Verán ustedes, entre el poder y la libertad, siempre la libertad, será un defecto personal, no voy a discutirlo. Del poder, hace muchos años que no surge nada bueno para la sociedad, quiero decir, para la sociedad total, no para determinados sectores que de pronto se ven sorprendidos por la magnanimidad de los que dirigen sus pasos. Si observamos lo que ocurre con los gobiernos, con los parlamentos, con las instituciones políticas, descubriremos que las decisiones de los que detentan el poder siempre usurpan la libertad de aquellos a los que gobiernan, siempre lo hacen de forma sigilosa, ladina y artera, pero siempre lo hacen.
Lo social es un invento, un concepto inútil como otros tantos, una cárcel que favorece a los poderosos que al final son los que tienen la facultad de utilizar el lenguaje como les convenga. Ni siquiera ellos mismos comparten los términos, cuando alguien del PSOE se refiere a lo social, se aprecia su veneración divina: lo social lo es todo, exactamente todo lo que les vota y les conviene, supuestamente, a ellos y a los que les votan. Si son los del PP, consideran que lo social es algo derivado, un producto de la obra divina, humana o incluso del poder, algo que recuerda a una concesión de alguien. Los nacionalistas siempre se refieren a lo social particular, lo ajeno no es social, es barbarie, imperio o miseria.
Los liberales abjuramos de lo social, porque lo social se ha convertido en una jaula inhumana en la que Pedro Pérez Percances deja de ser Pedro, un ciudadano soberano, para convertirse en una entidad amorfa, un microbio político, un ente abstracto y por supuesto colectivo. Lo social asesina lo individual, al poder le interesa acabar con lo individual, porque lo individual es el germen de la diversidad y al poder le interesa la homogeneidad de sus súbditos. Sin individualidad, sin diversidad, no existe la libertad y esa es la trampa de la que se sirve el poder para organizar la sociedad de masas a su conveniencia.
Considero que todo poder es opresivo por naturaleza, y que las motivaciones sociales que arguye para sus propósitos es la mejor forma de alcanzar su perpetuación, en el más de lo mismo, impidiendo cualquier cambio o evolución. Por eso al poder sólo se le puede derrocar con revoluciones, aunque sea provisionalmente. Al menos en los periodos revolucionarios las cosas cambian, cambian los personajes que detentan el poder, y ocurren algunas cosas nuevas, sino estamos condenados a replicar de forma clónica el más de lo mismo.
Esa es la situación en la que nos encontramos en España en el actual Estado de Alarma, he visto al Gobierno en sus intervenciones, también a los representantes de la oposición, han hecho su juego, como siempre, a espaldas de los ciudadanos, pero todos se han sentido satisfechos porque han defendido a la sociedad, a su manera, eso sí. Han definido el campo semántico de maniobras, lo han asumido entre todos y se han quedado tan frescos, sin que ninguno de los parlamentarios haya dicho realmente lo que ha ocurrido, ni haya ofrecido soluciones para resolverlo. Se permiten juzgar a los demás como si fueran el tribunal del juicio final de los últimos días y se quedan tan frescos. Pero, y aquí está la enseñanza de lo ocurrido, cuanto más perfección no muestran en su estado, más nos damos cuenta los ciudadanos de sus mentiras, de su ineficacia, de su ineptitud, de su extravagancia.
La cuestión de los controladores ha servido, como un retrato, para comprender que el gobierno manda más que gobierna, que impone su voluntad como le sale de los cojones con la legitimación de haber sido votados en las urnas y a eso no tiene nada que decir la oposición, porque está ahí gracias al mismo procedimiento. Así demuestran que son una casta, con muchos más privilegios que los controladores aéreos, porque lo que los controladores aéreos han hecho un día, por tener el poder de hacerlo en sus manos, los políticos lo llevan haciendo desde hace 32 años todos los días y no pueden admitir ningún intruso que les desplace del poder, que es absoluto y les pertenece.
Hagan ustedes una lectura de las palabras de todos los que han intervenido en el estrado del Parlamento, sustituyan huelga de controladores, por nuestra perpetuación en el poder y descubrirán que el auténtico objetivo de todos ellos no es ni la sociedad, ni la imagen de España, ni los ciudadanos, ni las pérdidas descomunales, sino seguir haciendo lo mismo sin que nadie lo impida, ni se atreva siquiera a decir algo en contra, porque eso será causa de sedición.
