"Amigo mío, la Naturaleza ha dado a cada hombre un estilo, como una fisonomía y un carácter. El hombre puede cultivarla, pulirla, mejorarla, pero cambiarla, no". Gaspar Melchor de Jovellanos
Hay cosas que no se comprenden en la política de este país, si recientemente asistíamos a la pugna de las elecciones primarias del PSOE por la Comunidad de Madrid, entre Trinidad Jiménez, paracaidista muy querida en La Moncloa y Tomás Gómez, “el huracán de Parla” y Secretario General de la FSM, con triunfo del varón (y los afiliados) sobre la señorita Trini (y su mentor, Rodríguez Zapatero); en las filas del PP la siguen peinando en Asturias con amenaza de continuar hasta enero con el frenesí valleinclanesco.
Que Francisco Álvarez-Cascos Fernández, en ocasiones llamado Paco Cascos (como dice la wikipedia), es el mejor candidato de los posibles que puede presentar el PP a la Presidencia del Principado de Asturias lo sabe todo el mundo, precisamente en El Mundo se publicó una encuesta en mayo en la que recibía el apoyo del 51,5 % de los asturianos sin haber dicho ni esta boca es mía, que se desglosaban de la siguiente forma: 83,9 % de los que habían votado al PP, 42,7 % de los que habían votado a IU, y 37,4 % de los que habían votado al PSOE. Algo bueno debe tener el señor Cascos para recibir el apoyo de la mayoría absoluta de los asturianos en las encuestas sin haber movido ni una ceja, y además por aclamación. A los que se añaden los comentarios identificados de La Nueva España, el diario más leído en Asturias, en los que la mayoría de los participantes expresan su voluntad favorable a la candidatura de Francisco Álvarez-Cascos.
Pero algo malo debe tener para los dirigentes regionales y nacionales del PP, cuando no se acaban de decidir por darle su apoyo unánime ni desde la sede de Oviedo, ni desde la de Génova. Así que tenemos un candidato apoyado mayoritariamente por el pueblo que va a votarle si les dejan y obstaculizado por los dirigentes de su propio partido, algo insólito en la política española. Lo que está claro es que en esta democracia que tenemos en España los ciudadanos están obligados a escoger entre los candidatos que les ofrecen los partidos y no entre los que quisieran elegir por su propia voluntad.
Detengámonos en la cuestión, reflexionemos un instante, veamos con nitidez lo que ocurre. En Asturias lleva gobernando el PSOE 30 años seguidos (con la interrupción de Sergio Marqués entre 1995-1999, que comenzando su gobierno siendo del PP terminó gobernando con el URAS, un partido nacionalista asturiano creado ex profeso en torno a su persona), mientras que el PP gestiona la capital del Principado, Oviedo, con Gabino de Lorenzo de alcalde desde 1991 hasta ahora (19 años). Asturias sí que es un oasis y no Cataluña. El PSOE y el PP han llegado a un acuerdo implícito de no agresión mutua, y se reparten el poder entre ambos desde hace 20 años, en una fórmula magistral que impide cualquier posibilidad de cambio. Así el establishment asturiano puede seguir como siempre, como diría Tomasi di Lampedusa, cambiando algo para que todo siga igual.
La presencia de Álvarez Cascos en el Principado de Asturias es considerada como una auténtica revolución por parte de todos los que se reparten el poder desde hace décadas, que además no tienen intención alguna de ser desplazados por Paco y sus rebajas, pues para una vez que el PP triunfó en las elecciones autonómicas en 1995, todo se malogró, porque al leal lugarteniente de Aznar, le dio por separarse de su mujer de toda la vida, Elisa Fernández-Escandón Ortiz para casarse con su segunda esposa, Gemma Ruiz, mientras ocupaba la Vicepresidencia del Gobierno, algo que no se entendió desde algunos sectores del PP asturiano no acostumbrado a divorcios y que terminó creando una batalla de opinión en la derecha asturiana (un auténtico culebrón), con repercusiones en el Gobierno del Principado, inconcebibles en cualquier otro lugar del planeta.
