Habíamos sospechado hace tiempo que a los políticos se les subía el poder a la cabeza, ahora parece que se ha comprobado que realmente es así. Recientemente ha aparecido en las páginas de salud de el Diario El Mundo una reseña sobre el último libro del neurólogo David Owen: "'In Sickness and in Power" que se ha traducido literalmente como "En la enfermedad y en el poder".
En el citado artículo se hace referencia de forma errónea al síndrome "Hubris", cuando en realidad lo que se quiere expresar es el término de origen griego "Hybris" (ubρις húbris), por el que se conoce de forma clásica la desmesura con la que actúan los políticos desde hace más de un par de miles de años. Evidentemente, el doctor Owen no ha descubierto realmente ese síndrome, aunque ha evocado su semántica y la ha aplicado a los tiempos actuales. En el artículo "Ciudadanos contra políticos" publicado en marzo de 2007 en Ciudadanos en la Red se hace una pormenorizada descripción del concepto, ampliando algunas cuestiones.
El libro de Lord Owen cobra especial valor porque precisamente él ha sido político, fundador del partido socialdemócrata inglés y ha participado en actividades de gobierno en el seno del Partido Laborista bajo la presidencia de Tony Blair. Ha disfrutado por tanto de una gran oportunidad para analizar el comportamiento de sus compañeros, con el método que los antropólogos denominan como "observación participante", es decir, ha hecho un análisis de lo que le rodeaba mientras ejercía sus funciones, por lo tanto su percepción es desde el interior de la arena política y eso no es frecuente.
Hay algunas referencias interesantes en su obra, por una parte describe las características de este síndrome padecido por los políticos, entre los que destacan una exagerada confianza en sí mismos, desprecio por los consejos de quienes les rodean y alejamiento progresivo de la realidad. ¿A quién les recuerda?.
En España siempre damos más valor a lo que se publica fuera de él que a lo que se lee en nuestra lengua. Sin ir más lejos, el filósofo Gustavo Bueno, publicó hace algo más de un año el libro: "Zapatero y El Pensamiento Alicia: un presidente en el país de las maravillas" en ediciones temas de hoy, en el que se describe la forma de hacer política de Rodríguez Zapatero. Y en este blog, recientemente, se ha publicado un artículo con el título: "Perfil psicológico de ZP" que complementa en algunos aspectos más personales la obra del profesor Bueno. Y con anterioridad lo habíamos hecho con los consejos que le dábamos a Mariano Rajoy para que triunfara en las elecciones.
A partir de ahora se hará más frecuente el análisis psicológico de la conducta de los políticos, por ejemplo en el artículo de El Mundo se citaba como comportamiento extravagante el del ministro de justicia, Mariano Fernández Bermejo, por parte del psiquiatra Doctor Franco, que refería así el análisis de su comportamiento:
"Sólo bajo la idea de infalibilidad y de creerse imprescindible, es decir, bajo una ideación megalomaniaca puede uno hacer una reforma de esas características dos meses antes de unas elecciones cuya victoria no estaba clara y que, aunque se diera, él podría no seguir. El sentido común le hubiese llevado a esperar a tener la confirmación de su puesto. Bajo la ideación megalomaniaca hace la obra sin reparar en más. Y en las explicaciones refería buscar la dignificación de la vivienda, dando la impresión de que su antecesora no la tenía digna. En realidad, lo único que estaba en su mente es que alguien tan importante como él no podía estar con menos".
Es necesario que los ciudadanos cada día nos apliquemos más en el análisis de las conductas de los políticos que dirigen los hilos de nuestras vidas, tal vez algún día descubramos que en realidad la locura de las cosas que han ocurrido en España durante la pasada legislatura, sea más que una intuición, un ajustado diagnóstico.
Como dice Owen: " El poder no está en manos del más capaz, pero quien lo ostenta cree que sí y empieza a comportarse de forma narcisista", pues nos salen caros los complejos de nuestros políticos, debería crearse un cuerpo de psiquiatras y psicólogos políticos que ejercieran en el Parlamento español de forma permanente. Creo que ahorraríamos mucho dinero.
Biante de Priena
En el citado artículo se hace referencia de forma errónea al síndrome "Hubris", cuando en realidad lo que se quiere expresar es el término de origen griego "Hybris" (ubρις húbris), por el que se conoce de forma clásica la desmesura con la que actúan los políticos desde hace más de un par de miles de años. Evidentemente, el doctor Owen no ha descubierto realmente ese síndrome, aunque ha evocado su semántica y la ha aplicado a los tiempos actuales. En el artículo "Ciudadanos contra políticos" publicado en marzo de 2007 en Ciudadanos en la Red se hace una pormenorizada descripción del concepto, ampliando algunas cuestiones.
