Cuando se habla de la nación española, siempre se alude a la conquista de Granada en 1492 por los Reyes Católicos, aunque realmente habría que incluir alguna otra cuestión, pero para el tema que nos ocupa no resulta imprescindible. Aunque pocos saben que el concepto de España es posterior y el de nación mucho más. Los Reyes Católicos unificaron sus reinos, no España, porque nadie hablaba de España por entonces.El problema de la nación española como cuestión política que determina conflicto, proviene de una época más reciente, las Cortes de Cádiz y la promulgación de la primera Constitución Española en 1812, por haber sido aprobada el día de San José, recibió el nombre popular de “La Pepa”, no se confunda con el PP.
La nación española como concepto político, surge en ese contexto gracias a Francia, tanto de forma negativa, porque había invadido España, como de forma positiva, porque gracias a la Revolución Francesa de 1789 se establecieron los derechos ciudadanos y el fin del absolutismo monárquico, conocido como Antiguo Régimen.
La nación, como unión del pueblo español, frente al poder absoluto del Rey, proviene de la iniciativa liberal. Pero al mismo tiempo, y de forma concomitante, la Constitución de 1812, aunque sea de forma implícita, transforma al pueblo español en una nación de ciudadanos con derechos y deberes, aunque esto sea un producto del jacobinismo, que convierte la libertad en derechos, para quedarse el Estado con lo que falte y sobre. Los jacobinos, antecesores de los socialistas, nunca quisieron hacer soberano al Pueblo, sino al Estado, que no es lo mismo.
Los ciudadanos españoles son tributarios de una soberanía nacional, que se contrapone por la iniciativa de Flórez Estrada, a la soberanía del Rey Fernando VII, superando así las condiciones de partida establecidas por el Antiguo Régimen.
Al contrario que en otras naciones europeas como Francia, Reino Unido, Alemania o Italia, la nación no brota de la ciudadanía, o mejor dicho, brota al mismo tiempo que la ciudadanía. La nación española es la superación del poder absoluto del monarca que desde entonces debe someterse a la Constitución.
Hasta el triunfo del pronunciamiento del General Riego, que permitió la ratificación de la Constitución y su asunción inicial por los absolutistas, pasaron varios años, hasta llegar a la época conocida como el trienio liberal, que dejó las cosas más claras.
Sin embargo el siglo XIX se caracteriza por numerosos conflictos internos, que van desde pronunciamientos militares, hasta las distintas guerras carlistas porque el hermano del Rey, Carlos María Isidro, no acepta la revisión de la Ley Sálica que Fernando VII realiza, para dejar como heredera a su hija Isabel II. Aquí se originan muchos de los problemas que posteriormente derivaron en posiciones nacionalistas.
Y de aquellos polvos...
El artículo 1.2 de la Constitución Española de 1978, dice lo siguiente
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
Quiere decir que la soberanía nacional reside en el pueblo español, pero no dice que pertenezca al pueblo español, ni que proceda del pueblo español, más bien se encuentra en el pueblo español, y el pueblo español, aunque sea la suma de vascos, catalanes, gallegos, etc, es la suma de todos los españoles, y no admite fraccionamientos, al igual que tampoco los admite la soberanía nacional, porque es un todo en coherencia con el todo, que la acoge, el pueblo español en su conjunto.
Si nos fijamos en el segundo párrafo del artículo, dice que los poderes del Estado emanan del pueblo español, pero no dice que la soberanía emane del pueblo español en ningún sitio; evidentemente, los poderes del Estado permiten cambiar la condición de soberanía, pero para ello debería de votarse una nueva Constitución, con la actual, resulta imposible aceptar algo diferente a lo que hay.
La soberanía nacional en nuestro país, es la representación de la soberanía popular, pero no exactamente la soberanía popular. Y no es lo mismo representar que ser lo mismo o equivalente, para nada. El único caso en que podría establecerse un paralelismo con el concepto de nación sería con los Estados Unidos, pero al ser una república federal resultaría harto complicado. Pero las naciones europeas no tienen un concepto parecido en lo que se refiere a nuestra organización política.
España en las Cortes de Cádiz se hace nación, el pueblo español decide hacerse nación, esta es la principal diferencia con otros países. Este aspecto se conserva en la Constitución de 1978 y en todas las anteriores.
