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martes, 8 de julio de 2008

El bien común

La mitad de este país, está convencida de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero hace lo posible por favorecer el logro del bien común. Por mi parte estoy convencido de todo lo contrario, es decir, que lo único que pretende es destruir el bien común como sea para alcanzar sus objetivos de perpetuación.

Si bien común es una lengua, nadie hace nada desde el Estado para defender la vigencia del español como idioma compartido. Incluso el ministro de Cultura miente, diciendo que su Gobierno es el que más ha hecho por el español, evidentemente no se estará refiriendo al interior de nuestro país, porque jamás en su historia nuestro idioma ha sido tan agredido por los políticos, como por los nacionalistas en connivencia con los socialistas, con los populares mirando a la luna de Valencia.

El bien común tampoco debe ser que España sea asumida como la única nación posible de los españoles y sus territorios, ni tampoco lo es que la bandera pueda ser símbolo oficial reconocido por todas las instituciones, ni siquiera la cultura española es ya un bien común, sino un agregado de fragmentos en mosaico. Cualquier signo de identidad español es cuestionado por los nacionalistas y los socialistas, mientras no dejan de privilegiar, equiparar, e implantar los signos y símbolos particulares.

Habrá que definir de nuevo el bien común para comprender a que se refieren los políticos que tratan de ahormar nuestra cultura a sus intereses. El triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa, la victoria de Nadal en Winbledon, parecen formar parte del bien común de los españoles.

El problema es que Zapatero no comprende exactamente que el bien común sea el de los españoles en su conjunto, sino el de los distintos conjuntos de españoles. Un catalán nacionalista no se alegrará del triunfo de la selección española como se ha podido comprobar, sin embargo, las calles de Barcelona, Gerona, Lérida, Tarragona, y Baleares se llenaron de banderas de España, el día en que los jugadores hicieron a nuestro país campeón de Europa de futbol, y todos vibramos con Nadal que también mostró nuestra enseña nacional tras su triunfo en Londres.

El bien común del Gobierno de Zapatero es fundamentalmente el de los suyos, en concreto de los que apoyan y votan por su partido político, el de todos los estómagos agradecidos del régimen, y el de los que esperan que resuelva sus problemas existenciales por decreto ley. El bien común es que todos los socialistas con carnet se beneficien del Estado más que el resto de los españoles, el bien común es que el PSOE con sus filiales nacionalistas gobierne en las autonomías más orientadas a ser competidores de todos los demás.

Su habilidad ha sido la ocupación del centro político para hacer políticas sectarias y sesgadas. Se ha situado entre los del PP y los nacionalistas, entre los del PP y los de IU, entre los que tienen trabajo estable y los que están en el paro, entre los jóvenes y los viejos.

El PSOE se ha convertido en “el bien común”, o en el lugar común de la política, haciendo ver a muchos españoles que cualquier alternativa sería peor, entre otras cosas porque se ocuparían de desestabilizar cualquier gobierno que no sea el suyo, como han hecho siempre.

Por eso, cada vez que Zapatero menciona el “bien común” me tiemblan las piernas, porque a saber que entiende el por tal cosa: la castración química de los varones, la inmersión socialista de los niños, la alienación de los jóvenes, o la eutanasia de los más viejos y mermados en eso de mantenerse con vida.

Hitler también pensaba que el bien común era el exterminio de todos los judíos, Stalin consideró el bien común como el exterminio de todos los disidentes, y Fidel Castro piensa que el bien común es tener a su pueblo absolutamente inmolado por mantener la revolución vigente.

A los más tiranos les gusta hablar de la libertad, la democracia, el bien común, lo mejor para su pueblo, mientras hacen lo que les da la gana contra el pueblo que dicen defender. ¿Duda alguien que el presidente de Irán quiera lo mejor para los suyos?. Osama Ben Laden es para algunos socialistas alguien parecido al “Zorro”, a Luis Candelas, o al mismo Robin Hood, por haberse enfrentado al imperio norteamericano. Y algunos están en cargos públicos cobrando del erario gracias a su defensa a ultranza del “bien común”.



Erasmo de Salinas

1 comentario:

Anónimo dijo...

sólo hay un bien común, LA PASTA, y la única política legítima es conseguirla sin dar golpe. Viva LA PASTA

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