán que Zapatero y su cinismo con la crisis es un acto coherente, y posiblemente de respeto a la libertad de mercado, ya lo verán, pero vamos a dejarnos de tonterías.

La crisis económica tiene una consecuencia inmediata, que es la disminución de ingresos por parte del Estado vía impuestos, por eso se afanan todos por la intervención. Los mercados europeos, con economías aún muy intervenidas por los Estados, nada tiene que ver con el mercado norteamericano, con economías reguladas casi exclusivamente por las grandes corporaciones.

Los estados europeos quieren intervención porque una crisis importante haría saltar por los aires el Estado del Bienestar, y a los políticos europeos les horroriza tal cosa. Los Estados Unidos, con su presidente a la cabeza, quieren una intervención porque se juegan su hegemonía económica mundial. Nada que ver.

En realidad, el mercado lo que está haciendo es descontar los desequilibrios de la globalización, expulsando de su seno a los productos más tóxicos, resolviendo sus problemas de salud para sanear su situación y homogeneizar criterios, hacer común lo diverso.

Hay demasiada histeria en todo lo que está ocurriendo, no por lo que dicen Zapatero y sus asesores, que no se enteran, sino porque el futuro global que nos espera necesita que no se sumen peras con manzanas, ni que se haga un zumo de frutas desconocidas.

Nadie recuerda ahora, con la caquexia del ladrillo, que esta crisis comenzó por el ascenso inusitado de los precios del crudo que los ciudadanos soportamos estoicamente, a la subida del petróleo se atribuía la subida de la inflación, y el inminente pinchazo de la burbuja inmobiliaria, anunciada desde hace años.

Pero en realidad el petróleo subió para encarecer la manufactura de los productos que provienen de China y la India, y algunas otras economías emergentes, porque la barrera tecnológica que distinguía países avanzados de países en desarrollo, hoy está superada.

Sin embargo los expertos economistas occidentales han calculado mal la capacidad de almacenaje y dumping de estas economías, que no producen con criterios exclusivos de mercado, sino de Estado. Han aprendido la lección de la extinta Unión Soviética.

Las economías asiáticas son economías de cuota, no de precio, el precio es un instrumento útil para conseguir cuota de mercado. Que más da vender los ordenadores a cien euros si vendes todos los ordenadores, aunque te cuesten noventa euros. Es la economía de escala lo que está asesinando la opulencia occidental, un instrumento de mercado que se regula por sí mismo.

Las economías asiáticas son de supervivencia no de opulencia, necesitan dinero para que sus ciudadanos coman, no para que se vayan de vacaciones al Caribe.

En realidad lo que está ocurriendo es un cambio de valor de la realidad en la que vivimos. Creíamos que las tiendas de los chinos que tenemos en España eran un ejemplo de economía solidaria, no fundamentada exclusivamente en el precio, y va a resultar que son la avanzadilla del declive económico de Occidente.

Los 700.000 mil millones de dólares que pretende inocular Bush en la economía norteamericana (mundial), son en realidad un arancel, una medida proteccionista ante el declive económico de los Estados Unidos y el auge mercantil de China. Bush no quiere salvar a los Estados Unidos, sino una forma de hacer negocios fundamentada en el crédito y la hipoteca, a la que son muy proclives los ciudadanos norteamericanos.

Bush lo que quiere salvar es la economía de consumo, el American way of life, la pujanza internacional de los Estados Unidos, porque los chinos tienen doláres para empapelar la luna, y si se meten en el mercado norteamericano le terminarán haciendo subsidiario. Los congresistas norteamericanos lo que quieren es que los americanos se salven por sí mismos, es decir, la independencia de los norteamericanos contra viento y marea, que cierren filas ante la amenaza económica a su supervivencia. Ambos buscan lo mismo, Bush contra los ciudadanos y los congresistas con los ciudadanos.