Por supuesto, aunque el alcalde de Oviedo, es el principal factotum del contubernio, no podemos olvidarnos de los dirigentes de Gijón, Pilar Fernández Pardo, eterna aspirante a alcaldesa, que había atribuido responsabilidades al gobierno de Aznar en los atentados del 11-M y Avilés, Joaquín Aristegui, eterno aspirante a alcalde avilesino, a los que debemos sumar ese prodigio de derrotas electorales que es Ovidio Sánchez, acompañado de la legión de supervivientes de la dirección regional. Francisco Álvarez-Cascos traslada su ficha de militante a Asturias en 2005, algo que puso realmente nerviosos a sus atribulados compañeros los de la cofradía de la escalerona.
Pero no acaba aquí la cosa, pues en la dirección nacional del PP, en la que Cascos conserva algunos leales amigos, no es recibida precisamente con arrebato y algarabía su presencia como candidato a la Presidencia del Principado de Asturias, ¿por qué?, pues sencillamente porque un día le dio a Paco, que no se calla ni una, por decirle a Mariano Rajoy que las derrotas había que llamarlas derrotas y dejarse de hacer maquillajes, y a Maria Dolores de Cospedal, actual Secretaria General del Partido, con la que sentenció una amistad eterna cuando le dijo en 2008: “Parece que quiere quitarle el puesto a Pepiño Blanco y se dedica a criticar al PP en vez de hacerlo al PSOE”. Pero sin duda la razón fundamental, es que ahora que en el Partido de la Gaviota, ya piden permiso a la dirección hasta para ir al servicio, ahora que por fin Arriola, con su estrategia de “todos quietos, que éstos se caen solos” se las promete tan felices como cuando lo de la niña, van a permitir que llegue el Tsunami Cascos, este liberal jovellanista, para decir lo que le dé la gana, que posiblemente sea lo que estén deseando escuchar los españoles, tras la fumigación de talante y el burka impuesto por la Moncloa al pueblo desquiciado con los Gobiernos de Rodríguez Zapatero.
Así están las cosas, que nadie sabe ya en la dirección nacional del PP si al final suma o resta la rentré de Cascos en la política asturiana y española. Quienes si le apoyan son algunos barones autonómicos, con Esperanza Aguirre a la cabeza que ya va diciendo siete veces que es el mejor candidato que el PP puede presentar en Asturias, tierra a la que acude todos los veranos y que conoce desde hace muchos años. Pero quizás lo más sorprendente son las buenas relaciones que Francisco Álvarez-Cascos mantiene con el Secretario General del sindicato SOMA-UGT, Férnandez Villa, al que envió un telegrama recientemente cuando estuvo encerrado en el Ministerio de Industria por el conflicto del carbón (también lo hizo con Maximino García, Secretario de Minería en CCOO), precisamente Justo Braga, Secretario General de la UGT en Asturias, en unas declaraciones sorprendentes, justo antes de la pasada Huelga General, manifestó con contundencia el sentir de las Cuencas Mineras en una frase histórica: “Me gustaría que todo el PP defendiera el carbón como Francisco Álvarez-Cascos”.
En el PSOE, por lo pronto, Vicente Álvarez Areces, ante la posibilidad de competir con Francisco Álvarez-Cascos, por la cuarta legislatura como Presidente, prefirió retirarse a sus aposentos a ver si cae algún ministerio en estos tiempos de crisis, dejando al neófito en esta lides, Javier Fernández, atado al mastil del PSOE, a ver como sale de la galerna que se avecina.
Verán ustedes, aquí el escribidor, que se honra de su liberalismo, no puede permanecer impasible ante un político no adoctrinado, displicente, disidente y liberal, que pone nerviosos a todos los dirigentes de su partido, levanta admiración en los sindicatos, saca de quicio a sus oponentes y camina hacia la aclamación popular de sus votantes; su trayectoria es singularmente heroica y su legado, cuando estuvo en el Gobierno, fue impresionante, a pesar de haber sido considerado el peor rival del PSOE de Zapatero por José Blanco –actual Ministro de Fomento, no comparen por favor- (algo de lo que me congratulo y que puede sumarse a sus méritos), y de haberle hecho desde el PSOE las campañas de propaganda más obscenas que se recuerdan, algo que dice mucho a su favor. Una cosa es defender los partidos políticos y otra muy diferente reconocer las virtudes de los políticos que se han caracterizado por su honestidad y buen hacer, como es el caso de Francisco Alvarez-Cascos, a pesar de haber levantado más ampollas entre sus detractores que una intoxicación de pimientos caducados.
