Era el año 1981, el president Tarradellas escribe una carta privada a Horacio Sáenz Guerrero, director de La Vanguardia en el que expone sus reflexiones sobre la situación de España y Cataluña, y también su relación. La carta fue publicada el 4 de abril de 1981. Un ejemplo de nacionalismo honorable que debemos recordar los españoles, porque después todo se convirtió en podredumbre, corrupción y enmascaramiento. La lealtad institucional devino en depredación.
Creo que este momento es el que define la deriva rupturista entre el secesionismo que eleva el trinque político y la ramplonería en Cataluña a condición de legitimidad y la defensa leal de los "hechos diferenciales" de un nacionalista catalán, que no abjura de ser también español, pero que sin renunciar a lo común, considera que las diferencias, si existen, deben ser reconocidas, sin renunciar tampoco a las semejanzas
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1 comentario:
Los politicos decidieron que Tarradellas alucinaba y emprendieron el experimento autonomico que ha destrozado España.
Resultado?
Esta a la vista
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es
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