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lunes, 17 de septiembre de 2007

Resistencia cívica y acción ciudadana

A propósito del V-day de Beppe Grillo

Solía repetir el escritor Camilo José Cela, que en este país el que resiste gana, y cuanta ironía contenían sus palabras. No somos los españoles dados a las heroicas resistencias, a pesar del “sostenella e no enmendalla”, que más bien se debe a la cabezonería y el orgullo acomplejado.

Sin embargo en esta patria nuestra, la memoria es sagrada, nadie como los españoles para no pasar página, la memoria histórica forma parte del acervo cultural de todos los pueblos del país que los romanos consideraban un lugar apto para la reproducción de conejos.

Tal vez por la rusticidad de las costumbres, o por la urbanización tardía, aquí no se olvida en cuatro generaciones una afrenta como la de un insulto a la salida de misa por haber pasado las ovejas subrepticiamente por la finca del abuelo sin su consentimiento. Y esta castración del olvido, es un hecho extremadamente organizado, pues en cada ocasión oportuna, se recuerda en la familia la afrenta, lo que impedirá como en un romance lorquiano, que la Teresa y el Julián puedan establecer amoríos, pues al igual que en aquel conflicto de los Montesco y los Capuletto, no hay alternativa para el amor, donde el odio establece su reino.

Al igual que las motivaciones de los ciudadanos se fraguan sobre la envidia, el gran pecado nacional, la tragicomedia de la política española se fundamenta sobre la soberbia, que se modula con una artística expresión del sufrimiento. Parece que ser político en España es una de las cargas más oprobiosas que existen, cuando todos sabemos que tras su entrada en el manejo de la cosa pública, los ciudadanos ascendidos a políticos no abandonan su donosa profesión, hasta que los echan por inoportunos o se sacian tras agotamiento de los recursos que administran a sus prójimos.

Y la verdad, que expulsados de sus partidos, tarjetas rojas auténticas, hay muy pocas, a pesar de que muchos tengan una colección de amarillas que desborda su biografía. Ser político es como cualquier otra profesión nos dicen, pero lo que no nos dicen es las ventajas que les reporta a unos cuantos advenedizos el elegir el ascensor público para alcanzar sus objetivos personales, que jamás alcanzarían por sí mismos, solo nos cuentan los perjuicios que les ocasiona su dedicación a la causa común. Lo diré sin acritud, muchos aprendices de Maquiavelo, más que pena dan asco.

En las democracias avanzadas, el grado de frustración de los ciudadanos con los políticos no solo se manifiesta por la abstención creciente en cada proceso electoral, sino por la formación de movimientos ciudadanos que se organizan abiertamente contra los políticos y sus trampas, más que contra la política y sus limitaciones, especialmente, contra los políticos corruptos, que no son escasos.

En España, tras la nefasta defensa de los intereses colectivos por parte de la mayoría de nuestros representantes políticos se han ido formando movimientos ciudadanos , con distintas motivaciones. Sin embargo, la sociedad civil, debido fundamentalmente a la desidia ciudadana y a la insidia de los políticos, está escasamente organizada en nuestro país, mucho menos que en la mayoría de los países que conforman la Unión Europea, y por supuesto, que los Estados Unidos, Canadá, Japón o Australia.

La civilización de España

En el caso de los movimientos cívicos, la forma debe coincidir con el fondo, al contrario que en los partidos políticos, o mejor dicho, forma y fondo deben ser coherentes y congruentes con la realidad actual, y alcanzar la consistencia suficiente para permanecer.

En España los sindicatos, al igual que las organizaciones profesionales, se han organizado al rebufo de los partidos políticos, por lo tanto, vienen a coincidir en sus intereses con ellos, antes que los de sus supuestamente defendidos.

En nuestro país han surgido numerosas organizaciones etíco-políticas que han salido adelante: Foro de Ermua, Basta Ya, Asociaciones de Victimas del Terrorismo, Peones negros, relacionados con temas concretos como el terrorismo, y los desmanes de los nacionalismos. Otras se han formado en relación a intereses más concretos, como la defensa de determinadas cuestiones como la defensa de una lengua común en todo el territorio nacional, o los valores compartidos a través de la historia.