Despidámonos con El Quijote, diciendo a todos los dirigentes del PP desde este blog de trinchera: “Cuan largo me lo fiais, amigo Sancho” porque si no hay motivos para que Cascos sea candidato y con toda probabilidad, próximo Presidente del Principado de Asturias, mucho menos los hay para que Mariano Rajoy sea el próximo Presidente del Gobierno de España.
Y a los del Pico y la Pala, un abrazo desde aquí, seguir cavando profundo que hay que enterrar mucha miseria.
Biante de Priena
Hay cosas que no se comprenden en la política de este país, si recientemente asistíamos a la pugna de las elecciones primarias del PSOE por la Comunidad de Madrid, entre Trinidad Jiménez, paracaidista muy querida en La Moncloa y Tomás Gómez, “el huracán de Parla” y Secretario General de la FSM, con triunfo del varón (y los afiliados) sobre la señorita Trini (y su mentor, Rodríguez Zapatero); en las filas del PP la siguen peinando en Asturias con amenaza de continuar hasta enero con el frenesí valleinclanesco.
Que Francisco Álvarez-Cascos Fernández, en ocasiones llamado Paco Cascos (como dice la wikipedia), es el mejor candidato de los posibles que puede presentar el PP a la Presidencia del Principado de Asturias lo sabe todo el mundo, precisamente en El Mundo se publicó una encuesta en mayo en la que recibía el apoyo del 51,5 % de los asturianos sin haber dicho ni esta boca es mía, que se desglosaban de la siguiente forma: 83,9 % de los que habían votado al PP, 42,7 % de los que habían votado a IU, y 37,4 % de los que habían votado al PSOE. Algo bueno debe tener el señor Cascos para recibir el apoyo de la mayoría absoluta de los asturianos en las encuestas sin haber movido ni una ceja, y además por aclamación. A los que se añaden los comentarios identificados de La Nueva España, el diario más leído en Asturias, en los que la mayoría de los participantes expresan su voluntad favorable a la candidatura de Francisco Álvarez-Cascos.
Pero algo malo debe tener para los dirigentes regionales y nacionales del PP, cuando no se acaban de decidir por darle su apoyo unánime ni desde la sede de Oviedo, ni desde la de Génova. Así que tenemos un candidato apoyado mayoritariamente por el pueblo que va a votarle si les dejan y obstaculizado por los dirigentes de su propio partido, algo insólito en la política española. Lo que está claro es que en esta democracia que tenemos en España los ciudadanos están obligados a escoger entre los candidatos que les ofrecen los partidos y no entre los que quisieran elegir por su propia voluntad.
Detengámonos en la cuestión, reflexionemos un instante, veamos con nitidez lo que ocurre. En Asturias lleva gobernando el PSOE 30 años seguidos (con la interrupción de Sergio Marqués entre 1995-1999, que comenzando su gobierno siendo del PP terminó gobernando con el URAS, un partido nacionalista asturiano creado ex profeso en torno a su persona), mientras que el PP gestiona la capital del Principado, Oviedo, con Gabino de Lorenzo de alcalde desde 1991 hasta ahora (19 años). Asturias sí que es un oasis y no Cataluña. El PSOE y el PP han llegado a un acuerdo implícito de no agresión mutua, y se reparten el poder entre ambos desde hace 20 años, en una fórmula magistral que impide cualquier posibilidad de cambio. Así el establishment asturiano puede seguir como siempre, como diría Tomasi di Lampedusa, cambiando algo para que todo siga igual.
La presencia de Álvarez Cascos en el Principado de Asturias es considerada como una auténtica revolución por parte de todos los que se reparten el poder desde hace décadas, que además no tienen intención alguna de ser desplazados por Paco y sus rebajas, pues para una vez que el PP triunfó en las elecciones autonómicas en 1995, todo se malogró, porque al leal lugarteniente de Aznar, le dio por separarse de su mujer de toda la vida, Elisa Fernández-Escandón Ortiz para casarse con su segunda esposa, Gemma Ruiz, mientras ocupaba la Vicepresidencia del Gobierno, algo que no se entendió desde algunos sectores del PP asturiano no acostumbrado a divorcios y que terminó creando una batalla de opinión en la derecha asturiana (un auténtico culebrón), con repercusiones en el Gobierno del Principado, inconcebibles en cualquier otro lugar del planeta.