El Estado perfecto es el que permite a unos ineptos, todos y de todos los partidos, imponer su voluntad a los ciudadanos, sean controladores aéreos o parados, a los que desprecian por completo y que consideran una incomodidad innecesaria para seguir en su más de lo mismo, destruyan el país, arruinen la economía, impongan su yugo o destruyan cualquier posibilidad de solución. Todos ellos han hablado del problema, ninguno de la solución. Viendo lo que ha ocurrido con los controladores aéreos se puede entender lo que ocurrió entre el PSOE, ETA y el GAL, o entre el PSOE, Al Qaeda y el 11-M, o entre el PSOE, la crisis económica y el paro, y los españoles. Siempre un enemigo contra la sociedad, siempre el PSOE interviniendo en el asunto por nuestro bien y cagándola. Luego los platos rotos los pagamos todos. ¿El PSOE nunca es responsable de nada, ni cuando gobierna, ni cuando está en la oposición? y la oposición haciéndoles la ola.
¡Magnífico, ésto es el Estado Perfecto! ¿Y las vícitmas de sus desmanes e ineptitud, a quién reclamamos?. ¿Los cinco millones de parados donde tienen que presentar la demanda? ¿El país arruinado dónde presenta la reclamación?. ¿Vamos al Fiscal General del Gobierno , directamente a los juzgados de instrucción o salimos a la calle?. Si el fiscal pedirá ocho años de cárcel para los controladores rebeldes, ¿cuántos habría que pedir para los políticos que nos esquilman sin interrupción?. El daño que los controladores aéreos han causado a España y los españoles no es ni la milésima parte del que nos causan los políticos cualquier año de legislatura. Y no pasa nada. ¡A votar! ¡Que hable la democracia! ¡Y el pueblo!. Yo me pregunto, ¿para qué?, si da igual que hable, que grite, que llore o se desespere por el maltrato continuado, que los políticos van a seguir haciendo lo mismo, los que vengan como los que se fueron: defenderán la sociedad, mientras los ciudadanos nos vamos a la mierda. ¿Ustedes lo entienden?
Ciertamente, la sociedad de los políticos tampoco tiene mucho que ver con la sociedad de los ciudadanos. Los políticos consideran la sociedad como un amuleto amorfo, formado por una mosa informe de microbios, sin capacidad política, que hay que guiar por el buen camino, que es el que a los políticos les interesa. Con nombrar la sociedad de vez en cuando ya pagan el peaje para seguir recibiendo privilegios. La sociedad que a ellos les concede libertad y poder, a los ciudadanos nos oprime y aplasta.
Solo por ello, una vez más, y a pesar de que me revienta, tengo que reconocer que la acción de los controladores aéreos ha estado justificada contra el poder, no así contra los ciudadanos, a los que han convertido en sus vícitmas y sus rehenes. Ha estado justificada contra el poder, pero ha sido ilegítima, amoral y de una violencia despiadada contra sus conciudadanos.
Pero no puedo asumir justificación alguna para la imposición del Gobierno, sin entrar en consideraciones sobre si los controladores aéreos ganan o deben, sobre si nos expolian o nos desprecian a los demás, me da absolutamente igual. Si son unos privilegiados o unos explotados, si ganan muchísimo o si no tienen tiempo para gastarlo a su antojo. Ellos han elegido ser controladores para lo bueno y lo malo y es lo que hay. Controladores aéreos se necesitan en toda el mundo y no he visto que se hayan marchado a otro país, luego será que aquí no están tan mal como nos cuentan. ¿Qué tasa de abandono profesional hay en los controladores aéreos tan puteados y envilecidos?. Si es elevada los controladores demostrarán de forma inmediata que llevan razón, si no es así, habrá que pensar otra cosa.
Pero lo que no puedo aceptar es que los políticos nos engañen de forma tan cochambrosa para imponernos su voluntad y sus privilegios, porque si razones tengo para quejarme de los controladores aéreos por explotarme cuando vuelo en avión, ¿qué razones poderosas no tendré acumuladas para aquellos que me explotan todos los días en todas las cosas que hago y puedo llegar a hacer?. Me siento rehén de los políticos, secuestrado en el Estado perfecto, convertido en esclavo de sus memeces, subyugado por su estupidez y sin ninguna posibilidad de hacer nada contra ellos, más que quejarme sin cesar y dejar un rastro de lamentos en este blog, para advertir a los que vengan detrás con la esperanza de que ellos sepan librarse del despojo al que sin duda serán sometidos desde el poder, y para que algunos coetáneos lo lean y me respondan que paz y amor...y el plus pal salón. Es lo que hay.