Sin embargo, pocas organizaciones se han atrevido a saltar a la arena política, y si lo han hecho, no ha sido habitualmente con mucha fortuna. Pero el paso del tiempo y la evolución cultural de los ciudadanos lo cambian todo, y en los últimos tiempos el fenómeno más relevante de la política española es precisamente la posibilidad de participación de estos movimientos civiles en la política española.

El experimento dio sus primeros resultados con el partido Ciutadans, que logró representación parlamentaria en Cataluña, con un programa de regeneración de la vida pública y denuncia de los excesos del nacionalismo. Esta opción ha quedado bastante mermada tras su último congreso, porque por parte de sus dirigente se prefirió controlar el partido, antes que expandirlo abiertamente a nivel nacional, sin peajes ideológicos. Hoy atraviesa malos momentos.

Pero como ha dicho algún experto en esta lid de la resistencia cívica, cuando la escalada al parlamento español ha comenzado, no cesará porque los escaladores que abren la vía se equivoquen de camino, pues otros vendrán detrás que continuarán la ascensión. Y eso es lo que está ocurriendo con Plataforma Pro y UPD, el partido que promueve Rosa Díez, que además de heredar en vida a Ciutadans, sobretodo en capital humano, ha aprendido de los errores cometidos por los pioneros que se han dormido en los laureles.

Partidos Ciudadanos

Quizás la diferencia fundamental entre los partidos ciudadanos y los partidos políticos será precisamente una cuestión de liderazgo, o mejor dicho, de ausencia de liderazgo, al contrario de lo que ocurre en los grandes partidos tradicionales, en los que el líder es el partido, su imagen, su limitación y su futuro.

Los movimientos ciudadanos que se incorporen a la política activa, no fracasarán precisamente por los errores de quienes les guían, porque esencialmente son movimientos horizontales, no jerárquicos, en los que la decisión colectiva se ha de compartir entre todos los militantes de los que se espera criterio y no solo pleitesía y asunción de la imposición de los supuestamente entendidos que son los que ocupan la cúspide de las maquinarias partidistas.

Plataforma Pro, ha aprendido de Ciutadans, y a la hora de sacar adelante a su partido UPD (menos mal que las siglas son provisionales), hará bueno el código de igualdad entre los participantes en el proyecto, fundamentalmente, porque el liderazgo de estos movimientos será una consecuencia de la historia, la coyuntura, y la democracia real de estas organizaciones. El líder será un primun inter pares, y nada más.

Los juegos de mesa parlamentarios, desde el ajedrez nacional, hasta el parchís de las autonomías, o la oca de los municipios, deben dejar paso a algo más actual como los juegos de la Play Station o la Wii, en los que el jugador ciudadano, no será simplemente público pasivo como en un partido de futbol, sino participante activo

Los movimientos de lucha contra las maquinarias jurasicas de los grandes partidos políticos deben organizarse con emoción, dinamismo y racionalidad. Cualquier ciudadano ha de ser portavoz de todos los demás en un momento dado, y tener claro que su objetivo último es cambiar la partida de ajedrez paralmentaria entre el PP y el PSOE, con sus variantes nacionalistas, por algo más productivo, divertido y atractivo.

Se va haciendo cada vez más necesaria la participación activa de los ciudadanos en la política, si realmente quieren que se defiendan sus valores, derechos e intereses. Esto empujará a los grandes partidos políticos a un cambio hacia la normalización de la participación ciudadana, más allá de la usurpación electoral de su legitimación en las urnas para hacer posteriormente lo que les apetezca. El control ciudadano de las actividades políticas es imprescindible para que nuestro país avance en el desarrollo de su democracia y su libertad. Debemos exigir respeto a los administradores de nuestros recursos, como clientes de un sistema que nos imponen.