Por supuesto, aunque el alcalde de Oviedo, es el principal factotum del contubernio, no podemos olvidarnos de los dirigentes de Gijón, Pilar Fernández Pardo, eterna aspirante a alcaldesa, que había atribuido responsabilidades al gobierno de Aznar en los atentados del 11-M y Avilés, Joaquín Aristegui, eterno aspirante a alcalde avilesino, a los que debemos sumar ese prodigio de derrotas electorales que es Ovidio Sánchez, acompañado de la legión de supervivientes de la dirección regional. Francisco Álvarez-Cascos traslada su ficha de militante a Asturias en 2005, algo que puso realmente nerviosos a sus atribulados compañeros los de la cofradía de la escalerona.
Pero no acaba aquí la cosa, pues en la dirección nacional del PP, en la que Cascos conserva algunos leales amigos, no es recibida precisamente con arrebato y algarabía su presencia como candidato a la Presidencia del Principado de Asturias, ¿por qué?, pues sencillamente porque un día le dio a Paco, que no se calla ni una, por decirle a Mariano Rajoy que las derrotas había que llamarlas derrotas y dejarse de hacer maquillajes, y a Maria Dolores de Cospedal, actual Secretaria General del Partido, con la que sentenció una amistad eterna cuando le dijo en 2008: “Parece que quiere quitarle el puesto a Pepiño Blanco y se dedica a criticar al PP en vez de hacerlo al PSOE”. Pero sin duda la razón fundamental, es que ahora que en el Partido de la Gaviota, ya piden permiso a la dirección hasta para ir al servicio, ahora que por fin Arriola, con su estrategia de “todos quietos, que éstos se caen solos” se las promete tan felices como cuando lo de la niña, van a permitir que llegue el Tsunami Cascos, este liberal jovellanista, para decir lo que le dé la gana, que posiblemente sea lo que estén deseando escuchar los españoles, tras la fumigación de talante y el burka impuesto por la Moncloa al pueblo desquiciado con los Gobiernos de Rodríguez Zapatero.
Así están las cosas, que nadie sabe ya en la dirección nacional del PP si al final suma o resta la rentré de Cascos en la política asturiana y española. Quienes si le apoyan son algunos barones autonómicos, con Esperanza Aguirre a la cabeza que ya va diciendo siete veces que es el mejor candidato que el PP puede presentar en Asturias, tierra a la que acude todos los veranos y que conoce desde hace muchos años. Pero quizás lo más sorprendente son las buenas relaciones que Francisco Álvarez-Cascos mantiene con el Secretario General del sindicato SOMA-UGT, Férnandez Villa, al que envió un telegrama recientemente cuando estuvo encerrado en el Ministerio de Industria por el conflicto del carbón (también lo hizo con Maximino García, Secretario de Minería en CCOO), precisamente Justo Braga, Secretario General de la UGT en Asturias, en unas declaraciones sorprendentes, justo antes de la pasada Huelga General, manifestó con contundencia el sentir de las Cuencas Mineras en una frase histórica: “Me gustaría que todo el PP defendiera el carbón como Francisco Álvarez-Cascos”.
En el PSOE, por lo pronto, Vicente Álvarez Areces, ante la posibilidad de competir con Francisco Álvarez-Cascos, por la cuarta legislatura como Presidente, prefirió retirarse a sus aposentos a ver si cae algún ministerio en estos tiempos de crisis, dejando al neófito en esta lides, Javier Fernández, atado al mastil del PSOE, a ver como sale de la galerna que se avecina.