El pueblo se hace nación, se constituye en nación, se determina en nación, contra el invasor francés, contra el Rey absolutista, contra su fragmentación territorial y política, y contra todo lo que sea.
Pero al mismo tiempo, se hace Estado, no se hace Estado para hacerse Nación, sino que se hace las dos cosas al mismo tiempo de forma concurrente y separada, por eso en el caso español la soberanía nacional no puede ser considerada como soberanía popular, no deriva del Estado, por mucho que algunos constitucionalistas traten de reinventar las propiedades del lenguaje
Dos cosas que surgen al mismo tiempo de ninguna forma pueden ser una causa de la otra, por simple y evidente lógica racional. Tal vez repitiendo ahora el artículo 1.2 de nuestra Constitución vigente se puedan entender mejor las cosas. La soberanía nacional reside en el pueblo español, el pueblo español establece los poderes del Estado.
Esta es la auténtica realidad, y no se ha cambiado desde hace casi 200 años, y esa es la cuestión que nunca han querido comprender los nacionalistas.
La defensa de la nación española, es el instrumento que los españoles tenemos, como pueblo convertido en ciudadanos, para defender tanto nuestra cohesión intrínseca, como nuestros derechos y deberes civiles puesto que los derechos civiles brotan precisamente de la constitución del pueblo español como nación, y no exclusivamente de nuestra conversión en ciudadanos que nos hemos dotado de una Constitución, lo que hubiera derivado en un concepto diferente, el de soberanía popular.
Antes de que me salten al cuello los nacionalistas, diré, que evidentemente los "ciudadanos españoles" (no los catalanes, vascos, gallegos, madrileños, etc por separado), podremos dejar de ser nación cuando nos venga en gana, pero como la Constitución de 1978 está vigente, por ahora seguimos siendo nación española, y para ser otra cosa debería establecerse una nueva Constitución, no es suficiente con los nuevos Estatutos.
Todas estas cosas no han ocurrido por casualidad, eso es lo que quieren hacernos ver los nacionalistas y los condescendientes, como el PSOE o IU, poco interesados desde hace prácticamente dos siglos en esta cuestión de la nación como fuente de derecho, y más orientados al pragmatismo político que se establece desde el Estado, que resulta más cómodo a los partidos políticos de izquierdas y a los nacionalistas, para sus intereses y propósitos políticos, aunque posiblemente no ocurra lo mismo con sus votantes
Los españoles somos ciudadanos por ser soberanos, por ser españoles, no somos españoles por ser ciudadanos. Es la soberanía la que nos hace ser lo que somos, la que delimita nuestra condición política, no la ciudadanía. Mañana seguramente seremos ciudadanos europeos, pero el pueblo español siempre será el único soberano de España.
Dedicado a DENAES (Asociación para la defensa de la nación española)
Biante de Priena
8 comentarios:
Esto está muy bien. Uno se escribe la historia a su gusto. Este artículo es un ejemplo claro del nacionalismo español. Y no tendría nada que objetar si luego no se denostaran los otros nacionalismos.
Argumenta que la nación española nació de las Cortes de Cádiz como una reacción del pueblo frente al poder absoluto del Rey. Dejémoslo así, pero habría muchos matices por hacer al respecto. Sin embargo, el mismo articulista se da cuenta que tal como explica la historia del pueblo que se levanta frente al poder absoluto del Rey y libremente se dotan de una Constitución como un acto de soberanía popular, en cualquier momento queda justificado que un pueblo se dote de su propia Constitución. Y para ello se inventa, sin base alguna, que una vez hecho este acto de soberanía popular ya no es posible que una parte de este pueblo no pueda hacer lo mismo, simplemente porque no se identifica con él.
Si la nación nace en 1812, porquè se consideran un "pueblo" con derecho a hacer uso de la soberanía popular y porqué no se pueden considerar "pueblo" otros grupos humanos (si no existían todavía las naciones).
Lo de menos sería pretender precisar si las naciones nacen con la revolución liberal o con la formación de los distintos pueblos, con las distintas lenguas, en el primer milenio. Pero si se argumenta que la soberanía radica en el pueblo, parece lógico que los que se sientan parte de un pueblo como el español quieran ser dipositarios de dicha soberanía, con el mimsmo derecho y razón que los catalanes o los vascos, si no se sienten identificados con ese pueblo español puedan hacer lo mismo.