Debemos adherirnos a lo que surge en nuestro entorno, y pasar de la política formal de la II República a algo más interesante. La política no tiene porque estar incrustada exclusivamente en los nichos institucionales, esencialmente cuando en ellos no se representan los intereses de los ciudadanos, sino los de los partidos políticos.

Europa ciudadana

Este movimiento civil no es exclusivo de España, y cada día se va extendiendo a más lugares del mundo, hay otros ejemplos en Latinoamérica, fundamentalmente en Argentina, Venezuela, Cuba, Chile, Brasil, y México. En los Estados Unidos la sociedad civil está mucho más organizada que en España, y que en la mayoría de los países europeos (cuestión que siempre se oculta desde determinadas plataformas de la izquierda española).

Pero centrándonos en Europa, a la que pertenecemos, durante los últimos años están surgiendo diversos movimientos ciudadanos transversales ideológicamente, es decir, que superan la tradicional dicotomía-trampa entre políticas de izquierda y derecha, que buscan cambios concretos en la vida pública de sus respectivos países.

Uno de estas alternativas ha surgido en Italia durante los últimos meses, lo lidera un humorista, Beppe Grillo (un pepito grillo que le recuerda a los pinochos políticos que no se deben decir mentiras). Su blog se encuentra entre los cincuenta más visitados a nivel mundial.

Su acción política consiste en la organización de actos reivindicativos en los que los ciudadanos se concentran para expresar su malestar. El último que se ha celebrado en Bolonia, ha concentrado a 30.000 personas bajo el lema del V-day (-Vaffanculo day- día de mandar a tomar por el culo a los políticos corruptos italianos). Actualmente el movimiento se ha internacionalizado y cuenta con seguidores en más de quince países, entre ellos España.

Desde Ciudadanos en la Red, aprovechamos para solidarizarnos con este movimiento italiano, con el que trataremos de entrar en contacto y del que haremos un seguimiento periódico.

Poder Ciudadano

En el caso de nuestro país, han surgido numerosos blogs de crítica a la forma de hacer política, que poco a poco se han ido imbricando en una red de opinión sobre los grandes problemas de la política española. En España, la organización alrededor de la web voto en blanco, también ha recogido su crítica permanente a la forma de hacer política, así como otros blogs como Criterio, Batiburrillo, Bye Bye Spain, Nauscopio, o el nuestro, de Ciudadanos en la Red, por citar algunos.

También hay otros blogs personalizados, como los de Rosa Díez, Arcadi Espada, o Carlos Martínez Gorriarán, con numerosos seguidores. Todos forman parte de ese movimiento crítico que espera, busca y promueve, la llegada de una opción ciudadana a la que puedan apoyar abiertamente. ¿Será el UPD de la Plataforma Pro?

Ernesto Milà nos habla en su página Infokrisis de los “Partidos Flash” como aquellos que buscan una respuesta concreta a un problema ciudadano concreto, y propone una vía gradual para su implantación social. Estos partidos se forman en un momento determinado y posteriormente desaparecen, por falta de coherencia en sus objetivos, pero también son expresión del malestar ciudadano con los partidos políticos.

El método de convergencia de todos estos movimientos ciudadanos será a través de internet, la organización debe fundamentarse en una democracia real y directa, la ideología debe ser transversal, y el nivel de participación y compromiso de sus militantes vendrá dado por sus condiciones personales, tanto a nivel de voluntad, como de capacidad, o especialización. Los blogs, los foros, las páginas web serán su lugar de expresión permanente

El objetivo es participar en política abiertamente, compitiendo con los partidos políticos tradicionales, para superar el secuestro de la democracia y la libertad que en España se lleva produciendo desde hace más de veinticinco años.

Los ciudadanos electores, a partir de ahora podrán elegir entre el más de lo mismo, o algo diferente, gente como ellos en la política. El cambio está servido, el futuro será ciudadano o seguirá siendo contra los ciudadanos. No hay más alternativas.


Erasmo de Salinas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífico trabajo, enhorabuena Erasmo.
Esta página sube de nivel y de lectores. Ese es el camino.

Saludos

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