Verán ustedes, aquí el escribidor, que se honra de su liberalismo, no puede permanecer impasible ante un político no adoctrinado, displicente, disidente y liberal, que pone nerviosos a todos los dirigentes de su partido, levanta admiración en los sindicatos, saca de quicio a sus oponentes y camina hacia la aclamación popular de sus votantes; su trayectoria es singularmente heroica y su legado, cuando estuvo en el Gobierno, fue impresionante, a pesar de haber sido considerado el peor rival del PSOE de Zapatero por José Blanco –actual Ministro de Fomento, no comparen por favor- (algo de lo que me congratulo y que puede sumarse a sus méritos), y de haberle hecho desde el PSOE las campañas de propaganda más obscenas que se recuerdan, algo que dice mucho a su favor. Una cosa es defender los partidos políticos y otra muy diferente reconocer las virtudes de los políticos que se han caracterizado por su honestidad y buen hacer, como es el caso de Francisco Alvarez-Cascos, a pesar de haber levantado más ampollas entre sus detractores que una intoxicación de pimientos caducados.
Despidámonos con El Quijote, diciendo a todos los dirigentes del PP desde este blog de trinchera: “Cuan largo me lo fiais, amigo Sancho” porque si no hay motivos para que Cascos sea candidato y con toda probabilidad, próximo Presidente del Principado de Asturias, mucho menos los hay para que Mariano Rajoy sea el próximo Presidente del Gobierno de España.
Y a los del Pico y la Pala, un abrazo desde aquí, seguir cavando profundo que hay que enterrar mucha miseria.
Biante de Priena
13 comentarios:
Biante, yo me sigo guiando por los silogismos que me enseñaron en el cole.
Todo político es malo. Álvarez Cascos es político. Luego Álvarez Cascos es malo.
Y también por el sentido común, que me dice que el mejor político, en la plaza pública colgado por sus partes, a disposición del contribuyente.
Sólo hay una clase buena de político: el ex-político por haber huido nada más llegar y otear el panorama. Ejemplo: Gómez Llorente. Que por cierto, lo tuve de profesor de Filosofía y de Sociología. Era un buenísimo tipo, en todos los sentidos.
fractalio, en el fondo sabrás, por coherencia, que comparto lo que dices, pero veo muy difícil que se produzca cualquier solución desde fuera, si dentro no se produce una revolución. Si no fuera por estas cosas que ocurren, no tendríamos prueba de los desmanes. Cascos y Ángel Gimeno son SÍNTOMAS del problema, hay que AMPLIFICARLOS para que los ciudadanos puedan contemplar la auténtica ENFERMEDAD DEGENERATIVA del sistema. En ese sentido, hay una alianza impícita entre los rebeldes que están dentro y los rebeldes que estamos fuera.
Por lo que he sabido, el regreso de Cascos a la política busca la REGENERACIÓN DESDE DENTRO, por eso le impiden el paso desde el poder como pueden.
Siempre he tenido una gran opinión de Gómez LLorente ;)
Saludos
Rojos y nacionales eran en el 36 dos bandos españoles. Ninguno de ellos consideraba a España discutida ni discutible, lo que disputaron fue la posesión del poder político del Estado Nacional. Los republicanos querían imponer en la patria una delegación de la URSS; los Nacionales pretendían una imitación casera del III Reich que a la sazón era expresión extrema y sanguinaria de riguroso orden en una nación. Ganó Franco y los emuladores de la “patria socialista” perdieron la guerra civil.
El mundo es otro hoy en día y los intereses en juego no andan por esos derroteros. Lo que se dirime con la globalización de ahora es mucho más prosaico que entonces, pues se trata de comer, o no, para millones de personas en todo el planeta. Cincuenta millones de parados según la OCDE ha sufrido occidente desde el colapso del sistema económico en el año 2007. En circunstancias históricas donde la guerra sirve de acelerador de los acontecimientos sociales, en España han aparecido energúmenos políticos con caspa haciendo de inquisidores de mercadillo, pero que han venido atacando con saña a la Nación desde el año en que ZP accedió al gobierno. Esta vil traición a la democracia y a la libertad nacional e individual y esta alteración de la paz nacional, está haciendo que la población española aprenda intensamente mucho más que en toda su historia y en lo sucesivo no tiene otro camino que multiplicar su conocimiento y organización para pulverizar cuanto antes todo lo que le impida continuar su vida nacional. El enemigo es sólo basura que se viene desmoronando casi sin empujarle y ahora es necesario un fulminante revolcón para dejarlo fuera de combate definitivamente. La Nación Española y sus patriotas cumplirán con sus deberes y con su destino. Vale ya.