El libro de Lord Owen cobra especial valor porque precisamente él ha sido político, fundador del partido socialdemócrata inglés y ha participado en actividades de gobierno en el seno del Partido Laborista bajo la presidencia de Tony Blair. Ha disfrutado por tanto de una gran oportunidad para analizar el comportamiento de sus compañeros, con el método que los antropólogos denominan como "observación participante", es decir, ha hecho un análisis de lo que le rodeaba mientras ejercía sus funciones, por lo tanto su percepción es desde el interior de la arena política y eso no es frecuente.
Hay algunas referencias interesantes en su obra, por una parte describe las características de este síndrome padecido por los políticos, entre los que destacan una exagerada confianza en sí mismos, desprecio por los consejos de quienes les rodean y alejamiento progresivo de la realidad. ¿A quién les recuerda?.
En España siempre damos más valor a lo que se publica fuera de él que a lo que se lee en nuestra lengua. Sin ir más lejos, el filósofo Gustavo Bueno, publicó hace algo más de un año el libro: "Zapatero y El Pensamiento Alicia: un presidente en el país de las maravillas" en ediciones temas de hoy, en el que se describe la forma de hacer política de Rodríguez Zapatero. Y en este blog, recientemente, se ha publicado un artículo con el título: "Perfil psicológico de ZP" que complementa en algunos aspectos más personales la obra del profesor Bueno. Y con anterioridad lo habíamos hecho con los consejos que le dábamos a Mariano Rajoy para que triunfara en las elecciones.
A partir de ahora se hará más frecuente el análisis psicológico de la conducta de los políticos, por ejemplo en el artículo de El Mundo se citaba como comportamiento extravagante el del ministro de justicia, Mariano Fernández Bermejo, por parte del psiquiatra Doctor Franco, que refería así el análisis de su comportamiento:
"Sólo bajo la idea de infalibilidad y de creerse imprescindible, es decir, bajo una ideación megalomaniaca puede uno hacer una reforma de esas características dos meses antes de unas elecciones cuya victoria no estaba clara y que, aunque se diera, él podría no seguir. El sentido común le hubiese llevado a esperar a tener la confirmación de su puesto. Bajo la ideación megalomaniaca hace la obra sin reparar en más. Y en las explicaciones refería buscar la dignificación de la vivienda, dando la impresión de que su antecesora no la tenía digna. En realidad, lo único que estaba en su mente es que alguien tan importante como él no podía estar con menos".
Es necesario que los ciudadanos cada día nos apliquemos más en el análisis de las conductas de los políticos que dirigen los hilos de nuestras vidas, tal vez algún día descubramos que en realidad la locura de las cosas que han ocurrido en España durante la pasada legislatura, sea más que una intuición, un ajustado diagnóstico.
Como dice Owen: " El poder no está en manos del más capaz, pero quien lo ostenta cree que sí y empieza a comportarse de forma narcisista", pues nos salen caros los complejos de nuestros políticos, debería crearse un cuerpo de psiquiatras y psicólogos políticos que ejercieran en el Parlamento español de forma permanente. Creo que ahorraríamos mucho dinero.
Biante de Priena
5 comentarios:
La política sustenta INTERESES de grupos que eligen a sus representantes, nunca jamás rasgos personales elevados a la política, eso es una consecuencia, sus efectos, no sus causas. Precisamente por eso son disciplinas SEPARADAS.
"Sepárense las aguas de la tierra" (En el principio era el verbo)
Está claro que el poder no está en la mejores manos. En Ciudadanos queda clarísimo. Como Secretarios de organización, Salmerón y Roig a cual mejor. Bueno tal vez sea mejor Salmerón por lo menos parece más aseadito y en su móvil no tiene memorizado ningún camello.
No os metais con Roig que todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida. Para tí mil euros puede ser poco y para otro puede ser el mejor sueldo de su vida. Sobretodo si es por tocarse los huevos a dos manos.
Salmerón ya quedó retratado para la posteridad firmando amenazas de chulo barrio con su famosa carta, para no hablar de su patético número con el sombrero cordobés que debía haber formado parte de los payasos del Circo de Moscú.
De Roig, Albert, no se ha glosado con suficiencia ni falta que hace su escaso coeficiente intelectual. Está claro que cuanto más arriba subías en la jerarquía de aquellos chorizos menos consistencia encefálica había.
Como los "sabios" de Málaga, que incitaban cachondamente a sus electores en unas elecciones nacionales, cuando desde que el mundo es mundo la jodienda no tiene enmienda. Sus cabezas eran la "prima donna" de Harvard, Elisa y el inefable Bataller, lince de las praderas donde los haya, ¡qué gente!. Y eso que nos olvidamos del subnormal con título crediticio Carlos el Caracol.
El hecho de tener a esta gentuza en la dirección indica hoy el escaso nivel incluso moral que alcanzó el invento de los "intelectuales".
Dios los acoja en su seno de "gloria" para santificarlos en el futuro.
Claro que teniendo de maestros a los ARS poco se puede aprender si no es a delinquir.
¡Qué infames más inútiles y marionetas!
No os metais con el hijo putativo del bambas. No reconoceriais a un mesias de la política ni clavado en la cruz.
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