Tienen razón los congresistas y aplaudo su decisión, el mundo libre requiere de libertad, hasta cuando no somos nosotros los que ganamos. Coherencia yanke digna de admiración y encomio, que sobresale en el clima español entre tanto paleto con pretensiones, que pretende descubrir las ventajas de las bombillas de bajo consumo y ser reconocido como su inventor, Thomas Alba Edison, pero es que la luz no brota de las "ideas brillantes", sino del esfuerzo y el tesón, de que cada uno crea en sí mismo y no espere el maná del Estado Providencia. Cuanto tenemos que aprender de los norteamericanos en respeto y libertad, y algo tendrán que aprender ellos de como nos tomamos la vida, a pesar de los políticos que nos han tocado en la feria electoral a la que denominan democracia los que viven del cuento.

A ver como lo explican en Educación para la Ciudadanía, ahora que las mujeres han alcanzado un ministerio de igualdad, va a resultar que en realidad, lo mejor es que los seres humanos sigamos siendo diferentes, como toda la vida. Tanta planificación asesina la vida, la crisis económica será un revulsivo, pero también un juez que separa lo realmente necesario, de lo absolutmente prescindible.

Las bombillas de bajo consumo son un simbolismo propagandístico que en realidad nos dice como está España; el Estado regalará una bombilla de bajo consumo por habitante y además recomienda que se compren juguetes españoles, ahí está todo, no hay más aunque resulte increible, y esas son las solemnes intervenciones de uno de los "listos" del Gobierno, no quiero ni imaginar como serán los otros.


Biante de Priena

10 comentarios:

Anónimo dijo...

En realidad lo que está ocurriendo es una cuestión de mercado, se salvarán los que hayan funcionado a la Suiza, ahorrando e invirtiendo con moderación. El Banco de Santander anda haciendo negocios por esos mundos por qué tiene liquidez, saldrá reforzado de esta situación, así como Repsol y algunas otras compañías españolas, las eléctricas por ejemplo.

La crisis a quien más va a perjudicar es a los especuladores, no a los inversores habituales. Es posible, como en el crack del 29, que algunos salten desde los rascacielos.

Eso y algunas quiebras, harán que a la gente le entre pánico, y sacará su dinero de los bancos en USA, reduciendo más la liquidez, creando aún más problemas.

Bush se frota las manos, menudo marrón que le deja al heredero.

Seguro que los norteamericanos comienzan por desinvertir en el exterior para rentabilizar en el interior. A las empresas que tengan muchos créditos les van a hacer puñetas, y los que tengan apoyos sólidos saldrán reforzados.

Al final, los ricos seguirán siendo más ricos y los pobres más pobres.

Elentir dijo...

Excelente entrada, te felicito... y te enlazo.

Enrique Suárez dijo...

Gracias elentir

Anónimo dijo...

El Capitolio no ha rechazado definitivamente el plan, puede que lo aprueben y todo esto no sea más que presiones para "matizarlo".

Lo que puede ocurrir, como otras veces ha ocurrido, es que China compre a todos los EE.UU.
¿Acaso el libre mercado no lo está indicando?.

-Sr. Obama/McCcain, ¿cuanto pide por su Nación?

-Tanto

-Pues como esto y una lata de lipshis de propina.

Anónimo dijo...

Los zanahorios, después de haber destruido la Constitución Española y el Estado de Derecho, se cebaron en el partido de los mafiosos C's y también en el de chiste Unión a Dedo.

Cruzando el océano han alcanzado sus últimos objetivos destrozando las finanzas mundiales desde dentro del Capitolio, donde demócratas y republicanos han sido identificados con el grupo anaranjado que tanto éxito están teniendo en el orbe.

"En el día de hoy, cautivo y desarmado el pelandrusquismo de las verduleras, han alcanzado las tropas zanahorias sus últimos objetivos continentales. La guerra destructiva ha terminado."

A partir de ahora, el ejército zanahorio con Ubú a la cabeza seguidos por los invencibles y notables firmantes del "Manifiesto por la Dignidad", laborarán por las CONSTRUCCIÓN de un nuevo mundo donde las verduleras no pinten nada teniendo que someterse al mando socio-político de la Inmortal Zanahoria de eterna vida y juventud garantizada.