Vale, entiendo tu argumentación, pero creo que la mejor revolución desde dentro se llama denuncia. Y si no se es capaz, huída. El que desde dentro no haga una de esas dos cosas, es sencillamente un cómplice y/o encubridor.
Si estamos hablando de denunciar y pedir responsabilidades desde fuera, ¿no sería mucho más sencillo que los que no están de acuerdo lo hagan desde dentro, desde donde mejor se conocen las trampas? Si no lo hacen, yo desde luego no me fío de ellos ni un pelo.
¿Cuántos casos conoces de denuncia en los últimos 35 años fractalio?. Los ha habido, ¿y para qué ha servido?, las denuncias se las traga la oclocracia como terroncillos de azucar. Yo creo más en las personas, que en las denuncias. Cascos, Gómez hacen tanta labor commo los demás hacemos desde fuera, no apuesto por la regeneración del sistema, no me entiendas mal, lo creo imposible, pero busco como se puede acabar con él, utilizando todos las fuerzas existentes.
Biante, en este mundo están ocurriendo perversiones gravísimas -que en este país se dan corregidas y aumentadas- a las que nos vamos acostumbrando y asumiéndolas como parte del paisaje. Si consideramos que la justicia está al servicio del poder, pues realmente lo está, creo que no deberíamos andar con rodeos, y que lo más urgente que tenemos delante es denunciarlo a grito pelado.
Si no hacemos eso, y no exigimos que lo hagan los que más posibilidades y conocimiento de causa tienen, y que además han asumido la responsabilidad de la representación ciudadana, apaga y vámonos. Entiendo tus argumentos, pero creo que no hay tiempo para seguir el juego, ya que los hechos nos demuestran que los que ahí entran, al final pasan por el aro, y una de dos, o tragan, o tragan.
Las cosas claras, el chocolate espeso, al pan pan y al vino vino. No tenemos tiempo, desgraciadamente. O queremos reconocer la realidad, o la realidad nos aplasta en breve.
Los paños calientes y las concesiones a las “diplomafias” no hacen más que acercar el abismo.
fractalio, hablamos de dos cosas diferentes, estamos de acuerdo en el diagnóstico (con matices, yo creo más en la inepcia nacional que en la intención internacional), no así en el tratamiento, tu piensas que sólo desde fuera del sistema se puede resolver el problema, yo pienso que sin la participación de algunos de los que están dentro, es imposible.
Joder Biante, como se te ve el plumero cada vez que hablas de Álvarez Cascos, Cascos es historia y en el tiempo que le tocó vivir del cuento lo hizo igual que todos los demás y disfrutó de los mismos privilegios que los actuales y hizo "mutis por el foro" cuando vinieron mal dadas.
Cualquier político que alcanza cierto nivel en el gobierno posee una información de tanto valor que aparece ante los ojos de los incautos como un ser superior, pero hasta ahora no conozco a ninguno que haya formulado en el Parlamento una propuesta de eliminar ninguno de los privilegios de los cuales disfrutan, privilegios que pagan todos los españoles con sus impuestos, incluidas las juergas y las cacerías que se corría entre pecho y espalda durante su mandato.
Por favor, no hagamos héroes de aquellos que solo han hecho lo mismo que todos los demás: vivir como señores feudales a costa de los ciudadanos. Y todo aquel que defiende esta situación me suscita una sospecha, ...?, a buen entendedor pocas palabras bastan.
Ánimo Enrique ese es el camino ideal para ocupar un puesto revelante en este País, adular al aspirante con mas probabilidades de salir elegido.
Saludos sin acritud.
Antonio J. Barco Gil
A ti se te ve la oreja izquierda, profe, jajajajaja. Creo que el señor Cascos tiene el record guinnes de difamación por parte de la izquierda española, de análisis escrupuloso y seguimiento de todos sus quehaceres, pero tras todas las pesquisas, nunca pudieron demostrar que se hubiera llevado algo que no le correspondiera. No conozco a ningún político que haya demandado a los medios de comunicación por injurias, al intoxicar a la gente con cosas que eran falsas, como se demostró posteriormente.
Así que sí, como no se me va a ver el plumero, acaso quieres que lo comparemos con Mariano Bermejo, por ejemplo, que tuvo que dimitir por unas cuantas cosas.