Biante de Priena
Lo social es un invento, un concepto inútil como otros tantos, una cárcel que favorece a los poderosos que al final son los que tienen la facultad de utilizar el lenguaje como les convenga. Ni siquiera ellos mismos comparten los términos, cuando alguien del PSOE se refiere a lo social, se aprecia su veneración divina: lo social lo es todo, exactamente todo lo que les vota y les conviene, supuestamente, a ellos y a los que les votan. Si son los del PP, consideran que lo social es algo derivado, un producto de la obra divina, humana o incluso del poder, algo que recuerda a una concesión de alguien. Los nacionalistas siempre se refieren a lo social particular, lo ajeno no es social, es barbarie, imperio o miseria.
Los liberales abjuramos de lo social, porque lo social se ha convertido en una jaula inhumana en la que Pedro Pérez Percances deja de ser Pedro, un ciudadano soberano, para convertirse en una entidad amorfa, un microbio político, un ente abstracto y por supuesto colectivo. Lo social asesina lo individual, al poder le interesa acabar con lo individual, porque lo individual es el germen de la diversidad y al poder le interesa la homogeneidad de sus súbditos. Sin individualidad, sin diversidad, no existe la libertad y esa es la trampa de la que se sirve el poder para organizar la sociedad de masas a su conveniencia.
Considero que todo poder es opresivo por naturaleza, y que las motivaciones sociales que arguye para sus propósitos es la mejor forma de alcanzar su perpetuación, en el más de lo mismo, impidiendo cualquier cambio o evolución. Por eso al poder sólo se le puede derrocar con revoluciones, aunque sea provisionalmente. Al menos en los periodos revolucionarios las cosas cambian, cambian los personajes que detentan el poder, y ocurren algunas cosas nuevas, sino estamos condenados a replicar de forma clónica el más de lo mismo.
Esa es la situación en la que nos encontramos en España en el actual Estado de Alarma, he visto al Gobierno en sus intervenciones, también a los representantes de la oposición, han hecho su juego, como siempre, a espaldas de los ciudadanos, pero todos se han sentido satisfechos porque han defendido a la sociedad, a su manera, eso sí. Han definido el campo semántico de maniobras, lo han asumido entre todos y se han quedado tan frescos, sin que ninguno de los parlamentarios haya dicho realmente lo que ha ocurrido, ni haya ofrecido soluciones para resolverlo. Se permiten juzgar a los demás como si fueran el tribunal del juicio final de los últimos días y se quedan tan frescos. Pero, y aquí está la enseñanza de lo ocurrido, cuanto más perfección no muestran en su estado, más nos damos cuenta los ciudadanos de sus mentiras, de su ineficacia, de su ineptitud, de su extravagancia.
La cuestión de los controladores ha servido, como un retrato, para comprender que el gobierno manda más que gobierna, que impone su voluntad como le sale de los cojones con la legitimación de haber sido votados en las urnas y a eso no tiene nada que decir la oposición, porque está ahí gracias al mismo procedimiento. Así demuestran que son una casta, con muchos más privilegios que los controladores aéreos, porque lo que los controladores aéreos han hecho un día, por tener el poder de hacerlo en sus manos, los políticos lo llevan haciendo desde hace 32 años todos los días y no pueden admitir ningún intruso que les desplace del poder, que es absoluto y les pertenece.
Hagan ustedes una lectura de las palabras de todos los que han intervenido en el estrado del Parlamento, sustituyan huelga de controladores, por nuestra perpetuación en el poder y descubrirán que el auténtico objetivo de todos ellos no es ni la sociedad, ni la imagen de España, ni los ciudadanos, ni las pérdidas descomunales, sino seguir haciendo lo mismo sin que nadie lo impida, ni se atreva siquiera a decir algo en contra, porque eso será causa de sedición.
