Una vez más, el frente ciudadano, constitucional y español se agrieta en los momentos decisivos, cuando se trata de oponerse a los terroristas, a los nacionalistas y a quienes desde el gobierno y desde la izquierda oficial se rinden y están dispuestos a arrodillarnos a todos.
Aunque no es el momento de polémicas entre quienes, aparentemente, combaten el terrorismo y el chantaje de los separatistas, algunos políticos y algunos comunicadores merecen una respuesta a sus declaraciones o a sus silencios:
1- El curioso director de El Mundo, cultivando una originalidad que España ahora no necesita, escribió el domingo pasado un largo artículo incomprensible e inaceptable para quienes no están en los entresijos de los egos mediáticos y de los intereses financieros de la mercadotecnia.
Gente coherente como Luís del Pino o Agapito Maestre le han contestado dejando en evidencia e invalidando sus argumentos acerca de la necesidad, para el PP, de desmarcarse de la manifestación contra el terrorismo, convocada el 24 de noviembre en Madrid.
Pedro J. Ramírez, en una enésima pirueta, nos tiene cansados a muchos, y debería entender que su lucha por intereses empresariales y la desorbitada proyección de su persona en el espacio público harta, satura e incomoda a mucha gente común y corriente. Si no quiere estar con las víctimas y con la defensa de la libertad en los momentos simbólica y políticamente más importantes, que se aparte y no moleste. Que se dedique a proteger su piscina con acceso al mar y exhiba su desmenelado protagonismo en espacios más inofensivos, pero que deje de ofender a las víctimas contaminando el ambiente cuando, precisamente, se están movilizando las consciencias en torno al bien común.
2- El síndrome de los vencidos crece en las altas esferas del PP, ante el silencio de los corderos (los mandos medios o marginados) y la irritación de militantes, simpatizantes y electores potenciales. Feijóo, nacionalista, cobarde o ambas cosas a la vez, no asistirá a la manifestación porque "tiene cosas que hacer", según dijo en la Ser. Rajoy calla y espera, como siempre, confirmando un estilo de liderazgo que consiste, en lugar de adelantarse a los acontecimientos marcando el ritmo de la confrontación política para preparar la alternancia y el cambio, en esperar el último segundo antes de determinarse en función de la coyuntura, de la táctica, del cálculo electoral más ruin y miserable.
Otros colectivos, partidos y responsables políticos sí han tomado la buena decisión, como empieza a ser sana costumbre en ellos: UPyD, con Rosa Díez a la cabeza, estará con las víctimas el sábado; Foro de Ermua y Peones Negros, como no podía ser de otra manera, también; y Esperanza Aguirre, nuevamente a la altura de las circunstancias y esperemos que de su destino, cuanto antes mejor.
Pero eso tampoco es lo más importante, lo realmente esencial depende de cada uno de nosotros: estar o no estar, elegir entre dos alternativas (no hay más, por mucho que rebuznen los consensuadores de pacotilla). Con la libertad o en silencio frente a quienes la amenazan; con las víctimas, o callados ante los verdugos.
Dante Pombo de Alvear
1 comentario:
Está claro. Poco a poco vamos viendo quienes son los nuestros, porque muchos lo simulan pero ya se les ve el plumero. Esos son los peores porque aparentan estar con nosotros y resultan unos cómplices de nuestros enemigos.
Viva la Libertad, abajo los fascistas gubernamentales traidores a nuestra nación España.
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