Profe, una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace. Y no todos los políticos son iguales, eso es lo que se dice desde la izquierda para ocultar las barbaridades que han hecho las legiones de Zapatero, pero seguramente que hay políticos corruptos en la derecha, pero comparados con los que hay en la izquierda la proporción debe ser de 10 a 1, y además, en la izquierda que pregona la igualdad y la justicia social, no se te olvide.
Saludos Cordiales
Enrique esa risita cínica del ja,ja,ja,ja, te delata, con ello intentas disimular tu estrategia de alabar a un ministro que en un momento de gravedad extrema de la comunidad hermana a donde piensa ser el presidente, me refiero a Galicia, no hubo forma de conocer donde se escondía, ¡¡Vaya pedazo de héroe!! por otra parte si hubiese que compulsar récords Guinness sobre exabruptos, insultos y menosprecios que has realizado tu a través de tus escritos en esta red dirigidos a todos los que votaron al PSOE, creo que serias el mas laureado, tu que te eriges en ser el mas acertado en tus pensamientos, el modelo de la sabiduría histórica, etc., eres algo parecido a esos personajes de Telecinco que forman el elenco alrededor de Belén Esteban,desde luego no me pondría en tus manos como paciente, estoy seguro que solo eres, ya te lo dije en una ocasión, un narcisista consumado, pareces como el que ayudó a Yahvé a confeccionar los Diez Mandamientos, y en realidad todos tus esfuerzos van dirigidos a medrar en el escalafón político pretendiendo dar lecciones a todo el mundo. Y en cuanto a mi "oreja izquierda" he de decirte que solo me preocupa lo que a cualquiera que se considere honrado, la existencia de una misma tabla de medida para todos los ciudadanos, idea que ya veo no entra dentro de tus "cálculos liberales", en ese cubil solo existen para ti dos clases de ciudadanos, los que piensan como tu y aquellos que tachas de imbéciles porque opinan de diferente forma.
Coincido en este caso con Fractalio, todo político, salvo raras excepciones, es un medrador compulsivo y a medida que aumenta su cuota de poder se transforma en un experto embaucador capaz de convencer a Doña Parca de que le venda su guadaña, y precisamente ni tu ni Álvarez Cascos sois ninguna de esas excepciones.
Saludos sin acritud.
Profe, verás, hace unos días alguien te recordó que el que andaba con una linterna por el barrio de Plaka en Atenas era Díogenes de Sínope y no Aristóteles como tu decías. No me atreveré yo a juzgar como habrán quedado tus pobres alumnos (si acaso no eres un farsante, porque algo así no se le escapa a alguien discretamente culto) tras tu paso por las aulas.
Al contrario, te regalaré algo de un socialista como tú para que descubras en que consiste la estrategia retórica del "hombre de paja" una de las cosas que más molestaban a Voltaire y que Schopenhauer mostró con claridad en su Erística, como espero que conocerás gracias a tus humildes conocimientos y excesiva soberbia.
En fin, no es la primera vez que me decepcionas, profe, cuando te faltan argumentos para rebatir lo expuesto, vas directamente a las canillas como los perros o cínicos de la escuela del primer homeless.
Disfruta con el Uso de Razón. Diccionario de Falacias de Ricardo García Damborenea, por cierto ginecólogo, a ver si vas a pensar que era forense por aquello del GAL.
Y dile a Rubalcaba que te mande sustituto, con berenger era otra cosa (a veces le echo de menos), pero Ciudadanos en la Red ha debido bajar de categoría, no me extraña con tanto jaleo.
Por cierto, ¿ya corregiste lo de la justicia social en el decálogo?, es que así no cuela como neutral, hombre.
Con Dios
Profe, mira, te la dejo aquí, por si no la encuentras.
Arriando la bandera social
Profe, LO SOCIAL no es nada, igual que el cielo o el infierno, UNA CREENCIA, construida con el propósito de eliminar la individualidad, para reunir todas las individualidades, en un interlocutor social...que tiene por PORTAVOCES a las izquierdas, el socialismo, los sindicatos, los colectivos y todos los oclócratas que viven bajo el manto del poder.
Saludos Cordiales
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