El Estado perfecto es el que permite a unos ineptos, todos y de todos los partidos, imponer su voluntad a los ciudadanos, sean controladores aéreos o parados, a los que desprecian por completo y que consideran una incomodidad innecesaria para seguir en su más de lo mismo, destruyan el país, arruinen la economía, impongan su yugo o destruyan cualquier posibilidad de solución. Todos ellos han hablado del problema, ninguno de la solución. Viendo lo que ha ocurrido con los controladores aéreos se puede entender lo que ocurrió entre el PSOE, ETA y el GAL, o entre el PSOE, Al Qaeda y el 11-M, o entre el PSOE, la crisis económica y el paro, y los españoles. Siempre un enemigo contra la sociedad, siempre el PSOE interviniendo en el asunto por nuestro bien y cagándola. Luego los platos rotos los pagamos todos. ¿El PSOE nunca es responsable de nada, ni cuando gobierna, ni cuando está en la oposición? y la oposición haciéndoles la ola.
¡Magnífico, ésto es el Estado Perfecto! ¿Y las vícitmas de sus desmanes e ineptitud, a quién reclamamos?. ¿Los cinco millones de parados donde tienen que presentar la demanda? ¿El país arruinado dónde presenta la reclamación?. ¿Vamos al Fiscal General del Gobierno , directamente a los juzgados de instrucción o salimos a la calle?. Si el fiscal pedirá ocho años de cárcel para los controladores rebeldes, ¿cuántos habría que pedir para los políticos que nos esquilman sin interrupción?. El daño que los controladores aéreos han causado a España y los españoles no es ni la milésima parte del que nos causan los políticos cualquier año de legislatura. Y no pasa nada. ¡A votar! ¡Que hable la democracia! ¡Y el pueblo!. Yo me pregunto, ¿para qué?, si da igual que hable, que grite, que llore o se desespere por el maltrato continuado, que los políticos van a seguir haciendo lo mismo, los que vengan como los que se fueron: defenderán la sociedad, mientras los ciudadanos nos vamos a la mierda. ¿Ustedes lo entienden?
Ciertamente, la sociedad de los políticos tampoco tiene mucho que ver con la sociedad de los ciudadanos. Los políticos consideran la sociedad como un amuleto amorfo, formado por una mosa informe de microbios, sin capacidad política, que hay que guiar por el buen camino, que es el que a los políticos les interesa. Con nombrar la sociedad de vez en cuando ya pagan el peaje para seguir recibiendo privilegios. La sociedad que a ellos les concede libertad y poder, a los ciudadanos nos oprime y aplasta.
Solo por ello, una vez más, y a pesar de que me revienta, tengo que reconocer que la acción de los controladores aéreos ha estado justificada contra el poder, no así contra los ciudadanos, a los que han convertido en sus vícitmas y sus rehenes. Ha estado justificada contra el poder, pero ha sido ilegítima, amoral y de una violencia despiadada contra sus conciudadanos.
Pero no puedo asumir justificación alguna para la imposición del Gobierno, sin entrar en consideraciones sobre si los controladores aéreos ganan o deben, sobre si nos expolian o nos desprecian a los demás, me da absolutamente igual. Si son unos privilegiados o unos explotados, si ganan muchísimo o si no tienen tiempo para gastarlo a su antojo. Ellos han elegido ser controladores para lo bueno y lo malo y es lo que hay. Controladores aéreos se necesitan en toda el mundo y no he visto que se hayan marchado a otro país, luego será que aquí no están tan mal como nos cuentan. ¿Qué tasa de abandono profesional hay en los controladores aéreos tan puteados y envilecidos?. Si es elevada los controladores demostrarán de forma inmediata que llevan razón, si no es así, habrá que pensar otra cosa.
Pero lo que no puedo aceptar es que los políticos nos engañen de forma tan cochambrosa para imponernos su voluntad y sus privilegios, porque si razones tengo para quejarme de los controladores aéreos por explotarme cuando vuelo en avión, ¿qué razones poderosas no tendré acumuladas para aquellos que me explotan todos los días en todas las cosas que hago y puedo llegar a hacer?. Me siento rehén de los políticos, secuestrado en el Estado perfecto, convertido en esclavo de sus memeces, subyugado por su estupidez y sin ninguna posibilidad de hacer nada contra ellos, más que quejarme sin cesar y dejar un rastro de lamentos en este blog, para advertir a los que vengan detrás con la esperanza de que ellos sepan librarse del despojo al que sin duda serán sometidos desde el poder, y para que algunos coetáneos lo lean y me respondan que paz y amor...y el plus pal salón. Es lo que hay.
