Mi amigo Carlos, puedo decirlo sin pensarlo, porque somos amigos desde hace más de cuarenta años, me ha enviado un PPS. No tiene nada que ver con el partido popular en solitario, ni sometido, ni silencioso. Al contrario, es un entrañable relato de Paulo Coelho, en el que el autor nos habla de la amistad y dice así:
"Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales, (a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición).
La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro.
El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:
- Buenos días.
- Buenos días - Respondió el guardián
- ¿ Cómo se llama este lugar tan bonito?.
- Esto es el cielo.
- Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
- Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente.
- Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…
- Lo siento mucho – Dijo el guardián – pero aquí no se permite la entrada a los animales.
- El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber sólo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante.
- Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles..
A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.
- Buenos días – dijo el caminante.
- El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
- Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
- Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar.
- Podéis beber toda el agua como queráis.
- El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed.
- El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre
- Podéis volver siempre que queráis – Le respondió éste.
- A propósito ¿Cómo se llama este lugar? – preguntó el hombre.
- CIELO.
- ¿El Cielo? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
- Aquello no era el Cielo. Era el Infierno – contestó el guardián.
- El caminante quedó perplejo.
- Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el caminante.
- De ninguna manera! – increpó el hombre
- En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos…"
Paulo Coelho.
Tras leer este cuento he pensado dos cosas, la primera, que la amistad, como decía Aristóteles, es una de las mejores cosas de la vida, Carlos y yo lo sabemos. La segunda, ha sido la siguiente: ¿quién será auténtico amigo de Rodríguez Zapatero?.
En todo este teatro que se ha organizado con la banda terrorista ETA, con la T4 (dos ciudadanos muertos, cuarenta mil toneladas de escombros, un ridículo nacional e internacional), con la ruptura del diálogo-pero no de la relación, con todas estas cosas, me he preguntado: ¿quién es amigo de Rodríguez Zapatero?. Veo su tremenda soledad, derrumbado desde sí mismo, requiriendo la intervención externa, como una polichinela abandonada.
He llegado a la conclusión de que no tiene amigos, porqué si tuviera uno solo, le diría que conservara la dignidad, que aguantara la sed de triunfo y paz, y se podría enterar de que el bienestar de los españoles, está un poquito más allá del infierno que le ofrece ETA, a él, para su gloria temporal, y a nosotros, para nuestra eterna desgracia.
¿Quién le ha autorizado a firmar la rendición histórica de los españoles ante los terroristas asesinos de ETA?. Antes, un referendum, señor presidente
¿Cuándo comenzamos a recoger firmas?.
Gracias Carlos, por tu amistad y este cuento que me has hecho llegar.
"Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales, (a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición).
La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro.
El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:
- Buenos días.
- Buenos días - Respondió el guardián
- ¿ Cómo se llama este lugar tan bonito?.
- Esto es el cielo.
- Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
- Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente.
- Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…
- Lo siento mucho – Dijo el guardián – pero aquí no se permite la entrada a los animales.
- El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber sólo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante.
- Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles..
A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.
- Buenos días – dijo el caminante.
- El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
- Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
- Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar.
- Podéis beber toda el agua como queráis.
- El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed.
- El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre
- Podéis volver siempre que queráis – Le respondió éste.
- A propósito ¿Cómo se llama este lugar? – preguntó el hombre.
- CIELO.
- ¿El Cielo? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
- Aquello no era el Cielo. Era el Infierno – contestó el guardián.
- El caminante quedó perplejo.
- Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el caminante.
- De ninguna manera! – increpó el hombre
- En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos…"
Paulo Coelho.
Tras leer este cuento he pensado dos cosas, la primera, que la amistad, como decía Aristóteles, es una de las mejores cosas de la vida, Carlos y yo lo sabemos. La segunda, ha sido la siguiente: ¿quién será auténtico amigo de Rodríguez Zapatero?.
En todo este teatro que se ha organizado con la banda terrorista ETA, con la T4 (dos ciudadanos muertos, cuarenta mil toneladas de escombros, un ridículo nacional e internacional), con la ruptura del diálogo-pero no de la relación, con todas estas cosas, me he preguntado: ¿quién es amigo de Rodríguez Zapatero?. Veo su tremenda soledad, derrumbado desde sí mismo, requiriendo la intervención externa, como una polichinela abandonada.
He llegado a la conclusión de que no tiene amigos, porqué si tuviera uno solo, le diría que conservara la dignidad, que aguantara la sed de triunfo y paz, y se podría enterar de que el bienestar de los españoles, está un poquito más allá del infierno que le ofrece ETA, a él, para su gloria temporal, y a nosotros, para nuestra eterna desgracia.
¿Quién le ha autorizado a firmar la rendición histórica de los españoles ante los terroristas asesinos de ETA?. Antes, un referendum, señor presidente
¿Cuándo comenzamos a recoger firmas?.
Gracias Carlos, por tu amistad y este cuento que me has hecho llegar.
Biante de Priena
No hay comentarios:
Publicar un comentario