En Washinton, 30-9-08
Brigada de Comunicaciones.

Anónimo dijo...

Al principio del milenio el gobierno norteamericano incitó a sus nacionales a refinanciar sus hipotecas en una muy fácil manera de dar créditos a los particulares para que consumieran, estimulando así una economía ralentizada por el fracaso de las punto.com entre otras contingencias económicas. Teniendo en cuenta que la economía de los USA produce el 80 % para el consumo interno, la fiesta basada en el ladrillo ha durado unos años.
Parecido proceso ha cursado en España donde el ladrillo lleva lustros erigido en el motor económico.

Al calor de este foco de negocios, los especuladores y otros aprovechados han jugado en el casino de la burbuja, haciendo todas las trampas permitidas y sin permitir para alterar los balances contables atrayendo inversiones a sus señuelos en las bolsas, inflando artificialmente el montante de la circulación monetaria y provocando distorsiones en las finanzas del mundo entero al que han contaminado con estas maniobras como hoy se percibe el alcance universal del estropicio causado.

El origen del desaguisado tiene un suelo muy sencillo nunca mejor dicho, se trata de las hipotecas sobre sus viviendas que no pueden pagar los ciudadanos, cuyo alcance calculado por ahora se estima en unos cinco millones de familias estadounidenses. El tan cacareado plan de “rescate” del gobierno USA no contempla ni en sus más benignas propuestas abordar el fondo del asunto, quedándose como dicen algunos demócratas en una “ayuda” a esas familias sin especificar cuales ni cómo ni cuando. Pero el plan si que tiene muy claro que se trata de “ayudar” a los provocadores de este escándalo mundial sin precedentes, lo que equivale a percibir cómo el Estado acude en ayuda de los “suyos” los empresarios dejando en la estacada a los realmente perjudicados por esos “ellos” a los que ni siquiera van a meter en la cárcel.

He aquí el verdadero rostro de un sistema basado en la extracción de plusvalía por parte de unos pocos hacia el grueso de la población sea cual sea el mecanismo que se emplee y el nombre con que se denomine a ese colosal robo y grandiosa estafa pública. Si se quiere intervenir desde el Estado, lo lógico sería tomar medidas realmente viables, como por ejemplo permitir a las víctimas del delito continuar con sus viviendas y castigar a los delincuentes mediante la devolución del producto de sus robos, entre otras medidas y sanciones. De nada de eso se habla en los mentideros; al contrario, se difumina el problema discutiendo sobre nombres, no sobre la “cosa”. Y así, el liberal FJL nos cuenta la última patraña en su artículo de hoy en El Mundo diciendo que no ve el liberalismo y la democracia en estos hechos por ninguna parte. Debe ser que hemos estado viviendo en el Jardín de las Hespérides y no lo hemos sabido hasta hoy. De lo que si están seguros estos liberales es que comunismo es igual a cien millones de muertos, mientras el desastre para la humanidad que estos acontecimientos van a suponer no tiene nombre de ningún género y ni siquiera saben si esto es “libre mercado” o lo contrario.
Un día de estos se enterarán de más cosas y de sus auténticas denominaciones.

Equipo Marcapola

30 de septiembre de 2008

Anónimo dijo...

Contaré a mis nietos que he visto al mediodía la mala cara de Busch anunciando la pérdida de millones de puestos de trabajo. Se ve que no ha pasado bien la nit.

Y resulta que los gobiernos, como el de Irlanda, andan GARANTIZANDO el dinero a la gente por si quiebran los bancos. ¿Quién y qué garantiza a los Estados?.

¡¡¡¡¡Mare meva com está al pati!!!!

Anónimo dijo...

Mare meua, que las factorías de coches andan echando personal. Que nos nos pase nada.

Anónimo dijo...