Biante de Priena
8 comentarios:
Muy bueno otra vez Biante. Y con un final digno al emular a los buenistas (que probablemente aparecerán en comentarios como en el mío ayer: "democracia, votar, derechos, problema bien solucionado...").
No te extrañe si 'me lo llevo' y lo pego allí.
Saludos
Claudio Ripollés dijo...
“hay un 70 por ciento de cobardes e ingnorantes un 20 por ciento que no se entera y un 10 por ciento que son realistas “
Muchas gracias por tu opinión aunque es muy optimista.
Veamos, 10 % de cerebros perceptores de la realidad, son más de 4 millones de personas. Con eso da para abanderar el mundo mundial, que es precisamente lo que procede si bien contaríamos con mogollones de extranjeros amigos.
Ni tanto ni tan calvo, o sea, la cuestión no se plantea así porque esto no es una tienda de refrescos ni la estadística de un semanario. Como todo el mundo puede saber y ver, la vanguardia de un movimiento se manifiesta por sus acciones. De momento, aparte del saco de pimientos, lo que hay es una latencia explosiva por parte de los contendientes. Y dado el detonante, cuando se produzca, la contabilidad también saltará por los aires en el fragor del tumulto. Por tanto, ni millones suficientes, ni falta de motivos para la defensa numantina, sencillamente el personal anda velando armas, es un suponer.
En cuanto a los cobardes e ignorantes, no lo son en absoluto, sino simples precavidos, que en todo caso tendrán que obedecer a los novísimos jefes salidos de sus propias filas.
(Nadie está obligado a compartir estos puntos de vista.)
Con un céntimo que suba la gasolina pagamos los sueldos de todos los controladores...El gobierno la sube sin cesar, poco a poco,....pero total...¿qué es un céntimo?.
Gasolina a precio de la crisis de 2008 con el precio del petróleo un 40 % más bajo. ¿Quién nos está robando realmente?
Biante, entiendo perfectamente su discurso, pero bajo mi punto de vista, adolece de falta de objetividad y de falta de contemporaneidad.
Por una parte, es cierto que los defensores de lo social anulan al ciudadano político y lo convierten en un ente abstracto y colectivo, pero porque tergiversan su auténtico sentido, porque han pervertido los conceptos y las realidades, o sea, porque hacen trampas.
Y simultáneamente ejercen de liberales a ultranza, manteniendo la individualidad de de esos especuladores salvajes y acumuladores de capitales que son en realidad los que les dictan a estos politicuchos de pacotilla lo que tienen que ir haciendo en cada momento para seguir afianzando la diferencia de castas, o sea, por un lado ellos, los ultraliberales, esos aguerridos hombres de empresa y de negocio que tanto admiráis, forjados a sí mismos desde su individualidad y su libertad (y la falta absoluta de escrúpulos), adoradores de la maximización de beneficios a costa de lo que sea y de las libertades de quien sea, y por el otro lado, los borregos que les tenemos que seguir manteniendo de por vida.
Los pelos de punta ponen los unos y los otros. Y es muy triste ir constatando día a día cómo cada vez menos tipejos van jodiendo cada vez más a cada vez más personas honestas, aunque gilipollas.
Tan claro como hoy la humanidad no había visto antes a la delincuencia vestirse de política; ni a la función de político transformarse en una rama de la delincuencia pública, ni a la delincuencia extrema hacerse profesión política oficial.
...
Toda la casta de políticos ha hecho de su profesión la delincuencia más salvaje con la abierta comisión de los más viles delitos. Pagarán por ello el más alto precio que la historia humana pueda imponer.
...
