Le calco el título al panfleto de Rosa Díez, y propongo que a partir de ahora los blogueros de este país hagan lo mismo con todos los artículos que publiquen los políticos falsarios, así, cuando la gente busque en google o yahoo algo relacionado con el tema propuesto por esos políticos que nos quieren salvar "otra vez", viejos y nuevos, se encontrarán también con artículos críticos a sus palabras, es una sugerencia, municiones para la rebelión ciudadana que se vislumbra próxima.
Rosa Díez dice lo que los ciudadanos quieren escuchar, mientras en su partido hace, exactamente lo contrario de lo que dice. Todavía no he encontrado un argumento que lo justifique, más allá de la pervivencia de los dirigentes de su partido por imposición, contra la democracia, la libertad y la mínima ecuanimidad con sus seguidores.
En fin, Rosa Díez no representa la regeneración democrática en este país, más bien es el último ejemplo del más de lo mismo, de lo contrario, de la degeneración democrática más perfeccionada. Rosa Díez adolece de coherencia en su propia obra, algo que trata de que olvidemos cambiando su discurso.
Rosa Díez no nació con UPyD, estuvo previamente durante 30 años en el PSOE ¿y qué hizo entonces?, pues lo mismo que ahora, vivir del poder, vivir de lo que critica ahora, es una bonne vivant de la política. Los políticos sin principios, sin valores, sin criterio son así, son sofistas, lo mismo denuncian una cosa que la contraria, con tal de que los ciudadanos les voten y así poder continuar en la vida fácil que les proporciona la política.
España necesita una regeneración política, como cualquier país del mundo, pero los límites de la política existen, el recientemente fallecido Charles Tilly, lo denunciaba en su magnífico libro: “Las revoluciones europeas. 1492-1992”, cuando decía que los países para tener democracia tenían que someter el poder militar al poder civil. Por eso, por mucho que se empeñen en la OTAN y la ONU, en Irak o Afganistán, no puede haber democracia, al igual que en Somalia, Cuba, China, Venezuela o hasta hace pocos años, en las repúblicas balcánicas.
Pero tener democracia no es votar o no votar cada cuatro años, así que amplío la tesis del sociólogo histórico, para tener una democracia real y eficaz, todos los poderes –políticos, jurídicos, culturales, económicos- se deben someter al poder civil, representado por los ciudadanos, únicos soberanos reconocidos. Precisamente lo contrario de lo que se está haciendo en UPyD ante su próximo primer congreso, es decir, sometiendo a los militantes al poder de sus dirigentes, sin respetar ni reglas, ni partes.
Regenerar la vida pública en España es muy sencillo, solamente se requiere que los poderes –todos los poderes- se sometan a la sociedad civil. Hasta que eso ocurra, seguiremos viviendo en el limbo con unos partidos políticos que han sucedido a los señores de la guerra y unos ciudadanos libres que somos sometidos como si fuéramos siervos.
Te equivocas nuevamente Rosa Díez, cuando acabas tu discurso de salvación diciendo: “Esta tercera España es la nuestra, la que nosotros representamos. La que sueñan millones de ciudadanos que ni siquiera han pensado aún en ella”. Disculpa pero no, tú no formas parte de esa tercera España, ni la puedes representar, ya no, tuviste la oportunidad de haberla representado, pero la has dejado pasar, por defender tus propios intereses –como cualquier político- antes de hacerlo con los intereses de los ciudadanos que dices representar.
Rosa Díez tu representas a los grandes dinosaurios de la política próximos a su extinción, no a los pequeños mamíferos ciudadanos que les sucederán, como tu opositor, Valia Merino.
Enrique Suárez Retuerta
Rosa Díez dice lo que los ciudadanos quieren escuchar, mientras en su partido hace, exactamente lo contrario de lo que dice. Todavía no he encontrado un argumento que lo justifique, más allá de la pervivencia de los dirigentes de su partido por imposición, contra la democracia, la libertad y la mínima ecuanimidad con sus seguidores.
En fin, Rosa Díez no representa la regeneración democrática en este país, más bien es el último ejemplo del más de lo mismo, de lo contrario, de la degeneración democrática más perfeccionada. Rosa Díez adolece de coherencia en su propia obra, algo que trata de que olvidemos cambiando su discurso.
Rosa Díez no nació con UPyD, estuvo previamente durante 30 años en el PSOE ¿y qué hizo entonces?, pues lo mismo que ahora, vivir del poder, vivir de lo que critica ahora, es una bonne vivant de la política. Los políticos sin principios, sin valores, sin criterio son así, son sofistas, lo mismo denuncian una cosa que la contraria, con tal de que los ciudadanos les voten y así poder continuar en la vida fácil que les proporciona la política.
España necesita una regeneración política, como cualquier país del mundo, pero los límites de la política existen, el recientemente fallecido Charles Tilly, lo denunciaba en su magnífico libro: “Las revoluciones europeas. 1492-1992”, cuando decía que los países para tener democracia tenían que someter el poder militar al poder civil. Por eso, por mucho que se empeñen en la OTAN y la ONU, en Irak o Afganistán, no puede haber democracia, al igual que en Somalia, Cuba, China, Venezuela o hasta hace pocos años, en las repúblicas balcánicas.
Pero tener democracia no es votar o no votar cada cuatro años, así que amplío la tesis del sociólogo histórico, para tener una democracia real y eficaz, todos los poderes –políticos, jurídicos, culturales, económicos- se deben someter al poder civil, representado por los ciudadanos, únicos soberanos reconocidos. Precisamente lo contrario de lo que se está haciendo en UPyD ante su próximo primer congreso, es decir, sometiendo a los militantes al poder de sus dirigentes, sin respetar ni reglas, ni partes.
Regenerar la vida pública en España es muy sencillo, solamente se requiere que los poderes –todos los poderes- se sometan a la sociedad civil. Hasta que eso ocurra, seguiremos viviendo en el limbo con unos partidos políticos que han sucedido a los señores de la guerra y unos ciudadanos libres que somos sometidos como si fuéramos siervos.
Te equivocas nuevamente Rosa Díez, cuando acabas tu discurso de salvación diciendo: “Esta tercera España es la nuestra, la que nosotros representamos. La que sueñan millones de ciudadanos que ni siquiera han pensado aún en ella”. Disculpa pero no, tú no formas parte de esa tercera España, ni la puedes representar, ya no, tuviste la oportunidad de haberla representado, pero la has dejado pasar, por defender tus propios intereses –como cualquier político- antes de hacerlo con los intereses de los ciudadanos que dices representar.
Rosa Díez tu representas a los grandes dinosaurios de la política próximos a su extinción, no a los pequeños mamíferos ciudadanos que les sucederán, como tu opositor, Valia Merino.
Enrique Suárez Retuerta
2 comentarios:
ah, muy de acuerdo con que "cuando la gente busque en google o yahoo algo relacionado con el tema propuesto por esos políticos que nos quieren salvar "otra vez", viejos y nuevos, se encontrarán también con artículos críticos a sus palabras". esto es servirse de internet y hacerse oir.
no tan de acuerdo con el sometimiento, o no, del poder militar al civil en los casos de venezuela y los paises balcanicos. alla el problema, es/era otro, y muy civil.
tampoco de acuerdo con que se nos avecina alguna "rebelión ciudadana". wishful thinking. no obstante, y como en muchos casos historicos, es loable oponerse sin esperanza al alzamiento.
berenger
En el planfeto de Rosa Díez ¿Iría incluido, ¿Aguanta Rosa Díez la Hemeroteca?
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