D. Real, un excelente análisis de la actual situación, bajo las mentalidades imperantes provenientes del siglo XX, sin aportación de solución definitiva.

El Congreso de EE.UU tomará la medida necesaria para salvar, temporalmente, el actual sistema. Consciente o inconscientemente seguirá las teorias, expuestas en 1.948 en Bretton Woods, por el denostado Keynes. Teorías que palían, cíclicamente, la avaricia humana del liberalismo salvaje, padre putativo de todos los gobiernos actuales.

Obvia Ud, como el 99% de la población mundial, la máxima incontestable: “Dadme el control del dinero y ya no importará quien haga las leyes” (Meyer Amsfeld Rothschilld 1744 -1812). Es esta máxima, contastablemente demostrada, la que nos marca el objetivo a conseguir. En román paladino, el control de la emisión de moneda ha de estar en poder del ciudadano. Ello supone la desaparición de los ciclos económicos, en un mercado realmente libre. Sin manipulaciones para el dumping económico y /o social, sin corrupciones en la obtención de información y /o posiciones de privilegios y sin prebendas subvencionadas.

El control de la emisión de moneda, por parte del ciudadano, convergerá, por filosofía del propio sistema, en unas condiciones socio-económicas de igualdad de oportunidades, donde los menos dotados tienen cubiertas sus necesidades vitales, al poder aplicarse, matemáticamente y sin manipulación posible, las tablas de input-ouput-( Wassily Leontief nobel de economía en 1.973)- y donde los más capacitados podrán realizarse según sus posibilidades, sabiendo la sociedad, en todo momento, que sus signos de riquezas provienen, sin ventajas ni privilegio, de las satisfacciones que hayan aportado a dicha sociedad.

Para los ciegos videntes, dos citas:

Wright Patman, congresista de los EE.UU (1.928-1.975)
Llegará el día en que nos echaran la culpa a nosotros el, Congreso, por permitir que este estúpido sistema continue.

André Gide, premio Nobel de Literatura en 1947.
"Todas las cosas son ya dichas; pero como nadie escucha hay que volver a empezar siempre".

PD
Hay quien la actual situación la considera como un juego entre poderosos. El hambre, el desempleo, el aumento de la delincuencia y la perdida del poder adquisitivo no dejan de ser variables de dicho juego. Estoy pensando en nuestros políticos de 6.000 €/mes; entre unas cosas y otras.

Anónimo dijo...

Poncio dijo...

Desde un punto de vista crítico profundo, podría señalarse algo más duro todavía de lo que expone el Equipo. La forma específica de excedente que ha creado el capitalismo es el beneficio industrial. Azuzado por su obtención -que se funda en el expolio de sobretrabajo no pagado- ha impulsado sin embargo un avance técnico y económico sin parangón. Ahora bien, el capitalismo no ha podido desprenderse de formas de renta pre-capitalistas que también se basan en el latrocinio, pero además son absolutamente parasitarias: la renta de la propiedad territorial y el interés financiero: la pura usura.
En la crisis actual, a una crisis clásica de obtención de beneficios en el sector inmobiliario, se ha sumado la implosión de todo el gigantesco pegote del interés usurero que se ha subido en la chepa de la economía productiva, en forma de entidades de inversión, bancos hipotecarios, aseguradoras, etc. Y como para salir del desaguisado y financiar el rescate de los parásitos no sólo van a tirar de aumentos de impuestos, sino también de una inundación de bonos del tesoro, ofreciendo tipos atractivos de interés, no tardará en abrirse otro pozo de parasitismo.
No erraron quienes hablaron de decadencia del capitalismo, aunque siga creando algunas fuerzas productivas. En ideología y política, la barbarie, la regresión civilizatoria. En economía, el paraíso del usurero y del especulador y, cuando se desfonda, el del rentista.
Con todo lo anterior indico donde se puede depositar millones en los próximos tiempos: en los bonos del Tesoro de las croquetas de la Puri. Aunque se enfade la Ministra de Ideología de Género.

30 de septiembre de 2008

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