¡Llova çença papels!:, no siguis gamarùs y integrat da una puta bagada.
Da igual lu ca siguis, lu ca allis hech, o puguis llagà ha hassè.
Sulamen tiens ca cumpli un raquisit:
¡Pal·la a Català o amigra!
Racuy da probas dals aspirants.
P.D. Bidau hech par la ONG "Cataluña tierra dacullida an català" que prasenta un llova aspirant a nou patriota.
¡¡Racorda danunsiá als traidors!!.¡¡ Natachem la patria da traidors!!
2 comentarios:
Va siendo hora de que llamemos las cosas por su nombre:
1) El catalán no es el idioma propio de Cataluña porque la palabra correcta sería ENDÉMICO que significa “exclusivo de una región geográfica y que no se encuentra de forma natural en ninguna otra parte del mundo” sobreviviendo únicamente con imposiciones, exclusiones, multas, amenazas y prohibiendo el resto de idiomas.
2) El catalán normalizado debería de llamarse POMPEYANO en honor a su inventor Pompeu Fabra puesto que su gramática publicada en 1918 consistía en cómo adaptar el español al catalán, es decir, como modificarlo todo lo posible para crear una barrera lingüística con los castellanohablantes pero no demasiado no fuera que él mismo no lo entendiera. Por está razón el catalán no es un idioma milenario, es una adaptación del español con palabras del occitano. Si ciertas regiones españolas actuales hubieran sido independientes hace siglos, alguien cree que estarían hablando los dialectos actuales.
3) CIU, ERC, PSC, ICV,... no son partidos nacionalistas, entendiéndose como representantes de la identidad de un pueblo porque lo único que les une es su odio hacia la palabra España utilizando las tradiciones locales para fomentar el distanciamiento y del desarraigo. Son partidos HEREDEROS DEL ODIO.
4) El primer paso de los separatistas para inventarse una nación es cambiarse el nombre como signo de una nueva identidad, de este modo se han rebautizado multitudes de nombres de ciudades: Lleida, A Coruña, Eivissa... y en la comunidad vasca casi todos. Si cualquier ciudadano nacido hace unos decenios en ciertas regiones españoles tuviera que guiarse por esos mismos lugares utilizando un mapa con los nombres actuales sería incapaz de localizarse. Es curioso acudir a cualquier archivo parroquial catalán de hace más de tres siglos y comprobar como la inmensa mayoría tanto de nombres personales como de archivos están en español. El pompeyano también incluye el nombre de las personas. DESPOMPEYEMOS el nombre de las poblaciones.
Por Dió! cuanta verdad dice este hombre.
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