Yo no me siento español, no quiero ser español, y reivindico los mismos derechos que los españoles: poder hacer uso de la soberanía de mi pueblo, siempre que este pueblo tenga la voluntad de hacerlo, cuando y como quiera.
Así de senzillo
no me siento identificado con el sistema ¿puedo crear el mio propio?
A nadie se puede obligar a ser lo que no es, o si que se puede, pero entonces las consecuencias pueden ser terribles. De la misma manera que obligar a los niños argelinos a recitar lo de "nos avantpasses les gaulles etaient grands et blonds" no les convirtio en franceses, i aun menos en altos y rubios, toda la retorica española no me convierte a mi en español. Mi idioma no es el español y los topicos culturales españoles no solo no son mios sino que mas bien me resultan ajenos, muy ajenos para ser sincero. Para mi España es un pasaporte que me permite circular por el mundo, uno que quiza algun dia cambie por otro por razones meramente utilitarias.
Eso no quita para que los españoles "nacionales" me merezcan todos los respetos, pero aun me merecerian mejor opinion si no insistieran en hacerme español aunque no quiera ni sea el caso.
primer anonimo: creo que su argumento con el "sistema" es flojo. Es sistema es algo que nos cae encima y con lo que hay que vivir tanto si nos gusta como si no. La condicion de nacional exige un cierto apego, a no ser que la consideremos un simple DNI substituible por cualquier otro cuando convenga.
Yo no soy como tú pero tú tienes que ser como yo.
No quiero cumplir tus normas pero sí quiero que tú cumplas las mías.
Si no cumples las mías y no piensas como yo, serás opresor y fascista pero mis normas que son excluyentes no podrán ser cuestionadas porque son las mías.
Si has nacido en Mallorca, Valencia o Navarra a partir de ahora ya no eres España, eres parte de los países catalanes o Euskal Herria porque lo digo yo.
Yo poseo la verdad y no hay lugar para la duda.
Yo soy el nuevo mesías que no veo más allá de mi ombligo.
Yo, yo y yo. ¿Quién conspira contra mí? ¿Por qué me odian?
Gracias Carod y compañía por introducirnos en cuevas ideológicas porque cuanta más oscuridad más brillaréis.
Si has nacido en Valencia, Baleares, Navarra, eres valenciano, balear y navarro.
Por historia, por cultura, estas naciones han estado unidas a otras como pueden ser Aragon y Catalunya para los dos primeros y Euskadi para el último.
La España que defendeis se fundamenta en la Castilla del siglo XV. Y los navarros y valencianos no son castellanos. Y si España se fundamenta en Castilla, Valencia y Navarra no son España.
La "nación española" no existe. Esxisten las las naciones de Galiza, Pais Astur-Leones, Euskal Herria, Aragon, País Valencià, Catalunya.... y Castilla. Castilla solo es una de las diferentes naciones que forman España.
Pues menos mal que el español no es tu idioma, porque te expresas con él tambien como yo, osea, que piensas en este idioma y sientes en este idioma y además lo necesitas para hacerte entender con personas como yo. Si utilizas otro idioma, muchos de los que nos movemos por aquí no te entenderiamos y seria una pena no poder conocer una mente con unas ideas tan brillantes... y por cierto, bendita España que solo te sirve para darte un pasaporte y moverte por el mundo. Con el tuyo, no saldrías de casa, osea de tu país, que creo debe de ser el mismo que el mio, ya que hablamos la misma lengua y utilizamos el mismo pasaporte para andar por el mundo, así que mientras por razones meramente UTILITARIAS, no te den otro pasaporte, ajo y agua, es decir, a joderse y aguantarse. Tu no te hagas español si no quieres, pero de momento, mientras para que yo te entienda tengas que utilizar y pensar en la misma lengua que yo, no te queda otra que aguantarte, y si te molesta o te sientes especialmente incómodo, utiliza tu lengua, que aunque personalmente no la entienda, encontraré la forma de hacerlo. La única républica independiente que reconozco es mi propia persona, y desde ella, solo miro a un mundo sin fronteras lleno de personas como tu y como yo, blancas, negras, amarillas, altas, bajas....
Cómo reaccionan- y mentiría si digo que no me alegra- los que quieren hacernos creer que España no existe. Si por ellos fuera algunos hasta liquidarían la lengua común, la segunda ,materna, más hablada en el mundo. Si les pica, que se arrasquen.
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