Ahora se trata de una lucha a muerte por la supervivencia de la propia especie. (Judith Salomón, W S Journal)
Enrique, a veces creo que sufres despistes formados a propósito para eludir los temas que no te interesan, te dije claramente lo que pensaba de Pepe Blanco haciendo una comparación con lo que pienso de ti, con la única diferencia de que vivís en hemisferios políticos distintos pero persiguiéndo los mismos fines, ambos sois dos medradores muy finos, ambos sois narcisistas, tu le aventajas en una mayor formación cultural mientras que el es un estudiante frustrado que apenas pudo acabar COU, pero en este País el tener o no una titulación actualmente no es necesario para “vivir a costa de los demás” y además como dicen los jóvenes : “de puta madre”, cantidad de gente totalmente inculta, sin competencia para ejercer ningún trabajo productivo se forran a costa de los demás, empezando por muchos políticos, cantantes mamando de sus derechos de autor, personajes de la televisión basura, ex-políticos ocupando puestos en multitud de Fundaciones, Cajas de Ahorros, Consejos de Administración de variadas empresas gracias a la información privilegiada adquirida en su etapa política, etc. etc.
Y fíjate que casualidades tiene la vida, ¿recuerdas aquel refrán que dice: “Dios los cría y ellos se juntan”? pues resulta que los hijos de Pepe Blanco y de tu Hércules: Álvarez Cascos, asisten al mismo colegio, el British Council de Somosaguas, en dicho colegio, al que acude lo más granado del pijoterío nacional, la educación de un alumno de once años cuesta cada trimestre 3.873€, y 6.545€ la pareja. Lógicamente , la educación es bilingüe español-inglés y la asignatura de "Educación para la Ciudadanía " no se imparte; pero, eso sí, los hijos del Ministro y de tu admirado Cascos, comparten aulas, recreos, excursiones y mesa y mantel con los niños de Eugenia Martínez de Irujo, Mariano Rajoy, Genoveva Casanova, Eduardo Zaplana, Michel Salgado, y un largo etc. de la derecha nacional. ¿Qué te parece?, al mismo que van la mayoría de los que en Enero dejarán de cobrar esos 460 € al mes y la mayoría de los hijos de esos 5 millones de parados a los que tu te refieres.
Te lo he dicho muchas veces Enrique, este mundo occidental está en manos de todo lo que rodea al “Money, Money”, la moral y la ética ha dejado de existir y la justicia con mayúsculas es una utopia, la corrupción no deja sitio a la honradez y aquel que es honrado solo tiene tres opciones, dejarse engullir por la jauría, retirarse a lo anacoreta o marcharse a uno de esos supuestos paraísos fiscales si su patrimonio se lo permite. Finalmente te recuerdo que Tierno Galván en opinión de los ciudadanos que lo conocieron ha sido el mejor y mas justo alcalde que jamás ha existido en Madrid, pero claro entiendo perfectamente que a ti todo lo que venga de un pensamiento que empiece por “soci”es como si a un vampiro se le enseña una ristras de ajos o un crucifijo.
Paz y Amor.
Fernando de los Ríos, Pablo Castellano, Gómez LLorente, Nicolás Redondo, Leguina, Paco Ibáñez, Aute, Javier Krahe, y en la escena internacional Chomsky, Lula, Gould, y otros muchos defienden el socialismo y la libertad al mismo tiempo. No,no es el socialismo lo que me molesta, profe es ESTE SOCIALISMO infame, al igual que a ti, aunque no lo reconozcas... ¿Cómo puede haber un socialismo sin autocrítica y con tanta soberbia?. ¿De dónde han salido estos impresentables?.
2º La Ley 209/1964, de 24 de diciembre, penal y procesal de la Navegación Aérea, tiene previsto en su artículo 20 establece lo siguiente:
Serán castigados con la pena de prisión menor, como reos de sedición, los tripulantes, pasajeros, empleados o personas concertadas con ellos, que en aeropuertos o aeronaves se alzaren colectivamente para cualquiera de los fines relacionados con la navegación aérea, que a continuación se expresan:
Oponerse al cumplimiento de órdenes que dicten el Comandante de aeronave o Jefe de aeropuerto, en uso de sus atribuciones.
Impedirles el libre ejercicio de sus funciones o ejecutar con otro fin coacción sobre ellos.
Realizar algún acto de odio o venganza en sus personas o bienes.
Con la misma pena serán castigados los miembros de la tripulación de aeronaves o empleados de aeropuertos que, en número suficiente para perturbar el servicio, abandonen colectivamente sus funciones en la aeronave o el aeropuerto, en actitud de protesta, desobediencia coactiva o represalia contra el Comandante o Jefe respectivo.
El citado artículo es muy clarito
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